Search this site
Embedded Files
Capilla Santa Ana
  • Inicio
    • Padre Rector
    • Saludo Semanal
    • Homilías Dominicales
    • Enseñanzas de Vida
    • Semana Santa
    • Fiesta Patronal Diócesis Zipaquirá
    • Servicios
    • Colaboradores
    • Contáctenos
    • Ubicación
  • Vaticano
    • Papa León XIV
    • Papa Francisco
      • Intenciones Papales
      • Jornada Mundial de la Juventud
      • Noticias
    • Papa Benedicto XVI
    • Papa San Juan Pablo II
    • Papas Anteriores
  • Grupos Oración
    • Adoración al Santísimo
    • Rosario Niños por los Niños
    • Rosario en Familia
  • Solidaridad
    • Comunicación de Bienes
    • DIezmo
    • Badizi Banco Alimentos
  • Otros
Capilla Santa Ana
  • Inicio
    • Padre Rector
    • Saludo Semanal
    • Homilías Dominicales
    • Enseñanzas de Vida
    • Semana Santa
    • Fiesta Patronal Diócesis Zipaquirá
    • Servicios
    • Colaboradores
    • Contáctenos
    • Ubicación
  • Vaticano
    • Papa León XIV
    • Papa Francisco
      • Intenciones Papales
      • Jornada Mundial de la Juventud
      • Noticias
    • Papa Benedicto XVI
    • Papa San Juan Pablo II
    • Papas Anteriores
  • Grupos Oración
    • Adoración al Santísimo
    • Rosario Niños por los Niños
    • Rosario en Familia
  • Solidaridad
    • Comunicación de Bienes
    • DIezmo
    • Badizi Banco Alimentos
  • Otros
  • More
    • Inicio
      • Padre Rector
      • Saludo Semanal
      • Homilías Dominicales
      • Enseñanzas de Vida
      • Semana Santa
      • Fiesta Patronal Diócesis Zipaquirá
      • Servicios
      • Colaboradores
      • Contáctenos
      • Ubicación
    • Vaticano
      • Papa León XIV
      • Papa Francisco
        • Intenciones Papales
        • Jornada Mundial de la Juventud
        • Noticias
      • Papa Benedicto XVI
      • Papa San Juan Pablo II
      • Papas Anteriores
    • Grupos Oración
      • Adoración al Santísimo
      • Rosario Niños por los Niños
      • Rosario en Familia
    • Solidaridad
      • Comunicación de Bienes
      • DIezmo
      • Badizi Banco Alimentos
    • Otros


Saludo Solemnidad Asunción de la Virgen María

Fiesta Patronal Diócesis de Zipaquirá,

 15 de  Agosto 2025, Ciclo C

“Fuego He Venido a Traer a la Tierra…”

 

Saludo y bendición, a todos ustedes, queridos fieles.

 

   En el Evangelio de hoy, se nos muestra que el salir del confort e ir en contracorriente, puede provocar incomodidades y conflictos. Jesús no nos quiere instalados, trae fuego para encender nuestros corazones y ponernos en actividad. No nos quiere tibios ni indiferentes. Este ser apasionados por el Evangelio no siempre es comprendido ni compartido, y hasta los mismos lazos familiares quedan también marcados por este sello de fuego que viene evidenciar posturas ante Dios.

 

   En el texto de hoy Jesús nos lanza esta pregunta: ¿Cómo puede decir Jesús que no ha venido a traer paz, sino división? ¿No es una de las grandes esperanzas humanas que solo Dios, en Jesús, puede colmar definitivamente? En el pasaje del evangelio, Jesús se refiere a las consecuencias de su llegada y de su mensaje. No todos lo aceptan porque Dios es al mismo tiempo luz que ilumina y que juzga, y fuego que purifica y que destruye el mal. Sin luz no podemos caminar hacia el amor de Dios, pero con luz quedan al descubierto también nuestras malas acciones. El fuego que se utiliza para extraer los metales preciosos también hace que se manifieste con claridad la escoria, que antes estaba disimulada, mezclada, escondida.

 

   No es que Jesús pretenda provocar la división, es el pecado que tan arraigado está en el mundo el que nos divide, y el que hace que nos rebelemos al evangelio. Deseamos el amor de Dios y su justicia, pero al mismo tiempo nuestro corazón nos atrae a seguir como si Dios no existiera, como si no tuviésemos que dar cuenta de nuestras sombras.

 

   El fuego de Jesús es el fuego divino de su amor; el que enciende el cirio pascual de nuestra vida cristiana, el sol que no se apaga, el calor puro de la vida divina que, en el bautismo, el Espíritu Santo enciende, desde arriba, nuestras existencias, transformándonos en luz del mundo y sal de la tierra. Fuego que nos hace crecer constantemente, que nos define y nos hace sujetos de lucha, de crecimiento, de progreso y de batalla contra el mal.

 

   La división que refiere el evangelio, no la causa Jesús simplemente porque quiera. Es que su enseñanza produce necesariamente división ya que existen quienes lo aceptan y quienes lo rechazan. Se trata de la separación entre quienes quieren recibir su gracia y aquellos que prefieren vivir en pecado. Y esta división acontece en el corazón del hombre, en el interior de la familia, en la sociedad misma, y en nuestros propios criterios y formas de pensar. Si estamos alejados de Dios, fácilmente nuestro corazón se divide, y seremos causa de división entre los hermanos, la familia y la sociedad.

 

   En nuestra propia forma de vida, ¿cuántos son los creyentes que en sus criterios impera el mal y rechazan la vida?, ¿Qué pensamos de la familia y el matrimonio? ¿Rige el criterio de la cultura hedonista de nuestro tiempo, para acomodarse a “la moda” reinante de hacer lo que queramos, descuidando la voluntad y el querer de Dios? Lo más grave de todo es que se ha perdido el sentido del pecado, viviendo de cualquier manera, perdiendo todo referente de eternidad. Nos vamos de cabeza en el mundo, y nuestra alma se ahoga sin Dios.

 

   En el ámbito económico también se producen divisiones profundas entre quienes desean ganarse el pan honestamente y los que sólo piensan en enriquecerse por cualquier medio, incluso, quedándose con lo ajeno. Muchos llamados “católicos” que reciben los sacramentos, ante problemas concretos, no dudan en traspasar las fronteras del paganismo. Tendremos que despojarnos de todo aquello que nos estorba para el verdadero encuentro con Jesús. Este triste panorama debe llevarnos a sincerarnos y descubrir qué valores son los que conducen nuestra vida, y qué grado de fidelidad tenemos para con el Señor.

 

   El lenguaje de Dios no entra fácilmente al corazón, y cuando le hacemos caso encontraremos mucha oposición, incluso persecución. Jeremías denuncia la incoherencia entre fe y vida. Ante esto la gente lo agrede. Además, no todo es malo en las divisiones. La unidad es un gran bien, pero no toda unidad está fundada en la verdad, y mucha mentira se quiere camuflar en la verdad como la cizaña en el trigo, y por lo tanto no toda unidad es garantía que lleve la plena verdad. La paz falsa quiere tocar los corazones, y quiere crear, algo así como una apariencia de ausencia de conflicto. De ahí que seguir a Jesús conlleva lucha, combate, acción y decisión. Esto queda bien reflejado cuando Jesús habla de prender fuego, de crear división, es decir, decidirse por él o contra él. Aunque implique división, hay que ser fuego de su amor. Como redimidos del Señor, vivamos con la sana tensión de examinar las luces y sombras de nuestra vida y nuestro entorno.

 

   El Señor Jesús, que sufrió “hostilidad por parte de los pecadores”, nos fortalezca de tal modo que no nos dejemos “abatir por el desaliento” en el seguimiento de su voluntad y en la transmisión de su evangelio. Que el fuego del Espíritu que nos purifique de nuestras escorias y haga brillar el oro que Dios ha puesto en nuestra alma.

 

   A quienes nos siguen a través de internet en la página: www.capillasantaanachia.org y el Facebook de la capilla Santa Ana, les envío mi bendición, y en este año jubilar de la esperanza, los invito a seguir extendiendo el reino del amor de Dios, donde quiera que nos encontremos.

 

Feliz semana para todos. Que Dios los bendiga y la Santísima Virgen los proteja. Amén.


Padre Luis Guillermo Robayo M.

Rector Capilla Santa Ana de Centro Chía 

Rectoría Capilla Santa Ana de Centro Chía


Diócesis de Zipaquirá  - Nit. 900.351.529-4


Complejo Comercial Centro Chía AV.900 Este

Chía, Cundinamarca


capillasantaanacentrochia@gmail.com

Tel. (57) 601 885  6066   Cel. (57) 318 881 1917

Fotos Victor Cortés

Google Sites
Report abuse
Page details
Page updated
Google Sites
Report abuse