Enseñanzas de Vida
Para Crecer en la Fe
Para Crecer en la Fe
Descargar Enseñanzas 13 Abril 2025
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe, Domingo de Ramos, 13 Abril 2025, Ciclo C
“Bendito el que viene en el nombre del Señor”
La semana Mayor… [O del amor inolvidable]
Un hombre sufría de Alzheimer. Perdía aspectos de su memoria. Primero, empezaba a olvidar cosas ordinarias como abrir la ducha o usar el horno. No podía recordar personas que eran sus amigos o colaboradores de trabajo. Luego, olvidó quienes eran sus hijos y, finalmente, no reconocía a su esposa. Cuando estaba agonizando, la familia se reunió alrededor de él, pero no reconoció a ninguno de ellos.
Su esposa, que estuvo siempre a su lado, puso en su mano, el pequeño crucifijo que siempre le acompañaba en su mesita de noche. Al principio estaba desconcertado, pero lo miró atentamente y solo atinó a decir: “Jesús”. Él había olvidado todo, pero recordó lo más importante. Desde su niñez había seguido la Semana Santa, la semana mayor, la semana del amor inolvidable, la más importante de su vida, que ni el Alzheimer le hacía olvidar.
¿Plan para Semana Santa? [Mientras Jesús se sacrifica, otros pasándola chévere]
Era el domingo de ramos, previo a la Semana Santa y tres vecinas se encontraron por casualidad en las escaleras de su edificio. Como a todas les gustaba enterarse de la vida de las otras, empezaron a hablar del plan que tenían para Semana Santa. Una dijo: “Miren, vecinas, mi esposo está muy generoso y nos va a llevar a un hotel 5 estrellas, a toda la familia. Tres días de sol, agua y comida en abundancia. Eso es como estar en el paraíso”. Otra añadió: “Yo, como todos los años, me iré a mi campo. Allí me junto con mis primas, y a charlar se dijo, hasta altas horas de la noche”.
La tercera comentó: “A mí no hay quien me mueva de la ciudad. Yo no voy a arriesgarme en la carretera para ir a ningún sitio. Me tumbaré en el sofá y, con palomitas y coca-cola en mano, veré alguna nueva serie en Netflix. Ese es mi plan”. Y estando ellas en esta conversación, empezaron a escuchar a gente cantando en la calle. Atrapadas por la curiosidad, las tres se asomaron a la ventana y vieron, con asombro, que las personas que cantaban llevaban ramas de árboles en sus manos y repetían una y otra vez: ¡Hosanna, Hosanna! “¡Es increíble! –dijo una de ellas–, ¡la gente ya no sabe qué inventar para pasar estos días de Semana Santa!
La sombra: [Semana santa, al amparo del Altísimo]
Una leyenda oriental habla de un hombre que no estaba conforme con su sombra que lo perseguía a todas partes. De distintas maneras intentó librarse de ella. Primero echó a correr furiosamente. Pero la sombra le seguía. Después saltaba de un lado a otro del camino y la sombra permanecía unida a él. Cansado y agotado fue a cobijarse a la sombra de un árbol grande y frondoso. De repente su sombra fue absorbida en la del árbol. Moraleja: Solo colocándonos bajo la sombra y el amparo del Altísimo podrán desaparecer las sombras que oscurecen nuestra vida.
Sal y algodón [Al cargar nuestros pecados, Cristo hizo nuestra carga ligera]
,,,Un monje llevaba una carga de sal al mercado. Como el río estaba crecido, su burro tuvo que pasar por el rio, la sal que llevaba en las alforjas se mojó y se disolvió. Al pasar a la otra orilla, el burro estaba contentísimo por ver muy liviana su carga, y se puso a retozar en el prado. El monje estaba enojado por la pérdida de la sal. Al día siguiente en que había mercado, el monje llenó las alforjas con algodón. El burro, recordando lo que había sucedido el día anterior, se metió en la parte más profunda del rio, pero casi se ahoga por el peso del algodón mojado. — Tranquilízate- le dijo sabio monje —: esto te enseña que no siempre que cruces el río vas a ganar tú.
El caballo y el cerdo [Jesús da su vida por nosotros…y muchos de nosotros contra él]
Había una vez un criador de caballos al que le faltaba uno de una determinada raza.
Un día se dio cuenta que su vecino tenía este caballo y lo convenció para que se lo vendiera. Un mes después el caballo enfermó y llamó al veterinario que le dijo: “Su caballo está con un virus y es necesario que tome este medicamento por tres días consecutivos, después de los tres días veremos si ha mejorado, si no, no quedará más remedio que sacrificarlo”. En ese mismo momento un cerdo escuchaba la conversación.
Al día siguiente le dieron el medicamento al caballo y se fueron. El cerdo se le acercó y le dijo “fuerza amigo caballo, ¡levántate de ahí y sino vas a ser sacrificado!”. Al segundo día le dieron nuevamente el medicamento y se fueron. El cerdo se acercó y le dijo “vamos mi gran amigo ¡levántate, sino vas a morir, vamos yo te ayudo!”. Al tercer día le dieron el medicamento y el veterinario dijo: “Probablemente vamos a tener que sacrificarlo mañana porque puede contagiar a los demás caballos”.
Cuando se fueron el cerdo se acercó y le dijo: “Vamos amigo, es ahora o nunca”- ¡Ánimo… fuerza… yo te ayudo… vamos… un, dos, tres… despacio… ya casi… eso… eso… ahora corre despacito… más rápido… fantástico… corre… corre… venciste campeón! – En eso llega el dueño del caballo y ve al caballo corriendo y dice: “Milagro!, ¡el caballo se ha curado… hay que hacer una fiesta!!… ¡¡matemos al cerdo para celebrar!! Moraleja: ¿Quién tiene realmente el mérito? – Jesús nos salvó, muriendo por nosotros.
Domingo de Ramos [Para misa con niños]
Era Domingo de Ramos, pero debido a un dolor de garganta, Miguelito, de 5 años de edad, se quedó en casa con la niñera y no pudo ir a la Iglesia. Cuando la familia regresó a su casa, llevaban varias palmas. Miguelito les preguntó qué eran. “Son ramas de palma que la gente las llevaba para celebrar la llegada triunfal de Jesús”, le dijo su papá. “¡No lo puedo creer,” dijo muy enojado Miguelito, el niño de 5 años, “el único Domingo que no voy, y Jesús aparece!”
El burro vanidoso.
Un burro llegó a su casa muy contento, feliz y orgulloso… Su mamá le preguntó: - ¿Por qué tan contento, hijo? -Madre, cargué a un tal Jesucristo y cuando entramos a Jerusalén todos me decían: VIVA, VIVA, SALVE, HOSANNA, HOSANNA, VIVA, VIVA… y me lanzaban flores y ponían palmas de alfombra por donde yo pasaba. Su madre le dijo: - Hijo, vuelve a la ciudad, pero esta vez no cargues a nadie. Al otro día, el burro fue a la ciudad, y cuando regresó a su casa, iba llorando y muy triste. -Madre, no puede ser, pasé desapercibido entre las personas, nadie se fijó en mí, y me echaron de la ciudad. Su madre lo miró fijamente y le dijo: -“Hijo, tú sin Jesús eres solo un burro”. Moraleja: Sin Jesús no somos nada.
Jesús, manso y humilde, sobre un asno: [Contra la vanidad de los que presumimos]
Cuatro mujeres en una tertulia: Dice la primera: Mi hijo es presbítero y cuando entra en una reunión todos le llaman: “Reverendo”. La Segunda dice: Mi hijo es obispo y cuando le llaman le dicen: “Monseñor”. La tercera dice: Mi hijo es cardenal y todos le dicen: “Eminencia”. La cuarta, en voz baja, comenta: En cambio, mi marido es diacono permanente, mide 1,90 y pesa 130 kilos y cuando entra en una reunión todos dicen: “Dios mío”.
Descargar Enseñanzas 6 Abril 2025
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe, 6 de Abril 2025, Ciclo C
“Tampoco yo te condeno…Vete en paz, y no vuelvas a pecar”
“Puede más la caricia del amor divino, que el golpe de las piedras”
Dios, Rey compasivo [Si reconocemos el pecado, la misericordia nos libera]
Cada año, con motivo del aniversario de su coronación, el rey de un pequeño condado liberaba a un prisionero. Cuando cumplió 25 años como monarca, él mismo quiso ir a la prisión acompañado de su primer ministro y toda la corte para decidir cuál prisionero iba a liberar. -"Majestad", dijo el primero, "yo soy inocente pues un enemigo me acusó falsamente y por eso estoy en la cárcel". -"A mí", añadió otro, "me confundieron con un asesino, pero yo jamás he matado a nadie". -"El juez me condenó injustamente", dijo un tercero.
Y así, todos y cada uno manifestaba al rey por qué razones merecían la gracia de ser liberados. Había un hombre en un rincón que no se acercaba y que permanecía callado y algo distraído. Entonces el rey le preguntó: "Tu, ¿Por qué estás aquí? -El hombre contestó: "Porque maté a un hombre majestad, yo soy un asesino". -"¿Y por qué lo mataste?", inquirió el monarca. -"Porque estaba muy violento en esos momentos", contestó el recluso. -"¿Y por qué te violentaste?", continuó el rey. -"Porque no tengo dominio sobre mi enojo".
Pasó un momento de silencio mientras el rey decidía a quien liberaría. Entonces tomó el cetro y dijo al asesino que acaba de interrogar: "Tú sales de la cárcel". -"Pero majestad", replicó el primer ministro, "¿Acaso no parecen más justos cualquiera de los otros?" -"Precisamente por eso", respondió el rey, "saco a este malvado de la cárcel para que no eche a perder a todos los demás que parecen tan buenos".
La Ostra y la perla ¿Cómo reaccionamos ante el sufrimiento?
Todos sufrimos. Unos más (como la mujer adúltera), otros menos. Pero la cuestión es esta: ¿Cómo reaccionas ante el sufrimiento? Cuenta un sacerdote que, en Orlando, florida, frente a una tienda había una larga fila de mujeres, delante de una pesera.
Pagaban 25 dólares, escogían una ostra, la sacaban delante de ti, te la abrían, sacaban la perla y con la perla en caliente te hacían un anillo; 50 dólares, unos aretes; 100 dólares, una gargantilla; 500 dólares un collar. Le digo a la señorita, ¿De qué depende que la ostra tenga una perla, dos, o no tenga? – Me dijo: Padre, ¿qué es una perla? – Yo le dije: “Pues una perla, es una perla” – No – me dijo ella - ¿Qué es una perla? – Y me empieza a explicar.
Todas las ostras cuando están en el mar, por motivos naturales se abren; se les hace un hoyito y penetra un granito de tierra, de lodo o de po–vo marino. Inmediatamente produce u–a infección, como si fuera nuestro cuerpo. El molusco reacciona, se defiende, segregando una secreción, una baba que nosotros llamamos nácar, y con esta baba envuelve y envuelve la infección. Más grande la infección, más grande la perla. ¿Qué es una perla?: Una infección cicatrizada.
Siento mucho desilusionar a las señoras que vienen hoy aquí con perlas…Traen ustedes “Baba de molusco” – alguna dirá: No, las mías son genuinas. “Baba de molusco” – Si no traes baba de molusco, traes plástico. ¿Por qué esta historia? – Porque un molusco que se siente herido produce una perla. ¿Tú qué produces cuando te hieren? ¿ira?, ¿deseo de venganza? ¡este me va a oír! ¡me la vas a pagar! ¡a la salida nos vemos! – Estaba Cristo en la Cruz y un tipo le dice ¡bájate de ahí y creeremos en ti!, y Cristo produce una perla: ¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen! – Uno de los ladrones, el más ladrón le dice: ¡Sálvate a ti mismo y sálvanos a nosotros! Y Cristo produce otra perla: El silencio.
El buen ladrón dijo: ¡Acuérdate de mí cuando llegues a tu reino! Y Cristo produce otra perla: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”. Los judíos le dicen “Hay que apedrear a esta adúltera”, Y Jesús produce otra perla: “El que no tenga pecado que tire la primera pierda”– ¿Qué pregunta nos deja?: ¿Cómo reaccionas tú ante el dolor? – “Padre, es que la que me ofendió fue mi mujer, no se imagina qué herida”. A más grande la herida, más grande la perla. Moraleja ¡Que el día que te abran el corazón en la presencia de Dios, se encuentren con un estuche repleto de joyas!
La Señora Fortunati: [El veredicto final, solo lo tiene Dios]
Durante un juicio en un pequeño pueblo, el abogado acusador llamó al estrado a su primera testigo, una mujer de avanzada edad. El abogado se acercó y le preguntó: - Sra. Fortunati: ¿Usted sabe quién soy yo? Ella respondió: - Sí, señor. Lo conozco desde que era un niño, y francamente le digo que usted resultó ser una gran decepción para sus padres. Siempre miente, cree saberlo todo, es muy prepotente, abusivo y manipula a las personas. Sí, lo conozco. -El Abogado se quedó perplejo, sin saber exactamente qué hacer.
Señalando hacia la sala, le preguntó a la señora Fortunati: -¿Conoce al abogado de la defensa? Nuevamente ella respondió: -Claro que sí, Yo también conozco al señor Pérez desde que era un niño. Él es un flojo, y le gusta la bebida, es parrandero y jugador. La mamá tampoco está orgullosa de él. Sí, lo conozco muy bien. El abogado de la defensa no hallaba dónde meterse. Entonces, el Juez llama rápidamente a los dos abogados para que se acerquen al estrado, y les dice en voz baja: -Si alguno de los dos, le pregunta a esa señora si me conoce, los mando a la silla eléctrica.
Moraleja: “Cristo no quiere que seamos jueces que condenen, porque seríamos muy malos jueces”.
La pregunta clave: [Jesús, el único que sabe y conoce todo]
Cuatro amigos universitarios se fueron de juerga un fin de semana antes de los exámenes finales. Después de dos noches de juerga durmieron todo el domingo y solo hasta el lunes por la mañana volvieron a sus casas. Como no habían podido estudiar para el examen final, en lugar de entrar al examen, decidieron que al terminar el examen hablarían con el profesor y le explicarían la razón por la cual no habían acudido. Le explicaron que habían ido de viaje el fin de semana y planeaban regresar para estudiar, pero desafortunadamente se les reventó una llanta del carro; no tenían herramientas y nadie les había querido ayudar. Y por ello no llegaron a tiempo al examen final.
El profesor pensó durante un rato y acordó hacerles el examen final al Día siguiente. Los cuatro amigos estaban dichosos. Estudiaron toda la noche y se presentaron al examen a la mañana siguiente. El profesor los ubicó en salones separados y les entregó a cada uno su examen. La primera pregunta valía 4 puntos y era muy fácil. “¡Mogollo!”, pensó cada uno en su salón “¡Esto está requeté-fácil!”. Cada uno terminó la primera pregunta y giraron el papel. En la segunda página sólo había una pregunta que valía 6 puntos: “Responda ¿Qué rueda, exactamente, fue la que se reventó?
El gruñón [Espinas o rosas]
Erase un viejo de muy mal genio, gruñón y cascarrabias que siempre se andaba peleando con todo el mundo. Un día alguien vio que en su jardín tenía un rosal y, sorprendido, le dijo: -No me lo imaginaba a usted, que tiene fama de ser bravo y de muy mal genio, ser capaz de cultivar tan bonitas y delicadas rosas. Y el viejo gruñón respondió en tono agrio: - ¡Es que no las cultivo por las flores, sino por las espinas!
Descargar Enseñanzas 30 Marzo 2025
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe, 30 Marzo 2025, Ciclo C
Antes que el hijo pródigo entrara a la casa, el Padre le abrió sus brazos para que entrara de nuevo en su corazón
“Te paciencia con nosotros, Señor, y daremos fruto abundante”
Sacerdote para siempre. [El regreso del hijo pródigo]
Un Obispo de Estados Unidos que se encontraba en Roma se disponía a rezar en una parroquia de la capital italiana, cuando al entrar en ella se encontró con un mendigo. Lo miró de reojo y, le quedó dando vueltas la cara de esa persona, hasta que se dio cuenta que lo conocía; que hace años habían sido compañeros en el seminario y que se ordenaron el mismo día. Volvió hacía él, le saludó y le preguntó qué le había ocurrido. Éste le dijo que había perdido su vocación y la fe.
Al día siguiente este sacerdote participaba en un encuentro privado con el Papa Juan Pablo II y cuando le tocó el turno para saludarle no pudo dejar de contarle lo que le había ocurrido en la víspera. El Papa se preocupó por la situación e invitó a este sacerdote y al mendigo a cenar con él.
Tras proporcionarle ropa limpia y aseo, ambos acudieron al encuentro con el Santo Padre, hasta que, en un momento tras la cena, el entonces beato Juan Pablo II pidió al sacerdote que los dejara solos. Entonces pidió al mendigo que lo confesara. Éste se quedó estupefacto y le dijo que ya no era sacerdote. “Una vez sacerdote…sacerdote para siempre”, - le contestó el Papa. Sin embargo, éste insistió y le dijo que “estoy privado de mi ministerio sacerdotal”, pero igualmente Juan Pablo II le contestó: “Soy el Obispo de Roma y me puedo encargar de eso”.
Finalmente, el mendigo confesó al Papa y viceversa. El sacerdote mendigo, lloró largo y amargamente, y el santo padre le dijo: “¿ves la grandeza del sacerdocio? No la desfigures”. Al salir de ese encuentro con su vocación sacerdotal renovada, el Santo Padre le envió a la parroquia en la misma que pedía limosna, nombrándolo como vicario parroquial y encargado de atender a los mendigos.
El “NO” de los padres a los hijos. [Ojos abiertos y oídos atentos para evitar que sus hijos se pierdan.]
1. No le dé a su hijo todo lo que le pida. Porque pensará que tiene derecho a todo lo que desea.
2. No se ría cuando su hijo diga malas palabras. Porque crecerá pensando que el irrespeto es normal y divertido.
3. No le tolere a su hijo su mal comportamiento. Porque crecerá pensando que no existen reglas en la sociedad.
4. No recoja todo lo que su hijo deja tirado. Porque crecerá creyendo que otros deben hacerse cargo de sus responsabilidades.
5. No le permita ver cualquier programa de televisión, páginas en internet o redes sociales. Porque crecerá creyendo que no hay diferencias entre ser niño y ser adulto.
6. No le dé a su hijo todo el dinero que le pida. Porque crecerá pensando que obtener el dinero es fácil y no dudará en robar para conseguirlo a como dé lugar.
7. No se ponga siempre de parte de él, contra vecinos, maestros y policías. Porque crecerá sin ninguna autoridad, creyendo que lo que él hace siempre está bien y son los otros los que están mal.
El confesionario. [Misericordia por encima de todo]
“Desde hacía un tiempo en una diócesis había escasez de sacerdotes y el señor Obispo, ante la demanda de confesiones por parte de la gente, decidió pedirle a un ingeniero que le fabricara un confesionario que detectara los pecados, pusiera la penitencia y diera la absolución. Al cabo de un mes, el ingeniero presentó un modelo de confesionario al señor Obispo.
El procedimiento era muy sencillo: la persona entraba en una cabina y se confesaba, la máquina le hacía un scanner, le imprimía un papel con la penitencia, y a continuación se oía una voz angelical con la absolución, mientras caían tres gotas de agua bendita en la cabeza del penitente. El Obispo dio el visto bueno y las parroquias comenzaron a instalar la máquina de confesar. La gente estaba encantada con este invento porque, entre otras cosas, no tenían que pasar vergüenza delante del sacerdote.
Pero al cabo de unos meses empezaron a llegar las primeras quejas al Obispo. “El scanner es demasiado minucioso y detecta muchos pecados cometidos sin intención; eso nos genera mucho sentimiento de culpa” –decían unos–. “Las penitencias muchas veces son imposibles de cumplir” –apuntaban otros–. Y los más presumidos añadían: “cuando nos echa el agua bendita nos daña el peinado”.
El monaguillo de la catedral, que estaba al tanto de todas estas quejas, se acercó al Obispo y le dijo: “Monseñor, a este invento le falta algo fundamental: la misericordia de Dios, que es tan infinita, y nunca cabrá en ninguna de esas máquinas de confesar”."
Versión moderna del hijo pródigo:
Un chico le pide a su padre que le preste cierta cantidad de dinero y, al recibirlo, se marcha de casa. Cuando lo gasta todo, va a una iglesia, se confiesa de lo que ha hecho y pide ayuda. El sacerdote le aconseja que vuelva al hogar. Y añade: “Seguro que tu padre matará un becerrito cebado para festejar tu regreso”.
El chico le hace caso y regresa a su casa. Un par de semanas después, durante una visita casual a la parroquia de donde era feligrés aquel "hijo pródigo», el sacerdote vio que éste salía de la iglesia y se acercó a él: ¡Bueno! - le preguntó con gran interés-, ¿Tu padre mató el becerro cebado? No, - respondió evasivo el joven, - ¿Y entonces? - por poco me mata a mí.
¿No tengo enemigos?: [Bienaventurados los misericordiosos…]
Casi al final de la Misa dominical, el párroco preguntó: ¿Cuántos de ustedes han sido misericordiosos perdonado a sus enemigos? El 80% levantó la mano. El sacerdote volvió a repetir su pregunta. Todos respondieron esta vez, excepto una pequeña viejita. Sra. Pérez, parece que usted no está dispuesta a perdonar a sus enemigos! – Es que yo no tengo enemigos, respondió dulcemente. – Sra. Pérez eso es muy raro, ¿cuántos años tiene usted? 98 años, respondió.
Todos se pusieron de pie y la aplaudieron. Esto es emocionante, grandioso. Sra. Pérez, puede Usted pasar aquí arriba y decirnos cómo se vive para tener 98 años y no tener enemigos? La dulce viejita se acercó al altar, tomó el micrófono, se dirige a todos y dice: - ¡Yo no tengo enemigos porque ya se murieron todos!
¿Hacer lo que nos dé la gana?
Mi mamá cuando yo era niño: “Cuando te cases y tengas tu propia casa, haces lo que te de la gana. Acá no”. - Mi esposa hoy: “Aquí no vas a hacer lo que te dé la gana, no estás en casa de tu mamá”. ¿Te queda claro?.
Permanecer en casa: [El hijo pródigo se fue del hogar. - Misa con niños]
Un niño le dice a su mama: -Mami yo quiero salir... -No niño usted no va a salir! El niño más desesperado dice: - ¡Ay, mami yo quiero salir, yo quiero salir! - Dice la mama: -No, no vas a salir y “soldado advertido muere en la guerra”- Dice el hijo: -Mami ese dicho no sale... Y la mamá le responde: - ¡y tú tampoco sales!
Descargar Enseñanzas 23 Marzo 2025
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe, 23 Marzo 2025, Ciclo C
“Te paciencia con nosotros, Señor, y daremos fruto abundante”
¿Elegimos vida o muerte? [… De nosotros depende]
En cierta ocasión un joven decidió engañar a su sabio maestro, con el fin de comprobar que no era tan sabio como decían. El muchacho escondió un ave pequeña entre sus manos y, sin que nadie supiera qué tenía en ellas, le preguntó al maestro: “Dime, maestro, ¿Qué tengo aquí: vida o muerte?”.
La trampa del muchacho consistía en que si el maestro decía: “vida”, el joven oprimiría fuertemente y mostraría un ave muerta”. Y si el maestro decía: “muerte”, el chico mostraría vida, dejando al ave en libertad. El joven y sus discípulos estaban ansiosos y expectantes ante lo que el sabio respondiera: Al cabo de unos momentos el maestro le contestó: “La vida o la muerte está en tus manos”.
Las cosas no son como parecen. [Lo que nos parece árido, podemos convertirlo en frutos de salvación]
Dos ángeles viajaban por una gran ciudad. Llamaron a la puerta de una familia rica y ésta los alojó en el sótano. Mientras hacían la cama en el duro suelo, el ángel más viejo vio un pequeño agujero en la pared y lo tapó. El más joven le preguntó por qué lo hacía, y le contestó: las cosas no son siempre como parecen. Al día siguiente viajaron a un pueblecito muy pobre y una familia humilde les ofreció comida y les dieron la mejor cama para pasar la noche.
A la mañana siguiente los dos ángeles encontraron al matrimonio llorando. Su única vaca había muerto. El ángel más joven indignado le dijo a su compañero: ¿Cómo has permitido semejante desgracia? ¡Ayudaste a los ricos que nos trataron mal y no has hecho nada por esta familia pobre que nos ha dado todo! ¡Las cosas no son siempre como parecen! - le contestó el ángel más viejo.
Cuando nos hospedamos en la gran ciudad, vi que había oro en el agujero y lo tapé para que esa familia tacaña y ambiciosa nunca lo encontrara. Y esta noche cuando dormíamos, el ángel de la muerte vino a buscar a la esposa de esta casa. Yo le dije que se llevara a la vaca en lugar de la esposa. “Como ves, las cosas no son siempre como parecen”.
Te hice a ti. [Aprovechar el momento preciso].
Vi en la calle a una niña temblando de frío, y con un vestidito mojado y sin esperanza de encontrar una comida caliente. Me enojé y le dije a Dios: - "Si tú existes, ¿Por qué permites esto? ¿Por qué no haces algo para remediar esto? Por eso soy ateo y no creo en ti”. "Por un rato Dios no dijo nada y de pronto una voz me respondió diciendo: - "Ya hice algo para remediarlo...Te hice a ti"
Un discípulo le preguntó al sabio: — ¿Qué es lo más extraño de los seres humanos? – El sabio respondió: — Piensan siempre lo contrario. Tienen afán por crecer y después lamentan la infancia perdida. Gastan la salud para tener dinero y después gastan el dinero para tener salud. Piensan tan ansiosamente en el futuro que descuidan el presente y, así, no viven ni presente futuro. Viven como si no fueran a morir nunca y mueren como si no hubiesen vivido jamás.
Zapatos viejos: La cuaresma: tiempo para recuperar los valores perdidos.
Juan y su mujer estaban arreglando el cuarto y encuentran un recibo de una zapatería. La fecha señala que el recibo tenía doce años. Se reían e intentaron recordar cuál de ellos había olvidado recoger el par de zapatos. "¿Será posible que todavía tengan los zapatos?" - pregunta Juan a su mujer. - "No lo creo," responde ella "Vale la pena ir a ver," dice Juan. Se van con el recibo a la zapatería.
Al llegar a la zapatería le dan el recibo al zapatero. Él examina el recibo y dice "Esperen un momento voy a buscarlos". Después de un rato, el zapatero dice: "¡Aquí están!""¿De veras?" dicen al tiempo. "¡Qué suerte! después de doce años! - El zapatero vuelve al mostrador sin los zapatos y les dice, "Estarán listos para el jueves."
“Conócete a ti mismo”: [Cuaresma: tiempo para conocernos mejor y querernos más]
Un estudiante de filosofía le comenta a un compañero: Te cuento que me leí el libro de Sócrates: “Conócete a ti mismo”!… ¿Y qué pasa? – “Pues que ahora me caigo mal y no me hablo…”
Daniel el travieso [[No culpar a otros] [Para misa con niños]
El joven Daniel era muy travieso. Cuando cometía alguna travesura, le echaba la culpa a otro. En una ocasión era tan probada su culpa que su padre lo castigó quitándole el celular por una semana. El jven, espantado viendo que no había escapatoria, lloraba a más no poder: -Papa, Papá, no es justo que me quites el celuar.
Si te digo que alguien me obligó, ¿lo castigarías a él? -Por supuesto, dime quién fue y dónde se encuentra el que se atrevió a inducirte a hacer tal barbaridad. -Pues fue el diablo y lo encuentras por ahí suelto. -Mira Daniel: al diablo lo castigará Dios algún día, pero a ti…“Te quito el celular porque te lo quito…”
Descargar Enseñanzas 8 Diciembre 2024
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
2° Domingo de Adviento, 8 Diciembre 2024, Ciclo C
“Con María Inmaculada, Preparemos la Llegada del Señor”
¿Inmaculada Concepción?:
Discutían dos amigos sobre los privilegios de la Virgen María. Uno de ellos manifestaba: - Lo de la Inmaculada Concepción es una tontería. La Virgen no es un ángel, es una mujer. – Está bien –dice su compañero: - Y, seguramente, tampoco creerás que tú naciste con el pecado original. – Por supuesto. ¿Cómo voy a nacer con pecado, sin haber ninguna culpa de mi parte? - ¿Te das cuenta de la conclusión a la que llegas? ¡No crees en la Inmaculada Concepción de la Virgen María y crees en tu inmaculada concepción!
Procurar ser inmaculados: [Parecernos a María]
Hace tiempo a un pintor famoso le encargaron un cuadro de la inmaculada. El artista fue buscar el rostro de una joven que pudiera servirle de modelo. Y tuvo suerte, porque enseguida encontró a una que correspondía al ideal que se había formado en su imaginación. Se acercó a la joven y le pidió si estaría dispuesta a posar para servir de modelo de un cuadro de la Virgen inmaculada.
La joven se sorprendió, pero aceptó, y dijo al artista: –Pero hoy no puedo; iré mañana a su estudio de pintura. Al día siguiente acudió al taller del pintor, y después de los saludos previos, dijo la joven: –Ayer no me atreví a servir de modelo para un cuadro de la Inmaculada porque me faltaba algo. Esta mañana madrugué a confesarme y ahora si podré servir más dignamente, porque tengo puro mi corazón.
Las tres lombrices:
El párroco de un pueblo decide ilustrar con ejemplos concretos su homilía, en la solemnidad de la inmaculada concepción, con el propósito de llamar a la vida de pureza. Para ello coloca tres lombrices en tres frascos: - la primera lombriz en un frasco de alcohol. La segunda en un frasco lleno de humo de cigarrillo. Y la tercera en un frasco lleno de agua pura y cristalina. Al concluir su homilía donde hablaba de los pecados y de la vida ‘licenciosa” muestra los frascos: La lombriz que estaba en el alcohol estaba muerta.
La lombriz que estaba en el frasco lleno de humo de cigarrillo se asfixió y estaba muerta. La última que estaba en agua pura y cristalina estaba bien viva. Entonces pregunta a los fieles: - ¿Qué enseñanza podemos sacar de esta demostración? Del fondo del templo se oye la voz de un borracho que dice: - ¡Que mientras bebamos y fumemos no tendremos lombrices!
No hacernos los sordos: [Pureza de las palabras]
San Pedro da la bienvenida al paraíso a diez mujeres, diciéndoles: - “Todas las que han hablado cosas incorrectas, o han murmurado, o han sido chismosas, se colocan a mi derecha. Y solo aquellas que mantuvieron pureza en sus palabras, permanecen en su lugar.” Nueve de las diez mujeres pasan a la derecha de San Pedro, con la cabeza agachada de la vergüenza. Solo una parece haber cumplido a los criterios de pureza en sus palabras. Entonces cuando San Pedro empezó a gritarle a la que quedaba: -“Hey, usted la sordita, ¡únase a las otras!”
Mujer sacrificada.
Once personas se aferraban a una misma cuerda que colgaba de un helicóptero, diez hombres y una mujer. La cuerda no era lo suficientemente gruesa como para soportar el peso de todos, por lo que decidieron que una persona debía soltarse, o todos caerían y morirían. No lograban ponerse de acuerdo quién debería soltarse. Entonces la mujer, con voz firme, se ofreció voluntariamente para soltarse de la cuerda. Después de todo, - dijo-, estar acostumbrada a desprenderse de todo, pues como madre siempre daba prioridad a los hijos.
Como esposa, anteponía los intereses de su marido a los propios. Como hija obedecía siempre a mi padre. Como profesional permitía que sus jefes obtuvieran el crédito por sus logros. Como mujer, - y alzando la mirada hacia el infinito, y con una mano en el corazón, afirmó que su misión en la vida era sacrificarse por los demás sin esperar recompensa. ¡Eufóricos de emoción por esa decisión que los salvaría a los 9 hombres, rompieron en aplausos...Y se cayeron los nueve… ¡Y ella se salvó!
Descargar Enseñanzas 24 Noviembre 2024
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
34° Domingo Tiempo Ordinario, 24 Noviembre 2024, Ciclo B
¡Cristo Vence, Cristo Reina, Cristo Impera!
Cristo pagó por todos:
Se sube al bus un padrecito muy ancianito, a un viaje de varias horas. Se sienta cómodamente, saca la biblia y se pone a leer. Enseguida se pone a orar, y al poco rato saca su rosario y comienza a rezar. Cuando llega la persona encargada de verificar su boleto le dice: - ¿Padre, me permite su boleto por favor?, -
El padre, no queriendo distraerse de su oración, mete la mano al bolsillo queriendo sacar el boleto, pero en su lugar saca una estampita con la imagen de Cristo Rey en la cruz. En ella decía: ¡Cristo pagó por todos! – Y el boletero le dice: ¡Disculpe, padrecito, pero como yo soy ateo, me temo que, si no me muestra su boleto, voy a tener que bajarlo!
No perdamos de vista el momento final [Hablar de Cristo Rey, da emoción]
Un sacerdote, - que habitualmente se demoraba mucho en las homilías-, en un día como hoy, en la solemnidad de Cristo Rey, empezó muy emocionado su homilía hablando de Cristo Rey. Pero de tanta emoción dejó caer unos papeles del púlpito. Al recogerlos, se distrajo y preguntó: Y ahora, ¿dónde era que iba yo? – Y un señor que estaba de pie, -porque no había encontrado puesto-, desde atrás, le respondió: “Ya al final, padre, ya al final”.
Aviso parroquial: [Con cristo Rey, siempre ganaremos]
Al final de la Eucaristía, el párroco de la parroquia de Santa Lucía (que queda cerca de la parroquia de Cristo Rey), - y como estaban en la semana deportiva en el sector. – con el deseo de animar a los fieles-, hizo el siguiente aviso: “El torneo de baloncesto del barrio, continuará este próximo miércoles por la tarde con el partido que nuestra parroquia de Santa Lucía jugará contra Cristo Rey. - ¡Invito a todos los fieles para que vayan y hagan fuerza para derrotar a Cristo Rey!
El ladrón. [Atentos ante quien pretenda robarnos el Reino]
Un ladrón que estaba robando en una casa, pero con tan mala suerte que, en ese momento, llegaron los dueños, una joven pareja de recién casados, y lo pillaron robando. Entonces, el ladrón, con un revolver en la mano, les dice: “como ya me descubrieron, tendré que matarlos, pero antes, quiero saber sus nombres”.
Y le preguntó a la muchacha: ¿Su nombre? – Ella dijo: Yo me llamo “Isabel”. Ah, a ti no te puedo matar porque así se llama mi mamá. Luego, con el revolver apuntándole, le pregunta al muchacho: ¿Su nombre? – Y el, temblando, responde: ¡Yo me llamo Juan, pero mis amigos, cariñosamente, me dicen Isabel!
Cristo: Rey, y juez bondadoso
Como el juez prometió ser indulgente por ser navidad, le pregunta a un acusado: - ¡Hombre! Bienvenido a mi juzgado. – ¡Guardias, tráiganle un café! ¿De qué se le acusa? – Señor juez, me acusan haber hecho mis compras navideñas con anticipación. – Hombre, pero eso no es un delito, ¿Cuénteme, con cuánta anticipación usted hizo las compras? – pues… Antes que abrieran la tienda.
Cumpleaños del rey león: [Eucaristía con niños]
El león reúne a todos los animales de la selva y les dice: mañana habrá una fiesta por mi cumpleaños. El sapo, interrumpiéndolo grita: sí, sí, bravo, bravo, mañana habrá fiesta. El león mira muy feo al sapo, y continúa hablando… Y espero que vengan todos a las 7 pm…Y el sapo vuelve a interrumpirlo: sí, sí, bravo, bravo, mañana habrá fiesta.
Y el león se le queda viendo feo al sapo otra vez y dice: espero que vengan todos menos alguien que me cae mal. Le preguntan todos los animales que quién es, y dice le león: es verde, chaparrito y feo, y todos voltean a ver al sapo, y el sapo poniéndose colorado dice: ¡Pobre cocodrilo, tan buen amigo que es!
Hijo pretensioso: [Imitar a Jesús, pero en la humildad] [Eucaristía con niños]
Un niño, hijo de un famoso presidente argentino le dice a su padre: Papá, cuando yo sea grande, me gustaría ser como vos. El papá, todo vanidoso le dice: Eso me parece muy bien hijo…y como para qué - ¿Cómo para ser tan grande e importante como yo? – El hijo le responde: - claro que no papá, quisiera ser como vos, para tener un hijo como yo…
Reino de Luz…[Para no tenerle miedo a la oscuridad].
Con la vida tan cara, un señor comentaba: “Yo decía que le tenía miedo a la oscuridad. Pero miren ahora: ¡Veo los recibos y le tengo miedo a la luz….!”
Examen final [Frente a Cristo Rey: ¿Perderemos el examen final?] [Para niños]
Luego de presentar los exámenes finales, Jaimito llega a su casa. Su papá le pregunta: – ¿Qué tal te fue mijito? – No se papá, pero el maestro que me hizo el examen era muy religioso. - ¿Y eso por qué lo dices? – Porque mientras corregía mi examen decía: ¡Ay Dios mío! ¡Virgen Santísima!
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
29° Domingo Tiempo Ordinario, 20 Octubre 2024, Ciclo B
“El que no vive para servir, no sirve para vivir”
El emperador de la China [La ambición y la codicia matan]
Cuando el emperador Wu Ti murió en su lecho, en lo más profundo del palacio imperial, nadie se dio cuenta. Todos estaban demasiado ocupados en obedecer sus órdenes. El único que lo supo fue el primer ministro Wang Mang, hombre ambicioso que aspiraba al trono. No dijo nada y ocultó el cadáver. Transcurrió un año de increíble prosperidad para el imperio. Hasta que, por fin, Wang Mang mostró al pueblo el esqueleto del difunto emperador. - ¿Ven? – dijo, - Durante un año un muerto se sentó en el trono. Y quien realmente gobernó fui yo. Merezco ser el emperador. El pueblo, complacido, lo sentó en el trono, y para que fuese tan perfecto como su predecesor y continuara la bonanza y la prosperidad, el pueblo lo mató.
George Washington. [“…El que quiera ser el primero, que sea vuestro servidor”]
Durante la guerra de independencia americana una compañía de soldados, con su capitán al frente, estaba construyendo un fuerte con pesados maderos. Mientras los soldados sudaban por levantar el madero que haría de dintel, el capitán manos en las caderas, les gritaba que levantaran ese madero. De repente en la distancia apareció un extraño que cabalgaba hacia el fuerte.
Cuando llegó y vio la escena se dirigió al capitán y le dijo: ¿por qué no les das una mano? “Soy un oficial” fue su respuesta. El extraño se sumó al grupo de soldados y entre todos colocaron el madero. Al despedirse le dijo al capitán: la próxima vez que necesite ayuda, llámeme. Mi nombre es George Washington y soy el comandante en jefe del ejército de los Estados Unidos. Reflexión: Jesús, antes que ascender escalas de triunfo, bajó los escalones para hacerse servidor de todos, hasta muerte de cruz
“Comodidad”
Un día un hombre sabio, piadoso y muy servicial, clamó al cielo diciendo: -“Señor, ¿Cuál es la clave Señor para que el mundo viva en armonía?” Entonces, desde el cielo, escuchó una voz que le decía: - “Comodidad”. Los misioneros que iban con él se miraban entre sí, sorprendidos, y a la vez extrañados de escuchar eso en la propia voz de Dios. El hombre sabio y piadoso preguntó de nuevo: “¿Comodidad Señor? “. Y él le respondió: Si, la clave para un mundo más humano es: “COMO-DI-DAD”. Es decir: ¡Así COMO yo os DI, DAD!
El genio y los tres deseos: [No saben lo que están pidiendo]
Era la hora del almuerzo cuando un vendedor, un empleado administrativo y el gerente van a almorzar. Se encuentran una lámpara mágica, la frotan y aparece un genio. – Como generalmente otorgo tres deseos, les voy a dar uno a cada uno, dice el genio. – ¡Yo primero! - dice el empleado administrativo - Quiero estar de vacaciones en el Caribe y… ¡Puff!… ¡Desaparece! y se encuentra en el Caribe.
Sin salir de su asombro, el vendedor grita: - ¡Ahora yo!… Quiero estar en Hawai, descansando en la playa rodeado de reinas, y con whisky y ron. Y… ¡Puf!… ¡Desaparece! Y aparece en Hawai. – Bueno, ahora te toca a ti, le dice el genio al gerente. – Y el gerente dice: ¡quiero que esos dos vagos, vuelvan a trabajar aquí, antes de cinco minutos!!! Moraleja: Siempre hay que dejar que el jefe hable primero.
Misioneros pretensiosos:
Un sacerdote, un pastor y un rabino querían saber quién de ellos predicaba mejor. Se internan en el bosque, encuentran un oso e intentan convertirlo. Más tarde se reúnen los tres. El sacerdote dice: - Cuando encontré al oso le leí el catecismo, le rocié agua bendita, se convirtió y la próxima semana hará su primera comunión. – El pastor dijo: yo le prediqué la palabra de Dios y el oso quedó tan sorprendido que me dejó bautizarlo. Ambos voltean a ver al rabino, quien estaba en una camilla todo herido y con el cuerpo enyesado, y dice el rabino: - pensándolo bien, yo no debí haber comenzado por la circuncisión.
Hijo pretensioso: [La clave es el servicio, el facilismo nos lleva a la perdición]
Un joven obtuvo su permiso de conducir. Ese mismo día le preguntó a su padre - que era rabino-, si le permitía que usara el auto de la familia. El padre lo llevó a su estudio y le dijo: - Haré un trato contigo: trae aprobadas todas tus asignaturas, estudia un poco la ley judía, córtate el cabello y luego hablaremos del auto. Luego de un mes, el muchacho regresó y de nuevo le pidió a su padre que le dejara utilizar el auto. De nuevo el padre lo llevó a su estudio y esta vez le dijo: - Hijo: estoy muy contento contigo: trajiste excelentes notas y cada día te observo que estudias más la ley judía, pero... ¿recuerdas la condición de cortarte el cabello? ¿Por qué no te lo has cortado?
El muchacho respondió: - Papá, he estado pensando sobre ello y vi que Sansón, Moisés, Noé y Jesús, llevaban el cabello largo, ¿por qué tendría yo que cortármelo? - ¿acaso no va contra el mensaje divino? – Es cierto – dijo el rabino – pero te recuerdo que esos melenudos iban a todas partes a pie… Entonces, ¡no te presto el auto…!
“…Ni a la derecha, ni a la izquierda del Señor, sino en su corazón”
Una universitaria cursaba el último año de sus estudios en la facultad. La joven aseguraba que era de izquierda y, como tal, estaba a favor de la distribución de la riqueza. Se avergonzaba de su padre que, según ella, era de derecha y estaba en contra de los programas socialistas. La mayoría de sus profesores le habían asegurado que la de su papá era una filosofía equivocada. Por lo anterior, un día ella decidió enfrentar a su padre.
Le habló del materialismo histórico y la dialéctica de Marx, tratando de hacerle ver cuán equivocado estaba al defender un sistema tan injusto. Su padre, como queriendo hablar de otra cosa, le preguntó: - ¿Cómo van tus materias en la universidad? – Van muy bien - Tengo promedio de 9, hasta ahora. Me cuesta bastante trabajo, no voy a fiestas, no salgo, no tengo novio y solo duermo cinco horas, pero gracias a eso voy bastante bien.
Entonces el papá le pregunta: -Y a tu amiga Soledad, ¿cómo le va? - La hija respondió muy segura: -Bastante mal. Soledad no alcanza el 6, (tiene 4 de promedio). Ella se va a bailar, pasea, va a toda fiesta que haya, estudia lo mínimo, se la pasa pegada al celular, y falta bastante a clase. No creo que pase las materias. Si no se pone pilas, creo que pierde el semestre. El papá, mirándola a los ojos, le respondió: -Entonces habla con tus profesores y pídeles que le transfieran 2,5 de los 9 puntos tuyos a ella.
Esta sería una buena y equitativa distribución de notas porque así las dos tendrían 6,50 y aprobarían las materias. Indignada, la hija le respondió: - ¿Estás loco papá? - ¡Me rompo la cabeza para tener 9 de promedio! ¿Te parece justo que de todo mi esfuerzo le pasen mis puntos a alguien que no se preocupa por su carrera? – ¡Aunque sea mi mejor amiga no pienso regalarle mi trabajo!. Su padre la abrazó cariñosamente y le dijo: - ¡Bienvenida a la derecha!
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28° Domingo Tiempo Ordinario, 13 Octubre 2024, Ciclo B
La cacería del mono: [Por estar aferrados a las cosas]
Algunos indígenas para atrapar monos, proceden así. Parten un coco por la mitad, vacían ambas mitades, y en una de ellas hacen un agujero grande, por donde pase la mano del mono. Luego colocan una naranja en la otra mitad del coco y unen bien las dos mitades, atándolas con cuerdas a un árbol. Tarde o temprano el mono aparece entre las ramas, huele la naranja y la descubre dentro del coco. Mete su mano por el agujero, agarra con fuerza la naranja y trata de hacerla pasar por el agujero. Algo imposible.
Mientras tanto los cazadores se acercan y lo atrapan. Reflexión: Si tú le dieras un consejo al mono, le dirías: “Suelta la naranja para que pueda escapar y salvar tu vida”. Si el mono hablara, le pediría a Dios: “Dios mío ayúdame, pero no me pidas que suelte la naranja”. El joven rico, rezaría así: “Dame la vida eterna Señor, pero no me pidas que suelte mi riqueza”
Y Jesús le respondería: ¡Suelta tu carga, y pasarás -con muchos más-, por la puerta que lleva a la eternidad! –Moraleja: ¡Para que un camello cargado, entre por una puerta estrecha, primero hay que descargarlo! Hay gente que no se atreve a darle la mano a Jesús, porque tiene miedo que luego les pida el brazo, y luego la vida entera. Olvidamos que la vida eterna, ni se compra, ni se vende.
Un discípulo preguntó a su instructor: – Maestro, quiero saber lo que más le sorprende de los seres humanos. Su maestro contestó: – Piensan, siempre, al contrario: – Tienen prisa por crecer, y después suspiran por la infancia perdida. – Pierden la salud para tener dinero y después pierden el dinero para tener salud. – Piensan tan ansiosamente en el futuro que descuidan el presente, y así, no viven ni el presente ni el futuro. – Viven como si no fueran a morir nunca y mueren como si no hubiesen vivido.
Moralejas:
1. La vida da muchas vueltas: “Hace años teníamos un montón de sueños…” “Y ahora tenemos sueño, y un montón de años…”
2. En mi juventud fui muy pobre, pero después de muchos años de trabajo duro, constancia y sacrificios…He dejado de ser joven.
El dinero no lo es todo:
El dinero comprará una cama, pero no sueños. Libros, pero no el cerebro. Comida, pero no apetito. Adornos, pero no Belleza. Casa, pero no un hogar. Medicinas, pero no salud. Lujos, pero no cultura. Diversión, pero no felicidad. Un crucifijo, pero no un salvador. El dinero lo puede comprar todo, pero nunca la salvación.
La Sabiduría de Sócrates:
Cuando paseaba por el mercado de Atenas repleto de cosas llamativas y tiendas con lujosos artículos, Sócrates se sonrió y dijo: ¡Qué feliz soy!: ¡cuántas cosas que no necesito!
Parábola del dinero: [El dinero es muy útil, pero puede convertirse en una trampa.
- Maestro, ¿Qué piensas del dinero? — preguntó el discípulo.
- Mira a la ventana, — le dijo el maestro — ¿Qué ves?
- Veo una mujer con un niño, una carroza tirada por dos caballos, y unos esposos que van al mercado.
- Bien. Ahora mira al espejo. ¿Qué ves?
- ¿Y qué quiere que vea? Pues me veo a mí mismo, naturalmente.
- Ahora piensa: la ventana está hecha de vidrio, lo mismo que el espejo.
Basta una pequeñísima capa de plata por detrás del vidrio para que el hombre sólo se vea a sí mismo, no pueda ver a los demás, y mucho menos a Dios. “La plata se lo impide…”
¿De quién es el celular? [Generosos, pero no con lo nuestro]
Estaba un grupo de hombres en el baño de un club, cuando de repente, un teléfono celular que estaba sobre uno de los bancos de madera empezó a sonar. Uno de los hombres atiende: - ¿Hola? - ¿Querido? - ¿Querida? - ¿Estás en el club? - Si - Yo estoy en frente, en el Shopping Center con un abrigo de bisonte magnífico y hermoso - ¿Puedo comprarlo? - ¿Y cuánto cuesta? - 5.500 dólares nada más… - Bueno, está bien. …Si tanto te gusta… - ¡Ah! Acabo de pasar por una agencia de autos y vi el último modelo BMW. Es fantástico.
Hablé con el vendedor y me dijo que nos lo deja a precio de amigo… y como tenemos que cambiar el que compramos el año pasado…
- ¿Y cuánto es el precio de amigo?
– Mi amor son sólo 70.000 dólares…- Bueno, como tenemos el dinero para realizar ese gasto… OK lo quiero full, full
– Y escúchame antes de cortar… otra cosita…
- ¿Qué?
– Hoy en la mañana pasé en frente de la compañía de venta de casas y noté que la casa que vimos el año pasado… está en venta. ¿Recuerdas? ¿Aquella con piscina y jardín inmenso, completamente aislada, en frente de esa playa magnífica?
– Si, esa
- ¿Y cuánto están pidiendo?
– Solamente 450.000 dólares… increíble ¿no?
– Bueno, como no tenemos todavía muchas casas…adelante. Pero paga como máximo, 420.000 dólares, ¿OK?
– OK mi amor… Gracias… ¡bye¡
- Te quiero!!!
– Yo también.
Después de cortar, el hombre se dirige al grupo de amigos y grita - ¿De quién es este celular?
Un metro cuadrado de tierra.
Un terrateniente llamó a uno de sus empleados pobres y le dijo: “Toda la tierra que pises mañana, desde que amanezca hasta que se oculte el sol, será tuya”. El hombre pobre empezó a correr, sin detenerse durante todo el día, para poder tener mucha tierra.
El sol ya se ocultaba cuando, de tanto correr para ganar más y más tierra, su corazón dejó de palpitar. Murió de un paro respiratorio. Al día siguiente, el hombre pobre, dueño de tanta tierra, fue sepultado en un metro cuadrado de tierra.
Dormir como un bebé: [Crisis económica]:
Dos amigos se encuentran por la calle. - ¿Cómo te va con esta crisis económica y financiera por la que estamos pasando? Pues para serle sincero, ahora más que nunca duermo como un bebé. - ¿En serio? Si...Me despierto cada 3 horas llorando, ¿Y tú?
Las tres tazas: [Para misa con niños]
Se abre el telón y se ve una taza de plástico que cuesta 1 dólar; otra de porcelana que cuesta 3 dólares, y otra de hierro que cuesta 6 dólares. ¿Cómo se llama la Obra? – R/: - La más -cara de hierro
Papá tacaño: [Para misa con niños]
Un profesor le preguntó a un niño en la escuela: ¿Si tienes cinco dólares y le pides otros cinco dólares a tu papá, cuantos dólares tienes en total? - El niño respondió: Pues "cinco dólares, profesor”. - El profesor movió la cabeza y dijo: ¿Es que no sabe sumar? - "Y El niño le contesta, más bien profesor, usted no sabe cómo es mi papá”.
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27° Domingo Tiempo Ordinario, 6 Octubre 2024, Ciclo B
La reina y el rey [Volvamos a lo que vale: el amor, la educación y la ternura]
La princesa y heredera de un importante reino se casó con un hombre que la amaba muchísimo y al que ella amaba de igual forma. El día que ella se convirtió en reina él se convirtió en rey, pero sin ningún poder ni cargo político, ya que ella era la legítima heredera, y por consiguiente, cabeza del reino. Un día en que tuvieron una pequeña discusión, el rey, enojado, se encerró en una habitación.
La reina golpeó la puerta. “¿Quién es?”, preguntó el rey desde adentro. “Soy la reina”. Como la puerta no se abría, la reina volvió a insistir golpeando la puerta. “¿Quién es?”, volvió a preguntar el rey desde adentro. “Que soy la reina te he dicho”. La única respuesta era el silencio, y la puerta seguía cerrada, así que lo intentó varias veces más de la misma forma. En el último intento, cuando el rey preguntó “¿Quién es?”, ella respondió con calma “soy yo, tu esposa”. Inmediatamente, la puerta se abrió.
Las cuatro esposas:
Había una vez un rey que tenía cuatro esposas. Pero temía que se fueran con otro. Un día enfermó. Dijo a la cuarta esposa: Estoy muriendo; serías capaz de seguirme. Ni pensarlo respondió. Le preguntó a la tercera esposa. Esta contestó: yo ni loca te seguiría. Preguntó a la segunda esposa. Respondiendo que no, y lo que puedo hacer es enterrarte. Escuchó una voz: estaré y nunca te abandonaré. Era la primera esposa que nunca había amado ni respetado. Reflexión: Todos tenemos cuatro esposas.
Nuestra cuarta esposa es el cuerpo. No importa cuánto tiempo y esfuerzo invirtamos en hacerlo lucir bien, nos dejará cuando muramos. Nuestra tercera esposa son nuestras posesiones, condición social y riqueza. Cuando muramos, irán a parar para otros. Nuestra segunda esposa es nuestra familia y amigos.
No importa cuánto nos hayan apoyado, lo más que podrán hacer es acompañarnos hasta el sepulcro. Y nuestra primera esposa es nuestra alma, frecuentemente maltratada e ignorada en la búsqueda de fortuna, poder y placeres. Sin embargo, ella es la única que nos acompañará dondequiera que vayamos. “Hay que cultivarla, fortalecerla y cuidarla”.
Mamá no tiene novio, Papá no tiene novia: [Volver al amor primero]
Un niño relata: De visita en casa de mis tíos, vi a mi prima mayor esperar a su novio. Toda contenta se peina, se perfuma, se pinta los labios, se viste muy bonita y corre de un lado a otro de la casa, arreglando todo, para que su "amor" vea todo bien ordenado en la casa. Y llega el novio oliendo a mucha loción y cuando se miran: ¡uff!, parece que flotan en el aire. Se abrazan con ternura y ella le ofrece algo de tomar junto con las galletas que le preparó durante la tarde. Además, él celebra todo lo que ella le prepara para cenar con esmero.
Luego se sientan a platicar tonterías por horas; se escuchan el uno al otro sin perder detalle ni soltarse sus manos, hasta que al novio no le queda más remedio que despedirse cuando mi tío empieza a rondar con la almohada bajo el brazo. Al día siguiente le pregunto a mi mamá quién es su novio, y me dice muy sonriente que su novio es mi papá. - "No, mami, en serio..." pero ella insiste que sí. ¿Cómo va a ser mi papá tu novio? ¡Él nunca llega con un ramo de flores, ni chocolates!; sí, le da un regalo a mamá en su cumpleaños y navidad, pero nunca he visto que el novio de mi prima se presente con una licuadora o dinero para que compre algo.
Además, mamá no pone cara de Blanca Nieves cuando papá llega del trabajo, ni él sonríe como príncipe azul cuando la mira. Mamá no corre a arreglarse el cabello, ni a maquillarse cuando suena el timbre de la puerta, y apenas voltea a verlo para decir "hola"…porque está revisando las tareas. El saludo de mi papá, en vez de "hola mi vida" es: "Q’uibo!" y de inmediato se pone en las peores fachas para estar cómodo. En lugar de "¿qué quieres de cenar?"; Mi mamá le pregunta temerosa "Qué…¿quiere cenar?" y cuando creo que papá le va a decir "Que bonita te ves hoy", le pregunta "¿no viste donde quedó el control de la tele?".
Los novios se dicen cosas románticas como “¡cuánto te amo!”, en vez de “¿fuiste al banco?”. Mi prima y su novio no pueden dejar de mirarse. Cuando mamá pasa delante de papá, él inclina la cabeza para no perder detalle del partido de futbol. A veces, papá le da un abrazo sorpresa a mamá, pero ella tiene que zafarse porque se le quema el arroz. Además, mis papás solo se dan la mano cuando en Misa el padre dice “daos fraternalmente la paz”. Yo creo que ella me dice que son novios para que no me entere, que “cortaron” cuando se casaron. ¡La verdad es que mi mamá no tiene novio y mi papá no tiene novia! Qué aburrido… ¡Solo son esposos!
Esposo paciente: [El amor es comprensivo y nunca se enoja]
— Le dice el esposo a la esposa: Mi amor, ¿quieres que vayamos juntos al gimnasio? — ¿Me estás diciendo gorda? — Bueno, si no quieres no. — ¿Me estás diciendo floja? — ¡Cálmate mi amor! — ¡¿Me estás diciendo histérica?! — Eso no fue lo que dije, amor. — ¿Entonces…soy mentirosa? — Está bien. ¡No vayas entonces...! — A ver, a ver, y ¿por qué quieres ir sólo?
Siempre a mi lado [Porque Dios los ha unido]
Le dice la esposa a su esposo: ¿viejito, te acuerdas cuando…me rompí la pierna?, el viejito la mira y dice: Siiii. Tú estabas a mi lado. ¿Te acuerdas cuando me robaron el carro? – también estabas a mi laaaaado… ¿te acuerdas cuando se inundó la casa?...estabas a mi laaaado…AMOOOOR: Tú me traes mala suerte…!
Amor ardiente:
Si la persona que amas tiembla cuando la abrazas, si sientes sus labios ardientes como las brasas, si percibes que se agita al respirar, si hay en sus ojos un brillo especial...Hazle un agua de panela con limón, porque seguro, que tiene gripa.
Fusionarse en uno [Ser una sola carne…]
Un matrimonio de recién casados discutía permanentemente porque cada uno quería tener la razón, así que decidieron acudir a un hombre muy sabio de su ciudad, en busca de ayuda. Y el sabio les dijo: - La pareja perfecta es aquella en la que los dos se convierten en uno solo. De acuerdo, contestaron ambos al tiempo —. Pero... ¿En cuál de los dos?
Aviso parroquial: [Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre]
Al final de la Eucaristía, un párroco dio el siguiente aviso: “El Jueves se dará una conferencia sobre el matrimonio cristiano”: “Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre”: Para las mujeres a las 7:30, para los hombres a las 8:30.
¿Cuánto me amas? [Para niños]
— Mi amor, ¿tú me quieres? — Si — ¿Cuánto? — Mucho — ¿Hasta dónde? — Hasta mañana, ya duérmete.
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26° Domingo Tiempo Ordinario, 29 Septiembre 2024, Ciclo B
El coro. [Aunque desafinados, nuestra voz sirve para anunciar la Buena nueva]
Preparando a los niños para la primera comunión, Monseñor Robert Bárron, recalcaba la importancia del canto en la Santa Misa: “El canto es la manera como la iglesia se expresa. Todos en sus diferentes voces, y aunque individualmente muchos sean desafinados, el canto es perfectamente armónico y afinado cuando se canta en conjunto, es decir: suena como un solo coro”.
De hecho, como afirmó un famoso cantante: en un salón, el 90% de las personas pueden ser desafinados, - quizá algunos entonen mejor -, pero cuando todos cantan juntos un himno, se escucha bien, dado que el coro siempre mantiene el tono dominante que marca la orquesta y su director. Para el anuncio del evangelio se requieren todas nuestras voces, que, -por desafinados que seamos-, le agradamos a Dos. El mismo Señor nos afina para dar el tono perfecto de su amor. A todos nos necesita en el “coro de la buena nueva”.
El águila: [Desprendernos del pecado, y con corazón limpio, comenzar de nuevo].
El águila es el ave de mayor longevidad de su especie. Llega a vivir 70 años, pero para llegar a esa edad, a los 40 años, deberá tomar una difícil decisión. A los 40 años, sus garras están duras y sus uñas muy flexibles, y no logran tomar sus presas para alimentarse bien. Su pico largo y puntiagudo se curva apuntando contra su pecho. Sus alas están envejecidas y pesadas, y sus plumas gruesas. Volar se hace ya muy difícil. Solo tiene dos alternativas: morir o enfrentar un doloroso proceso de renovación que durará 150 días.
Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar. En ese lugar, el águila comienza a golpear su pico contra la roca, hasta conseguir arrancarlo. Después de arrancarlo, esperará el crecimiento de un nuevo pico con el que desprenderá una a una sus uñas y talones. Cuando los nuevos talones comienzan a nacer, arrancará sus plumas viejas. Después de cinco meses sale para el vuelo de renovación que le dará 30 años más de vida.
El Ferrari [Anunciar el evangelio, vale más que cualquier cosa]
Va un Ferrari a 250 Km/h por una carretera de vereda y, desafortunadamente, por la velocidad se choca. El Ferrari destrozado, el hombre aprisionado entre los hierros y con gravísimas heridas. Llega la ambulancia. Tras largo rato, suben al hombre, inconsciente, en la ambulancia y se lo llevan a toda velocidad hacia el hospital. El hombre empieza a recobrar el sentido: - ¡Mi Ferrari! ¡Mi Ferrari! ¡Ay mi Ferrari! ¿Qué le ha pasado a mi Ferrari? – El enfermero, - ya cansado que le pregunte por el Ferrari-, le dice: - ¡Basta ya del Ferrari! Ha tenido un accidente gravísimo, ha perdido el brazo izquierdo… y ¿sólo se preocupa por el carro? - ¿El brazo izquierdo? ¡Y mi Rolex!
Puntos de vista: [Todos llevamos señales del amor de Dios. Hay que descubrirlas]
Estaba sentado Jaimito en clase resolviendo problemas de matemáticas cuando su profesora le pidió que respondiera una sencilla pregunta: - Jaimito, si hubiera 5 pájaros posados en un palo y le disparas a uno con una pistola, ¿cuántos pájaros quedarían? - Ninguno, contestó Jaimito, porque si le diera a uno, el resto saldría volando. - Bueno, la respuesta que estaba buscando era: cuatro, dijo la profesora, pero me encanta tu punto de vista.
Entonces Jaimito le dijo: - Señorita profesora, le tengo una pregunta: Si hubiera tres mujeres sentadas en un banco comiendo helado, uno de piña, otro de fresa y el otro de mora... ¿Cuál de ellas sería la casada? - La profesora pensó: [De piña debe ser para la niña, de fresa para la joven y de mora para la señora] - Entonces respondió: - Bueno, pues la casada es la que está comiendo el helado de mora. - No, dijo Jaimito, la casada es la que lleva el anillo de bodas en el dedo…Pero me encanta tu punto de vista, profesora.
El perro más grande. [Siempre queremos tener la razón. ¡Ese no es de los nuestros!]
Tres amigos discutían a ver quién tenía el perro más grande. Pablo dice: Yo tengo un gran danés que me llega hasta el pecho. José dice: - ¡Yo tengo un mastín tibetano que mide 2 metros! Y Manuel, por no dejarse, dice: - ¡Pues yo tengo un perro que mide 20 metros! – Se quedaron sorprendidos. Entonces Pablo propone: traigamos mañana nuestros perros a ver quién tiene la razón. Manuel estaba preocupado porque ni siquiera tenía perro, entonces decidió ir a una tienda de mascotas para buscar uno, pero no encontraría uno de 20 metros.
Se queda mirando hacia un acuario y encuentra una tortuga gigante y decidió comprarla. Al día siguiente se encuentran los tres amigos. Pablo con su gran danés. José, saca de su auto un perro más grande que el de Pablo, pero tampoco mide 2 metros. Manuel saca su tortuga. Sus amigos se quedan mirando atónitos y le preguntan: - ¿Y eso…qué es? - Manuel les contesta: -Pues como mi perro mide 20 metros y no cabía en el carro, tan solo traje una garrapata que tenía detrás de una oreja.
Todos por el Reino. [Pero metiéndole ganas].
Dos amigas almorzando en la plaza de comidas de un centro comercial, una le dice a la otra: - ¿Así que le pediste a Dios que te quite las ganas de comer? – Sí. – ¡pero estás comiendo! – Sí, pero sin ganas…
Y no nos hagamos los sordos.
Doctor…Creo que tengo un oído tapado. – A ver…Diga CIEN – Cincuenta – ah pues sí…
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
25° Domingo Tiempo Ordinario, 22 Septiembre 2024, Ciclo B
¿Cuál es el número más importante?
Un día estaban reunidos los números del 0 al 9 y se pusieron a discutir cuál de ellos era el más importante.
El 1 dijo: “si ustedes se fijan, todas las personas en la escuela, en la política, en el deporte, en sus trabajos aspiran a ser el número 1, el “number one”.
El 2 tomó la palabra y le dijo al 1: tú vives siempre solo. Para que las personas sean felices deben estar al menos 2”.
“No se engañen –expresó el número 3-, la Santísima Trinidad son 3, los Reyes Magos eran 3, y los colores primarios son 3”.
El 4 con voz armónica añadió: “Eso es verdad, pero ¿ustedes han escuchado lo lindo que se escucha un cuarteto de cuerda tocando una pieza de Mozart?”.
El 5, quitando la palabra al número 4, argumentó: “¿Cuántos dedos tiene una mano?: 5 ¿Cuántos dedos tiene un pie?: 5 ¿Cuántos sentidos tienen las personas?: 5. No necesito decir nada más”.
“Soy el único número –dijo el 6– que simboliza la verdad, la justicia y el amor”.
El número 7, con arrogancia, puntualizó: “los días de la semana son 7, en la Biblia el número perfecto es el 7, y las maravillas del mundo son 7”.
El 8 dijo con alegría: “ya, pero yo soy el único número que está en dos de los alimentos que más felices hacen a los colombianos: sancocho y bizcocho”
El número 9, aburrido de escuchar a sus compañeros, apuntó: “No anden inventando, cuando la gente se prepara para la fiesta patronal hace una novena y cuando alguien se muere hace los 9 días para que su alma vaya al cielo”. El 0 que estaba delante, a la izquierda de todos los demás números, dijo: “Está claro, yo soy el menos importante. Soy un cero a la izquierda. Significo nada y vacío”.
Einstein, que había escuchado el diálogo de los números, expresó: “Número 0, ponte al final de todos los números, a la derecha, y verás que tu presencia hace que todos los demás números multipliquen su valor por 10, por 100 o por 1000. Porque el valor de los números, como el de las personas, no depende de sí mismos sino del lugar en donde se coloquen”.
El olivo y la caña: [La primacía de lo débil y lo humilde]
Esopo, el conocido fabulista griego, cuenta que una caña y un olivo disputaban sobre sus respectivas fuerzas. El olivo con arrogancia le dijo a la caña: – «Hablas de resistir y de poder, cuando el más débil soplo de viento te bambolea y te humilla.
Aprende de mí que ni siquiera muevo mis ramas mientras que tú te doblegas.» – La pobre caña se calló y se armó de paciencia hasta que viniera el próximo huracán. En efecto, cuando llegó el huracán la caña se dobló como antes, mientras que el olivo cayó por tierra. – Y la caña le dijo al olivo: «¿Qué es lo mejor ahora: ¿ceder o resistir?»
El rico y la flor: [Sólo ambición y poca humildad] – [Día del amor y la amistad]
Un señor muy acomodado conoció a una joven muy linda, pero con muy poca cultura. Él se enamoró de ella y para demostrarle su gran amor, le dijo a la humilde joven: - “Ala mi amor, pídeme lo que quieras, que sea lo que sea, yo te lo daré”.
Ella dijo: - Dame una flor. El rico enamorado, se conmovió y pensando le dijo: ¡Qué ternura!, ¡Cuánta humildad! ¡Nada de pretenciosa! - ¡por eso me tienes tan enamorado! – Y le pregunta a la joven: - ¿Sólo eso? ¿Y qué flor quieres? ¿Una rosa o un clavel? Y la muchacha le contesta: - No, lo que yo quiero es una Flor Explorer 4 x 4 último modelo.
Sacerdotes incógnitos: [Jesús pasó de incógnito. ¿Cómo vamos por la vida?]
Dos sacerdotes, que estaban de vacaciones en Hawái, deciden vestirse como turistas para pasar de incógnitos. Compran camisas floreadas y sandalias y se van a tomar el sol a la playa; en eso, una rubia despampanante pasa junto a ellos y los saluda: "Buenas tardes, padres". Los sacerdotes se quedan atónitos y, antes de volver al hotel, deciden comprarse un atuendo más deportivo: Pantalones de surfista, playera con estampados y gafas obscuras.
Al día siguiente, vuelven a la playa y ven a la misma rubia, muy llamativa, y otra vez los saluda: “Buenos días, padres”, y se alejó. Uno de los padres no pudo evitarlo y dijo: - “Un momento, señorita” – “¿Si, Padre?” - “Ciertamente somos sacerdotes, y estamos orgullosos de serlo, pero debo saber: ¿Cómo es posible que usted sepa que somos sacerdotes, vestidos como estamos?” Ella replicó: yo soy la hermana Mercedes, la del convento, y también ando de incógnita.
El poder de la Cruz [Nadie se hizo fuerte sin un camino difícil. Lo bueno nunca es fácil. Lo fácil nunca es bueno]
Ocurrió un choque entre un bus del S.I.T.P, y uno particular. El conductor del S.I.T.P se bajó, energúmeno y furioso, con una cruceta en lo alto, con el firme propósito de agredir al conductor del vehículo particular; pero al observar que éste, a su vez, le apuntaba con una pistola, el conductor del S.I.T.P, todo atemorizado, lo único que atinó a decir fue: “Oiga, señor, por esta cruz, le aseguro que fui yo el que tuvo la culpa del accidente”.
Pregunta fundamental: [De qué discutíais por el camino?]
Un argentino le dice a su amigo: “El truco está en ser humilde, aunque tú sepas que eres lo mejor que hay en el universo”.
Hijo pretensioso:
Un hijo adolescente dice a su padre: ‒ “Papá, cuando yo sea grande quisiera ser como tú”. Y el papá, orgulloso, y un tanto vanidoso porque su hijo lo quería imitar, le dijo: me parece me bien hijo…Pero dime: y ¿para qué quieres parecerte a mí? – Y el hijo le respondió: “Para tener un hijo como yo”.
Papá pretensioso:
Papa: ¿qué se siente tener un hijo tan inteligente, tan buen deportista, con tantas cualidades, tan bondadoso y tan capaz? - Y el papá le contesta: ¡No sé hijo, pregúntale a tu abuelo!
Competencia de redes sociales: [Misa con niños]
En una reunión de redes sociales: Facebook dice: Yo los conozco a todos. Google dice: Yo lo sé todo. Internet dice: Sin mí no son nada - Y entonces, la Luz dice: “Yo…mejor me voy…”
Conjugar los verbos [Día del amor y la amistad]
Dos amigos borrachitos dicen: vamos a conjugar los verbos: Uno pregunta: A ver compadre, ¿Qué tiempo del verbo es: “Yo amo”? – Pues tiempo presente, compadre. Muy bien. Y – ¿Qué tiempo del verbo es “Yo amaré”? – “Tiempo futuro” compadre – De acuerdo, y qué tiempo del verbo es: “Yo amé?” Ah, pues “tiempo pasado” compadre. Ah bueno, entonces hay pasado, presente y futuro. – Y ahora dígame: Qué tiempo del verbo es: “¿Amar sin ser amado?” – Y el compadre le responde: “tiempo perdido”.
La medalla: [De la humildad a la vanidad] [Misa con niños]
En una escuela, un niño se ganó la medalla a la humildad. Al día siguiente se la quitaron… ¡Porque la llevaba puesta!
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
24° Domingo Tiempo Ordinario, 15 Septiembre 2024, Ciclo B
¡Jesús, tan cerca de nosotros! [¡Pero a muchos incomoda!]
En un vuelo trasatlántico de la línea aérea British Airways, tuvo lugar el siguiente suceso: A una dama distinguida la sentaron en el avión al lado de un señor de raza negra. La mujer pidió a la azafata que la cambiara de sitio, porque no podía sentarse al lado de una persona que, según ella, “le incomodaba”. La azafata argumentó que el vuelo estaba muy lleno, pero que iría a revisar a primera clase a ver si había algún puesto libre.
Los demás pasajeros observaban enojados la escena. La distinguida señora se sentía feliz y hasta triunfadora porque la iban a quitar de ese sitio y ya no estaría cerca del viajero de color. Minutos más tarde regresó la azafata y le informó a la señora: “Discúlpe distinguida señora, efectivamente todo el vuelo está lleno, pero afortunadamente encontré un lugar vacío en primera clase. Sin embargo, para hacer este tipo de cambios le tuve que pedir autorización al capitán.
Él me indicó que “no se podía obligar a nadie a viajar al lado de una persona desagradable”. La señora con cara de triunfo intentó salir de su asiento, pero la azafata en ese momento se da vuelta y le dice al hombre de raza negra: “Señor, ¿sería usted tan amable de acompañarme a su nuevo asiento?” Todos los pasajeros del avión se pararon y aplaudieron a la azafata. Ese año, la azafata y el capitán fueron premiados por esa actitud.
Un hombre humilde y sabio atendía su tintorería, entró un cliente y le dijo: —¿Podrías teñirme este vestido? — ¿De qué color lo quieres? — Algo sencillo, pero que no sea ni rojo, ni verde, ni blanco, ni negro, ni amarillo, ni lila. Es decir, de ningún color conocido, de resto, nada especial. ¿Me lo puedes hacer? —¡Claro que sí, hombre! Pasa a recogerlo cuando quieras, pero que no sea ni lunes, ni martes, ni miércoles, ni jueves y menos viernes. ¡Ah! Y el sábado y el domingo estará cerrado.
Con alegría y júbilo:
El esposo regresa de misa, entra a la casa corriendo y se dirige a la esposa. Con una gran sonrisa la abraza, la levanta tiernamente en sus brazos y danza con ella en el aire alrededor de los muebles de la casa. - ¿Pero, que es lo que dijo el padre en el sermón?, le pregunta al esposo. ¿Acaso dijo que los esposos tenían que ser más cariñosos con sus esposas? – No… contesta el esposo. - ¡Lo que dijo el padre es que teníamos que cargar nuestra cruz con alegría y júbilo!
La mujer perfecta [Seguir al Señor con la cruz y las imperfecciones propias]
Un sabio conversaba con un amigo, el cual le preguntó: — Entonces, ¿nunca pensaste en casarte? — Sí pensé — respondió el sabio —. En mi juventud resolví buscar a la mujer perfecta. Crucé el desierto, llegué a Damasco y conocí a una mujer muy espiritual y linda; pero ella no sabía nada de las cosas de este mundo. Continué viajando y fui a Isfahan; allí encontré a una mujer que conocía el reino de la materia y el del espíritu, pero no era bonita. Entonces resolví ir hasta el Cairo, donde cené en la casa de una hermosa mujer, religiosa y conocedora de la realidad material. — ¿Y por qué no te casaste con ella? — ¡Ah, mi querido amigo! Lamentablemente, ella también quería un hombre perfecto.
Volteretas saludables: [El Hijo del Hombre tiene que sufrir mucho]
Un señor que trabajaba como acróbata y malabarista en un circo, se fue a confesar. Cuando le llegó su turno, el sacerdote lo saludó muy cordialmente, y le preguntó: ¿En qué trabajas? – Y el señor le dijo: -Soy acróbata y malabarista en un circo. – El padre le dijo: No sé qué es eso, ¿podrías hacerme una demostración? – Y el señor, frente al confesionario, se puso a hacer unas maromas, volteretas y saltos mortales. Unas señoras que estaban en la fila, esperando para confesarse lo vieron y, asombradas, una le dice a la otra: Con estas penitencias que ponen ahora, ¿quién se va a confesar?
Preguntas y respuestas difíciles: [Misa con niños]
Un niño de 10 años, -que no era muy buen estudiante-, estaba a punto de ingresar a los exámenes de fin de año. Otro niño lo notó que estaba muy nervioso y le preguntó: “Qué, ¿te preocupan las preguntas?” A lo que el niño le respondió: “No. Lo que me preocupan son las respuestas”.
Dios, único perfecto, [Y nos ama a pesar de nuestras imperfecciones]
Dicen que, hace mucho tiempo, un sabio abrió una tienda donde su única mercancía eran dos loros encerrados en la misma jaula. Uno tenía un plumaje espectacular lleno de vivos y relucientes colores y además cantaba hermoso, mientras que al otro se le veía en un estado calamitoso y permanecía mudo. El primero estaba valorado en cincuenta monedas de oro y el segundo en ¡tres mil! – Un hombre que pasaba por la tienda, atraído por los trinos del loro cantor, entró en el recinto.
Lo primero que observó fue al sabio que dormitaba plácidamente arrullado por la melodía incansable de aquel loro maravilloso. Pero le llamó la atención la diferencia de precio que había entre los dos loros. Despertó al sabio y le dijo: — Disculpa mi atrevimiento; desearía comprar ese magnífico loro cuyo canto no deja de asombrarme. Aquí tiene las cincuenta monedas de oro, ¡cuéntelas por favor! – Imposible, no puedo vender los dos loros por separado —le respondió el sabio. — ¿Pero por qué? — Se morirían de pena si los separara. — Bien —dijo el comprador —.
Pero, ¿cómo explica usted esa diferencia en el precio tan exagerada? Pues el más feo cuesta infinitamente más que el más bello y, además ¡no canta, y tiene una apariencia muy fea! — No se equivoque usted, señor. ¡El loro que usted encuentra feo y deplorable, es el compositor!
¿Ser cristianos, pero no por un día? [Para misas con niños]
Un niño de 5 años va a su primer día de clase a la escuela, con mucha pereza. Al regreso, sus padres le preguntan: ¿Cómo te fue? Y él respondió: “mal porque me toca ir mañana”.
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23° Domingo Tiempo Ordinario, 8 Septiembre 2024, Ciclo B
Fábula: “La rana sorda”
Unas 20 ranas decidieron un día escalar la torre de la iglesia del pueblo. La que subiera hasta lo más alto de la torre recibiría una medalla de oro olímpico. Los vecinos del pueblo se arremolinaron alrededor de la torre para animar a las participantes. La gente gritaba: “Es demasiado alta. Ninguna lo conseguirá. No pierdan el tiempo”. Y se reían de las pobres ranas.
Poco a poco iban cayendo a tierra, pero algunas seguían subiendo. La gente gritaba más fuerte: “Imposible. Bájense, no insistan”. Todas cayeron menos una que no se rindió y continuó hasta llegar a la cima. Todos querían saber cómo lo había conseguido y le hicieron muchas preguntas. Su secreto: Era Sorda. No pudo oír las risas, ni los gritos, ni las críticas de los espectadores. “Solo pensaba que la estaban animando”.
León sordo [¡Cuánto perdemos cuando somos sordos ante Dios!]
Un violinista de paseo por África se perdió. De repente se encuentra con un león.
El violinista se acordó que decían que la música calma a los animales, entonces empezó a tocar su violín. En efecto, comienzan a llegar más leones que se van sentando alrededor del violinista, que perplejo decía:
“Dios mío, nunca pensé que este violín me pudiera salvar la vida…”. De pronto, un león sale de los arbustos, se lanza sobre el violinista y se lo come. Y un león viejito le dice a otro: “Yo sabía que el sordo nos iba a dañar el concierto!”
Ciego, sordo y mudo
Un cieguito pedía limosna en una esquina. Pasa un turista y al querer colocarle una moneda en el tarro de metal, la moneda pega en el borde y cae. El ciego se agacha la toma y la introduce en el tarro. El turista lo mira y le dice: - Oiga! Usted no es ciego; ¡usted es un estafador y anda engañando a la gente, sinvergüenza! El supuesto cieguito, tranquilo, le responde: - Cálmese señor, sucede que el cieguito está enfermo y yo lo estoy cubriendo. – Ah, ¿y usted a que se dedica? – Yo soy el sordomudo de la otra cuadra.
Mendigo, pero ni sordo ni mudo
Una señora ve a un mendigo con un letrero en el que decía: "Sordomudo, por favor coopere conmigo". La señora, -en tono fuerte- le dice: ¡Oiga señor, yo a usted le he visto hablando con la gente! es un mentiroso. ¡Usted no es mudo! A lo que el mendigo le contesta: ¡Cállese y no me grite que tampoco estoy sordo!
Viejitos sordos
Dos ancianitos se encuentran hablando sobre el envejecimiento: - “Mira, la peor parte se la llevan nuestras mujeres. Además, ellas siempre se negarán a admitir que envejecen y tratan por cualquier medio de esconder sus achaques y su edad” - “¿Sabes que si? Tienes toda la razón” - “Pero te cuento que encontré un buen truco para hacerles ver sus limitaciones por medio de un jueguito. Si quieres saber si tu mujer se está quedando sorda, colócate a 10 metros de ella y hazle una pregunta.
Cuando veas que no te responde, acércate a 5 metros. Después a 2 metros y luego a 1 metro. Y si no te responde, ya no le quedará más remedio que aceptar que está sorda” El viejito llega a su casa, se coloca a 10 metros de su señora y pregunta en voz alta: - “Cariño ¿qué hay de cenar?” No recibe respuesta. Se acerca a 5 metros y le pregunta de nuevo: - “Cariño ¿Que qué hay de almorzar?” No recibe respuesta. Se acerca a 2 metros: - “Mi amor ¿qué vamos a almorzar?”. No recibe respuesta. Se acerca a 1 metro de ella - “Mi vida ¿Que qué vamos a almorzar?” Y la señora enfurecida se vuelve hacia él y le responde: - “¡Viejo sordo, te he dicho 4 veces que pollo con papas fritas!
Amigos pastusos
Dos pastusitos se encuentran en la calle. Uno de ellos iba con su anciana madre, y el otro amigo pastusito le dice: - ¡Manolo, cuánto tiempo sin vernos! ¿Qué hay de tu vida? - Pues aquí estoy con mi madre que la pobre se ha quedado “sorda y ciega”. - ¡Qué problema! ¿Y qué… ¿La llevas ahora al médico? - No. Voy a que le corten la luz y el teléfono.
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22° Domingo Tiempo Ordinario, 1° Septiembre 2024, Ciclo B
“!Danos, Señor, un Nuevo Corazón¡”
El secreto del jamón: [Aferrados a la tradición]
Una joven mujer preparaba con mucho entusiasmo un jamón para la cena. Después de cortarle un pedazo a la punta del jamón, lo colocó en un envase para hornearlo. Su hija le pregunta: mamí, “¿Por qué le cortas la punta al jamón?” Ella le contesta: “Pues, la verdad es que no sé, pero mi mamá siempre lo hace así, y entonces, yo también lo hago”-
Más tarde, hablando ésta con su mamá, le preguntó a su vez porqué cortaba una punta al jamón antes de meterlo al horno, a lo que su madre le respondió: “No sé, esa fue la manera como mi mamá siempre lo hacía.” Unas semanas después la joven mujer visitó a su abuela y aprovechó para preguntarle: “Abuela, ¿por qué tú le cortabas la punta al jamón cuando lo ibas a meter al horno?” Su abuela le contestó: ¡Pues, m´ijita, porque esa era la única manera que el jamón cupiera en la refractaria…!
El corazón y los negocios
Un monje estaba hablándoles a un grupo de ejecutivos. En un momento de su charla dijo: —Así como el pez muere en tierra seca, ustedes morirían si enredan su corazón en los asuntos del mundo. El pez debe volver al agua para poder vivir. Ustedes deben volver a su propio corazón para poder vivir.
Entonces, los ejecutivos dijeron: — ¿Está sugiriéndonos que debemos abandonar los negocios y entrar a un monasterio? — El monje dijo: No, lo que estoy diciéndoles es que “Continúen con sus negocios, pero vuelvan a su corazón y así verán que ustedes valen más que cualquier negocio…”.
Buscando el paraguas perdido […Y los perdidos somos nosotros…]
Preguntó una señora que vive en el barrio y que había olvidado su paraguas en mi casa: “¿Por casualidad, usted no sabe si aquí dejé mi paraguas?”- “Sí”, le contesté. Me agradeció mucho y luego añadió: “¡Qué bueno que lo he encontrado!, ¡usted sí que es un hombre honesto! He preguntado a un montón de gente si había olvidado en su casa mi paraguas y me contestaron todos que NO. ¡Cuánta gente mala hay en el mundo!” Enseñanza: “Siempre encontramos una razón o pretexto para pensar mal de los demás”. “No juzguéis y no seréis juzgados”
Celular: [¿Quién o qué ocupa nuestro corazón?]
Una esposa muy cariñosa se encuentra la lámpara de Aladino. Llena de felicidad la frota inmediatamente y sale un genio. La buena esposa le pide un deseo: - “Quiero que mi marido me mire sólo a mí; que yo sea el único amor de su corazón, que él duerma siempre a mi lado; que cuando se levante yo sea lo primero que mire y que consienta, y que me lleve a todas partes con él…” ¡Y Zuuaaz! – El genio la convirtió en celular…
“Ojos que no ven, corazón que no siente” [Pero, Dios sí ve, y lo siente por nosotros]
Erase un tipo tan descuidado y perezoso, que habiendo pasado todo el día en la calle sin hacer nada, llegó en la noche a su cuarto, se recostó en su cama, y viendo que su habitación estaba totalmente desordenada, sucia y maloliente, dijo: “Yo no puedo ver semejante desorden, caos y suciedad”. Entonces se levantó de la cama…. Y apagó la luz….
¿Arrodillados o de pie?: [El amor importa más que las tradiciones.]
Un párroco, en su nueva parroquia, encontró que, durante la consagración, la mitad de sus fieles permanecían de pie y la otra mitad de rodillas. Cada grupo insistía en que su tradición era la verdadera. Para solucionar el conflicto, el párroco, con un feligrés de los que se arrodillaban, y otro de los que permanecía de pie, fueron a visitar al Obispo.
Preguntó el primero: Sr. Obispo, ¿no es verdad que la tradición de arrodillarse durante la consagración ha sido siempre la correcta? No, esa no fue siempre la tradición, contestó el Obispo. ¿Entonces, estar de pie ha sido la tradición correcta? - preguntó el feligrés que se quedaba de pie-. No, contestó el Obispo, esa tampoco fue la tradición. Entonces dijo el párroco: “Sr. Obispo, entonces lo que tenemos es un completo caos: la mitad arrodillados y la otra mitad de pie”. Y el Obispo le respondió: ¡Sí señor, esa siempre ha sido la tradición!
Camellos encerrados. [Que nada encierre nuestro corazón…Misa con niños]
El hijo camellito pregunta a su mamá ¿Por qué tenemos estas patas tan grandes? -Pues para no hundirnos en la arena del desierto. - ¡Ah!, y ¿por qué tenemos estas pestañas tan largas? -Para proteger nuestros ojitos del fuerte sol y de la arena del desierto. - ¿Y por qué tenemos esta joroba tan grande? – Porque en la joroba guardamos grasa y líquidos para soportar largos viajes en el desierto. – Oye, mamá, y entonces, ¿qué hacemos encerrados en un zoológico?
El Hipopótamo. [Las manos prolongan lo que hay en el corazón]. [Misa con niños]
Primera escena: Sale un hipopótamo haciendo que barre. Segunda escena: Sale el mismo hipopótamo haciendo que plancha. Tercera escena: Sale el mismo hipopótamo haciendo que cocina. Título de la obra: “HIPO-CRITA”.
Pelea desigual: [Dios mira el corazón…Nosotros las apariencias…Y engañan] [Para niños]
Iba un hombre humilde por la calle, llevando con lazo un perro callejero. Llega otro hombre con tres tremendos perros rotwailler. Y, por ofender al humilde hombre le propone: ¿Oye, por qué no hacemos una competencia: tu perro contra estos tres rotwailer? Seguramente el hombre creyó que no iba a aceptar la apuesta, sin embargo, el hombre le dice: Listo.
Entonces dijeron: A la 1, a las 2, y a las 3. - Ya! - Y se pusieron a pelear, cuando de repente el perro callejero apabulló a los tres rotwailer. Y el dueño de los rotwailer, sin salir del asombro, le dice: ¿De dónde sacaste ese perro? Y el hombre humilde le contesta: Lo que pasa es que el otro día vino un circo a la ciudad y este perro se escapó, y traía una gran melena alrededor del cuello… y yo lo peluquié!...Era un león!
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21° Domingo Tiempo Ordinario, 25 Agosto 2024, Ciclo B
“Señor, Tú Tienes Palabras de Vida Eterna”
El duelo: [Por nuestra fe en Jesús: No retroceder, ni rendirse jamás].
Dos italianos que tenían una gran disputa, decidieron batirse en duelo mortal en el campo de honor y así terminar sus diferencias. Se citaron diciendo: Esta noche a las 10:30 en punto, en la esquina Garibaldi. Como la citación fue en la mañana, a las cinco de la tarde a uno ya se le había pasado el enojo. Decía: No debe haber nada peor pa´un tipo que pelear.
Además, sabiendo uno que tiene que ir matar o morir. ¡Es feísimo! - Pero no puedo dar marcha atrás porque es cuestión de dignidad, y el otro va pensar que yo le tengo miedo…y no le tengo miedo. ¡Ahí entra funcionar el machismo y el orgullo latino…! ¡Llamarlo pa´decirle que no vamos a pelear, y que el otro diga que le tengo miedo! - ¡Qué va! - Ya no puedo dar marcha atrás. - No quiero pelear, pero tengo que ir a pelear. Y justo se acordó que eso lo castiga la ley. Ahí estaba la salida airosa.
Llamó al jefe de policía y le dice: señores jefes de policía: este es un llamado anónimo: Soy un ciudadano italiano y llamo para informar que esta noche a las 10:30 en la esquina Garibaldi, dos inconscientes piensan batirse en duelo mortal. Hay que llegar antes y detenerlos. Y le responde el jefe de policía: Si ya me enteré…hace diez minutos habló el otro.
Seguirlo, aunque a veces no entendamos sus designios
Iba el Señor Jesús con Pedro, evangelizando por el campo. Pedro, deseoso de conocer más al Señor, le dice: Señor, ¿Puedo hacerle una pregunta? – El Señor le dice, claro que sí Pedrito, pregunta. – Señor: “Y tú de dónde vienes? - El Señor le responde: “Yo vengo de donde vengo” - Pedro no entendió nada.
Al buen rato y ya cansados de tanto caminar, Pedro le dice: Señor ¿Puedo hacerle otra pregunta? El Señor le dice, claro que sí Pedrito, pregunta. – Señor: “Y tú para dónde vas? - El Señor le responde: “Yo voy para donde voy” – Pedro siguió sin entender. Al rato Jesús le pregunta: Oye Pedrito, ¿Y tú porqué me sigues? Y Pedro le responde: ¡Por lo bien que explicas, Señor!
Mejor me voy… [¿Vosotros también os queréis ir?]
Una mujer quería saber qué pasaría si le decía a su esposo que se iba de la casa sin decirle a donde. Así que le escribió una carta diciéndole que estaba cansada de él y que no quería estar más con él. Al terminar dejó la carta en la mesa de noche y se escondió debajo de la cama. Cuando su esposo llegó a la casa, leyó la carta y escribió algo en ella, luego empezó a cantar y a cambiarse de ropa.
Tomó su teléfono y marcó un número, y dijo: “Hola nena, me estoy cambiando para encontrarme contigo; ¡con mi esposa, ya todo se acabó, fui un tonto en casarme con ella, ojalá te hubiera conocido antes, ya nos vemos amor!”. El hombre se fue y la mujer salió destrozada y llorando de la cama, hasta que miró la nota y decía: “se te veían los pies amor…voy a comprar pan!. Jajaja…!
Trigamia [¿Decisiones y opciones a nuestro acomodo?]
Una señora buscaba leña cerca del río y, cortando la rama de un árbol caído se le escapó el hacha de las manos y fue a parar al fondo del río. La mujer suplicó a Dios y él apareció. Le preguntó: - Por qué estas llorando mujer? La mujer respondió que su hacha se había caído al río. Dios entró al río, sacó un hacha de oro y le preguntó a la mujer: - ¿Es esta tu hacha?
La noble mujer respondió: - NO, Dios mío, esa no es. Dios entró nuevamente y sacó del río un hacha de plata y volvió a preguntar: - ¿Esta es tu hacha? – No Señor, respondió la mujer. Dios volvió nuevamente al río y sacó un hacha de hierro y madera y de nuevo preguntó: - ¿Es está tu hacha? - Sí Dios mío, ésa es. A Dios le agradó la honradez de la mujer y la mandó de vuelta a su casa, regalándole las otras dos hachas, la de oro y la de plata.
Otro día, la mujer y su amado esposo estaban paseando por los campos, cuando él tropezó y cayó al río. La mujer, desesperada porque no sabía nadar, suplicó ayuda de Dios. Él apareció y le preguntó: - Mujer, ¿otra vez tú?, ¿por qué estas llorando? Ella respondió que su esposo se había caído al río y se había ahogado. Inmediatamente Dios se lanzó al río, sacó del cabello a “Brad Pitt” y le preguntó a la mujer: - ¿Es este tú esposo? - Sí, sí, respondió la Mujer.
Entonces Dios se enojó y le dijo: - ¡Eres una mujer mentirosa! Pero rápidamente la mujer le explicó: Dios mío, usted perdone, pero fue un malentendido. Si yo hubiese dicho que “no”, entonces Ud. Me habría sacado del rio a “Mel Gibson” y si le hubiera vuelto a decir que tampoco era él, Ud. Me habría traído a mi marido, y cuando dijera que sí era él, Ud. Me mandaría para mí casa con los tres hombres. Y Yo que soy una mujer fiel, no podría cometer TRIGAMIA. Por eso es que le dije sí al primero de ellos. Dios halló justo el comentario de la mujer y la perdonó.
Seguirlo, aunque a veces no entendamos sus designios
Iba el Señor Jesús con Pedro, evangelizando por el campo. Pedro, deseoso de conocer más al Señor, le dice: Señor, ¿Puedo hacerle una pregunta? – El Señor le dice, claro que sí Pedrito, pregunta. – Señor: “Y tú de dónde vienes? - El Señor le responde: “Yo vengo de donde vengo” - Pedro quedó en las mismas sin saberlo.
Al buen rato y ya cansados de tanto caminar, Pedro le dice: Señor ¿Puedo hacerle otra pregunta? El Señor le dice, claro que sí Pedrito, pregunta lo que quieras. – Señor: “Y tú para dónde vas? - El Señor le responde: “Yo voy para donde voy” – Pedro apenas guardó silencio. Al rato Jesús le pregunta. Pedrito, ¿Y tú porqué me sigues? Y Pedro le responde: ¡Por lo bien que explicas, Señor!
Si, pero no. [Evasivas ante el Señor (como promesas de cumbiambera)]
El novio le escribe un e-mail a su amada novia: “Por ti soy capaz de cualquier cosa: Cruzar nadando los océanos. Llegar a la cima de la montaña más alta del mundo y gritar a los cuatro vientos que te amo. Enfrentaré cualquier obstáculo que nos separe. Es que te amo tanto, que por ti soy capaz de todo… Nota: el jueves voy a verte… “si no llueve...”
Lo fácil siempre atrae: [Ser cristiano no tiene vacaciones]. [Para misas con niños]
Cuando ve a su hermanito irse para la escuela, la niña le pregunta a la mamá: mami, mami ¿Cuándo iré yo también a la escuela? pronto hijita, ¿te gusta la escuela? y la niña dice: si mami, mi hermanito me dice que son bien bonitas las vacaciones y la hora de recreo.
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
20° Domingo Tiempo Ordinario, 18 Agosto 2024, Ciclo B
"¡Oh banquete precioso y admirable!”
Pan con sabor y olor divinos. [La eucaristía NO tiene precio]
Un hombre pobre paseaba por las calles con un pedazo de pan en la mano. Al pasar por un restaurante, vio unas deliciosas albóndigas friéndose en una sartén. Con la esperanza de capturar un poco de ese delicioso aroma, sostuvo el pedazo de pan por encima de la sartén por unos pocos segundos y luego se lo comió. Le pareció que realmente había mejorado su sabor.
Sin embargo, el dueño del restaurante, que lo había visto, lo agarró por el cuello y lo condujo ante el juez, que era un hombre justo. El dueño del restaurante exigía que el pobre campesino pagara por las albóndigas. El juez lo escuchó atentamente, extrajo dos monedas de su bolsillo y le dijo: — Párese junto a mí por un minuto. El dueño del restaurante obedeció y el juez sacudió su mano, haciendo sonar las monedas en el oído del demandante. — ¿Para qué hace esto? — preguntó el dueño. El juez respondió: — Acabo de pagar sus albóndigas.
Con seguridad, el sonido de mi dinero es un justo pago por el aroma de su comida.
Helado para el alma [Eucaristía…refresco del alma]
La semana pasada llevé a mis niños a un restaurante. Mi hijo de 6 años de edad preguntó si podía dar las gracias. Cuando inclinamos nuestras cabezas, él dijo: “Dios es bueno, Dios es grande. Gracias por los alimentos, yo estaría aún más agradecido si mamá nos diese helado para el postre, libertad, justicia y amor para todos. Amén”.
Junto con las risas de los clientes que estaban cerca, escuché a una señora comentar: “Eso es lo que está mal en este país, los niños de hoy en día no saben cómo orar. ¿Pedir a Dios helado? ¡Nunca antes había escuchado esto!” Al oír esto, mi hijo empezó a llorar y me preguntó: “¿Lo hice mal? ¿Está enojado Dios conmigo?” Sostuve a mi hijo y le dije que había hecho un estupendo trabajo y Dios seguramente no estaría enojado con él. Un señor de edad se aproximó a la mesa. Guiñó su ojo a mi hijo y le dijo: “Estoy seguro que para Dios fue una excelente oración”. ¿En serio?, preguntó mi hijo. ¡Por supuesto! Luego en un susurro dramático añadió, indicando a la mujer cuyo comentario había iniciado aquel asunto: “Muy mal, ella nunca pidió helado a Dios. Un poco de helado, a veces, es muy bueno para el alma”.
Como era de esperar, compré helado a mis niños al final de la comida. Mi hijo se quedó mirando fijamente el suyo por un momento y luego hizo algo que nunca olvidaré por el resto de mi vida. Tomó su helado y sin decir una sola palabra avanzó hasta ponerlo frente a la señora. Con una gran sonrisa le dijo: “Tómelo, es para usted. El helado es bueno para el alma y mi alma ya está bien”. (Autor desconocido)
Dios nos mira cuando pasamos a comulgar
Los niños se alinearon en la cafetería de una escuela católica para el almuerzo. En la cabecera de la mesa había una gran pila de sándwiches. La monjita hizo una nota y publicó en la bandeja del sándwich: “Toma solo UNO. Dios está mirando”. Avanzando más en la línea del almuerzo, en el otro extremo de la mesa había una gran pila de galletas con chispas de chocolate. Un niño, bien avispado, había escrito una nota, “Toma todo lo que quieras. Dios está mirando los sándwiches”.
Jesús, Pan venido del cielo … [siempre fresco y disponible]
– Mamá, mamá, ¿Cuándo vamos a comer pan de hoy? – Mañana hijo, mañana. Mamá: ¡Quiero que sea pan de hoy, porque el de ayer no está blandito!– Pues entonces espérate hasta mañana… Nota: El mismo niño, ya con un pan fresco en la mano le dice la mamá: Mamá… este pan está blando… Mijo, pues dile que se calle…
Jesús, Pan de Vida siempre nos espera – [Falta es que vengamos].
– No tengo ni iPad, ni iPod, ni iPhone, pero eso si…En mi casa siempre iPan.
Admirable sacramento – [No perder la Eucaristía]
Grita un niño: ¡Policía, policía! ¡Me robaron el pan!– ¿Y estaba solo? – ¡No señor policía, tenía bocadillo y quesito!
Jesús, Pan de Dios, en la boca del pecador.
– En una cárcel, un preso comenta indignado a su compañero de celda: – Es un poco ridículo lo que están haciendo conmigo. – ¿Porqué? – Porque me metieron aquí por robar pan, y ahora me lo traen gratis todos los días.
Descargar Enseñanzas 11 Agosto 2024
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
19° Domingo Tiempo Ordinario, 11 Agosto 2024, Ciclo B
Jesús, el mejor mecánico…[Yo soy el Pan del cielo y verdadera fuente de vida].
Iba un hombre en su automóvil por una carretera larga y solitaria. De pronto su auto comenzó a detenerse hasta quedarse varado. El hombre bajó, lo revisó, trató de averiguar qué era lo que tenía. Pensaba que pronto podría encontrar el daño del auto pues hacía como veinte años que lo conducía. Sin embargo, después de mucho rato no le encontró el daño al motor.
En ese momento apareció otro auto, del cual bajó un hombre a ofrecerle ayuda. El dueño del primer auto dijo: Mira, este es mi auto de toda la vida, lo conozco como la palma de mi mano. Gracias, pero no creo que usted, sin ser el dueño, pueda hacer algo. El otro hombre insistió con una sonrisa, hasta que finalmente el primer hombre dijo: Bueno, inténtelo, pero no creo que pueda.
El segundo hombre, puso manos a la obra y en pocos minutos encontró el daño y prendió el carro. El primer hombre quedó atónito y preguntó: ¿Cómo pudo arreglar el motor del auto si no lo conocía como yo? El segundo hombre contestó: Verás, mi nombre es Félix Wankel... ¡Fui yo el que inventé el motor rotatorio que usa su auto!
Sordos y remilgados ante el banquete de la Eucaristía [El Señor no se cansa de invitarnos]
Un niño, de nombre ALBINO, de 10 añitos, - y muy desobediente-, estaba jugando en el solar de su casa a la hora del almuerzo. Sale su mamá por la ventana del segundo piso y le dice: ¡ALBINO, venga a almorzar! - Y ALBINO le responde, “yo no voy”… - Que no viene? – replicó la mamá. Voy a llamar a tu papá a ver si es que no viene. Sale el papá por la ventana del segundo piso y le dice: ¡ALBINO, que venga a almorzar! - Y ALBINO le responde: “Que yo no voy” - Que no viene? – replicó el papá.
Voy a llamar a tu abuelo a ver si es que de verdad no viene. Sale el abuelo por la ventana del segundo piso con una escopeta en la mano; lanza dos tiros al aire: “PAN-PAN”- Y al PAN PAN…ALBINO VINO…!
Por despistados, no vemos lo obvio. [Los Judíos no reconocen lo que es Jesús]
Un paisa estaba pasando una entrevista de trabajo. Dentro de las preguntas hubo una que no pudo responder: ¿Cuál es el artículo hecho en cuero que tiene cordones? - El paisa dijo: “Pues la verdad no sé la respuesta”. - Mire la respuesta es muy sencilla “los zapatos”. El paisa sale aburrido y ve a su amigo pastuso haciendo fila para la entrevista y le dice: ¡mire! le van hacer una pregunta: ¿Cuál es el artículo hecho en cuero que tiene cordones? - Usted responda: “los zapatos”.
Llegó el turno del pastuso y el entrevistador le pregunta: ¿Cómo se llama un artículo de madera que tiene cuatro patas acompañadas de sillas? El pastuso le preguntó: ¿de casualidad el artículo tiene cordones? No, no tiene cordones respondió el entrevistador. Entonces dijo el pastuso: “Ya sé…de seguro son mocasines”.
Buscando excusas […Para no seguir al Señor]
Llega Carlitos a la escuela un martes después de no haber asistido clase el lunes, y desde que entra, la directora le echa el ojo y le dice: ¡Carlitos ven acá! - ¿Por qué no viniste ayer a la escuela? - Y Carlitos murmuraba algo sin entendérsele. Entonces la profesora le dice: Carlitos…Es una pregunta clara: ¿por qué no viniste ayer a la escuela?...
Vuelve a murmurar algo sin que se le entienda nada, y la directora, ya algo enojada, le repite casi deletreando y hasta en inglés y francés: ¿por qué no viniste ayer a la escuela? – Y al fin el niño dice: “mis papás”- ¿tus papás qué? – “Se pelearon” – Y la directora muy enojada dice: ¿Y eso qué tiene que ver?, - tú tenías que asistir a tus clases, y Carlitos explica: mamá arrojó cosas y con un cenicero le dio al espejo del baño y lo rompió en mil pedazos. ¿Y qué tiene que ver el espejo del baño con que tú no vinieras a clase ayer? – Y Carlitos dice, pues mucho… ¿Por qué? – Mire profe: Acabo de desayunar, me subo a lavar los dientes, me lavo los dientes, me volteo a verme en el espejo y no me veo. Y me dije entonces, este niño ya se fue a la escuela.
¿Por ladrón o por feo? [Jesús, oculto en las especies del Pan y el Vino]
En un juicio dice el fiscal: Miren al pobre acusado, su mirada turbia, sus ojos hundidos, su apariencia escuálida y espantosa que da tristeza...Y el acusado interrumpe: Pero bueno, Señor fiscal: ¿Me van a juzgar por ladrón o por feo?...
Adivinanza. [Para misa con niños]
¿Qué le dijo una tajada de pan a otra tajada de pan? – Te presento una MIGA…!
Descargar Enseñanzas 4 Agosto 2024
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
18° Domingo Tiempo Ordinario, 4 Agosto 2024, Ciclo B
La fiesta del vino [Además de tacaños, buscamos a Dios por interés]
Cierto día se organizó en un pueblo una gran fiesta. Todo estaba preparado para el gran evento. En la plaza del pueblo habían construido un gran barril para el vino. Se habían puesto todos de acuerdo en que cada uno iba a llevar una botella de vino para verterla en el gran barril, y así disponer de abundante bebida para la fiesta. Se acercaba la noche, y Juan, viendo que llegaba la hora de partir hacia la plaza, tomó su botella vacía para llenarla con vino de su barril.
Pero de pronto lo asaltó un pensamiento: - Yo soy muy pobre, y para mí es un sacrificio muy grande llevar vino de mi barril. ¿Por qué tengo que llevar igual que todos los demás? Voy a hacer una cosa: llenaré mi botella con agua, y cuando llegue a la plaza la verteré en el barril, así todos verán que hago mi aporte, y no afectaré mi barril de vino. De todos modos, somos muchos, y mi poquitito de agua se mezclará con el vino de los demás y nadie lo notará. Así lo hizo.
Llegada la noche, se acercó ante la vista de todos los vecinos y vació el contenido de su botella en el barril de la plaza. Nadie sospechó nada. Todo el resto del pueblo fue aportando su parte de vino en el gran barril. Comenzó la fiesta, la música, la danza. Y cuando llegó la hora de servir el vino ¡oh sorpresa! Abrieron el barril y… ¡salió solamente agua! ¿Quién iba a pensar que a todos se les iba a ocurrir pensar lo mismo que Juan? Y todos los del pueblo, avergonzados, agacharon la cabeza y se retiraron a sus casas. Y la fiesta se terminó.
El testamento. [Trabajar por algo noble]
Un anciano juez leía el testamento de un hombre muy rico que había fallecido. En medio de la formalidad del acto, estaban presentes los hijos e hijas del difunto; los nietos, nietas, sobrinos, sobrinas y otros familiares. Todos expectantes y esperanzados en que pudieran tener parte en la inmensa fortuna que estaba a punto de distribuir.
El juez, mirando a los herederos por encima las gafas, comenzó la lectura del testamento: “En uso de mis facultades mentales y cumpliendo con los requisitos que pide la ley, procedo a determinar mi voluntad sobre el destino de mis posesiones.
En primer lugar, quiero que las tierras de la hacienda la ponderosa, incluyendo la casa, el ganado y todos los bienes que hay en ella, se destinen a la comunidad de hermanas del ancianato de los pobres de mi pueblo natal”. Inmediatamente hubo un cuchicheo de protesta entre los presentes... “En segundo lugar, quiero que las casas y apartamentos que tengo, sean destinados al hogar para niños huérfanos que funciona bajo la dirección de la parroquia de mi pueblo”.
El alboroto esta vez fue más sonoro y la cara de sorpresa de los asistentes fue mayor. “En tercer lugar, quiero que todo el dinero que tengo en mis cuentas corrientes y de ahorros, junto con las acciones y cdts sean entregados a la clínica del niño quemado, que dirigen las hermanitas de los desamparados”.
Esta vez la reacción de los familiares del difunto ya fue extrema… Sin embargo, el silencio se apoderó de todos cuando el juez continuó su lectura pausada y firme: “Por último, a mis hijos e hijas, lo más amado que tengo; a mis nietos y nietas, a mis sobrinos y sobrinas, y a todos mis herederos directos o indirectos, les dejo algo que estoy seguro, los sacará de su precaria situación económica. Les recomiendo ¡Que trabajen!”
El ratón y el mago [En la pequeñez de la hostia se esconde la grandeza de Dios]
Había un ratón que vivía siempre angustiado y atemorizado por miedo al gato que le perseguía. Un mago, al verle tan pequeño e indefenso, quiso ayudarle y le convirtió en gato. El nuevo gato comenzó entonces a temer al perro, con lo que el mago le transformó en pantera.
Esta empezó a asustarse por la presencia de los cazadores y el mago, harto de que nunca estuviera conforme, volvió a convertirlo en ratón. Y el mago le dijo: ¡De nada te sirve tener una apariencia temible, porque siempre tendrás corazón de ratón!
Lao-Tse:
“Si le das pescado a un hombre hambriento lo nutres durante toda la jornada. Si le enseñas a pescar le nutrirás toda la vida”.
Un peluquero generoso: […Pero corresponder con la misma medida…]
En la república de los cocos, un día un sacerdote fue a cortarse el cabello. Cuando llegó el momento de pagar, el sacerdote pregunta al peluquero: - ¿Cuánto le debo? - Nada, responde el peluquero, tómelo como un favor a la iglesia. A la mañana siguiente, en la puerta de la peluquería, aparecieron 12 rosarios con una nota de agradecimiento.
Pasados unos días llega un policía a cortarse el pelo; al pagar le pregunta al peluquero: - ¿Cuánto le debo? - Nada, responde el peluquero, tómelo como un favor a la justicia. A la mañana siguiente aparecieron en la puerta 12 tortillas con una nota de agradecimiento.
Al otro día llegó un diputado a cortarse el pelo, cuando iba a pagar dice: - ¿Cuánto es? - Nada, tómelo como un favor a la república de los cocos. A la mañana siguiente, en la puerta del establecimiento aparecieron... ¡12 diputados esperando a que abrieran la peluquería para cortarse el pelo!
Un dedo: [Nos dan la mano…y tomamos el codo…]
Un hombre pobre se encontró en su camino a un antiguo amigo. Éste tenía un poder sobrenatural que le permitía hacer milagros. Como el hombre pobre se quejaba de las dificultades de su vida, su amigo tocó con el dedo un ladrillo y de inmediato se convirtió en oro. Se lo ofreció al pobre, pero éste se lamentó de que eso era muy poco.
El amigo tocó una estatua de piedra que se convirtió en oro macizo y lo agregó al ladrillo de oro. El amigo insistió en que ambos regalos eran poca cosa, porque él iba a vivir muchos años.
- ¿Qué más deseas, pues? -le preguntó sorprendido el que hacía prodigios con el dedo.
– Y el otro contestó: ¡Pues yo quisiera tu dedo!
Insatisfacción crónica. [“…Comieron hasta llenarse”]
Un joven se quejaba siempre porque su mamá le daba más comida a sus hermanos y nunca estaba satisfecho con lo que le servían a él en el plato. La mamá trataba de ser muy justa en la repartición de las porciones, pero por alguna razón desconocida, el joven siempre encontraba alguna forma para lamentarse de que le sirvieran menos.
Ya desesperada por esta queja constante, la señora decidió un día dejarle una doble ración de todo lo que les iba a ofrecer en la cena de ese día, de manera que el joven no tuviera forma de quejarse. Pero sucedió que el joven ese día llegó tarde a cenar y todos comieron antes de que él llegara.
Al momento de recibir su ración doble, que le habían guardado en el horno, la expresión del muchacho por poco hace desmayar a la mamá, porque solo atinó a decir: ¡Jaaa!! Si esto me dieron a mí, ¿cómo le habrán dado a los demás?
Herencia sabia
Mi abuela antes de morir me dijo: “En el baúl te dejo algo para que comas toda la vida. Abrí el baúl, y adivinen: encontré una cuchara…”
Descargar Enseñanzas 28 Julio 2024
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17° Domingo Tiempo Ordinario, 28 Julio 2024, Ciclo B
Una taza de caldo. [Un plato de sopa no se le niega a nadie].
Una señora de 75 años, coge una taza y le pide al señor del restaurante que la llene de caldo. Después se sienta en una de las mesas del local. Cuando apenas se ha sentado se da cuenta que olvidó traer el pan. Se levanta y va a coger un pan para comérselo con el caldo, y vuelve a su sitio. ¡Sorpresa! Delante de su taza de caldo se encuentra sentado un árabe que está comiendo sin inmutarse.
¡Esto es demasiado! - piensa la señora- ¡no me dejaré robar! Y dicho y hecho, parte el pan en pedazos, los echa en la taza de la que está tomando el árabe y pone también la cuchara. El árabe complacido, sonríe. Toman una cucharada cada uno hasta acabarse la sopa, todo en absoluto silencio. Acabada la sopa, el árabe se acerca a la barra y regresa con un gran plato de espaguetis y dos tenedores. Comen los dos del mismo plato en silencio.
Acaban el plato y se despiden: ¡Hasta pronto!, le dice la señora. "Adiós", le responde el árabe con una sonrisa, como si hubiera hecho una buena acción y se aleja. La mujer le sigue con la mirada. Repuesta de la escena incómoda, busca el bolso de mano que había dejado colgado en el respaldo de la silla y ¡oh sorpresa! ¡El bolso desapareció! - Cuando ya iba a gritar:
¡Ladrón, cojan aquel ladrón!, mira a su alrededor y ve su bolso colgado en una silla, dos mesas atrás de dónde estaba ella y sobre la mesa un plato con una taza de caldo ya frío. Inmediatamente se da cuenta de lo que había pasado: No fue el árabe quien se había comido su sopa, fue ella quien, equivocándose de mesa, había comido - gracias al árabe-, como una gran señora.
El milagro que costó un dólar y cinco centavos:
Teresita tenía 8 años y su hermanito Andrés estaba muy enfermo y no tenían dinero para una operación. Teresita oyó decir a su papá: "Sólo un milagro puede salvar a Andrés". Teresita tomó sus ahorros, se fue a la farmacia y le dijo al farmaceuta: "Mi hermano está muy enfermo. ¿Cuánto cuesta un milagro? “El hermano del farmaceuta que estaba de visita se agachó y le preguntó a la niña: "¿Cuánto dinero tienes?” Un dólar y cinco centavos”. “Estupendo, eso es exactamente lo que cuesta un milagro para un hermanito”.
Cogió el dinero de la niña y le dijo: "Llévame a tu casa. Veamos si tengo la clase de milagro que necesitas”. Aquel hombre era un cirujano reconocido. Operó al niño y quedó bien. Su madre decía: “esa operación ha sido un verdadero milagro”. ¿Cuánto habrá costado? “Teresita sonreía, pues ella sí sabía que había costado un dólar y cinco centavos, y la fe de una niña.
Moraleja: ¡Para alimentar a más de 5.000 hombres, no se necesitan grandes cosas...Solo bastaron cinco panes y dos peces!
La colecta: [El joven del evangelio dio todo lo que tenía, y Jesús lo multiplicó]
Después de la colecta en la iglesia, un individuo fue a decirle al sacerdote: ¡Disculpe Padre, pero por equivocación puse un billete de $50.000 pesos en la canastica de la ofrenda, y yo quería dar solo $1.000! ¿Podría devolverme los 49.000? No, hijo mío. ¡Lo que se da a Dios, ya no se le quita! ¡Bueno padre, espero que por lo menos en el cielo me reconozcan un saldo de $49.000 pesos a mi favor! ¡Tampoco hijo, porque lo que allí se toma en cuenta son las intenciones…y tu intención fue dar solo $1.000!
Mendigo exigente
Un mendigo pide limosna en la calle. Pasa un hombre bien vestido y le da $50.000 pesos. Y el mendigo piensa: “¡Guau! ¡Este sí que es un tipo bueno! debe ser negociante.” Al año siguiente pasa otra vez el mismo hombre bien vestido, encuentra el mismo mendigo en la calle – pero esta vez, solo le da $20.000 pesos. Y el mendigo piensa: “Bueno, no es tan negociante, pero merece mi respeto”. Al año siguiente, el hombre bien vestido vuelve a pasar frente al mendigo, pero esta vez no le da nada. El mendigo siente indignación.
Se levanta, corre tras el hombre bien vestido, lo agarra del abrigo y a gritos le pide una explicación. El hombre, muy pacientemente, le explica: “Mire amigo: es que hace dos años yo era un hombre soltero y podía hacer con mi dinero lo que quería. Hace un año me casé y ya tengo responsabilidad ante de mi esposa; no puedo gastar el dinero tan libremente, y ahora tengo un hijo que mantener – por lo tanto, discúlpeme, pero no le puedo dar nada”. Y el mendigo le recrimina: “¡Ah, conque manteniendo su familia con mi dinero, no…!”
¿Bendición generosa?: [Para misa con niños]
Ante muchos invitados, la madre de familia, con acento piadoso, y para quedar bien, le pide a su hijita de seis años: “¿Tesorito, te gustaría bendecir la mesa? “La niña le responde: “pero no sé qué decir”. La mamá le dice: “Di lo que siempre has oído decir a tu mami”. Entonces la niña, sintiéndose más segura y con autoridad, inclina su cabeza, levanta las manitos al cielo y dice: “Dios mío, ¿cómo se me ocurrió invitar tanta gente a cenar?”
La bendición nunca es tacaña
Una señora, muy piadosa, pero muy tacaña, antes de almorzar suculentamente, siempre repetía con su esposo e hijos, la siguiente bendición: “Bendícenos, Señor, y que te bendigamos y que nadie venga mientras almorzamos…Y si alguien viene, digan que no estamos…
Y todo por comprar el pan.
– ESPOSA: Cariño, por favor no olvides comprar pan cuando regreses del trabajo, y antes de que me olvide… Tu novia Fátima está aquí, te envía saludos. – MARIDO: ¿Quién es Fátima? - ESPOSA: Nadie, solo quería que respondieras, para confirmar que viste mi mensaje. – MARIDO: Ah, me sorprendió, porque justo ahora estoy con Fátima, ¡creí que me habías visto! – ESPOSA: ¿QUE? ¿DÓNDE ESTAS? – MARIDO: ¡En la panadería cerca de casa! – ESPOSA: ¡voy para allá ahora mismo! Después de 5 minutos, su esposa envía un mensaje: – Estoy en la panadería, ¿Dónde estás? – MARIDO: Estoy en el trabajo. ¡Ahora que estás en la panadería, compra el pan y ve a casa! Te amo, besitos…
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
16° Domingo Tiempo Ordinario, 21 Julio 2024, Ciclo B
¿Qué haríamos en situaciones urgentes? [En el corazón de Jesús caben todos]
En una noche de tormenta, manejando su magnífico Ferrari convertible que tiene sólo un lugar más para llevar a alguien, un joven dobla una esquina y se encuentra en la siguiente encrucijada: una anciana que va a perder la vida si no llega a tiempo al hospital. Su gran amigo que no veía hace mucho tiempo, y que años atrás le salvó la vida, o el amor de su vida a quien jamás volverá a ver.
¿Cuál será la respuesta correcta? Será “¿Subir a los tres?: uno en el techo, otro en el baúl y el amor de su vida al lado? - NO. ¿La respuesta será llevar a la anciana para ser atendida o morirá? ¿O llevar al amigo que le salvó la vida y está en deuda con él? ¡Pero también posiblemente nunca vuelva a cruzarse con la mujer de sus sueños! - Entre 220 concursantes, fue contratado por su magnífica respuesta, un joven que contestó:
“Le daría las llaves del coche a mi amigo, y le pediría que llevara a la anciana al hospital; mientras tanto, yo me quedaría esperando el autobús con la mujer de mis sueños”.
Como el caracol. “Tener tiempo para Dios, para uno mismo y para los demás”
Los animales se reunieron en asamblea y comenzaron a quejarse que los humanos no hacían más que quitarles cosas. “Se llevan mi leche”, dijo la vaca. “Se llevan mis huevos”, dijo la gallina. “Se llevan mi carne”, dijo el cerdo. “Me persiguen para llevarse mi grasa”, dijo la ballena. Y así sucesivamente. Por fin habló el caracol: “Yo tengo algo que les gustaría tener más que cualquier otra cosa”: Tiempo.
Shakespeare y el tiempo
“El tiempo es muy lento para los que esperan. Muy rápido para los que tienen miedo. Muy largo para los que se lamentan. Muy corto para los que festejan. Pero para los que aman, el tiempo es eternidad”.
El mejor tiempo: [Es para Dios, para uno mismo y para los demás].
Hablaban dos ancianitos: La vida da muuuuuchas vueltas: hace años teníamos un montón de sueños… Y ahora tenemos… “Sueño y un montón de años”…Y no hicimos nada.
Bodas de oro [Darle tiempo a lo esencial]
José llama desde Tel Aviv a su hijo Samuel que emigró a Nueva York y le dice: Lamento arruinarte el día hijo, pero tengo que informarte que tu madre y yo nos estamos divorciando. Cincuenta años de sufrimiento ya son suficientes. - Papi, ¿de qué estás hablando? ¡Y justo antes de la fiesta bodas de oro! -grita el hijo. - No podemos soportar seguir viéndonos, le contesta el padre.
Estamos hartos el uno del otro, y estoy cansado del tema, así que es mejor que tú llames a tu hermana Ana en Chicago y a tu hermano David en Bruselas y les cuentes. Y cuelga el teléfono. Desesperado, Samuel llama primero a su hermana Ana quien explota en lágrimas por el teléfono:
- ¿Cómo? ¿Qué se están divorciando? ¿Se han vuelto locos esos viejos? - ¡Yo me voy a hacer cargo del asunto! ¡No puede ser que ahora me toque esa carga! – Inmediatamente Ana llama a su hermano David en Bruselas y le explica la situación, luego llama al papá y le dice: - Ustedes ¡No se divorcian! ¿Me entiende? – No hagan nada hasta que yo llegue.
Ahora mismo acabo de llamar a mis hermanos y vamos los tres a donde ustedes, a ver qué es lo que está pasando. Hasta entonces ¡no hagan nada! ¿Me escuchó? El papá cuelga el teléfono, mira a su esposa y le dice: - Mijita, todo salió perfecto… Los tres vienen para nuestras bodas de oro y ellos mismos pagan los pasajes.
Detalles de amor. “…El mejor tiempo va vestido de paciencia y todo lo comparte”
Una pareja de ancianos entró en un restaurante de venta de hamburguesas una noche de invierno. Buscaron una mesa libre entre todos los jóvenes que estaban allí cenando esa noche. El anciano se acercó a la caja y pidió su comida, y seguidamente la pagó. El anciano desenvolvió la hamburguesa y cuidadosamente la partió por la mitad, y puso una mitad junto a su esposa, luego con mucho cuidado contó todas las papitas fritas y las dividió en dos partes iguales y colocó una parte junto a su esposa.
Igualmente, colocó los dos pitillos dentro de la gaseosa y la puso en medio de los dos. Cuando el anciano empezó a comer su media hamburguesa, la gente de alrededor, se quedó mirándolos con compasión: Un joven se les acercó, y educadamente les dijo que les compraría otra hamburguesa. El anciano, respondió, que no se molestara, que estaba bien así, que estaban acostumbrados a compartirlo todo entre los dos.
La gente de alrededor, se dio cuenta que la anciana no había probado bocado, solo miraba cómo comía su esposo, y de vez en cuando, cuando era su turno, bebía un poquito de gaseosa. El joven se acercó otra vez y les suplicó que por favor dejara que le invitara algo para comer. Esta vez fue la anciana la que le explicó que no, que ellos estaban acostumbrados a compartirlo todo.
Cuando el anciano terminó de comer su parte y se limpiaba con la servilleta delicadamente, el joven que ya no podía continuar viendo esa situación, volvió por tercera vez a intentar invitarles algo de comer. Después de que la pareja de ancianos, rechazara por tercera vez la invitación, el joven le preguntó a la anciana: ¿Y usted, que es lo que está esperando para comer? – Ella respondió: ¡la caja de dientes de mi esposo!
Papá puntual […Volver a rezar con los hijos, y hablarles de Dios…]
Tengo un amigo que, en plan de broma, lo llamo: “El papá de los miércoles a las 7,30 pm”.
Porque ese es el tiempo que él reserva para sus hijos.
¡Sin saber cuánto tiempo nos quede! [Enséñanos, Señor, a calcular nuestros días…]
El día que se sepa cuántas personas de apellido Díaz hay en el mundo…Se acabó todo: ¡Tendremos los DÍAS contados!
Relojes para saber aprovechar el tiempo. [Para niños…Y para todos]
Un reloj gigante en el hall de la comunidad de hermanas en una ciudad de Alemania, al que todos observan detenidamente, tiene una inscripción en torno a él en alemán que dice: “Cualquiera de estas horas será tu última hora”. (Aprovecha el tiempo)
- ¿Qué hace un loquito golpeando un reloj? - Está matando el tiempo.
- Van dos amigos por la calle y uno le dice al otro: ¡Mira! ¡Un reloj! El otro responde: Sí, es mío, es que a veces se me adelanta.
- Un amigo alardea con su reloj y le dice a su amigo: “Oye, este reloj es tan bueno, pero tan bueno, que da hasta la hora menos pensada”
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
15° Domingo Tiempo Ordinario, 14 Julio 2024, Ciclo B
La obra de Puccini: [Los discípulos continúan la obra del maestro]
Puccini compuso varias óperas famosas. En 1922 cuando está escribiendo Turandot, se le declaró un cáncer mortal. Puccini dijo a sus discípulos: Si yo no termino esta ópera, quiero que ustedes, mis discípulos, la terminen por mí. Poco después moría. Sus discípulos pusieron manos a la obra y en 1926 se estrenaba en Milán.
Todo funcionó a la perfección y cuando se llegó al punto donde el maestro había terminado, el director detuvo la obra, se dirigió al público y llorando dijo: Hasta aquí el trabajo del maestro. Un gran silencio embargó el teatro. El director cogió la batuta y entre lágrimas de emoción exclamó: Y aquí comienza el trabajo de sus discípulos.
Llevar solo la sabiduría
Cuando Ciro el Grande asediaba, a mitad del siglo VI a. C. la ciudad de Priene, todos los habitantes huían llevando a cuestas sus posesiones. Sólo Bías, uno de los sabios de Grecia, abandonaba la ciudad serenamente sin ningún equipaje. Sus paisanos lo interrogaban extrañados: ¿Por qué no llevas nada? – El sabio les respondió: “Todo lo llevo conmigo”. Cargo a cuestas mi sabiduría.
Afanes de un misionero:
Unos misioneros se reunieron a contar los sustos y afanes en la misión. Cada uno narraba su aventura. De último habló el más anciano diciendo: nada más emocionante que lo que me pasó en una misión en África. Iba yo caminando por el desierto cuando se me apareció un león y se me viene esa fiera y yo de un brinco me subí a un palo…me subí a un árbol.
Oye, tú eres un mentiroso, le dijo uno. - Si ibas por el desierto en el África, ¿de dónde apareció un árbol? - Y el anciano dijo: Cuando uno está en peligro y un león persiguiéndolo, uno no se pone a pensar si hay árboles o no.
Correo equivocado: [Ir ligeros de equipaje y con lo esencial]
Un matrimonio decide ir a pasar vacaciones en una playa del Caribe, en el mismo hotel donde pasaron la luna de miel, 20 años atrás, pero debido a problemas de trabajo, la mujer no pudo viajar con su marido, quedando en llegar ella el viernes siguiente. Cuando el hombre llegó y se alojó en el hotel, vio con asombro que en la habitación había una computadora con conexión a internet.
Entonces decidió enviar un e-mail a su mujer, pero se equivocó en una letra y sin darse cuenta lo envió a otra dirección. El e-mail lo recibe, por error, una viuda que acababa de llegar del funeral de su marido, y que al leer su correo electrónico se desmayó instantáneamente. El hijo de la viuda, al entrar en la habitación, encontró a su mamá en el suelo sin conocimiento, a los pies de la computadora, en cuya pantalla se podía leer: Querida esposa: He llegado bien.
Probablemente te sorprenda recibir noticias mías por esta vía, pero ahora tienen computadora aquí y se puede enviar mensajes a los seres queridos. Acabo de llegar y he comprobado que todo está preparado para cuando llegues este próximo viernes. Tengo muchas ganas de verte y espero que tu viaje sea tan tranquilo y relajado como ha sido el mío. P.D.: No traigas mucha ropa! Ven ligera de equipaje que ¡Aquí hace un calor infernal!
Argentinos. [Anunciar la Buena nueva al mundo entero, y sin distinción alguna]
Un sacerdote que tenía entre ojos a los argentinos, se las ingeniaba y en cada sermón aprovechaba para ofenderlos. Así, por ejemplo, decía: “Y entonces ese fariseo argentino se burló de Jesús…”, o “los guardias argentinos del templo golpearon sin piedad a Cristo…” Y así todos los domingos. Los feligreses argentinos ya no aguataban más, así que un día acudieron al obispo y se quejaron ante él de la actitud ofensiva de su párroco.
El obispo prometió llamarle la atención al sacerdote. Lo mandó llamar, lo amonestó y le prohibió que volviera a pronunciar la palabra “argentino”, so pena de retirarlo de la parroquia. El sacerdote le prometió que acataría la orden. El domingo siguiente la iglesia se llenó de argentinos que se alegraban al pensar que iban a ver humillado y derrotado al párroco, al no poder pronunciar la palabra “argentino” por ningún motivo.
Comienza la misa y al llegar el momento del sermón, dice el sacerdote: “Entonces Nuestro Señor Jesucristo, en la última cena se dirige a sus apóstoles y, mirando a Judas, dice: “Uno de vosotros me va a traicionar!... Y en eso salta Judas y exclama: «Ché, ¿Seré yo maestro?”
Ir de dos en dos [Donde hay dos o tres…]
Le dice un amigo al otro: “Si quieres “Saber” algo…Pregúntale a “DOS O TRES” – Y el amigo le pregunta: “Y Por qué? – y el amigo le responde: ¡Porque “UNO” NUNCA SABE!
Sentencia divina: “No está bien que el hombre esté solo…”
Un señor que se sentía muy triste porque vivía muy solo, dijo: “Estoy en busca de una persona seria, que quiera casarse y construir un hogar…Es que estoy vendiendo cemento”.
Descargar Enseñanzas 7 Julio 2024
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
14° Domingo Tiempo Ordinario, 7 Julio 2024, Ciclo B
¿Profeta en su tierra? – [El triunfo seguro, de una fe firme…]
Cuando Bogotá era apenas una pequeña ciudad, una joven de una familia muy adinerada decidió ingresar a la comunidad religiosa de las hermanitas de los pobres, dedicada a la atención de ancianitos. Después de muchos años, la joven regresó a la ciudad donde su familia era muy conocida en los círculos de la alta sociedad. Fue enviada a trabajar en un albergue muy pobre al sur de Bogotá, a pedir por limosna por las calles para los ancianitos.
Un sábado por la tarde salió con otra religiosa a pedir limosna y fue reconocida por un grupo de antiguos compañeros de colegio y de parranda. Los muchachos comenzaron a burlarse de las hermanitas. Uno de ellos, - liderando el grupo-, se adelantó para ofrecer una limosna, pero puso una condición: La joven religiosa debía darle un beso si quería recibir la ayuda para sus viejitos.
La monjita, sin dudar un momento, se inclinó ante su antiguo amigo y le besó los pies ante la mirada atónita de los peatones que circulaban por el lugar. Después, erguida, en su dignidad, estiró la mano para recibir la limosna prometida. El ofensivo joven, lleno de vergüenza, tuvo que cumplir lo que había prometido mientras sus compañeros se iban escabullendo avergonzados.
El reloj perdido [En el silencio se descubren mejor los milagros del Señor]
Unos trabajadores estaban almacenando aserrín en el depósito de una fábrica de hielo, cuando uno de ellos advirtió que se le había caído el reloj automático de su mano. Todos se pusieron a buscarlo. Después de una intensa búsqueda, decidieron dejarlo y se fueron a tomar un café.
Un joven que los había observado, entró en el almacén y, al poco rato, se presentó ante los trabajadores con el reloj en la mano. “¿Dónde estaba?”, —le preguntaron- “Pues en el almacén”, —les dijo el joven. “No puede ser, —dijeron ellos— lo hemos buscado por todas partes. ¿Cómo lo has encontrado? “Fue sencillo; hice absoluto silencio hasta que pude percibir el suave tictac del reloj y lo saqué del aserrín.”
Duros como la “quinilla” “Duros de corazón”
Un misionero recién llegado a la selva peruana relata que, en 1968, el Padre Santos, a quién le gustaban las bromas inocentes y pícaras, lo llamó un día pidiéndole un favor. “¿Me podías cortar ese pequeño tronco?” – Con mí mayor inocencia tomé el hacha y golpeé el tronco con toda el alma. El hacha rebotaba sin hacer la menor mella al tronco. Mientras tanto él se reía. Era un tronquito de una madera que se llama “quinilla”, que una vez se seca es tan duro como el hierro, y en ese estado ya no se deja trabajar.
Cristianos incrédulos y arrogantes […Y la nobleza del Señor]
Jesucristo regresa a la tierra, pero nadie cree que sea de verdad él. Entonces un cristiano incrédulo le dice: Haz tres milagros y te seguiremos. Jesucristo entonces, entra en un hospital donde acababa de morir un ancianito, y lo resucita. Luego se acerca a una fuente y convierte el agua en vino.
Por último se acerca a la orilla del río y cuando intenta caminar sobre las aguas, se hunde y acaba medio ahogado en la orilla. Los feligreses lo rescatan y entonces Jesucristo dice: Es que, tanto me emocioné de volver a verlos, que, por un momento me olvidé que ustedes me hicieron agujeros en los pies, y me entró el agua…
Viejito Sordo. [Se hicieron los sordos al mensaje de Jesús]
Un viejito que era muy rico fue perdiendo poco a apoco la audición hasta quedar completamente sordo. Como era millonario fue a ver un médico que le vendió un aparato de última tecnología para que pudiera escuchar,
Con el audífono diminuto en el oído el viejito se fué muy contento. Al mes regresa y la dice al médico: - Doctor, estoy muy feliz porque oigo perfectamente, incluso puedo escuchar lo que dicen en la habitación de al lado. - ¡Entonces , su familia debe estar muy contenta mi querido amigo! - No lo creo doctor. Ellos no saben nada, y ya tuve que cambiar mi testamento 4 veces en este tiempo.
Falta de fe
Llega un predicador a un pueblo y grita en voz alta: Vengo a orar por los enfermos. Llévenme donde esté el enfermo que el Señor lo va a sanar. Una señora le dice: En mi casa mi suegro está en cama muy grave por una enfermedad, pero le advierto: él es juez y si usted no lo sana, lo manda a la cárcel por embustero. El predicador se queda pensando un momento y dice: Bueno: ¡Mejor empecemos con otro más sanito!
Resistencias humanas
Dos buenos amigos, uno sacerdote y el otro un joven profesor que tenía unos valores humanos extraordinarios. El profesor rara vez iba a misa, a pesar de decir que era creyente. Un día el sacerdote le preguntó: ¿Por qué no vas a misa los domingos? – El profesor respondió: Padre, es que usted tiene una manera tan convincente de predicar, que por ahora no quiero cambiar mi vida, y si voy a escucharlo, a lo mejor cambio.
¿Ser o no ser cristiano? [Señor, auméntame la fe] [Misa con niños]
A un niño de 7 añitos, luego de ser bautizado, el sacerdote pide que le den un aplauso, y lo felicita diciéndole: ¡Felicitaciones Miguelito, ya eres cristiano! – El niño, inmediatamente, se ataca a llorar, ante lo cual los papás, muy extrañados, le preguntan: ¿Y tú por qué lloras? – Y el niño responde: ¡Es que yo no quería ser cristiano!… ¡Yo quería ser Messi!
El niño y el tendero: [Sordos ante el llamado a la conversión] Misa con niños
Llega un niño corriendo a la tienda y le grita al vendedor: ¡Un helado por favor, un helado por favor! No me grites que no estoy sordo. ¿De qué galletas es que quieres?
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
13° Domingo Tiempo Ordinario, 30 Junio 2024, Ciclo B
La mujer enferma, ejemplo de fe:
Le pregunta un alumno al maestro: ¿Cómo se aprende a confiar en que Dios lo puede todo? Confiar en la providencia - dijo el maestro- Es como entrar en un restaurante de lujo sin llevar un centavo en el bolsillo y pedir una docena de ostras con la esperanza de hallar una perla dentro de ella, para pagar la cuenta.
La fe no es amuleto de buena suerte.
Se encontraron dos amigos que hacía mucho tiempo no se veían. Uno le pregunta al otro: “¿Cómo le ha ido?”. “Muy mal -responde el otro con acento sombrío -. Mi esposa me dejó y se fue con mi mejor amigo. Perdí todos mis ahorros jugando en las maquinitas. El banco me acaba de quitar la casa. Mi hija se fue de parranda una noche, se emborrachó, quedó embarazada, y no sabe quién es el papá de la criatura.
Mi padre salió al campo y lo mató un rayo. De mis dos hijos, uno está en la cárcel por drogas. Y a mi perro lo atropelló ayer un camión”. “¡Cómo lo siento! – le dice el amigo. Y, entonces, ahora ¿a qué se dedica? - Responde el otro: “Vendo amuletos para la buena suerte”.
El zorro y el tigre [Mantener la fe en sí mismo]
Un zorro fue atrapado por un tigre. Pero en su astucia, el zorro sorprende al tigre diciéndole: “Ten cuidado. Yo soy el animal a quién todos los animales del bosque le tienen miedo”. El tigre se sorprendió y le dijo: ¡Demuéstremelo! El zorro le dice: vamos al bosque y lo verás.
Salieron al bosque los dos, y al pasar, todos los animales se escondían, más por miedo al tigre que al zorro. Pero el tigre quedó sorprendido. Y comenzó a dudar si de verdad sería el zorro el animal más poderoso de la selva. “Y el zorro se le escapó porque confió en sí mismo”.
¿Cuestión de mucha fe?
Una monjita iba por carretera y el carro comienza a jalonar. Se estaciona, se baja y levanta el capó, pero se da cuenta que no entiende de mecánica y lo cierra. Pasa un señor en su furgón, y, aunque lleva prisa, decide parar y ayudarla. ¿Qué pasó hermanita? - Vera usted: venía de lo más bien rezando el santo rosario, y de pronto comenzó a toser y a toser y se paró. El señor va directo al tanque de la gasolina, introduce un palo; sale seco. Vea hermanita, ni olor a gasolina tiene el tanque.
La hermana se lleva la mano a la cara y dice: ¡hay me olvidé. Viera; me dijeron en el colegio que le llenara el tanque y me olvidé. El señor le dice: - Yo tengo una manguera, pero necesito un recipiente. ¿Tiene alguna cosa… lo que sea… una vasija…lo que sea? La hermana va al baúl del carro, pero se regresa avergonzada y le dice: mire: ¡tengo, pero no tengo! ¿Cómo así hermanita? - Cualquier recipiente sirve. Se dirige al baúl, lo abre. Y la vergüenza de la monjita es porque se trata de una bacinilla.
El señor muy, caballero, le dice: hermana esto sirve. El señor llena la bacinilla de gasolina y la hermanita le dice: usted ya ha hecho mucho por mí; yo me encargo de echarle al tanque. ¿Segura hermanita?
- Si, Usted va de afán, vaya con Dios. Mil gracias.
La monjita se queda sola y cuando está echando la gasolina al tanque pasa un señor en un camión, se queda mirando y no lo puede creer. Se detiene, baja el vidrio y le dice:
¡Hermanita está bien que tenga fe, pero no es para tanto…!
No le dejemos todo a Dios: [La mujer enferma, buscó la solución].
El sacerdote en la misa, justo antes la ofrenda dijo a sus fieles: Hermanos: tenemos un problema. El tejado de la iglesia está en mal estado y tenemos que arreglarlo. Tengo dos noticias al respecto, una buena y otra mala. ¡La buena es que tenemos el dinero! – Y la mala es que está en sus bolsillos.
¿Fe ciega?
El pastor de una iglesia, estaba concientizando a sus fieles, para que con el poder de Dios y con mucha fe, le ayudaran a hacer colectas. En ese momento una invidente entra al culto y escucha al pastor, que en su predicación justamente estaba diciendo: “Hermanos: ¡Es el momento de lanzarnos todos a la siega”, a lo cual la mujer interrumpe la predicación diciendo: ¡Al primero que me toque le daré con mi bastón!
La fe, la mejor herencia: [Es para trabajarla, lucharla, avivarla y fortalecerla]
Mi abuela, antes de morir me dijo: “En el baúl te dejo algo para que comas toda la vida”. Abrí el baúl…Y adivinen… ¡Encontré…una cuchara…!
Fe profunda. [Para misa con niños]
Un tipo estaba de paseo por el campo con su lujoso auto deportivo, cuando llega a un cruce donde se encuentra con un gran charco de agua. Al ver esto, se detiene, baja del auto para cerciorarse que el charco no fuera tan profundo para poder pasar. En eso se encuentra a un campesino durmiendo la siesta bajo un árbol y le pregunta: ¡Hey, Amigo!, ¿Es muy profundo este charco? No patrón, está bastante pandito.
El tipo, confiado, coloca el carro en primera y arranca para pasar el charco rápido, pero su auto se hundió completamente en el charco. El tipo logra salir a duras penas y casi ahogado va a reclamarle al campesino. Oiga… ¿No dijo que no estaba hondo? Y el campesino le responde: ¡Ve, qué raro patrón, porque a mis paticos, el agua apenas les llegaba al pecho!
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
12° Domingo Tiempo Ordinario, 23 Junio 2024, Ciclo B
Por pequeña que sea nuestra barca, Jesús siempre cabe en ella.
En una pequeña barca con capacidad para dos personas, en medio del lago se encontraban Crisanto y el Sacerdote del pueblo que habían ido de pesca. El tiempo estaba soleado; disfrutaban de la pesca y el paisaje. Pero de un momento a otro las nubes ocultaron el sol, y se desató una tormenta, y el viento y las olas amenazaban hundir la pequeña barca.
“Vamos a morir” gritaba Crisanto. - “Hay que tener fe”- decía el padrecito intentando calmar a Crisanto. - Este, desesperado gritaba aún más fuerte: - “Tengo miedo, tengo miedo, no quiero morir ahogado” El padrecito toma la actitud de oración y comienza a pedir ayuda divina diciendo: - “Auxilio Señor, ven a nuestra barca. Ven a esta barca y ayúdanos”. Al escuchar esto Crisanto interrumpe la oración: - ¿Padre, usted está loco?” ¿Cómo va a pedirle al Señor que venga a nuestra barca? ¿No se da cuenta que esta barquita es solo para dos?
Niño piadoso: [Para misa con niños]
Papá, mamá, y sus dos hijitos iban en barca, en un lago durante las vacaciones. El pequeño, un poco asustado, rezaba de la siguiente manera: Papá Dios, por favor cuida a mi mamá, cuida a mi papa, cuida a mi hermanita y cuídame a mí. Pero sobre todo cuídate tú, porque si te pasa algo a ti, nos hundimos todos.
Las tormentas nos ahogan
Un señor se está ahogando en un rio, y desde el puente un señor se da cuenta y le grita a todo pulmón: “Llore…Llore…” Otro señor que se está dando cuenta, y desesperado por la situación, le reprocha diciéndole: Oiga, usted y si es bruto: ¿Cómo se le ocurre gritarle que llore, si ve que se está ahogando? - El señor le responde: ¿luego no dicen que llorando uno se desahoga?
Nos hacemos los locos. [Si no llevamos a Jesús, nos estrellamos]
En un manicomio un grupo de loquitos se pusieron de acuerdo para armar un carro. 4 de ellos dijeron: “nosotros somos las sillas”, y se colocaron como si fueran las sillas. Otros 4 dijeron: “Nosotros somos las puertas”, y se ubicaron como si fueran las puertas de los lados. Otro loquito dijo: “Yo soy el motor”, y se ubicó adelante.
Otro loquito dijo: “Yo soy el timón”, y también se ubicó adelante. Otro loquito dijo: “Yo soy el baúl”, y se ubicó atrás. Los loquitos se abrazaron felices y arrancaron. Otro loquito se quedó junto al doctor, y le dijo: “doctor, estos se van a estrellar” – El doctor preguntó: ¿Y por qué se van a estrellar? – El loquito le respondió: “Porque yo era los frenos y no me llevaron…”
Apúntalo [¡Para no olvidar las maravillas que Dios hace cada día!]
Una pareja de abuelitos va al médico para hacerse un chequeo, y el doctor les dice que están perfectamente, a lo que la abuelita le dice: Sí doctor; físicamente estamos bien pero el mayor problema que tenemos, es que cada año que pasa nos volvemos más olvidadizos.
El doctor responde: Bueno, a su edad eso es normal. El mejor remedio para eso es “apuntarlo todo”. Deben tener siempre una libreta a mano para apuntar cualquier cosa para que no se les olvide.
Esa noche, en casa, están viendo la TV y el abuelo se levanta.
– ¿Adónde vas? –le dice ella. –Voy a la cocina. –Pues ya que vas, ¿Me traes una bola de helado? ¡Pero apúntalo, que no se te olvide! –Mujer, no digas tonterías; eso no hace falta apuntarlo. – ¡El médico dijo que había que apuntarlo todo! – ¡Te digo que no voy a apuntar esa tontería! –Bueno, por cierto, a la bola de helado échale unas cuantas fresas por encima; ¡pero apúntalo viejo, apúntalo! – ¡Que no lo apunto, mujer, si voy a estar aquí en un momento! - ¡Ah, y nueces! Échale nueces por encima también… ¡Pero haz el favor de apuntarlo…Yo te conozco! – ¡Qué pesada, déjame ya en paz que no voy a apuntar nada! El abuelito se va a la cocina refunfuñando, y vuelve al rato con dos huevos fritos y jamón en un plato: La abuela se queda mirando el plato, y grita: – ¿Ves, viejo? ¡Se te olvidaron las tostadas!
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
11° Domingo Tiempo Ordinario, 16 Junio 2024, Ciclo B
Carta de un padre a sus hijos [Día del Padre]
Mientras vivan en esta casa obedecerán las reglas. Cuando tengan su casa obedecerán sus propias reglas. Aquí no gobierna la democracia, no hice campaña electoral para ser su padre: ustedes no votaron por mí. Somos padre e hijos por gracia de Dios, y yo acepto respetuosamente el privilegio y la responsabilidad. Al aceptarla adquiero la obligación de desempeñar el papel de padre, lo mejor posible. No soy su compinche, nuestras edades son muy diferentes.
Podemos compartir muchas cosas pero no somos compañeros, pero si amigos. Soy su padre, y eso es cien veces más que un amigo. También soy su amigo, pero estamos en niveles completamente distintos. En esta casa harán lo que yo diga y no deben cuestionarme porque todo lo que yo ordene estará motivado por el amor. Les será difícil comprenderlo hasta que tengan sus hijos; mientras tanto confíen en mí. Atte: Su Papá.
Dejando crecer [Papás que les dan todo, no los deja crecer. De a poco, sí echan raíces]
El sabio le encargó al discípulo que cuidara el campo de arroz. El primer año, el discípulo vigiló que no le faltara el agua necesaria. El arroz creció fuerte y la cosecha fue buena. El segundo año, el discípulo tuvo la idea de añadir un poco de fertilizante. El arroz creció rápido y la cosecha fue mayor. El tercer año, colocó más fertilizantes. La cosecha fue aún mayor, pero el arroz nació pequeño y sin brillo.
El sabio le dijo: - Si sigues aumentando la cantidad de abono, la cosecha del año que viene no tendrá ningún valor. Aprende esta lección: “Fortaleces a alguien cuando le ayudas de a poco. Porque si le ayudas demasiado, lo debilitas”.
¿Robles o calabazas? [¿Tienes proyectos? ¿Qué quieres ser en tu vida?
En cierta ocasión, un padre de familia le preguntó al rector de una universidad, si el plan de estudios no podría simplificarse, para que su hijo lo concluyera “por medios más rápidos y sin tanto esfuerzo”. El Rector le respondió: Ciertamente, pero todo depende de lo que usted quiera hacer de su hijo. A un roble le toma cien años para crecer. A una simple calabaza le bastan dos meses. Usted elige. No olvide que “El sol se toma el tiempo que necesite para salir y para ocultarse, y no se le puede apresurar”.
El bambú Japonés: [Padres e hijos: De tal raíz, tal tronco. ¿Qué clase de raíces somos?]
Cuando un cultivador planta una semilla del árbol de bambú, el bambú no crece inmediatamente por más que se riegue y se abone regularmente. De hecho, el bambú japonés no sale a la superficie durante los primeros siete años. Un cultivador inexperto pensaría que la semilla es infértil, pero sorprendentemente, luego de transcurridos los siete años, el bambú crece más de treinta metros en solamente seis semanas. Durante los primeros siete años el bambú se dedica a desarrollar y fortalecer las raíces, las cuales van a ser las que luego lo hagan crecer tanto en solamente seis semanas.
Saber esperar: [Los frutos del Reino requieren tiempo, trabajo y dedicación]
Frank Sheed estaba exponiendo los valores del cristianismo a un grupo de personas congregadas en el Hyde Park de Londres. Un hombre de la calle, desaseado lo interrumpía constantemente tratando de ridiculizarle con sus bromas. Frank no perdió la paciencia ni la compostura.
El hombre de la calle volvió a interrumpir gritándole: “El Cristianismo ha estado en el mundo por más de 2.000 años y mire el estado en que todavía se encuentra el mundo”. A lo que Frank le contestó: “Caballero, el agua también ha estado en el mundo por más de 2.000 años, y fíjese lo desaseado que usted está”.
Darle tiempo al tiempo… [Esperar, pero no tanto] [Para niños]
Dos semillas están juntas sembradas en la tierra. La primera dice: "Quiero crecer! Quiero que mis raíces lleguen muy abajo en el suelo y que mis retoños rompan la corteza de la tierra que tengo arriba... ¡Quiero desplegar mis brotes como banderas para anunciar la llegada de la primavera...Quiero sentir el calor del sol en mis ramas y la bendición del rocío matinal en mis pétalos!" Y entonces creció.
La segunda semilla dijo: Tengo miedo: Si dejo que mis raíces vayan hacia abajo, no sé qué encontraré en la oscuridad. Si me abro camino a través del suelo duro, puedo dañar mis retoños. ¿Y qué tal que algún animal trate de comer mis retoños? O tal vez algún niño me arranque del suelo. No…Mejor conviene esperar hasta que esté segura". Y entonces espero, esperó y esperó…Pasó una gallina y se la comió.
Papás: ¿Tenerlo todo, los hace felices? [Los padres, son todo para sus hijos]
La maestra enseñaba a los alumnos, la diferencia entre tenerlo todo y no tenerlo todo. Entonces pregunta: De ustedes, ¿quién de sus papás lo tiene todo?: María se levanta y dice, – Mi papá lo tiene todo: tiene casa inteligente, camioneta Mercedes Benz 4x4 último modelo, finca en Peña Lisa con piscina y pista de hielo.
– Está bien, dice la maestra, pero, ¿tu papá tiene un barco? María dice, – No, no tiene barco. Le dice la maestra, ¿ves que no lo tiene todo?
- Josesito se levanta y dice,
– Pero mi Papá sí lo tiene todo: además de casa inteligente, finca con piscina y pista de hielo, carro último modelo, tiene un barco amarrado en la costa. - ¿Y tu papá tiene avión privado? ¡No, no tiene avión
– Entonces no lo tiene todo!
- Jaimito se levanta y dice:
– Mi papá, desde el sábado pasado, sí que lo tiene todo. – ¿Estás seguro Jaimito?
– Sí profesora - El sábado mi hermana trajo a casa a su novio: un muchacho raro con cabello largo, brazos y cuello tatuados, aretes, piercings en labios, en las cejas, en la nariz y en el ombligo; jeans rotos y sucios, gorra de hip-hop, camiseta negra de Yei Valvin con un letrero que decía: “Este es el negocio, socio”
- Y cuando mi papá lo vio, se cogió la cabeza a dos manos y exclamó: ¡Dios mío, esto era lo único que me faltaba!
El colmo de la humildad: [Papás pretensiosos: mal ejemplo para sus hijos]
Un niño le pregunta a su papá: Papá: ¿Qué se siente tener un hijo tan guapo e inteligente? – Y el papá le responde: ¡No lo sé, mijo; pregúntale a tu abuelo!. El mismo hijo le replica: Papá: Cuando yo sea grande quiero ser como tú. ¡Qué bien mijo, eso me parece muy bien!….. Y como para qué quieres imitarme….¿Para ser importante y admirado como yo? O qué. No papi: ¡Quiero ser como tú, para tener un hijo como yo…¡
Moralejas: 1)Tener hijos no lo convierte a uno en padre, del mismo modo que tener un piano, no lo vuelve pianista. 2) Papá: Cada vez que te necesité, estuviste ahí; menos cuando quise comprarme una moto. 3) Mucho amor al padre que hizo todo lo posible para evitar que me metiera en problemas: ¡De parte de la hija que tenía una habilidad especial para encontrarlos!
Papá sabio
Un padre de familia, preocupado por el consumismo y por la falta de afecto y amor de los hijos hacia los padres, reúne a sus hijos y les dice: “El mejor regalo en el día de la madre es un beso, mucho cariño y un abrazo dado con amor a la mamá”. Basta de consumismos ya. No les den gusto a las tiendas y comerciales que te hacen creer que mientras más caro sea el regalo, más amas a tu madre. ¡Esa barbaridad déjenla para el día del padre!
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
10° Domingo Tiempo Ordinario, 9 Junio 2024, Ciclo B
“Señor, somos tu familia: ¡Ayúdanos a vencer el mal!”
El Tornillo [El que sabe…sabe]
Un experto fue llamado a arreglar una computadora muy grande y extremadamente compleja, que valía 12 millones de dólares. Sentado frente a la pantalla, oprimió unas cuantas teclas, asintió con la cabeza, murmuró algo para sí mismo y apagó el aparato. Sacó un pequeño destornillador de su bolsillo y, entre cientos de tornillos, dio vuelta y media a uno diminuto. Entonces encendió de nuevo la computadora y comprobó que estaba funcionando perfectamente.
El presidente de la compañía se mostró encantado y se ofreció a pagar la cuenta en el acto. – ¿Cuánto le debo? -preguntó. – Son mil dólares – ¿Mil dólares? ¿Mil dólares por unos minutos de trabajo? ¿Mil dólares por apretar un simple tornillito? ¡Ya sé que mi computadora cuesta 12 millones de dólares, pero mil dólares? ¡Eso es un abuso! Yo le pagaré sólo si me manda una factura perfectamente detallada que justifique esa cantidad.
El experto asintió con la cabeza y se fue. A la mañana siguiente, el presidente de la compañía recibió la factura, la leyó con cuidado, movió la cabeza y procedió a pagarla de inmediato, sin chistar nada. La factura decía: SERVICIOS PRESTADOS: Apretar un tornillo:1 dólar. Saber qué tornillo apretar: 999 dólares.
Multa al pastor: [Jesús no se deja embaucar por el maligno]
Cierto día, un pastor estacionó su vehículo en una zona donde era prohibido estacionarse, y pegó en el vidrio de su carro el siguiente mensaje: “He dado 10 vueltas alrededor de esta cuadra buscando estacionarme. Tengo un compromiso importante que debo cumplir. Perdónanos nuestros pecados”.
Cuando regresó encontró la siguiente respuesta acompañada de la respectiva multa: “He estado 10 años dando vueltas alrededor de esta cuadra. Si no le coloco una multa, pierdo mi empleo. “No nos dejes caer en tentación.”
Perrito astuto: [Habilidad de Jesús para sortear las acusaciones].
Un cazador va al África y lleva su perrito para no sentirse solo. Un día, ya en África, el perrito, persiguiendo mariposas, se aleja y se pierde, comenzando a vagar solo por la selva. En eso ve a lo lejos que viene una pantera enorme a toda carrera y, al ver que la pantera lo quiere devorar piensa con rapidez qué puede hacer. Ve un montón de huesos de un animal muerto y se pone a mordisquearlos. Cuando la pantera está a punto de atacarlo, el perrito dice: ¡Ah! ¡Qué rica estaba esta pantera que me acabo de comer!".
La pantera lo escucha y frenando en seco, gira y huye despavorida pensando: "Ese perro casi me come a mí también!". Un mono que estaba trepado en un árbol cercano y que había visto y oído toda la escena, sale corriendo detrás de la pantera para contarle como la había engañado ese tris de perrito... Pero el perrito alcanza a oír lo que le decía el mono a la pantera. La pantera muy enojada le dice al mono: "Súbete a mi espalda y busquemos a ese perro a ver quién se come a quién!..." .
El perrito ve a lo lejos que vuelve la pantera, ahora, con el mono encima... Y ahora ¿Qué hago?...", se pregunta. Y, en vez de salir corriendo, se queda sentado dándoles la espalda como si no los hubiera visto, y cuando la pantera está a punto de atacarlo, el perrito dice: - "Pero qué le pasaría a ese mono perezoso!... Hace media hora que lo mandé a traerme otra pantera y nada que aparece!...
“Dios Todopoderoso”…Cuando manda…Manda
Una señora muy pobre llamó por teléfono a un programa cristiano de radio pidiendo ayuda.
Amargado, un personaje malévolo muy conocido que oía el programa, empezó a maquinar para burlarse de la pobre señora. Consiguió su dirección, llamó a sus secuaces y les ordenó que compraran alimentos y se los llevaran a la mujer con la siguiente instrucción: “Cuando ella pregunte quien mandó estos alimentos ustedes le van a responder que fue mandado por el diablo.”
Cuando llegaron a la casa, la mujer los recibió con gran alegría, dando gracias a Dios. Comenzó a guardar los alimentos que le llevaron los secuaces del diablo; y ellos, al ver que la mujer no preguntaba quien se los había enviado, le dijeron: -Señora, pero, ¿no quiere saber quién le envió todos estos alimentos? La mujer, con rostro de bondad, con mucho gozo y dulzura, onriendo les respondió: -No, mis hijitos, no es necesario. Cuando Dios manda, ¡hasta el diablo le obedece!
Jaimito el travieso: [Adán culpa a Eva…Eva culpa a la serpiente] Para niños.
El pequeño Jaimito era muy travieso. Cuando cometía alguna travesura acostumbraba echarle la culpa a otro. En una ocasión era tan probada su culpa que su padre lo sentenció a 25 fuetazos. El niño espantado viendo que no había escapatoria, lloraba a más no poder:
- Papá, Papá, no es justo que me pegues a mí solamente, no es justo… ¿Y si te digo que alguien me obligó, lo castigarías a él? - Por supuesto, dime quién fue y dónde se encuentra el que se atrevió a inducirte a hacer tal barbaridad. - Pues… fue el diablo y… lo encuentras por ahí suelto. - Mira, al diablo lo castigará Dios algún día, pero tú… los 25…los tienes porque los tienes!
El diablo, amigo de las tinieblas y la oscuridad. [Hay que tenerle miedo a la oscuridad]
Un papá sabio comentaba: “Yo he dicho que le tenía miedo a la oscuridad…Pero ahora…Veo los recibos y le tengo miedo a la luz”.
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Solemnidad de Corpus Christi, 2 Junio 2024, Ciclo B
Diferencia entre el cielo y el infierno. [Jesús se dio en eterna comida para alimentar a los demás…]
Una leyenda China dice que la diferencia entre el cielo y el infierno es muy pequeña. “El maestro quiso que su discípulo lo experimentara por su cuenta. Para ello, lo llevó primero a la sala del infierno. Allí se encontró en el centro una mesa llena de arroz. En torno los condenados, cada uno tenía una cuchara muy larga en la mano. Tan larga que cuando quería meter el arroz en su boca hambrienta les era imposible. Allí estaba el arroz, pero todos se morían de hambre. Lo pasó luego a la sala del cielo.
La escena era la misma, entonces el alumno preguntó: ¿Y dónde está la diferencia si el panorama es el mismo? ¿Tú crees que es el mismo? ¿No te das cuenta que aquí comen todos y ninguno pasa hambre? La gran diferencia está en que el infierno impera el egoísmo: ni come ni da de comer, porque cada uno se aferra a su cuchara y piensa en su propia hambre, mientras que en el cielo cada uno piensa en el hambre del otro, y nadie come con su propia cuchara, sino con la cuchara del otro.
Alimento de eternidad.
Un hombre escribió una carta al director del periódico de su localidad, y comentaba el poco sentido que había tenido para él acudir a la Eucaristía cada domingo. “He ido durante treinta años -escribía-, y desde entonces he escuchado algo así como 3.000 homilías. Pero no puedo recordar una sola de ellas. Pienso entonces que he gastado mi tiempo y los sacerdotes el suyo dando sermones de balde. A raíz de aquella carta comenzó una pequeña polémica en las cartas al director de aquel periódico.
Continuó durante semanas, hasta que alguien escribió unas breves líneas que sorprendentemente callaron a todo el mundo. "Llevo casado 30 años. Desde entonces he tomado aproximadamente 32.000 comidas y cenas. Pero no puedo recordar el menú entero de ninguno de esos días. Sin embargo, no por eso debe deducirse que haya sido en balde. Me alimentaron y me dieron fuerza para vivir, y si no hubiera tomado aquellas comidas, habría muerto."
Pan compartido… [Dios extendido]:
Era un día lluvioso y gris. Allí estaba frente a mí, una niña apenas cubierta con un vestidito todo roto. Eran más agujeros que tela. Sus cabellitos mojados, tiritando de frío, sola y hambrienta. Y contemplando esa escena le reclamé a Dios. "¿Cómo es posible que habiendo tanta gente que vive en la opulencia, permitas que esta niña sufra hambre y frío? ¿Cómo es posible que te quedes ahí tan tranquilo, ante tanta injusticia, sin hacer nada? ¿Acaso no eres todopoderoso?" Luego de un silencio que me pareció interminable, sentí la voz de Dios que me contestaba: ¡Claro que he hecho algo! ¡Te hice a ti!… ¡Ayúdala!
Moraleja: La clave de la verdadera felicidad es la “comodidad”: es decir: COMO DÍ…DAD.
El pan y la cruz [el poder de la obediencia]
En una de las visitas del Papa Inocencio IV, al convento de las clarisas, dándose las doce del día, Santa Clara invita a comer al Santo Padre, pero el Papa ya tenía otro compromiso. Entonces Santa Clara le pide que por favor bendiga los panes para que queden de recuerdo de la visita del Santo padre, pero el Papa respondió: – ¡Quiero que seas tú la que bendigas estos panes! - Santa Clara le dice que sería como un irrespeto muy grande de su parte hacer eso delante del Vicario de Cristo. EPapa, entonces, le ordena bajo el voto de obediencia que haga la señal de la Cruz, bendiciendo los panes. Ella bendijo los panes haciéndole la señal de la Cruz y al instante quedó la Cruz grabada sobre todos los panes.
Beso para ti…Beso para Dios [Para la formación religiosa de los hijos]
Hace mucho tiempo, una madre joven y piadosa solía dar un beso a su hijito cada vez que ella volvía de comulgar. — Toma, hijito; este beso me lo ha dado Jesús para ti. Un día, el pequeño que ya hablaba, al recibir el habitual beso de Jesús se cuelga del cuello de su mamá y la besa en su rostro diciéndole: — Toma, éste es para Él. ¡Qué sencillez! ¡Qué hermosura! Sólo una fracción de segundo, pero ¡cuánta enseñanza en ese gesto! Es que cuando se ama a Dios, hasta el más pequeño gesto hecho por amor puede ayudar a otra persona descubra a Jesús.
Panadero pobre…
Un padre de familia muy rico, con muchos autos: Mercedes, BMW, Toyota, Cadillac, entre otros, muy preocupado porque no podía salir a ninguna parte con su familia por la inseguridad de las carreteras, decide comprar un Renault 4 para los fines de semana: - ¡En este carro - le dice a su familia-, no vamos a despertar sospechas! - Si nos secuestran decimos que yo soy panadero, y que vivimos de una panadería de barrio, ¿ok? - Se van a dar la vuelta a Cuernavaca y efectivamente los secuestran y los interrogan por separado.
A la pregunta por “sus bienes materiales”- El padre responde: - Yo soy panadero, y todo el sustento de mi familia proviene de lo poco que nos queda de la panadería. La madre a su vez les responde: - Mi esposo es panadero, y yo le ayudo en la panadería. De eso vivimos todos. El hijo mayor por su lado dice: - Yo hasta me tuve que salir de estudiar, para ayudarle a mis padres en la panadería. Todo iba muy bien, hasta que le preguntan al menor: - ¿Y cómo se llama la panadería de tu papá? – Y él responde: ¡BIMBO!
Albino:
Cierto día, un niño que se llamaba ALBINO, estaba jugando en la calle. Llegó la hora de almorzar, y su mamá abrió el balcón y le dijo: - ¡Albinooooooo!, venga que el almuerzo está listo. – Albino respondió: Yo no voy, no tengo hambre. – Mire que si no viene, llamo a tu papá, ¿Oyó? – Que yo no voy.
En esto que sale el papá y le grita: - ¡Albinooooooo!, Venga ahora mismo a almorzar, o te doy una paliza. – Que no quiero ir, que no y que no, respondió Albino. - ¡Mira que, si no viene, llamo al abuelo! Seguidamente el abuelo salió con una escopeta en la mano: - Albino, ven ahora mismo a almorzar. – “¡Que no voy, respondió Albino!” – Pues ahora verás: El abuelo dispara dos tiros al aire: PAN, PAN…Y al PAN PAN…ALBINO VINO.
El plato más grande. [En la Eucaristía, a todos se nos da por igual…]
En una familia numerosa y de pocos recursos, conformada por los padres y 6 hijos, el menor de ellos siempre se quejaba porque según él, a sus hermanos les daban más comida en plato que a él. La verdad es que la mamá a todos les servía por igual. Un día el papá de los niños llamó a su esposa y le dijo: Como estamos en el mundial, el patrón nos invita a ver un partido y a comer.
La señora vio la ocasión perfecta para dar a su hijo, la porción del papá. En eso, el niño llamó a la mamá y le dijo que llegaría tarde porque tenía que hacer una tarea en grupo, que por favor le guardara la comida. La señora le guardó en el horno el plato con la doble porción y al llegar el niño y ver el plato, lo único que atinó a decir fue: Jaaa… Si este es mi plato, ¿Cómo sería el de mis hermanos?
Pan gratis.
En una cárcel, un preso comenta indignado a su compañero de celda: - Oiga, es absurdo y ridículo lo que están haciendo conmigo. - ¿Por qué?.- Porque me metieron aquí por robar pan, y ahora me lo traen gratis todos los días.
Me robaron el pan: [Para misa con niños]
Policía, policía… Dime pequeño. Me robaron mi pan. ¿Y estaba solo? ¡Noo¡ con bocadillo y quesito”
Descargar Enseñanzas 26 Mayo 2024
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
Solemnidad de La Santísima Trinidad, 26 Mayo 2024, Ciclo B
El mar en un pozo. [La Trinidad: Misterio inabarcable]
Hablando de la Santísima Trinidad San Agustín explica: “Como cuando un niño abre un pequeño pozo en la arena junto al mar y comienza a pasar con su manito el agua del inmenso mar al pequeño pozo, así es el misterio de la Trinidad. No cabe ni lo puede abarcar nuestro pobre entendimiento. No obstante, aunque es inmenso y sublime, ya está en nuestro corazón si lo pasamos con amor. Mientras haya algo de agua en el pozo, de alguna manera tienes el mar…Si tienes a Dios en tu corazón, tendrás algo de él, aunque unnca podrás abarcar todo su misterio.
El dulce misterio de Dios: […Da todo el sabor]
La Profesora pregunta: ¿Cómo sabemos que Dios existe? Cada uno fue dando su propia respuesta. La profesora, queriendo ayudarles, volvió a preguntar: y ¿cómo saber que Dios existe si ninguno lo hemos visto? Todos se quedaron callados. Para los niños es evidente que lo que no se ve o se toca, como que no existe.
Hasta que un pequeño levantó la mano y tímidamente respondió: Señorita. Dios es como el azúcar. Mi mamá me dijo que Dios es como el azúcar que le coloca en mi leche todas las mañanas: ¡que yo no veo el azúcar dentro de la taza en la leche, pero sí ella la sacara, quedaría sin sabor! Pregunta para niños: ¿Qué le dijo el café al azúcar? – Sin ti, mi vida sería muy amarga… Y nosotros sin Dios… muy amargados…
El pez anaranjado. [Ver el misterio con los ojos de Dios]. [Para misa con niños]
Un niño sale entusiasmado de la piscina, diciendo: Mami…allí en el fondo hay un pez anaranjado en forma de triángulo. La mamá se sumerge a su vez y sale sonriendo: Cariño, no he visto nada. -Mami, le dice el niño, es que para verlo hay que cerrar los ojos… Moraleja: si ves con los ojos del amor, siempre verás a Dios.
El misterio de Dios, uno y trino: [Imágenes pedagógicas para niños]
Tres pliegues: una sola tela. Tres falanges: un solo dedo. Tres hojas en un trébol: un solo trébol. Tres flores en un tallo: un solo buganville o trinitario. Papá-mamá-hijos: una sola familia. Rayos- calor –luz: el único Sol. Fuente- rio- riachuelos: una sola corriente de agua. Cáscara- clara- yema: un sólo huevo. Compositor- intérprete- director: una sola obra musical. Protectora-amiga-consejera: Una sola mamá (Mes de la madre)
El párroco y el chofer:
Un párroco al que llamaban a predicar a muchas iglesias y siempre le conducía el carro el mismo chofer, durante el viaje el chofer le dijo al padre: “Le he oído decir tantas veces el mismo sermón que me lo sé de memoria. Le apuesto lo que quiera que yo podría decirlo tan bien como usted”. El párroco le dijo: “estupendo, te voy a dar una oportunidad”.
Antes de llegar a la iglesia intercambiaron de ropa; el chofer se vistió de sacerdote y el sacerdote de chofer. Ya en la iglesia el chofer dio la charla y lo hizo muy bien. Luego le hicieron algunas preguntas. Pero hubo una sobre el misterio de la Santísima Trinidad a la que no sabía qué responder y como era rápido de reflejos dijo:
“la respuesta es muy sencilla y para demostrarle lo fácil que es, le voy a decir a mi chofer que la responda”
Exceso de velocidad:
Van dos monjitas en una moto pasando la curva de la muerte. Un policía ve cómo han pasado sin que se hayan estrellado pues iban como a mil por hora. Las detiene y les dice: ¿cómo es que no se han estrellado con esa velocidad? Y ellas responden: es que vamos con la Santísima Trinidad…Y el policía les responde: multa por ir cinco en la moto.
Dios está en mi baño: [Para misa con niños]
La profesora pregunta a Juanito: ¿Dónde está Dios?, él responde: en el cielo. Muy bien Juanito. Ahora tú Jaimito, ¿dónde está Dios?: Jaimito responde: en nuestro interior. Muy bien Jaimito. Ahora tú Carlitos, ¿dónde está Dios? Carlitos responde: en mi baño, profesora. ¿En el baño? ¿Cómo así? - Es que todos los días mi mamá se coloca frente a mi baño y dice: Dios mío, Señor, llevas 4 horas en el baño y ¿no sales?
El AMOR, la palabra clave, porque Dios es AMOR…[…El amor es la clave].
Después de una larga enfermedad, una mujer muere y llega a las puertas del cielo. Mientras espera por San Pedro, ella ve a través de las rejas a sus padres, amigos y todos los que habían partido antes que ella, sentados y disfrutando un suculento banquete. Cuando San Pedro llega, ella le comenta: ¡Qué lugar tan lindo! ¿Cómo hago para entrar? – San Pedro le dijo: Yo voy a decirte una palabra. Si la deletreas correctamente la primera vez, entras; si te equivocas, vas directo al infierno. Ok, ¿cuál es la palabra? “AMOR”.
Ella la deletreó correctamente y pasó al cielo. Un par de años después, San Pedro le pidió que vigilase los portones por ese día. Para su sorpresa, aparece el que fue su marido.
- Hola, ¡qué sorpresa! - dice ella
- ¿Cómo estás? – Ah….Pues he estado muy bien desde que falleciste. Me casé con aquella bella enfermera que te cuidó, gané la lotería y me hice millonario. Entonces vendí la casa donde vivíamos y compré una mansión en el barrio alto que siempre te gustó. Viajé con mi nueva esposa por Europa, Asia y Oceanía.
Estábamos de vacaciones en los Alpes. Justamente cuando decidí esquiar, me caí; el esquí me cayó en la cabeza y aquí estoy. ¿Cómo hago para entrar querida? – Yo te una palabra. Si la deletreas correctamente la primera vez, sin equivocarte, puedes entrar, si no, vas directo al infierno, para siempre, dijo ella. OK, - Claro. ¿Y cuál es la palabra?
¡PARANGARICUTIRIMÍCUARO¡
Id y haced discípulos… [Yuca Tigre Catorce] [Misa con niños]
Llega un señor del campo a la iglesia para bautizar a su hijo, y el sacerdote le dice: – ¿Cómo vas a llamar a tu hijo? – Póngale “Yuca-Tigre-Catorce” – ¡Cómo!, exclama sorprendido el sacerdote ¿“Yuca-Tigre-Catorce”? – Sí señor Cura, exclama el campesino. – No, hijo mío, eso no puede ser, ese nombre no es cristiano. – ¿Que no es cristiano?, entonces ¿Por qué hay uno que se llama: “Papa-León-Trece”?
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
6° Domingo de Pascua, 5 Mayo 2024, Ciclo B
Totalmente pagado
Una tarde, un pequeño se acercó a su madre que preparaba la cena en la cocina y le entregó una hoja de papel en el que había escrito algo. Después de secarse las manos y quitarse el delantal, ella leyó lo que decía: Cortar el pasto del jardín: 10.000. Por asear mi habitación esta semana: 20.000. Por ir al supermercado en tu lugar: 20.000. Por cuidar a mi hermanito mientras ibas de compras: 20.000. Por sacar la basura toda la semana: 10.000.
Por traerte buenas notas: 50.000. Total adeudado: $130.000. El caso es que la madre lo miró fijamente, mientras él esperaba que le pagara. La madre tomo el lapicero y al reverso de la misma hoja escribió: Por llevarte nueve meses en mi vientre y darte la vida: Nada. Por tantas noches de desvelos, curarte, llevarte al hospital, trasnocharme y orar por ti: nada. Por los problemas, angustias, preocupaciones y el llanto que me has causado: Nada.
Por la comida, ropa y juguetes: Nada. Total a pagarme: Nada. Cuando el niño terminó de leer lo que le había escrito su mamá, tenía los ojos llenos de lágrimas. La miró a los ojos y le dijo: ¡Te amo mucho mamá! Luego tomó un lapicero y escribió con letra muy grande: Totalmente pagado. Moraleja: El amor viene de Dios, a Dios debe volver y nunca se podrá pagar.
El pecado imperdonable
Cuenta John Jewell que su médico, un judío, se divierte haciendo bromas sobre sus respectivas religiones. En una de sus visitas le preguntó: ¿Sabe cuál es el pecado imperdonable? Según algunas interpretaciones, -le respondió John-, es la blasfemia contra el Espíritu Santo. No, dijo el médico judío: “El pecado imperdonable es amar a todos”. Eso no es un pecado.
Al contrario, hay que amar a todos, le contestó John. Lo es, insistió el médico. Mire: Si un judío ama a un árabe, para muchos judíos eso es imperdonable. Si un comunista ama a un capitalista, para muchos es imperdonable. ¿Se da cuenta? Para la mayoría de las personas no es bien visto, ni es aceptable amar a todos.
Reflexión: Es fácil amar a los que nos caen bien y hablan bien de nosotros, pero amar a los enemigos, ¡Cómo nos cuesta! San Lucas dijo que, “Dios no hace acepción de personas”; y Pablo afirma que ya no hay distinción entre judío y árabe, entre libres y esclavos, entre ricos y pobres. Todos somos hijos amados de Dios. “Si alguien nos cae mal, a Dios le cae bien”. En la cruz, Jesús abrazó a todos, incluidos sus enemigos.
El otro también toma. [En nombre del amor, fácilmente se miente].
Una muchacha le decía a su novio que no quería casarse con él, porque se la pasaba tomando y era muy borracho; pero él le prometía, y le juraba que cambiaría, dado el gran amor que le tenía. Le decía: “Te juro que seré otro hombre…Te juro que seré otro hombre”, y en fin la convenció de casarse.
Se casaron y a los dos días de matrimonio llegó borracho. Ella, totalmente desilusionada, le dijo: “tú me prometiste que cambiarias, que de casado no tomarías más, y me juraste que definitivamente, serias otro hombre”, a lo que él le responde: “Sí, pero lo que pasa es que al otro hombre también le gusta tomar”.
Amor fingido
Un ladrón me dijo: “Dame todo lo que traigas”. Le dije: “Traigo el corazón roto”. Me miró a los ojos, nos abrazamos y lloramos…Fue algo hermoso”- Y mientras me abrazaba me robó la billetera y el celular.
Amor a la fuerza no es amor
Una muchachita de apenas doce años admitió calmadamente a sus papás que un niño de su clase la había besado. – ¿Cómo sucedió eso? Preguntó, muy enojada y asombrada su mamá. –Y la pequeña señorita confesó: ‘No fue fácil… - pero tres niñas me ayudaron a agarrarlo”.
Las tres cartas: [Amor grabado en el corazón]
Un servidor público recién nombrado que estaba instalándose en su nueva oficina, al sentarse ante su escritorio por primera vez, descubrió que su predecesor le había dejado tres sobres con instrucciones que debería abrir únicamente en tiempos de angustia. No habían pasado muchos días antes que el hombre entrara en conflicto con la prensa, así es que decidió abrir el primer sobre. La nota decía: «Échele la culpa a su predecesor». Y eso fue lo que hizo.
Durante un tiempo todo anduvo bien. Pero unos pocos meses más tarde, de nuevo estaba en problemas, así que procedió a abrir el segundo sobre. La nota decía: «Reorganícese». Y eso fue lo que hizo. Eso le permitió disponer de más tiempo. Pero debido a que en realidad nunca había resuelto ninguno de los asuntos que estaban complicándole la vida, volvió a tener problemas, y esta vez, fueron peores.
De modo que, desesperado, abrió el último sobre. La nota decía: «Vaya preparando tres sobres».
Lección: El Señor nos abrió su corazón y grabó en el nuestro, la clave para no fracasar: “Amaos los unos a los otros, como yo os he amado. Permaneced en mi amor”
Ultimo deseo: [El legado de Cristo: “Permaneced en mi amor”]
En el velatorio del padre, el hijo menor dice: -Ahora tendremos que hacer realidad la última voluntad de papá: ser enterrado con un millón de dólares. El hijo mediano dice:
-Si, pero sólo pondremos 750.000 porque hay que descontar el 25% de gastos. El hijo mayor apunta: -Tendremos que deducir también el 16% de IVA. La viuda entra a la conversación diciendo: - ¡Basta ya! su padre no merece ese regateo. ¡Lo enterraremos con la tarjeta de crédito y que él gaste cuanto quiera!
Descargar Enseñanzas 21 Abril 2024
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
4° Domingo de Pascua, 21 Abril 2024, Ciclo B
Una oveja ante el tribunal: [Escuchar la voz de quienes nos aman]
Cuentan que un humilde pastor fue arrestado por haberse robado una oveja. Él juraba que era inocente, que la oveja era suya y que hacía días que la echaba de menos. Cuando el caso fue llevado ante el juez, éste perplejo, no sabía cómo resolverlo. Finalmente decidió que trajeran la oveja a la sala y mandó al acusador que saliera de la sala y desde la puerta llamara a su oveja.
La llamaba insistentemente, pero la oveja no respondió a su voz, sólo levantaba la cabeza asustada. El juez, luego mandó salir al acusado, para que desde la puerta llamara a la oveja. Cuando éste comenzó a llamarla, la oveja saltó y corrió hacia la puerta. Estaba claro que la oveja conocía la voz de su amo. El juez declaró el caso cerrado.
Salmo del buen pastor
“En una sala un reconocido lector deleitaba a los demás recitando trozos de libros famosos. Un sacerdote estaba allí y en un momento de descanso le preguntó si podía recitar el salmo del Buen Pastor. El declamador le respondió: Claro que puedo y lo voy a declamar, pero, como condición, después de que yo lo recite también usted lo hará. El sacerdote aceptó con gusto. La declamación del artista fue preciosa, entusiasta.
Una lluvia de aplausos cerró su presentación. Luego fue el turno del sacerdote. Declamó el mismo salmo 23 de memoria. Al terminar no hubo aplausos, sólo un profundo silencio. A algunos se le aguaron los ojos. Pasados unos instantes el declamador se levantó y dijo: “Ustedes acaban de presenciar algo muy grande. Hubo una gran diferencia: Yo declamé el salmo del pastor de manera perfecta, porque sé utilizar muy bien las palabras y las formas, pero sólo el sacerdote nos ha sabido transmitir la esencia del salmo, porque él conoce al Pastor”.
Pastor presumido:
Un pastor encuentra 5 huevos en una caja de zapatos con $10,000 dólares. Le pregunta a su esposa: ¿porqué 5 huevos ahí? – y ella le dice: yo me propuse colocar un huevo por cada mal sermón que dieras y un dólar por cada buen sermón. De inmediato el pastor dedujo que los 10.000 dólares eran por todos los buenos sermones. Entonces airoso y presumido le pregunta: - ¿y qué me dices de los 10.000 dólares? – Ella le explica: es que cada vez que yo juntaba una docena de huevos, los vendía.
Sacerdote evangelizador [No faltan los enemigos en la misión]
Un día un sacerdote salió a evangelizar a unas montañas lejanas. De regreso a la parroquia, cansado y con mucha hambre, miró a lo lejos una cabaña donde había muchas manzanas en el jardín; él las miró y dijo: ¡Qué delicia! – Y acercándose, tomó una. Estaba a punto de comérsela, cuando se acordó que había que darle gracias a Dios por el alimento de cada día. Entonces, oró diciendo: “El Señor es mi Pastor, nada me faltará…El dueño de la casa salió con una escopeta en la mano y apuntándole le dijo: “Y en verdes pastos te hará descansar”.
El matemático y el pastor: [El Buen Pastor conoce a sus ovejas]
Un matemático pasea por el campo, aburrido y sin nada que hacer. Encuentra a un pastor que cuida un numeroso rebaño de ovejas, y decide divertirse un poco a costa de él. - Buenos días, buen pastor. - Buenos días, Señor. - Solitario oficio, el de pastor, ¿no? - Usted es la primera persona que veo en seis días. - Estará usted muy aburrido. Mire, le propongo un juego. Si yo le adivino el número exacto de ovejas que hay en su rebaño, ¿me regala la que yo escoja? ¿Qué le parece? - Trato hecho dijo el pastor.
El matemático observa por encima de las ovejas, murmurando cosas, y en unos segundos dice: 586 ovejas. El pastor, admirado, confirma que ése es el número preciso de ovejas del rebaño. Se cumple en efecto el trato acordado, y el matemático escoge una oveja entre las entre las 586 y comienza a alejarse con la oveja escogida. - Espere un momento, le dice el pastor. ¿Me permitiría una oportunidad de revancha? - ¡Claro, dijo el hombre! - ¿Qué le parece…Si yo le adivino su profesión, ¿me devuelva la oveja? – Listo, dijo el otro.
El pastor sonríe, porque sabe que ha ganado, y sentencia: - Usted es matemático. - ¡Caramba! Ha acertado. Lo que no acierto a comprender, es cómo adivinó el número exacto de ovejas, dijo el pastor. El matemático argumentó: cualquiera con buen ojo para los números podría haber contado sus ovejas. – Sí, sí, respondió el pastor… Ahora, lo que yo que no entiendo –dijo el pastor-, es ¿cómo un matemático tan experto como usted, entre 586 ovejas, eligió, para llevarse… justamente el perro?
Escuchar la voz del Buen Pastor: [Mis ovejas escuchan mi voz] [Para niños]
Iba un tenedor por la calle y, de pronto, vio una hermosa cuchara que iba caminando toda garbosa. El tenedor, emocionado, le gritó: ¡Ey…Cuchara…Cuchara…Cuchara!!! – Y como la cuchara siguió su camino, el tenedor se quedó extrañado, y dijo… ¡Ve, ¡qué raro, parece que NO ES-CUCHARA…!
El lorito predicador: [Predicar exige valentía, porque el lobo anda suelto…]
Un lorito fue entrenado para dar un sermón en una iglesia, y le tocaba justo el día del buen pastor. Ya en el púlpito se asustó al ver repleta la iglesia y muy nervioso movía la cabeza de un lado para otro. El entrenador del lorito, al ver que no arrancaba se acercó y en tono fuerte le dijo: “O hablas o te quito las plumas y te hecho al corral de las gallinas”. El loro, inmediatamente comenzó a hablar diciendo: “Hermanos, oremos porque el enemigo anda suelto”.
Jesús, PUERTA siempre abierta para que entremos al cielo: [Copla coja]
Ayer pasé por tu casa y me tiraste una puerta…. Menos mal que estaba ABIERTA…
Descargar Enseñanzas 14 Abril 2024
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe, 3°
Domingo de Pascua, 14 Abril 2024, Ciclo B
Las apariencias engañan.
Una mujer, con un vestido de algodón barato y su esposo, vestido con un humilde traje, se bajaron del tren en Boston, y sin tener una cita, caminaron tímidamente a la oficina de la secretaria del presidente de la Universidad de Harvard. La secretaria adivinó en un momento que esos campesinos venidos de los bosques, no tenían nada que hacer en Harvard. – ‘Desearíamos ver al presidente’ -dijo suavemente el hombre. –‘Él está ocupado‘, contestó la secretaria. “Esperaremos” – replicó la mujer.
Por horas la secretaria los ignoró, esperando que la pareja finalmente se desanimara y se fuera. Ellos no lo hicieron, y la secretaria, al ver que no se iban, finalmente decidió interrumpir al presidente, aunque era una tarea que ella siempre evitaba. – ‘Tal vez si usted conversa con ellos por unos minutos, se irán”, - dijo la secretaria al presidente de la universidad. El hizo una mueca de desagrado, y asintió. Alguien de su importancia obviamente no tenía el tiempo para ocuparse de gente con vestidos y trajes baratos.
Y el presidente, con cierto mal genio, pero con dignidad, se dirigió con paso arrogante hacia la pareja. La mujer le dijo: “Tuvimos un hijo que asistió a Harvard por sólo un año. Él amaba a Harvard. Era feliz aquí. Pero hace un año, murió en un accidente. Mi esposo y yo deseamos levantar algo, en alguna parte del “campus”, que sea en memoria de nuestro hijo”. El presidente no se interesó. – “Señora’, dijo ásperamente, “no podemos poner una estatua para cada persona que asista a Harvard y fallezca. Si lo hiciéramos, este lugar parecería un cementerio” – ¡Oh no¡, explicó la mujer rápidamente. – “No deseamos erigir una estatua.
Pensamos que nos gustaría donar un edificio a Harvard” – El presidente abrió sus ojos; echó una mirada al vestido que traían y entonces exclamó: - ¿Un edificio? ¿Tienen alguna remota idea de cuánto cuesta un edificio? ¡Hemos gastado más de siete millones y medio de dólares en los edificios aquí en Harvard! – Por un momento la mujer quedó en silencio. El presidente estaba feliz. Tal vez se podría deshacer de ellos ahora.
La mujer se volvió a su esposo y le dijo suavemente: - ¿Tan poco cuesta iniciar una universidad? ¿Por qué no iniciamos la nuestra?’. Su esposo estuvo de acuerdo. El rostro del presidente se oscureció en confusión y desconcierto. El Sr. Leland Stanford y su esposa se pusieron de pie y se fueron, viajando a Palo Alto, California, donde fundaron la Universidad de Stanford que lleva su nombre, en memoria de un hijo del que Harvard no se interesó.
El semáforo: [Dar testimonio del resucitado, exige coherencia de vida]
El semáforo se puso amarillo justo cuando él iba a cruzar en su automóvil y, como era de esperar, hizo lo correcto: se detuvo en el paso cebra de peatones, a pesar de que había podido rebasado la luz roja, acelerando a mil. La mujer que estaba en el automóvil detrás de él estaba furiosa. Le pitaba con insistencia durante un largo rato y en voz alta lo insultaba ya que por culpa suya no pudo avanzar… y para colmo, se le cayó el celular y se le dañó el maquillaje. En medio de su pataleta, oyó que alguien le tocaba el vidrio de la puerta.
Era un policía mirándola muy seriamente que le ordenó salir del carro con las manos arriba, y la detuvo. La llevó a la comisaría donde le revisaron de arriba abajo, le tomaron fotos, las huellas digitales y la pusieron en una celda. Después de un par de horas, un policía se acercó a la celda y abrió la puerta. La señora fue escoltada hasta el mostrador, donde el agente que la detuvo estaba esperando con sus objetos personales: – “Señora, lamento mucho este error”, le explicó el policía. “Le mandé bajar mientras usted pitaba desaforadamente, como queriendo pasar por encima al automóvil de delante, maldiciendo, gritando y diciendo palabras soeces.
Mientras la observaba, me percaté de que de su retrovisor colgaba un rosario y que su coche tiene en el parachoques un adhesivo que dice ‘¿Qué haría Jesús en mi lugar?’. Además, vi un adhesivo que decía ‘Yo escojo la Vida, Jesús te ama’ y otro que decía ‘Sígueme el Domingo a la Iglesia’ y, finalmente, el emblema cristiano del pez. Como es de esperar, supuse que el automóvil era robado.”
Es ÉL mismo… Pero no el mismo
Resulta que un hombre decide disfrazarse de pobre y pedir limosna. Un día estaba sentado pidiendo limosna, y justo pasa su novia, lo ve y le dice: – Mi amor, ¿eres tú? Y él le dice: – Señorita, creo que usted se equivocó; “yo no soy”. Ella dice: – Iré a la casa de mi novio y comprobaré si es verdad. Él se apresura, se va corriendo a su casa y se quita el disfraz. Cuando su novia llega, ella le dice: – ¿Sabes una cosa? Vi un hombre, muy, pero muy parecido a ti pidiendo limosna. Y él le contesta: – ¡Mi amor ya te dije que no era yo!
Un pastor evangélico se reunía en el camino, todos los días con un sacerdote para ir a evangelizar a un pueblo; cada uno iba sobre un burro. En el trayecto los dos se hacían bromas permanentes, tratando de incomodar el uno al otro por su religión. Un día el Padre llegó a pie, y el Pastor, con burla, le preguntó: ¿Y su burro Padre? - el Padre le contesta: "se murió mijo", entonces aprovechando la ocasión, el Pastor le dice: "¿Y no le va a hacer el novenario, Padre?". -Y el Padre le dice: "No mijo, fíjate que era Evangélico".
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
3° Domingo Tiempo Ordinario, 21 Enero 2024, Ciclo B
Nueva religión [Seguir a Jesús, tiene sus riesgos]
Un pastor fanático, de nombre Jacinto, decía que él era la reencarnación de Jesús. El caso es que ganó muchísimos adeptos. Vestía con túnica, sandalias, cabello largo, y para reconfirmar que él era la reencarnación de Jesús, reunió doce apóstoles que lo acompañaban a todas partes, sacando grandes ventajas y uno que otro privilegio. Pero se les complicó la vida cuando Jacinto les explicó que como ya venía la semana santa, lo tendrían que matar para cumplir la profecía. “bien loco estaba”.
Y ahí se les complicó todo a los dichosos apóstoles, pues hasta ahí todo iba bien, pero matarlo…no!. Sus “doce apóstoles hablaban entre sí: “él dice que lo matemos, y vamos a tener que matarlo porque dice que es Jesús para cumplir la profecía. Otro dijo: pero él dice que es Jesús y si nosotros le seguimos es porque creemos en él.
Sí, bueno, pero una cosa es que lo sigamos pa’rezar, pero matarlo ya es otra cosa. ¡Cómo lo vamos a matar si es amigo, no? - Sí, pero es que lo tenemos que matar porque él pide y quiere que lo matemos para cumplir con la profecía en la semana santa. Así pasó un tiempo…y que si…y que no, hasta que uno de ellos dijo: ¿porque no le decimos al comisario? Fueron al comisario.
Mire señor comisario, nosotros somos los doce apóstoles del pastor Jacinto. Él dice que es Jesús. Sí…!algo he escuchado…y? Es que él dice que es Jesús y que ahora viene semana santa y tenemos que matarlo… “Cómo?” sí, él quiere que lo matemos, y por eso le venimos a preguntar a usted si lo matamos o no. Sí…mátenlo… “Cómo?”… lo matamos?...Sí, mátenlo…Eso sí, si al tercer día no resucita, todos a la cárcel…!!!.
Brazos y pies del Señor.
Durante la segunda guerra mundial, un pueblecito de Baviera fue destruido por las bombas. La Iglesia también quedó reducida a escombros. Entre las ruinas, los vecinos encontraron una imagen de Jesús sin brazos ni piernas. Terminada la guerra reconstruyeron el pueblo y la iglesia. Dudaban entre reconstruir la imagen o dejarla tal como la encontraron. Optaron por dejarla como la encontraron y le pusieron esta inscripción: "Ahora no tengo manos ni pies. A partir de hoy, ustedes serán mis brazos y mis pies para ayudar y curar este mundo roto."
La conversión es para todos:
Un párroco trató de despertar de la pereza espiritual y vida poco ejemplar de sus fieles, diciéndoles, “¡Si no cambian de vida, todos en esta parroquia se van a morir!” El escalofrío los invadió a todos, menos a un hombre que al fondo del templo empezó a reírse. Entonces el párroco lo repitió, “¡Si no cambian de vida, todos en esta parroquia se van a morir!”
Otra vez escalofríos, pero el hombre de atrás, se reía más fuerte. El párroco lo dijo una tercera vez y otra vez el hombre se rio. El párroco paró su homilía y le preguntó al hombre porqué se reía. Y el hombre dijo: “Padre, es que yo soy de otra parroquia”
Obreros en la vía: [Es urgente cambiar de rumbo en la vida].
Una cuadrilla de rutas estaba en plena tarea limpiando y tapando baches. Llega la hora del almuerzo, y el capataz, manda tender el mantel en medio de la ruta para almorzar... ¿en medio de la ruta? dice un obrero ¿y si viene un auto? extendamos el mantel debajo de aquel árbol. No, extiendan el mantel en medio de la ruta…contrariados extienden el mantel en la ruta.
Ya iban a empezar a comer cuando ven que viene un auto a toda velocidad; el chofer ve a los hombres e intenta frenar, pero no lo consigue, así que se desvía y se estrella contra el árbol el capataz mira a los obreros y les dice: - ya ven lo que hubiera pasado si hubiéramos tendido el mantel debajo de ese árbol?!!!
La profecía:
Conversando unos niños, uno le pregunta al otro ¿cómo sabes que una profecía se ha cumplido? y el otro niño le contestó: Fácil: “Cuando mi mamá dice: …te lo dije”.
Comenzar sin pereza: [A anunciar el Reino como lo hizo Jesús]
Al comenzar la jornada, dos amigos dialogando, uno pregunta: Oiga Carlos, según usted “Qué es lo que más le está haciendo daño a nuestra sociedad?…¿Qué quisiera que dejáramos?: Y Carlos le responde, pues la pereza…El otro le pregunta: ¿Y cuándo empezamos?: Carlos responde: Ay…más tardecito…
Descargar Enseñanzas 21 Enero 2024
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
3° Domingo Tiempo Ordinario, 21 Enero 2024, Ciclo B
Nueva religión [Seguir a Jesús, tiene sus riesgos]
Un pastor fanático, de nombre Jacinto, decía que él era la reencarnación de Jesús. El caso es que ganó muchísimos adeptos. Vestía con túnica, sandalias, cabello largo, y para reconfirmar que él era la reencarnación de Jesús, reunió doce apóstoles que lo acompañaban a todas partes, sacando grandes ventajas y uno que otro privilegio. Pero se les complicó la vida cuando Jacinto les explicó que como ya venía la semana santa, lo tendrían que matar para cumplir la profecía. “bien loco estaba”.
Y ahí se les complicó todo a los dichosos apóstoles, pues hasta ahí todo iba bien, pero matarlo…no!. Sus “doce apóstoles hablaban entre sí: “él dice que lo matemos, y vamos a tener que matarlo porque dice que es Jesús para cumplir la profecía. Otro dijo: pero él dice que es Jesús y si nosotros le seguimos es porque creemos en él.
Sí, bueno, pero una cosa es que lo sigamos pa’rezar, pero matarlo ya es otra cosa. ¡Cómo lo vamos a matar si es amigo, no? - Sí, pero es que lo tenemos que matar porque él pide y quiere que lo matemos para cumplir con la profecía en la semana santa. Así pasó un tiempo…y que si…y que no, hasta que uno de ellos dijo: ¿porque no le decimos al comisario? Fueron al comisario.
Mire señor comisario, nosotros somos los doce apóstoles del pastor Jacinto. Él dice que es Jesús. Sí…!algo he escuchado…y? Es que él dice que es Jesús y que ahora viene semana santa y tenemos que matarlo… “Cómo?” sí, él quiere que lo matemos, y por eso le venimos a preguntar a usted si lo matamos o no. Sí…mátenlo… “Cómo?”… lo matamos?...Sí, mátenlo…Eso sí, si al tercer día no resucita, todos a la cárcel…!!!.
Brazos y pies del Señor.
Durante la segunda guerra mundial, un pueblecito de Baviera fue destruido por las bombas. La Iglesia también quedó reducida a escombros. Entre las ruinas, los vecinos encontraron una imagen de Jesús sin brazos ni piernas. Terminada la guerra reconstruyeron el pueblo y la iglesia. Dudaban entre reconstruir la imagen o dejarla tal como la encontraron. Optaron por dejarla como la encontraron y le pusieron esta inscripción: "Ahora no tengo manos ni pies. A partir de hoy, ustedes serán mis brazos y mis pies para ayudar y curar este mundo roto."
La conversión es para todos:
Un párroco trató de despertar de la pereza espiritual y vida poco ejemplar de sus fieles, diciéndoles, “¡Si no cambian de vida, todos en esta parroquia se van a morir!” El escalofrío los invadió a todos, menos a un hombre que al fondo del templo empezó a reírse. Entonces el párroco lo repitió, “¡Si no cambian de vida, todos en esta parroquia se van a morir!”
Otra vez escalofríos, pero el hombre de atrás, se reía más fuerte. El párroco lo dijo una tercera vez y otra vez el hombre se rio. El párroco paró su homilía y le preguntó al hombre porqué se reía. Y el hombre dijo: “Padre, es que yo soy de otra parroquia”
Obreros en la vía: [Es urgente cambiar de rumbo en la vida].
Una cuadrilla de rutas estaba en plena tarea limpiando y tapando baches. Llega la hora del almuerzo, y el capataz, manda tender el mantel en medio de la ruta para almorzar... ¿en medio de la ruta? dice un obrero ¿y si viene un auto? extendamos el mantel debajo de aquel árbol. No, extiendan el mantel en medio de la ruta…contrariados extienden el mantel en la ruta.
Ya iban a empezar a comer cuando ven que viene un auto a toda velocidad; el chofer ve a los hombres e intenta frenar, pero no lo consigue, así que se desvía y se estrella contra el árbol el capataz mira a los obreros y les dice: - ya ven lo que hubiera pasado si hubiéramos tendido el mantel debajo de ese árbol?!!!
La profecía:
Conversando unos niños, uno le pregunta al otro ¿cómo sabes que una profecía se ha cumplido? y el otro niño le contestó: Fácil: “Cuando mi mamá dice: …te lo dije”.
Comenzar sin pereza: [A anunciar el Reino como lo hizo Jesús]
Al comenzar la jornada, dos amigos dialogando, uno pregunta: Oiga Carlos, según usted “Qué es lo que más le está haciendo daño a nuestra sociedad?…¿Qué quisiera que dejáramos?: Y Carlos le responde, pues la pereza…El otro le pregunta: ¿Y cuándo empezamos?: Carlos responde: Ay…más tardecito…
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
A Solemnidad Santa María Madre de Dios, 1° Enero 2024, Ciclo B
María, abre la puerta que lleva a Jesús.
En latín, ENERO, es “JANUARIUS”, que significa literalmente: “portero”, por ser el mes que abre la puerta a los demás meses del calendario.
La Virgen María y las otras mamás:
Un hombre, que se ufanaba de decir que él no creía en Dios, le preguntó a otro que salía del templo de rezar el Rosario: “No entiendo porque ustedes los católicos hacen tanto énfasis en María, si yo no veo ninguna diferencia entre ella y mi mamá”. El católico pensó, y luego le respondió: “pues, no sé la diferencia entre las dos mamás; pero lo que sí sé, es que hay una gran diferencia entre los dos hijos.
Moraleja: Como el cuento indica, el motivo para dar tanto énfasis a María, es porque ella es la madre de Jesús, el Hijo de Dios.
Anillo de compromiso
Cuenta la historia de un muchacho que entró con paso firme a una joyería y le pidió al dueño que le mostrara el mejor anillo de compromiso que tuviera. El joyero le presentó uno. La hermosa piedra solitaria brillaba como un diminuto sol resplandeciente. El muchacho contempló el anillo y con una sonrisa lo aprobó. Preguntó luego el precio y se dispuso a pagarlo. “¿Se va usted a casar pronto?”, le preguntó el joyero. “No”, respondió el muchacho. “Ni siquiera tengo novia”.
La muda sorpresa del joyero hizo sonreír al muchacho. “Es para mi mamá”, dijo él. “Cuando yo iba a nacer, estuvo sola. Alguien le aconsejó que me matara antes de que naciera, así se evitaría problemas. Pero ella se negó y me dio el don de la vida. Y tuvo muchos problemas. Fue padre y madre para mí; fue amiga, hermana y maestra. Me hizo ser lo que soy. Ahora que puedo, le compro este anillo de compromiso. Ella nunca tuvo uno.
Yo se lo doy con la promesa que, si ella hizo todo por mí, ahora yo haré todo por ella. Quizá después entregue yo otro anillo de compromiso, pero será el segundo”. El joyero no dijo nada. Tomó el anillo, ordenó que lo empacaran hermosamente y luego se lo entregó al muchacho diciéndole: “Llévelo, es un obsequio mío. Hubiera querido conocer a mi madre, pero murió en el momento en que me dio a luz”.
La mamá más mala del mundo:
Me ha tocado la mamá más mala del mundo. Desde que era pequeña, me obligaba a desayunar. Antes de ir a la escuela, por lo menos debía tomar leche, mientras que otras madres ni se ocupaban de eso. Me hacían un sándwich o me daba una fruta, cunado los demás niños podían comprar papitas y comer otras cosas ricas. Y también sus palabras: “Come, ¡anda!, ¡tienes que terminar!, ¡acaba!, ¡hazlo bien!, ¡vuelve a hacerlo!, y así siempre.
Violó las reglas al poner a trabajar a menores de edad, y me obligaba a asear mi cuarto a tender mi cama, a ayudar en la preparación de la comida y hacer algunos mandados. Lo más harto era ir por los huevos con ese calor y las largas filas. ¡Cuánto trabajo! Fui creciendo y mi mamá preguntaba todo: “¡quiénes son tus amigas? ¿Quiénes son sus mamás?, ¿dónde viven?”. Lo peor fue cuando empecé a tener amigos. Mientras las otras amigas los podían ver a escondidas, yo los tenía que pasar a la sala y presentarlos. ¡Era el colmo! Y el interrogatorio de costumbre: “¿Cómo te llamas? ¿Dónde vives? ¿Qué estudias? ¿Trabajas?”.
Los quehaceres fueron en aumento: que barra, que arregle el closet, todo eso me enfadaba. Los años también pasaron. Me casé e inicié una nueva familia. Ahora soy madre también. Y hoy 1° de enero quiero comulgar para darle gracias al Señor por mi mamá. Gracias al cuidado que tuvo con mis alimentos crecí sana y fuerte, y cuando llegué a enfermarme me cuidó con mucho cariño. Gracias a la atención que puso en mis tareas logré terminar mi carrera. Gracias a que me enseñó a hacer los oficios de la casa ahora tengo mi hogar limpio y ordenado y sé administrar mi hogar. Gracias al cuidado que puso para que yo escogiera a mis amigas aún conservo algunas, que son un verdadero tesoro.
Gracias a que conoció mis amigos, pude darme cuenta quién era el mejor y ahora es mi esposo. “Gracias, Señor”, le dije desde el fondo de mi corazón, “por darme a mi mamá, a mi mamá querida, a quien solo le vi defectos y no cualidades, a esa mamá, que me ha amó tanto y me formó tan bien. Solo te pido, Señor, que ahora que tengo mis hijos, me consideren la mamá más mala del mundo.”
Mi suegra está en todo: [María nos acompañará todo el año… pero muy discreta].
Una mujer va donde el sacerdote que la casó hace dos meses, el sacerdote le pregunta: ¿cómo va su matrimonio? - ella le dice: todo bien pero mi suegra esta en todo. - ¿Cómo así que está en todo? - Si padre, en todo lo que hago: en los fríjoles, en la sopa, en el pollo, en todo. No entiendo dice el padre. Mire: mi marido dice: el pollo le quedaba más rico a mamá, la sopa siempre te queda sin sal, a mamá no y los fríjoles no te quedan como los hace mi mamá.
En todo está la mamá de mi esposo, estoy desesperada. ¿Qué me aconseja, Padre? – Mire: por qué no le haces una cena bien romántica: a ver: ¿qué color le gusta a tu esposo?: - el negro padre. Entonces ponte un hermoso vestido negro y prepárale algo bien rico; apagas la luz y prendes velas y veras que ahí no estará presente la mamá de tu esposo. Gracias padre, eso haré.
Llegada la tarde hace la cena, se pone el hermoso vestido negro, baja los tacos de la luz y enciende las velas. Llega su esposo quien al ver que hay velas y su esposa está de negro, se angustia y pregunta: ¿qué le pasó a mi mamá?
Enamorarnos de la Madre de Dios…
Unos fieles le surgieron a su párroco, el padre Antonio, que fuera más dinámico en las homilías, porque los aburría mucho. El padre Antonio entonces fue a donde su amigo, el Padre Pedro a que le diera un consejo. El padre Pedro le dijo: “Mire padre Antonio, trate de comenzar la homilía con alguna afirmación dramática para llamar la atención”. “Por ejemplo, diga: “Estoy enamorado de una mujer bella”. Luego espera un momento y dice: “Ella es…mi mamá.”
En la próxima homilía, el padre Antonio comenzó así: “Estoy enamorado de una mujer bella”. Toda la comunidad quedó con la boca abierta y en silencio. Cosa que desubicó al padre Antonio, que no podía recordar lo que seguía. Entonces volvió a decir: “Estoy enamorado de una mujer bella…Ella es…Ella es…Ella es…la mamá del Padre Pedro.”
La vida pasa rápido… [Hay que aprovechar el tiempo] [Para misa con niños]
· 1° escena: Sale la familia Díaz planeando sus vacaciones.
· 2. Acto: sale la familia Díaz empacando maletas.
· 3. Acto: Sale la familia Díaz abordando el avión para irse. Título de la obra: “Los Días se van volando”.
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
La Natividad del Señor, 25 Diciembre 2023, Ciclo B
Demasiado tarde:
El abuelo había insinuado en varias ocasiones que le encantaría tener un D.V.D para ver unas películas de Cantinflas que le gustaban. Hijos y nietos ofrecían dar cada uno un aporte del precio, pero no se ponían de acuerdo. En todas las navidades, comprometidos con tantos gastos por los otros regalos, se justificaban diciendo: lo que papá necesita es una cobija, para estos fríos, seguro que la agradecerá.
Hasta que llegó esta Navidad y por fin los hijos y nietos se pusieron de acuerdo para comprar el D.V.D. que tanto deseaba. Llegaron a la casa del abuelo y le dijeron: - Te traemos buenas noticias… – Te trajimos tu D.V.D…. El Abuelo les responde: - les tengo malas noticias… – Me quedé ciego.
Eric y el mendigo:
Érase una familia que viajaba el día de Navidad. De vuelta a casa pararon a comer. El restaurante estaba casi vacío. Eric, un bebé de dos años, saludó con su manita y su parloteo a un vagabundo que allí se encontraba. Hola, pequeño amigo, le dijo el viejo vagabundo. Y Eric continuó riendo y diciéndole cosas. Sus padres se sentían muy molestos e incomodos y con unas ganas enormes de que aquel juego terminara.
Cuando fueron a pagar, Eric corrió hacia el vagabundo y descansó su cabecita en su hombro. Los ojos del hombre se cerraron y las lágrimas brotaron de sus ojos tristes. Sus manos arrugadas y sucias acariciaron al niño y le dio unas cariñosas palmaditas en la espalda. Después con voz firme le dijo a la madre:
"Cuide muy bien a este niño. Dios los bendiga. Gracias Señora, me ha dado usted mi regalo de Navidad".
La madre corrió hacia el coche con Eric en sus brazos diciendo: Dios mío, perdóname.
El ladrón madrugador:
En el día de navidad, el juez quiso ser menos duro con los ladrones ese día. En el primer juicio, le pregunta al acusado: “de qué se le acusa? – de haber hecho mis compras navideñas con anticipación. - Hombre!!! Pero eso no es un delito: ¿y…con cuánta anticipación las compró usted?.- Pues antes de que abrieran la tienda.
El mejor regalo de Navidad:
Tres hermanos que vivían lejos de su pueblo natal y se habían vuelto ricos, discutían para ver quién había dado el mejor regalo de navidad a su anciana madre. El 1° dijo: “yo le construí una mansión”. El 2°, dijo: “yo le envié un Mercedes con chofer”. El 3° sonrió y dijo: “yo les gané a los dos… ¿Recuerdan cómo le gustaba a mamá leer la Biblia?... y como ustedes saben, ella ya casi no puede ver, así que le conseguí un loro carísimo, grandotote y hermoso que recita de memoria la biblia entera.
Es un loro hermoso y único. A los monjes les tomó 12 años amaestrarlo en el manejo de la biblia. Mamá sólo tiene que decirle el capítulo y el versículo y el loro se lo recita de memoria”. Poco después, la anciana madre les envió cartas de agradecimientos a los tres hijos: “José, la casa que me construiste es tan grande que yo sólo ocupo un cuarto y tengo que limpiar todo el día”. “Pedro, estoy muy vieja para viajar, así que rara vez uso el Mercedes y el chofer es un haragán…”, Querido Manolo: tú si sabes lo que le gusta a tu madre…La gallina estaba deliciosa…”.
¿Dónde está Dios?
Dos hermanos de 8 y 10 años eran el terror del barrio. En todas las travesuras que en él sucedían, allí estaban los dos. Sus padres, agotada la paciencia, no sabían qué hacer con ellos. Habiendo oído hablar de un sacerdote que trabajaba con muchachos delincuentes, la madre le pidió que hablara con sus hijos. El padre accedió y dijo que quería hablar primero con el más pequeño. Y la madre se lo llevó.
El sacerdote le mandó sentarse y quiso hacerle caer en la cuenta de que Dios está en todas partes y lo ve todo. Con el dedo apuntó al niño y le preguntó: ¿Dónde está Dios? El niño no dijo nada. De nuevo, el padre apuntó su dedo hacia él y le preguntó: ¿Dónde está Dios? El niño no dijo nada. Por tercera vez, con voz fuete y firme, con el dedo tocando casi su nariz le preguntó: ¿Dónde está Dios? El muchacho se asustó tanto que salió corriendo hacia su casa.
Al llegar a casa se encontró con su hermano y subieron a la habitación donde planeaban todas sus maldades. Y le dijo: "Ahora sí que estamos metidos en un gran lío". Su hermano le preguntó qué quería decir con eso de un gran lío. Y éste le contestó: "No encuentran a Dios y piensan que nosotros lo hemos escondido".
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
4° Domingo de Adviento, 24 Diciembre 2023, Ciclo B
Adornos pasajeros… [Adornamos todo, menos lo esencial]
Un hombre fue al teatro para escuchar un buen concierto. Al día siguiente fue al café, y como era muy hablador, explicó el concierto con todo de detalle a los amigos que estaban sentados con él en la mesa. Relató el concierto con toda perfección, el teatro, el escenario, los decorados, los vestidos de los cantores, los instrumentos, las personas que asistieron etc., etc., y, cuando acabó, uno le dijo que había explicado muchas cosas, pero que no había hablado de cómo había sido el concierto, si le había gustado o no.
Lo dijo en voz alta para que le oyera bien, pero él, con tristeza, le contestó que no podía decir nada, porque era sordo. Esto mismo creo que les ocurre a muchas personas. Preparan la comida, adornan la casa, invitan a la familia, beben champaña, cantan villancicos, etc., pero no ven a Jesús, porque no tienen el corazón limpio. Reflexión: Muchos preparan la comida, adornan la casa, invitan a la familia, beben champaña, cantan villancicos, dan regalos, etc., pero ni ven, ni escuchan a Jesús, porque el corazón lo tienen ocupado en cosas efímeras.
El sueño de María: [Una historia que cuestiona el olvido de Dios
Le dice María a José: Tuve un sueño, José.... realmente no lo pude comprender, pero creo que se trataba del nacimiento de nuestro Hijo; creo que sí…era acerca de eso. La gente estaba haciendo los preparativos con seis semanas de anticipación. Decoraban las casas. Salían de compras y adquirían costosos regalos. Era muy peculiar, ya que los regalos no eran para nuestro Hijo. Los envolvían con hermosos papeles y los ataban con preciosos moños, todo lo colocaban debajo de un árbol. Si, José, un árbol que también estaba decorado.
Las ramas llenas de adornos que brillaban. Había una figura en lo alto del árbol, me parecía ver una estrella o un ángel, ¡oh! Era verdaderamente hermoso. Toda la gente estaba feliz y sonrientes, emocionados por los regalos; se los intercambiaban unos con otros, José; pero no quedó ninguno para nuestro Hijo. Sabes José, creo que ni siquiera lo conocen, pues nunca mencionaron su nombre; ¿no te parece extraño que la gente se meta en tantas carreras y afanes para celebrar el cumpleaños de alguien que ni siquiera conocen?
Tuve la extraña sensación de que si nuestro Hijo hubiera estado en la celebración, hubiese sido un intruso solamente. Todo estaba tan hermoso, José y todos tan felices, pero yo sentí enormes ganas de llorar. Qué tristeza para nuestro niño Jesús, ser ignorado en su propia fiesta de cumpleaños. ¡Pero estoy contenta porque sólo fue un sueño - ¡Qué terrible José, si esto hubiera sido realidad!
Tradición de navidad: [Algo tendrá que cambiar en esta navidad]
Una joven mujer preparaba con mucho entusiasmo un jamón para la cena. Después de cortarle un pedazo a la punta del jamón, lo coloca en una refractaria para hornearlo. Su hija le pregunta: ¿por qué le cortas un pedazo al jamón? - Ella le contesta: pues la verdad es que no sé, pero siempre vi a mi mamá haciéndolo así, por eso siempre lo hago.
Más tarde, hablando esta con su mamá, le preguntó a su vez, el por qué cortaba el final del jamón antes de hornearlo, a lo que la madre le respondió: no sé, esa fue la manera como mi mamá siempre lo hacía. Unas semanas después, la joven mujer visitó a su abuela y aprovechó para preguntarle: Abuela, ¿porqué es que tú le cortas la punta al jamón cuando la vas a meter al horno? - Su abuela le contestó: bueno querida, porque esa es la única forma en que puedo lograr que el jamón quepa en la refractaria.!!!
Niño estratega […Cómo lograr un regalo de navidad]
El pequeño Ramoncito quien tenía 9 años y era hijo único le preguntó a su mamá: ¿mamá cuándo llega papá de viaje? La mamá le dijo: lleva apenas unos días creo que le tomará otra semana de trabajo y regresará. Ramoncito vuelve a preguntar ¿Mamá: y si jugamos que yo soy papá mientras el regresa? Bueno mi amor, no veo por qué no. Y comienza ella preguntando ¿querido que quieres de almuerzo? Hamburguesa con papitas fritas, responde Ramoncito, ella pensó: le seguiré la corriente.
Llegó la hora del almuerzo, le sirvió la hamburguesa y las papas. El niño se paró y dijo: voy a hacer la siesta. Que siesta ni que siesta, tienes que ir al colegio. Pero si quedamos en que yo jugaba a ser papá, y estamos jugando, ¿no? Si, y seguiremos jugando, pero cuando vuelvas del colegio. Al regresar del colegio, el niño no ha olvidado el juego y le dice a su mamá: querida ya llegué; mis onces por favor. Claro querido…y así hasta la noche.
Querido, dice la mamá: ve a cepillarte los dientes y te acuestas. El niño va, se cepilla; luego va y se acuesta en la cama de los papás. ¿No te dije que te fueras a acostar? Querida, yo soy el hombre de la casa y esta es mi cama. Además, de noche es cuando se ventilan las cosas importantes, así que vamos a hablar como hacen los matrimonios: ven y acuéstate. La mamá, entre desconcertada y molesta, pensando, qué mañas le habrán enseñado en el colegio…Pensó: ¡me va a tocar mandarlo a dormir con dos palmadas! - No obstante, decide averiguar y acostarse.
Se acuesta y el niño en su papel de hombre de la casa se acomoda y mirando a su mamá le dice: querida se acerca navidad, ¿qué tal si le compramos la bicicleta al niño?
Jesús te está mirando: [Por la obediencia de María…Para niños desobedientes]
La mamá de Jaimito se disponía a salir de compras de navidad y le dice a su hijo que se quedara juicioso, que no fuera a entrar amiguitos mientras ella estuviera fuera. Que debía arreglar su cuarto Y lo hizo prometer que cumpliría con su petición. Pero al irse la mamá, Jaimito, desobediente, llamó a su amigo Jesús para que jugara con él, y jugaron tan entretenidos que cuando menos pensó su mamá estaba de vuelta, y no le dio tiempo de salir a su amiguito. Jesús se esconde debajo del mantel de la mesa.
Al entrar la mamá pregunta, ¿Dejaste entrar a alguien mientras yo no estaba?", "no, mamá", "seguro, Jaimito?", "sí mamá, seguro", "Jaimito… ¡Jesús te mira y sabes cuándo mientes! - y dice Jaimito: ¡Jesús salga que ya te pillaron!
María, el orgullo de nuestra raza: [Los hijos juiciosos: orgullo de sus padres].
En una navidad, se encuentran dos madres que presumían de sus hijos. Una le dice a la otra: - Mi hijo es gerente de una empresa transnacional. Se encarga de negocios importantes. Su nuevo puesto le ha caído como anillo al dedo. ¿Y el tuyo? - El mío se siente como pez en el agua. - ¿Ah sí? ¿Y qué hace? – Nada.
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
3° Domingo de Adviento, de Gaudete, 17 Diciembre 2023, Ciclo B
Eso es el adviento: [El día anterior del más bello regalo y de la más grande noticia]
Hay un cuadro titulado “El día antes de Navidad, como niños detrás de la puerta.”. Cuatro niños felices ante una puerta. Detrás de la puerta algo misterioso está pasando. Uno, ansioso, mira por el agujero de la cerradura. Otro escucha atentamente para oír algo. Los otros dos pequeños sonríen maravillados porque intuyen que algo grande está pasando o va a pasar….
Juan Bautista proyectaba la luz del Señor
Una madre lleva todos los días a su hijo pequeño a la misa de la tarde. El niño se extasía mirando los vitrales, en los que el sol juega con la luz, proyectando las imágenes multicolores de los apóstoles sobre las losas del templo. Cierto día, en la escuela, la maestra le pregunta a aquel niño: Daniel: ¿Qué es un santo? La respuesta surgió espontánea de los labios del niño: Un santo, señorita, es un hombre que deja pasar la luz.
¡Estad siempre alegres!
Un profesor enseñaba a sus alumnos, cómo mostrar alegría ante los acontecimientos de la vida. Les decía: “Pongan cara alegre, sonrían como si les contaran el mejor de los chistes”. Y un alumno le preguntó: Profesor: ¿Y para demostrar tristeza que debemos hacer? -Y el profesor le respondió: sencillo: “Pues pongan la cara de siempre”.
Capacidad a Prueba [El Espíritu nos da un empujoncito a los brazos de Dios]
Un millonario promueve una fiesta en una de sus mansiones, y en determinado momento, pide silencio, para la música, y mirando hacia la piscina donde criaba cocodrilos australianos, dice: el que logre cruzarla y salir vivo al otro lado, ganará todos mis carros…. ¿Alguien se atreve? – Espantados, los invitados permanecen en silencio. El millonario insiste: El que se lance a la piscina, logre cruzarla y salir vivo al otro lado, ganará todos mis carros y mis aviones y mis mansiones…... ¿Alguien se atreve? En este momento, alguien salta a la piscina. La escena es impresionante… Una lucha intensa, el hombre se defiende como puede, agarra la boca de los cocodrilos con pies y manos, tuerce la cola del reptil.
Es una escena de mucha lucha. Después de algunos minutos de terror y pánico, sale el valiente hombre, lleno de mordiscos, hematomas y casi muerto. El millonario se aproxima, lo felicita y le pregunta: ¿Dónde quiere que le entregue los carros, los aviones y las mansiones? El hombre respondió: Gracias, pero no quiero nada…
Sorprendido, el millonario le pregunta: ¿Si Ud. No quiere nada de lo que le he ofrecido, que quiere entonces?... Y el hombre, furioso, le respondió: ¡Lo único que quiero, es encontrar al que me empujó a la piscina!
– Moraleja: Que, en esta navidad, el niño que viene de lo alto, nos dé un empujoncito para encontrarnos con Dios.
Ejercer la paciencia: [El niño Dios le tendrá paciencia al mundo entero]
Va por la calle un señor empujando un cochecito y él bebe que llevaba iba llorando, zapateando y haciendo un escándalo tremendo. Todos los que pasaban se quedaban mirando como lloraba y el señor seguía empujado el cochecito y le decía: “calma Manuel…calma, ten paciencia Manuelito, por favor cálmate Manuelito”.
Una señora asombrada se paró a verlo y le dice: señor, estoy asombrada: mientras todo el mundo se para a ver porqué llora su hijo, yo me paro para agradecerle y admirarle a usted la ternura con la que se dirige a su hijo Manuel. Y el señor le responde: “no señora, Manuel soy yo”.
[Cambiar de rumbo]:
Un señor bastante tomado se subió al bus y se sentó junto a una señora. Ella le dijo en tono de reproche: ¡si usted sigue por ese camino, va derecho a la perdición…! ¡Cambie de rumbo! - El borrachito se levantó como pudo, fue a donde el chofer y le dijo: ¡deténgase, que me equivoqué de bus!
Vino un hombre humilde llamado Juan… [La humildad derrota la arrogancia]
Un hombre humilde llamado Juan, entra a un bar con una radio bajo el brazo ofreciéndolo en venta. En una mesa cercana hay varios hombres quienes al verlo se proponen quitarle el radio sin pagarle un centavo. Y comentan entre sí: Con unas cervezas encima, este pobre hombre terminará vendiendo el radio por nada. Lo invitaron a sentarse con ellos y le preguntaron ¿Cuánto pide por tu radio? 100.000 pesos, responde de manera ingenua. Ok, vamos a tomarnos unas cervezas y luego hablamos.
Después de un rato de tomarse varias cervezas, vuelven a preguntarle: Dinos: ¿En cuánto nos vendes tu radio? Si me dan 50.000 pesos, lo vendo. Pero como les parecía muy caro aún, entonces le insisten: ¡Eso, tómate otras cervezas! – Después de tomar otras cervezas más le preguntan ¿En cuánto nos vendes tu radio? Lo dejo 20.000 pesos y me voy a mi casa.
Los hombres viendo que ya casi le iban a tumbar el radio, deciden continuar con otra tanda de cervezas y le vuelven a preguntar: Y ahora ¿En cuánto nos vendes tu radio? Y el humilde Juan les responde: Pues yo quería vender el radio para beber cerveza, pero, como ya he tomado bastante, he decidido que no lo vendo, y mejor me voy.
El loro predicador: [Juan Bautista, a pesar de Las adversidades, predica]
Un domingo la iglesia estaba llenísima para ver y escuchar un loro que el sacerdote había entrenado para dar el sermón. El padre colocó al loro en el púlpito. Al ver la Iglesia llena, el loro se llenó de miedo y se quedó mudo en el púlpito. Apenas movía su cabeza de lado a lado, hasta que el padre se colocó detrás del loro y le dijo: ¡O hablas o te quito todas las plumas y te pongo en el corral con las gallinas! Inmediatamente el loro, dirigiéndose a todos los fieles, los miró y dijo: ¡Hermanos, Oremos, porque el enemigo está cerca y comenzó a manifestarse!”
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
2° Domingo de Adviento, 10 Diciembre 2023, Ciclo B
Dios se deja encontrar en un niño: [Busquemos a Dios sin cesar]
Un buen padre estaba leyendo la Biblia en su habitación. De repente entró su hijito, llorando. El niño había estado jugando con un amiguito a las escondidas, y se había escondido tan bien que el amigo se cansó de buscarlo y al no encontrarlo se marchó a su casa. Papá, no es justo, le dijo su hijo, debería haber seguido buscándome.
Reflexión: A Dios, también dejamos de buscarlo. ¿No se sentirá triste porque nos vamos de su lado y no lo buscamos?
Mensajero [¿Estamos al día con Dios, o nos escondemos de él?]
Un mensajero toca la puerta de la casa de Bonifacio. El hijo de Bonifacio abre. “Buenos días. Busco al señor Bonifacio Pérez de parte de cobros atrasados, S.A.”. “Mi papá no está”, dice el muchacho. “¿Y tu mamá?” – “Ella también se escondió”.
Preparar el terreno…
Un anciano iraquí que vivía en Chicago desde hace más de 40 años, quiere plantar patatas en su terreno, pero arar la tierra es un trabajo muy pesado para él. Su único hijo, Ahmed, está estudiando en Francia. El anciano padre le manda un mail explicándole el problema: "Querido Ahmed: no voy a poder plantar mi terreno con patatas este año. Estoy muy viejo para arar la tierra. Si tú estuvieras aquí, sé que tú removerías toda la tierra por mí. Te quiere, tu papá”.
Al día siguiente recibe un mail de su hijo Ahmed: Querido papá: Por lo que más quieras, no toques ese terreno. Ahí es donde tengo escondido aquello. Te quiere Ahmed. "A las 4 de la mañana aparecen la policía, agentes del FBI, de la CIA, los rangers de Texas, los power ranger, Steven seagal, el capitán América, los X-men, el hombre araña y algunos más de élite del Pentágono que remueven el terreno, centímetro a centímetro buscando materiales para construir bombas, ántrax, lo que fuera.
No encuentran nada y se van. Ese mismo día, el anciano padre recibe otro mail de su hijo: Querido papá: Seguramente la tierra ya estará lista para plantar las patatas. Es lo mejor que pude hacer dadas las circunstancias. Te quiere, tu hijo Ahmed.
El león más feroz. [Adviento: llamado a la conversión, sin hacernos del rogar]
Un circo llega a la ciudad. El dueño empieza a anunciar por todas partes: - Damas y caballeros: ¡vengan a ver al león más feroz del mundo, por solo 50 dólares! Pero nadie hacía caso, así que bajó el precio: - ¡Damas y caballeros, vengan a ver al león más feroz del mundo, por solo 30 dólares!
Pero ninguna persona se acercaba, y así fue bajando el precio a 20, 10, 5 dólares… pero nadie hacía caso. Entonces el dueño anunció: - ¡Damas y caballeros, vengan a ver al león más feroz del mundo, totalmente gratis! Como era de esperarse, el circo se llenó hasta reventar. De pronto el tipo clavó estacas alrededor de la entrada, y comenzó a gritar: ¡La salida a 100 dólares… porque vamos a soltar el león!
Un nuevo bautismo [Juan predica un bautismo, llamando a la conversión]
Moisés llegó a un pueblo y se encuentra con tres de los habitantes que estaban asando un cerdo. Moisés les predica la palabra de Dios y los convence de ir al rio para bautizarlos. Le dice al primero: con esta agua te bautizo: ahora te llamarás Samuel. Le dice al segundo: con esta agua yo te bautizo ahora te llamaras Joel. Le dice al tercero: con esta agua yo te bautizo: ahora te llamaras Amós.
Luego de bautizarlos, Moisés les dio un sermón en el que les insistió que no podían comer cerdo porque la Biblia lo prohibía. Después de un tiempo, Moisés se fue del pueblo. Pasó un año y regresó, para ver cómo estaban sus tres bautizados y justo, los encontró asando cerdo. Pero ¿Qué ha pasado con ustedes? ¿No les dije que no se podía comer cerdo? ¿Por qué están asando ese cerdo? - Maestro Moisés, hemos sido precavidos. Primero llevamos al cerdo al rio y lo bautizamos, diciéndole: ¡con esta agua yo te bautizo, ahora te llamarás ternero!
¿Responsabilidad compartida?: Enderezar lo torcido. [Misa con niños]
Le dice Jaimito a la mamá: Mami - ¿te acuerdas que nosotros siempre hacemos las tareas juntos?... Sí, mi amor - ¿Por qué? – ¡Pues te cuento que nos tiramos el año!
El burro y la vaca. [Quitar los estorbos para visualizar el sendero que lleva a Dios]
Un hombre va conduciendo por la carretera cuando de pronto ve que en el sentido contrario viene una mujer conduciendo su vehículo como loca y, al acercarse, baja la ventanilla y le grita: ¡Burrrrooooo! El hombre, que obviamente no se puede quedar callado, baja la ventana y le grita: ¡Vaaaccccaaaaa! En eso, al doblar la curva, ¡PUM! el hombre se estrella con un burro que estaba en medio de la carretera.
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
34° Domingo del Tiempo Ordinario, 26 Noviembre 2023, Ciclo A
Solemnidad de Cristo Rey
¡El guía! [Jesús, guía y camino sacrificado]
En cierta ocasión unos comerciantes tuvieron que atravesar un peligroso desierto, por ello contrataron a un famoso guía para que los ayudara. Después de varios días de camino, se encontraron con un gran ejército que rodeaba una horrible estatua a la que ellos llamaban dios. Los soldados detuvieron al grupo de comerciantes y les pidieron que sacrificaran a una persona ante su divinidad.
Si no lo hacían, todos morirían inmediatamente. Los comerciantes discutieron el asunto y se dijeron: -No podemos sacrificar a ninguno de los nuestros, porque somos amigos hace mucho tiempo; así que ofreceremos en sacrificio al guía. Después de haber inmolado al pobre hombre a los pies de la estatua, siguieron la marcha, y como ninguno conocía el camino para salir de aquel lugar, todos murieron de hambre y sed.
El americano y el Rey. [Jesús Reina en su amor cercano]
Cuentan que hace años, un soldado americano que viajaba en un autobús en Suecia, le dijo al hombre que iba sentado junto a él:
“América es el país más democrático del mundo. Cualquier ciudadano puede ir a la Casa Blanca a ver al Presidente y discutir los problemas con él”. Y el hombre le contestó: “Eso no es nada. En Suecia, el rey y la gente viajan en el mismo autobús”.
Cuando el hombre se bajó del autobús, le dijeron al americano que su compañero de asiento era el mismo rey Gustav Adolf.
Jesús, amado en el pobre: [Un puesto para Jesús]
Érase una vez un niño que vivía en una residencia para niños huérfanos. A la hora de la comida el encargado siempre bendecía la mesa con estas palabras: “Ven Señor Jesús, sé nuestro huésped y bendice nuestra comida”. Después de escuchar muchas veces la misma oración el niño le dijo: “Siempre le pide a Jesús que venga, pero nunca viene. ¿Vendrá algún día? El encargado le dijo: “Si lo quieres de verdad, vendrá”.
El niño dijo: “Yo sí quiero que venga, voy a poner una silla junto a la mía para que pueda sentarse cuando venga”. Esa misma tarde, alguien llamó a la puerta. Era un hombre mayor, mal vestido, tiritando de frio y hambriento. El encargado le invitó a cenar y a sentarse en la silla vacía. El hombre se sentó y el niño le pasaba la comida y compartía con él su mismo plato. El niño dijo al encargado: “Probablemente Jesús no podía venir, pero ha enviado este hombre en su lugar”.
Estuve enfermo y fuisteis a verme
Cuenta la historia que un anciano perdió el conocimiento en la calle y fue llevado de emergencia a un hospital. Después de hacer algunas indagaciones, la enfermera pareció localizar al hijo del anciano, un marino que estaba en otra ciudad. Cuando el marino llegó al hospital, la enfermera le dijo al anciano: “su hijo está aquí”. El anciano, sedado por tanta medicación, levantó su brazo tembloroso.
El marino tomó su mano y la tuvo entre las suyas por varias horas. De vez en cuando la enfermera le sugería al marino que se tomara un descanso, pero él rehusaba. Cerca de la madrugada, el anciano falleció. Luego que murió, el marino le preguntó a la enfermera: - ¿quién era ese hombre? La enfermera le preguntó: - ¿luego, no era tu padre? – No, dijo el marino, pero vi que se estaba muriendo y en ese momento él necesitaba un hijo y por eso me quedé.
Despistados: [Para el examen final, que no nos encuentren fuera de lugar]
Esta era una fiesta que estaba muy divertida, mucho vacilón, mucha parranda y trago. En eso llega la hora de servir la comida, entonces la anfitriona se levanta y dice: - ¡Les ruego su atención!. ¡Los invitados de la novia a la derecha, por favor! La mitad de los invitados pasaron a la derecha. - ¡Ahora los invitados del novio a la izquierda, por favor! - La otra mitad pasó a la izquierda. - ¡Bien! - Ahora, parranda de colados, ¡todos se me van de aquí porque esto es un bautizo, y no un matrimonio!
Saber volar y nadar. [Cristo Rey: punto de encuentro definitivo]
Un avión cayó al mar y el capitán dijo: - Los que sepan nadar, colóquense al lado derecho. Los que no sepan nadar, al lado izquierdo. Pasajeros del lado derecho, hagan el favor de nadar hasta esa la isla más cercana. Pasajeros del lado izquierdo: “nuestra línea aérea les agradece su confianza. Gracias por volar con nosotros”.
Avisos parroquiales mal dados: [Con cristo Rey, siempre ganaremos]
Al final de la Misa, en la parroquia de Santa Ana, como estaban en la semana deportiva en todo el barrio, -y para animar a los fieles-, el párroco los motivó con este aviso:
“El torneo de baloncesto del barrio, continuará con el partido de este próximo miércoles por la tarde, que nuestra parroquia Santa Ana tendrá contra la parroquia de Cristo Rey. ¡Acompáñenos a hacer fuerza para derrotar a Cristo Rey!!!
Reino de la verdad
El patrón de una quinta estaba harto de saber que le robaban el maíz. Hasta que un día, divisa de lejos a su criado, con un costal repleto y le pregunta: - ¿Qué llevas en ese saco? El criado responde: -Pescado, patroncito. - ¿Y para hacer qué? El criado responde: - ¡Para hacer tamales!
Examen final [El Juicio final, será un examen frente a Jesús] [Para misa con niños]
Luego de presentar los exámenes finales, Jaimito llega a su casa. Su papá le pregunta: – ¿Qué tal te fue mijito? – No se papá, pero el maestro que me hizo el examen era muy religioso. - ¿Y eso por qué lo dices? – Porque mientras corregía mi examen decía: ¡Ay Dios mío! ¡Santa Madre de Dios!
Hijo pretensioso: [Imitar a Jesús, pero en la humildad] [Misa con niños]
Un niño, hijo de un famoso presidente argentino, le dice a su padre: Papá, cuando sea grande, me gustaría ser como vos. El papá, todo vanidoso le dice: Eso me parece muy bien hijo…y como para qué, ¿para ser tan grande e importante como yo? - El hijo le responde: claro que no papá, quisiera ser como vos, para tener un hijo como yo…
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
33° Domingo del Tiempo Ordinario, 19 Noviembre 2023, Ciclo A
“No Apartes Tu Rostro del Pobre” (Tb 4,7)
El árbol
Érase un árbol muy viejo que parecía haber sido tocado por el dedo de Dios porque siempre estaba lleno de frutos. Sus ramas, a pesar de sus muchos años, nunca se cansaban de dar frutos y era la delicia de todos los viajeros que por allí pasaban y se alimentaban de sus frutos. Un día, un comerciante compró el terreno en que estaba el árbol y edificó una valla a su alrededor.
Los viajeros le dijeron al nuevo dueño que les dejara alimentarse de los frutos del árbol como siempre lo habían hecho. "Es mi árbol, es mi fruta. Yo lo compré con mi dinero", les contestó. A los pocos días sucedió algo sorprendente. El árbol murió. ¿Qué causó esa muerte repentina? La valla que el nuevo dueño edificó a su alrededor. Porque cuando se deja de dar frutos, también se dejan de producir, y la muerte aparece inevitablemente. El árbol empezó a morir el día en que la valla empezó a subir.
En lo indebido, nada es talento [Edificar, pero con el talante de hijos de Dios].
Un joven maestro de obras había terminado su aprendizaje y estaba listo para comenzar a trabajar. Su tío, un rico cervecero, le encargó construir una casa grande con los mejores materiales. El joven se dedicó con entusiasmo a la obra. Pero después de un tiempo quiso ganar más de lo debido. En lugar de utilizar materiales de calidad, construyó la casa con desechos que otros no querían.
Ahorraba en los cimientos, en las ventanas y en el techo. Al terminar la obra entregó las llaves a su tío. Este firmó el cheque por todo el trabajo y le devolvió las llaves. El padre le dijo: “Quiero regalarte esta casa para que vivan en ella tú, tu mujer y tus hijos”. El joven quedó perplejo, y se mudó con su familia. Al poco tiempo, la casa tenía resquebrajaduras, el aire soplaba por las ranuras de las ventanas mal puestas y el techo goteaba. Reflexión: “Deberíamos estar listos para rendir cuentas de cómo fuimos construyendo la eternidad con los talentos que Dios nos dio”.
Camellito hijo y mamá camello [Talentos para hacernos libres e ir lejos…]
Pregunta el camellito hijo: - Mamá, ¿para qué tenemos estas patas tan grandes? – Pues para no hundirnos en la arena del desierto. - ¡Ah!, y ¿para qué tenemos estas pestañas tan largas? – Para proteger nuestros ojos del fuerte sol y la arena del desierto. - ¿Y por qué tenemos esta joroba tan grande? – Porque en la joroba guardamos grasa y líquidos para soportar muchos días en el desierto sin agua ni comida. – Oye, mamá, y entonces, ¿qué hacemos tú y yo en un zoológico?
Talentos en verso [José Javier Pérez Benedí]
Dios nos repartió “talentos” esperando una respuesta / Al final de nuestra vida tendremos que “rendir cuentas” /Ante Él nos presentaremos para escuchar su sentencia / ¿Seremos hijos del día o de las tinieblas?
Ojalá nos felicite: Amigos, ¡Enhorabuena! /Veo colmadas de rosas y de frutos vuestras cestas. /Gratis y por puro amor, habéis hecho una gran siembra /a favor de la familia, la sociedad y la Iglesia. / ¡Qué dolor! Si nos dijera: Yo lo siento: ¡Es una pena!
Por ser vagos, construisteis vuestra vida sobre arena. / Habéis dejado el trabajo, vuestra fe, las obras buenas, / las palabras y los besos, sepultados bajo tierra…/ Somos “administradores”. Dios nos arrendó su hacienda. / Señor, ¡que te devolvamos una espléndida cosecha! / Escuchad bien el mensaje: Jesús vendrá a nuestro encuentro / y hay que estar bien preparados para recibir el premio.
Los tres loros. [El talentoso siempre lleva las de ganar]
Un hombre quería comprar un loro. Entra a una tienda de animales y ve a tres loros. El primer loro cantaba karaoke. Y pregunta: - ¿Cuánto cuesta este loro? El vendedor le responde: - 20.000 dólares. El señor pregunta por el siguiente loro, que cantaba ópera. - ¿Cuánto cuesta este otro loro? – 30.000 dólares. Luego el comprador pregunta por el último loro, el cual estaba descuidado, flaco, envejecido y desplumado. - ¿Y cuánto cuesta éste? – 100.000 dólares - ¿Y por qué este es tan caro con esa apariencia tan fea? – Porque éste es el que escribe las canciones, le pone la música, y dirige los conciertos.
Vendedor talentoso
Un sacerdote estaba distribuyendo Biblias para que las personas las vendieran y ayudaran a financiar la remodelación de su iglesia. Un día llegó un tartamudo a ofrecer sus servicios:
“Pa… pa… padre, yo qui… qui… quisiera ayudarle a ve… ve… vender bi… biblias.” Conmovido por su intención de ayudar, el padre le dio unas Biblias al tartamudo.
Por la tarde, al cerrar cuentas, el padre iba preguntando a sus colaboradores:
- “Tú, ¿cuántas vendiste?”
- “Vendí dos.”
– “¿Y tú?”
– “Vendí una.”
– “Y tú, ¿cuántas vendiste?”, le preguntó al tartamudo.
– “Yo ve… ve… vendí to… todo.”
- “¿Todo? Pero, ¿cómo pudiste vender todo?”
– “Es si… si… simple. Yo llegaba con la pe… persona y le pre… preguntaba: ¿usted va a co… co… comprar un Bi… Bi… Biblia o pre… pre… prefiere que yo se… se…se… la lea?”
La rifa: [habilidad para saber negociar los talentos]
Un joven de la ciudad decidió irse a trabajar en el campo, y le compró un burro a un viejo campesino por 10º dólares. El campesino acordó entregarle el burro al día siguiente, pero cuando lo fue a recoger, el campesino le dijo:
- Lo siento mucho, el burro se ha muerto.
- Está bien, entonces devuélvame el dinero que le di por el animal. - Me es imposible; ya lo gasté todo.
- Muy bien, en ese caso deme el burro.
- ¿Para qué? ¿Qué va a hacer con un burro muerto?
- Lo voy a rifar.
- ¡Se ha vuelto loco? ¿Pretende rifar un burro muerto?
- Es que no voy a decir a nadie que el burro está muerto.
Un mes más tarde, los dos hombres se encontraron y el campesino le preguntó al joven comprador:
- ¿Qué pasó con el burro? – Lo rifé. Vendí 500 boletas a 2 dólares cada una, y gané 998 dólares. - ¿Y nadie se quejó? – Solo el ganador… pero a él le devolví sus 2 dólares.
El vendedor de aguacates [Talento de la perseverancia]
Iba Jaimito con su carreta llena aguacates, gritando con voz fuerte: ¡aguacates…aguacates! De pronto cogió una bajada muy peligrosa y el pobre Jaimito rodó, con carreta y aguacates, y todo, y fueron a parar al final de la calle. Jaimito, todo golpeado y viendo que los aguacates habían quedado vueltos naco, levanta su carreta, acomoda todo y empieza a gritar: ¡guacamole, guacamole!
Un Chepito [Dios nos pide cuentas de todo lo que nos da. Misa con niños]
Un cobrador de dinero prestado a la puerta de una casa. Sale un niño y dice: ¿Si...? El hombre le pregunta: ¿Estará tu tío? - El niño responde: ¡No! - ¿Volverá pronto? Pregunta el hombre. ¡No sé! dice el niño. ¿En qué momento lo puedo encontrar? dice el cobrador. Eso será muy difícil, dice el niño. ¿Por qué? pregunta el cobrador. ¡Porque solo se encuentra cuando usted no viene!
Descargar Enseñanzas 12 Noviembre 2023
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
32° Domingo del Tiempo Ordinario, 12 Noviembre 2023, Ciclo A
La Hormiga y la cigarra (J. La Fontaine) [Cristianos: ¿hormigas o cigarras?]
Cantó la cigarra durante todo el verano, retozó y descansó, y se ufanó de su arte, y al llegar el invierno se encontró sin nada para comer. Fue entonces a llorar su hambre a la hormiga vecina, pidiéndole que le prestara de su grano hasta que llegara la próxima estación. Y añadió: – Te pagaré con intereses antes de la cosecha, te doy mi palabra. Pero la hormiga preguntó a la cigarra: -- ¿Y luego tú qué hacías cuando en el tiempo de verano? – Cantaba noche y día libremente – respondió tranquilamente la cigarra. – ¡Ah, conque cantabas! - Me gusta tu frescura! Pues entonces ponte ahora a trabajar. No pases tu tiempo dedicado sólo al placer. Trabaja, y guarda de tu cosecha para la escasez del frio invierno.
Reflexión: Los “cristianos hormigas”, no hacen mucho ruido, pero cada día van sembrando pequeñas esperanzas y mantienen buena reserva de aceite nuevo en sus corazones. Los “cristianos cigarras”, hacen demasiado ruido, dicen, pero no hacen. No tienen voluntad para esforzarse cada día porque no tienen fijo un objetivo definitivo.
El Reino llega sin avisar: [De nada sirve llorar sobre la leche derramada]
Según una creencia del campesino, cuando la leche hervida se riega sobre la estufa de carbón, las ubres de las vacas se cuartean y esto impide su ordeño adecuado. De ahí que las señoras del campo están muy atentas al momento en que la lecha comienza a subir por los bordes de la olleta. No hay cosa más inesperada, ni más frecuente, que la leche que se derrama sobre las estufas. Si uno se queda mirando la leche, parece que nunca va a hervir; solo basta un pequeñísimo descuido y las ubres de las vacas sufren las consecuencias.
No dejes por fuera al piloto [Jesús, único que nos lleva a Dios]
En el aeropuerto de una ciudad del Extremo Oriente caía un tremendo temporal. Los pasajeros atravesaron corriendo la pista para subir sobre un DC3 a punto de partir para un vuelo interno. Un misionero, empapado hasta los huesos logró encontrar un sitio libre junto a la ventanilla. Una simpática azafata ayudaba a los otros pasajeros a irse acomodando.
El avión estaba a punto de despegar y un miembro de la tripulación cerró la pesada puerta de embarque. De repente se vio a un hombre que corría hacia el avión, protegiéndose de la lluvia con un impermeable. El pasajero retrasado golpeó con fuerza la puerta del avión gritando que le abrieran. La azafata le explicaba con gestos que era demasiado tarde. El hombre redobló los golpes contra la portezuela del avión. La azafata trataba de convencerlo de que desistiera.
No es posible. Ya es demasiado tarde…Tenemos que partir, le decía la azafata. No había nada que hacer: el hombre insistía pidiendo a voces que le abrieran. Por fin, la azafata le abrió la portezuela. Estiró la mano y ayudó al pasajero retrasado a subir a bordo. Y se quedó boquiabierta. Aquel hombre era el piloto del avión.
¡Loro vigilante! [Estar atentos porque el diablo quiere atacar]
Entra el cartero en una casa, y encuentra un letrero que dice: ¡Cuidado con el loro! Continúa husmeando, y otro cartel: ¡no moleste al loro!... El cartero, un poco asustado abre la puerta, y ve en una jaula, a un lorito pequeño, desgarbado y desplumado, con un letrero: ¡loro peligroso te vigila! - El cartero, riéndose toca la jaula; el lorito, con su patica da un golpe en el suelo; y a dos perros que se encuentran detrás del cartero, un doberman y un rottweiler, con cara de hambrientos, les dice: ¡masacre y ¡sultán! al ataque!
Policía vigilante [No dejemos que el diablo nos distraiga]
Un hombre detiene a una señora por la calle y le pregunta: -Disculpe, Señora: Ud. ¿No vio por aquí a un policía vigilando? - No, no vi a ninguno –respondió la mujer. – Perfecto. ¿Entonces deme su cartera, su reloj y su collar?
¿Costeños o cachacos? [La pereza y la envidia agotan el aceite del alma]
Un cachaco fue a una convención a la costa, y en eso ve a un costeño acostado en una hamaca, con una botella de ron vacía y haciendo tremenda siesta. El cachaco lo despierta y le dice: ¡Ala! - Ud. ¿No sabe que la pereza es la madre de todos los vicios? - Y el costeño sin moverse le contesta: “Si, yo sé que la pereza es la madre de todos los vicios y como a toda madre, hay que respetarla”. ¡Además, no olvide cachaco, que la envidia también es un pecado capital y hace más daño!
Loquitos [Dios siempre está viniendo] - Para misa con niños]
En un asilo de enfermos mentales, un loquito se levanta y dice: “Yo soy el enviado de Dios”, vengo a ver qué están haciendo. Todos se asustaron. Entonces, otro se levanta y dice: ¡No sea mentiroso! ¡Yo soy el enviado de Dios! - Se levanta otro y dice: “El enviado de Dios, soy yo”. Y así todos se peleaban diciendo lo mismo. De pronto alguien gritó más fuerte diciendo: tranquilos, tranquilos, no sé qué les pasa, ¡Porque yo no he enviado a nadie!
Ejemplo de vigilante [Ante el enemigo, estemos vigilantes] [Para niños]
El vigilante grita: ¡Vienen los indios, vienen los indios! - El capitán alarmado le pregunta: ¿Y, como cuántos vienen? – 2001 Capitán. El capitán sorprendido de la exactitud le pregunta: ¿y cómo sabe que son 2.001? - El Vigilante contesta: porque viene 1 adelante y como 2000 detrás.
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
31° Domingo del Tiempo Ordinario, 5 Noviembre 2023, Ciclo A
De tal palo, tal astilla. [El Ejemplo, educa y enseña la coherencia]
Suena el timbre de la puerta y sale el niño a ver quién es. Era un señor, vendiendo repuestos de ollas a presión, y pregunta por la mamá. Va el niño hasta la cocina, donde la mamá está atareada preparando el almuerzo y le dice: “Mamá, te busca un señor en la puerta”. La mamá, un poco desesperada porque llega la hora del almuerzo y todavía no está todo listo, le dice: “Vaya dígale que no estoy; que venga después”.
El niño, en su inocencia, regresa a la puerta y le dice al señor: “Manda decir mi mamá que no está; que por favor vuelva más tarde”. El vendedor, como los personajes de Condorito, se cae para atrás. Al día siguiente, el mismo niño llega sudando y con los zapatos raspados de tanto jugar fútbol en el parque, y le dice a la mamá que estaba haciendo tareas en la casa de un vecino. ¡La mamá coge el cinturón, y dándole unos fuetazos, lo reprende gritándole “Le he dicho que no sea mentiroso”!
El armario de la vida. [No hay como vivir ligado a Dios y a los hermanos]
Un joven - de buena posición social - comenzó a salir con una joven artista. Esta relación era cada vez más íntima y el joven estaba considerando la posibilidad de un futuro matrimonio. Pero como era muy precavido contrató a un detective privado para investigar a la joven y asegurarse que no había ni otros hombres, ni otros hijos, ni ninguna deuda, ni nada oscuro en el armario de su vida. El detective desconocía esta relación.
Sólo le dieron el nombre de la joven a investigar. Durante meses siguió las andanzas de la joven y, al final de su investigación, entregó el siguiente informe. Es una joven encantadora, honrada, y muy decente. Sólo hay una cosa que reprocharle. Últimamente sale con un joven -de muy buena posición social- que es de carácter dudoso y de una reputación más que sospechosa. Este joven hipócrita recibió la medicina que necesitaba:
Pastor de rebaño – Ministro del reino
Érase un hombre sencillo, un pastor, que por su fidelidad y su devoción a su rey fue elegido como primer ministro del reino. Los otros ministros, ofendidos y llenos de envidia, le declararon la guerra. Les parecía una infamia que un hombre sin apellidos famosos y sin títulos de nobleza, hubiera sido honrado con semejante cargo de ministro del reino.
Comenzaron a espiarlo, para poder acusarlo y eliminarlo, pero no encontraron nada. Alguien descubrió que una vez a la semana se encerraba con llave en una pequeña habitación durante una hora. Los ministros se lo comunicaron al rey y le dijeron que sospechaban que allí almacenaba las riquezas que robaba. El rey no les creyó, pero les permitió entrar en esa habitación secreta. Sólo encontraron unas viejas sandalias y ropas viejas.
Lo llevaron ante el rey y éste le preguntó qué significaban las sandalias y las ropas viejas. El hombre sencillo y ahora ministro del reino respondió: “Yo llevaba estas ropas y sandalias cuando era pastor. Me las pongo una vez a la semana para no olvidarme de lo que fui, y cuan indigno soy de la confianza que su majestad ha depositado en mí”, contestó el primer ministro y pastor.
Seamos coherentes. [Dios siempre nos está viendo]
El semáforo se puso amarillo justo cuando él iba a cruzar en su automóvil y, como era de esperar, hizo lo correcto: se detuvo en el paso peatonal, a pesar que habría podido pasa el semáforo. La mujer que estaba en el automóvil de atrás, estaba furiosa. Le pitó con insistencia durante un largo rato e hizo comentarios negativos en voz alta, ya que por culpa suya no pudo avanzar y, para colmo, se le cayó el celular y se le estropeó el maquillaje.
En medio de su pataleta, oyó que alguien le tocaba el vidrio de la puerta. Allí, parado junto a ella, estaba un policía de tránsito mirándola seriamente. El oficial le ordenó salir de su auto con las manos arriba, y la detuvo. La llevó a la comisaría donde la revisaron de arriba abajo, le tomaron fotos, las huellas dactilares y la pusieron en una celda.
Después de un par de horas, un policía se acercó a la celda y abrió la puerta. La señora fue escoltada hasta el mostrador, donde el agente que la detuvo la estaba esperando con sus objetos personales, y le dijo: – “Señora, lamento mucho este error”. Yo la mandé bajar mientras usted se encontraba pitando sin parar, como queriendo pasar por encima al automóvil de adelante, maldiciendo y gritándole palabras soeces.
Mientras la observaba, me percaté, que de su retrovisor colgaba un rosario y que en la parte de atrás tiene un adhesivo que dice ‘¿Qué haría Jesús en mi lugar?’. Además, vi otro adhesivo que decía “Yo escojo la vida”, y otro que decía “Sígueme el Domingo a la eucaristía…”, Y, también lleva el adhesivo del emblema cristiano del pez. Como es de esperar, señora, “supuse que el automóvil era robado”
Relaciones interesadas [Dios a mi acomodo]
Dos judíos de dos pueblos cercanos se ponen a discutir sobre cuál de sus rabinos tiene mejores relaciones con Dios y, por lo tanto, es más capaz de hacer milagros. “Por supuesto que es el nuestro”, dice el primero. “El sábado pasado, nuestro rabí se encaminó hacia la sinagoga, pero de repente se puso a llover a cántaros.
Nuestro rabí tenía un paraguas, pero el sábado no se puede hacer nada. ¡No lo podía abrir! Entonces miró al cielo, Jehová lo entendió enseguida y se hizo el milagro: por un lado, lluvia, por el otro, lluvia, y en el medio, ¡un pasillo totalmente seco hasta el templo! - A ver, ¿qué me dices sobre esto?”. “Pues escucha lo que te voy a contar: el sábado pasado nuestro rabí regresaba a casa después de rezar.
En el camino se encontró un billete de cien dólares. ¿Cómo recogerlo, si es un pecado tocar dinero en sábado? Miró al cielo, Jehová se dio cuenta y se hizo el milagro: por un lado, sábado, por el otro lado, sábado, y en el medio, no me lo vas a creer, ¡era jueves!”.
Criticar es fácil: [Cargan fardos pesados…pero no ayudan...]
Una familia estaba saliendo de la Eucaristía, y el esposo, con cara de inconformidad, le dijo a su esposa, “Esa homilía que el padre nos dio, no fue muy buena”- Su esposa añadió, “Sí, y el que canta se desafinó, y los cantos no me gustaron.” Mientras tanto, su hijito pequeño, que estaba escuchando las críticas de sus papás, les dijo: ¡A mí me pareció bien, – considerando que solo nos costó dos mil pesos que echaron en la ofrenda!
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
30° Domingo del Tiempo Ordinario, 29 Octubre 2023, Ciclo A
Definiendo el amor
Un grupo de profesionales propuso a varios niños, de 4 a 8 años de edad, responder a la pregunta ¿qué es el amor? Ellos respondieron con ejemplos:
1. El amor es cuando sales con alguien a comer y le das la mayoría de tus papitas a la francesa, sin esperar que la otra persona te dé.
2. Amor es cuando mi mamá hace café para mi papá y ella lo prueba antes de dárselo, para saber si quedó rico.
3. Amor es cuando le dices a un muchacho que te gusta su camisa y él se la pone todos los días.
4. Amor es cuando mami le da a papi el pedazo de pollo más grande.
5. Amor es cuando mami ve a papi sudoroso y oloroso y aun así le dice que es más guapo que Brad Pit.
6. Amor es cuando tu perrito te lame la cara aun cuando lo has dejado todo el día solo.
7. Amor es cuando mi hermana mayor me da su ropa que no usa y ella tiene que comprar otra.
Avanzamos hacia el cielo, cuando amamos a Dios y al prójimo.
Un día, un sabio estaba caminando con un tibetano por las serranías durante una tempestad de nieve. Observaban cómo otro hombre resbaló y cayó, deslizándose cuesta abajo. Dijo el sabio: “Tenemos que ir y ayudarle”. El tibetano le contestó:” Nadie nos puede exigir de ayudar a este hombre porque nosotros mismos estamos en peligro. Si nos quedamos en el camino, vamos a morir". Y el sabio replicó:’ “Si tengo que morir, quiero morir ayudando".
El tibetano no prestó atención y continuaba su camino. El sabio bajó la cuesta empinada hasta llegar al lugar donde se encontraba el accidentado y con mucho esfuerzo lo cargó sobre sus hombros para llevarlo cuesta arriba. Este esfuerzo tremendo le dio calor, y el calor de su cuerpo calentó también al accidentado que estaba en peligro de morir congelado. Mucho más tarde subiendo por el sendero encontraron al tibetano en la nieve. Cansado, cayó al suelo y murió congelado. El sabio, no solo salvó a un hombre, sino que en realidad se salvó a sí mismo, ayudando al prójimo.
Milagros diarios: [Amando a los demás, dejamos que Dios haga milagros]
La niña Gabriela, uno de los personajes de la novela de Gerard Bessière, cuenta cómo un día su amigo Jacinto le pregunta qué ha hecho ese día en la escuela. Gabriela le responde: He hecho un milagro. ¿Un milagro? ¿Y cómo lo hiciste? Mire: Tenemos una profesora en silla de ruedas, que nos habla de los milagros de Jesús y nosotros le decíamos que no existían los milagros. La profesora reafirmó: “Sí, Dios me ha hecho un milagro”.
Sorprendidos los niños le preguntaron: profesora, ¿Y podemos saber qué milagro le ha hecho Dios? La profesora les respondió: El milagro que Dios me hizo son ustedes, porque me llevan todos los miércoles a pasear al parque empujando mi silla de ruedas. Gabriela le dice a Jacinto: ¿No te gustaría hacer también tú milagros los miércoles? Jacinto respondió: “Si, me gustaría hacer milagros, no solo los miércoles, sino todos los días”.
Experiencia religiosa: [¡Si amas a Dios, toca la bocina!]
El otro día tuve una experiencia religiosa muy buena, que quiero compartir contigo. Fui a una librería cristiana y allí encontré una calcomanía para el auto que decía “ SI AMAS A DIOS, TOCA LA BOCINA”. Dado que había tenido un día muy malo, decidí comprarla y pegarla en el parachoques de mi auto. Al salir manejando, llegué a un cruce de dos avenidas que estaba muy complicado, con muchos carros.
La temperatura exterior era de 37 grados y era la hora de salida de las oficinas. Allí me quedé parada, porque la luz estaba roja, pensando en el Señor y en su infinito amor. No me di cuenta que la luz se había puesto verde, pero descubrí que muchos otros aman al Señor porque inmediatamente comenzaron a tocar las bocinas. La persona que estaba detrás de mí auto era sin duda muy religiosa, ya que tocaba la bocina sin parar y me gritaba: “DALE, POR EL AMOR DE DIOS”. Dirigidos por él, todos hacían sonar la bocina.
Yo les sonreí y los saludaba con la mano a través de la ventanilla. Vi que otro muchacho me saludaba de una manera muy particular levantando solo el dedo medio de la mano. Le pregunté a otro de mis nietos que estaba conmigo, qué significaba ese saludo. Me contestó que era un saludo Hawaiano de buena suerte. Entonces yo saqué mi mano por la ventana y saludé a todos de la misma manera. Mi nieto se doblaba de la risa, supongo que por la bella experiencia religiosa que estaba viviendo.
Dos hombres de un auto cercano, se bajaron y comenzaron a caminar hacia mi auto, creo que para rezar conmigo o para preguntarme a que templo voy. Pero en ese momento fue que vi que la luz estaba verde. Entonces saludé a todos mis hermanos y hermanas con el saludo hawaiano, y pasé la luz.
Luego de cruzar, noté que el único auto que había podido pasar era el mío ya que la luz se puso en rojo, y me sentí triste de dejarlos allí después de todo el amor que habíamos compartido. Por lo tanto, paré el auto, me bajé, los saludé a todos con el saludo hawaiano por última vez y me fui. Ruego a Dios por todos esos buenos hombres y mujeres. Besos. Tu abuela.
Esposos pastusos
Una pareja de pastusos recién casados, se fueron desde Pasto a Ecuador en luna de miel. El esposo amaba tanto a su esposa que de bodas le regaló un Volkswagen rojo (el escarabajo). De regreso, cuando ya iban llegando a Pasto, el carro se les apagó y el esposo se bajó a revisar el motor.
Cuando abrió la parte de adelante, dijo asustado: “Oye, mi amor, nos robaron el motor”. Entonces la esposa se bajó y abrió el capó de atrás y dijo toda asustada: “No mi amor, los brutos somos nosotros que nos hemos venido en reversa”.
Amor, es comprarle algo a la esposa
Una joven esposa le dice a su esposo: “Mi amor, hace mucho tiempo que no me compras nada”. Y el esposo le responde: “pero mi amor, yo no sabía que vendieras algo”.
¿Cuánto amamos a Dios?
Le pregunta la esposa al esposo: Cariño: ¡Del 1 al 10, tú cuánto me amas…? ¿Yo? - Del uno al diez te amo mucho. ¡Pero del 11 al 30 me voy de viaje con mis amigos…!
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
29° Domingo del Tiempo Ordinario, 22 Octubre 2023, Ciclo A
Al César lo que es del César: [El dinero nos puede atrapar…]
Un hombre fue citado para una revisión fiscal. Asustado, le pregunta a su asesor fiscal sobre cómo vestirse. - Usa harapos para que piensen que eres un mendigo, inclina la mirada al suelo y despierta compasión. Luego, fue a donde su abogado y este le dijo exactamente lo contrario. -No dejes que te intimiden. Usa tu mejor traje y tu mejor corbata. Saca pecho y no te amilanes. Confundido, el hombre va en busca del sacerdote, le cuenta los dos consejos y le pide su opinión. –
Déjame contarte una historia, -dice el padre: En un árido campo hay dos conejos: uno está casi sin pelo y de muy mal aspecto, en cambio el otro tiene un pelo brillante y sedoso, el problema es que se encuentran en medio de una reserva de águilas cazadoras. El hombre replicó: -Pero padre, ¿qué tiene que ver eso con el pago de mis impuestos? - ¡Que te vistas como te vistas, o te veas como te veas, igual, te van a atrapar!
A Dios le entienden los que pueden…
Cuentan que el Cardenal Newman, después de una homilía en la que se explicaba “A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”, un feligrés bastante pudiente, se le acercó y se quejó de no entenderle la homilía. Se veía que el hombre tenía fe, pero no entendía bien. El Cardenal, después de escucharlo le enseñó un crucifijo: ¿Qué ve usted?
El hombre respondió: una imagen de Cristo crucificado. Luego el cardenal sacó un billete de 100 dólares y lo interpuso entre el hombre y el crucifijo: ¿Y ahora, qué ve usted? Sólo el billete, respondió el hombre. Y el cardenal concluyó: “Exactamente: Hay que tener cuidado porque el dinero, quizá, no nos deja ni ver ni entender a Cristo”.
Adán y Eva: [Imagen y semejanza de Dios]
Dice una historia judía, -con mucho humor-, que “Dios no vistió a Adán y a Eva porque una vez vestidos habrían pedido bolsillos y, una vez que tuvieran bolsillos, pedirían dinero para llenarlos, y hubieran cambiado ser imagen de Dios, por el dinero”. “…donde está tu tesoro, allá estará tú corazón”.
Alejandro Magno y sus 3 deseos
Antes de morir, Alejandro Magno convocó a sus generales y les comunicó sus tres últimos deseos:
1). –Quiero que mi ataúd sea transportado por los médicos de la época, para mostrar que ellos no tienen el poder de curar o evitar la muerte.
2). – Quiero que mis tesoros sean esparcidos por el camino hasta la tumba, para que todos puedan ver que los bienes materiales, se quedan aquí.
3).- Quiero que mis manos queden balanceándose por fuera del ataúd, a la vista de todos, para que puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías regresamos.
Dios y el tiempo: [Colocándole trampas a Dios]
Un hombre le pregunta a Dios: ¿Cuánto son 1.000 años para ti? – Hijo mío, -le responde Dios-: para mí, 1.000 años, son 1 segundo. El hombre se queda pensando y luego le pregunta: Y parta ti… ¿Cuánto es 1 millón de dólares? – Y Dios le responde: para mí, 1 millón de dólares, son como un centavo. Entonces el hombre, echando cabeza, le pide a Dios: ¿Me podría regalar un centavo? Y Dios le contesta: Claro que sí, hijo…Pero espérate un segundo.
¿Cuál es tu tesoro?
Camina una pareja de enamorados por la calle, sale un ladrón que les grita: ¡el dinero o la vida!,- Y el novio le dice a ella: ¡mi vida vete con el señor!
El rey y la pluma: [Amamos a Dios con un corazón sincero?]
Érase una vez un rey muy querido por todos sus súbditos, pero estaba muy enfermo y necesitaba un trasplante de corazón. Se congregaban todos ante el palacio y gritaban: Oh rey, toma nuestros corazones. El rey se emocionaba y callaba. Un buen día pidió silencio y les dijo a todos los allí congregados: Voy a tirar una pluma de ave y la persona sobre la que se pose me ofrecerá su corazón. Soltó una pluma, y ésta revoloteaba de un lado para otro y todos gritaban: Oh rey, toma nuestros corazones, al mismo tiempo que soplaban para que no les cayera encima.
No adular: [Los discípulos adulan a Jesús]
Debes cuidarte de los halagos de otras personas. “Mi abuela acariciaba las gallinas antes de torcerles el pescuezo…”
No adular: [Los discípulos adulan a Jesús]
Diógenes, (Filósofo Griego que vivió en la extrema pobreza, y que, de día caminaba por las calles con una lámpara encendida diciendo: “busco hombres” honestos), estaba comiendo lentejas. Y Aristipo (filósofo griego fundador de la escuela que afirmaba, que el bien estaba en el placer y el culto a los sentidos), pasó por frente y le dijo: –– “Si aprendieras a ser sumiso al rey, no tendrías que comer lentejas”. A lo que Diógenes le replicó: –– “Más bien, si tú hubieras aprendido a comer lentejas, no tendrías que adular al rey”.
Ser sabio o burro: [Preferimos ser imagen del dinero…]
Un hombre rico fue con su hijo a donde el filósofo Sócrates, y le pidió que se encargara de educar y hacer sabio al muchacho. El filósofo le dijo que le cobraría quinientas dracmas. Al rico le pareció mucho dinero, y le dijo a Sócrates: –– “¡Eso es mucho dinero! Por esa cantidad podría comprarme un burro”. –– Y Sócrates le respondió: “Efectivamente, le aconsejo que lo compre. Así tendrá dos burros en la casa”.
El niño y los 2 euros: [Para misa con niños]
A un niño, su padre le daba dos monedas de un euro cada domingo, uno para echar en la ofrenda de la iglesia, y el otro para un helado. Un domingo camino de la iglesia se le cayó un euro en la rejilla, y el niño, mirando al cielo exclamó: ¡Dios mío, hoy te has quedado sin tu euro!
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
28° Domingo del Tiempo Ordinario, 15 Octubre 2023, Ciclo A
Eterna dicha…o eterna perdición: [Ojo con las invitaciones del diablo]
Un señor muere y llega a las puertas del cielo donde se encuentra con San Pedro. Bienvenido al paraíso - le dice San Pedro - antes que se acomode, le comento cómo es esto. Lo usual aquí, es que pase un día en el infierno y otro en el paraíso, y luego podrá elegir dónde pasará toda la eternidad. Lo acompaña al ascensor y baja hasta el infierno. Las puertas se abren y se encuentra justo en medio de un verde campo de golf. A lo lejos hay un club y de pie delante del mismo, están todos sus amigos y otros más.
Todos bien vestidos y muy contentos. Corren a saludarlo, y recuerdan los buenos tiempos. Juegan un partido de golf y luego por la noche cenan en el restaurante: “Infernal club”, con langosta como plato principal. Comparten la noche también con el diablo, que es un tipo muy simpático y se divierte mucho contando “chistes rojos” y bailando endiabladamente. Se divierten tanto que antes que se dé cuenta, es hora de irse. Todos le dan un apretón de manos, mientras sube al ascensor. El ascensor sube, se abre la puerta y llega al cielo donde San Pedro lo está esperando.
Ahora es el momento de pasar un día en el cielo. Así que él pasa las 24 horas saltando de nube en nube, tocando el arpa y cantando con los ángeles. Después de las 24 horas, San Pedro lo va a buscar: Ya has pasado un día en el infierno y otro en el paraíso. Ahora debes elegir para toda la eternidad. El señor reflexiona un momento y luego responde: Bueno, el paraíso ha sido descansado, pero creo que he estado mejor en el infierno, elijo el infierno. Así que San Pedro la acompaña hasta el ascensor y otra vez baja hasta el infierno.
Cuando se abren las puertas del ascensor, se encuentra en medio de una tierra desierta cubierta de desperdicios. Ve a todos sus amigos tristes, vestidos con harapos recogiendo desperdicios y metiéndolos en bolsas negras. El Diablo lo alcanza y le pone un brazo en el hombro, y el señor le dice: No entiendo: ayer estuve aquí y había un campo de golf y un club. Comimos langosta y caviar, bailamos y nos divertimos mucho. Ahora todo lo que hay es un lugar desértico lleno de porquería, y mis amigos se ven muy miserables. El Diablo lo mira, sonríe y dice: Querido amigo: ¡Ayer estábamos en campaña en nuestro departamento de marketing! ¡y hoy, ya votaste por nosotros!
Conserva tu tenedor, para el banquete celestial
A una señora le descubrieron una enfermedad terminal y le habían dado tres meses de vida. Poniendo sus cosas "en orden" le pidió al sacerdote que fuera a su casa para que la preparara para el momento final. Le dijo qué canciones y lecturas quería para el funeral, y con qué ropas querría ser sepultada y que la enterraran con la Biblia. Cuando el sacerdote estaba preparándose para irse, la mujer recordó algo muy importante para ella; dijo: "hay una cosa más, padre". "Esto es muy importante": "quiero que me entierren con un tenedor en la mano derecha".
El sacerdote se quedó extrañado mirando a la mujer. “Esto le sorprende, ¿no es cierto?”. “Bueno, para ser honesto, estoy extrañado por su petición”, dijo el sacerdote. La mujer explicó: “recuerdo que en todos los años que asistí a comidas, cuando retiraban los platos, alguien me decía: “conserve el tenedor”. Era mi momento favorito porque sabía que venía lo más delicioso: torta de chocolate o pastel de manzana. De modo que quiero que la gente me vea en mi ataúd con un tenedor en la mano y si preguntan: ‘¿Para qué es el tenedor?’. Entonces quiero que por favor les diga: ‘Que lo llevo porque lo mejor está por venir’. El sacerdote la felicitó y le dio una solemne bendición.
Dios invita, pero nunca obliga […De nosotros depende]
Un anciano padre de familia llama a su hijo a Nueva York y le dice: "Odio arruinar tus días festivos, pero tengo que decirte que tu madre y yo nos vamos a divorciar: ¡48 años de matrimonio, y tanta miseria ya son suficientes!" - "Papá, ¿qué estás diciendo?" grita el hijo. "No podemos seguir juntos, la convivencia se ha vuelto insoportable", explicó el anciano padre. "Estamos hartos el uno del otro; ya no nos soportamos" – “¿Por qué papá, ¡si estaban de maravilla cuando fuimos con mi hermana a visitarlos hace 15 años!" "¡Hijo, no quiero hablar más de esto, y es caro hacerlo por teléfono!, por favor cuéntale a tu hermana que está en Hong Kong".
Angustiado, el hijo llama a su hermana, y esta al enterarse explota, gritando por el teléfono: "Como así que se están divorciando" -"Yo me encargo de esto". Ella llama a su anciano padre de inmediato, y le recrimina: "No se divorcien todavía. No hagan nada hasta que yo vaya. Voy a recoger a mi hermano en Nueva York, y los dos estaremos allá en dos o tres días. Y mientras colgaba el teléfono, gritando a su papá, le repetía: hasta entonces, no hagan nada, ¿me oyes?" –. El anciano esposo cuelga el teléfono y le dice a su esposa. "Mi amor, lo logramos. Nuestros hijos estarán aquí en navidad y se pagarán ellos el pasaje: Te amo m´ija".
Feligrés de buen humor:
Un sacerdote fue a visitar a un feligrés muy querido que estaba enfermo. Tocó a la puerta, pero no le abrieron. Antes de retirarse, tomo su tarjeta y escribió en ella: Apocalipsis 3,20” y la dejo pegada a la puerta. El lunes siguiente, al contar la ofrenda del domingo, el sacerdote encontró en la ofrenda, la tarjeta que había dejado donde el feligrés.
En la cita: Ap.3,20, se leía: “Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré a su casa y cenaré con él”. Junto a la tarjeta del padre, el feligrés, -que era de buen humor-, colocó otra, con el texto del Génesis 3,10, que decía: “Te oí andar por el jardín y tuve miedo, porque estaba desnudo y me escondí.”. El Padre pronto descubrió el buen sentido del humor de su feligrés y lo llamó para saludarlo.
Quedé con hambre: [Más bien, tener hambre por la comida divina]
Luego de comerse tres platos exquisitos en un lujoso restaurante, el cliente llama al mesero: -Mesero. Quedé con hambre, ¿Qué me aconseja pedir? - ¿Quiere un consejo sincero?: Pida la cuenta y estoy seguro que se le quitará el apetito.
Banquete en la selva: [Para misa con niños]
El rey de la selva va a celebrar una fiesta, entonces dice: Voy a hacer una fiesta. Todos los animales dicen “¡MUY BIEN!”, y el sapo grita: ¡Qué bien la voy a pasar! ¡Qué bien la voy a pasar! Y dice otra vez el rey: Vamos a tener atracciones y caramelos. Y todos “¡BIEN!”, y el sapo: ¡Qué bien la voy a pasar! ¡Qué bien la voy a pasar! Y el rey, aburrido de las impertinencias del sapo, dice: -Todos están invitados, menos ese tonto animal verde, de boca grande y ojos saltones. Y el sapo casi sin mover la boca y cerrando los ojos dice: ¡Pobrecito el cocodrilo!.
Papeles invitados a una fiesta: [Para misa con niños]
Esta era una fiesta de papeles; en eso llegan las tijeras y todos empiezan a gritar de pánico: ¡¡¡Auxilio…Auxilio! - En eso se oye un disparo y las tijeras caen muertas. Todos los papeles se ponen felices y se preguntan ¿Quién los salvó? Y desde el fondo del salón escuchan una voz diciendo: "BOND... PAPEL BOND!
Buscando excusas para no ir.
A una escuela, llaman por la mañana por teléfono, y con voz gruesa, alguien advierte: - Miren, llamo para decirles que Juanito Pérez no irá hoy al colegio porque se encuentra enfermo. - De acuerdo, ¿Con quién hablo, por favor? - Con mi papá.
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
26° Domingo del Tiempo Ordinario, 1° Octubre 2023, Ciclo A
Decir y hacer: [No bastan las buenas intenciones]
Después de la colecta en la iglesia, un individuo fue a decirle al sacerdote… – Disculpe Padre, pero por equivocación puse un billete de 50.000 pesos en la canasta, en lugar de uno de 1.000. ¿Podría usted devolverme la diferencia? – No, hijo mío, lo que se da a Dios ya no se le quita. – Bueno, padre, espero que por lo menos me reconozcan en el cielo un saldo de 49.000 pesos a mi favor. – Tampoco, porque lo que allí se toma en cuenta son las intenciones, y tu intención fue dar solamente 1.000 pesos.
Del dic–o al hecho…
Después de varios años de noviazgo, en los que el novio se había caracterizado por ser un borracho, él le propone matrimonio a su novia, pero ella, aunque lo quiere mucho, rotundamente le responde que no se casará con él, porque es un borracho y porque muchas veces le ha prometido dejar de tomar y no ha cambiado. El novio, de rodillas ante la novia, y ante el sacerdote como testigo, le prometió: “Mi amor, le prometo que luego del matrimonio ya no tomaré más, le juro que yo seré otro hombre”.
Y así varios días repite la escena, ante varios testigos y con el mismo juramento solemne: “Mi amor, le prometo que luego del matrimonio ya no tomaré más, le juro que yo seré otro hombre”. La novia, ante tan solemnes y evidentes promesas de cambio, decide casarse con él, pero resulta que el mismo día de la boda, el ahora esposo se pega tremenda borrachera hasta perder el sentido.
Ella totalmente decepcionada, deja que le pase la rasca y luego lo enfrenta exigiéndole una respuesta de por qué volvió a tomar si él le había jurado que después del matrimonio sería otro hombre; a lo que él le responde:“Si mi amor, ¡lo que pasa es que al otro hombre también le gusta tomar!”
Dios nos ofrece todo, pero le decimos NO
En un pueblo, en el que abundaba el trabajo y la comida, un perezoso estaba a punto de morir de hambre. Se reunieron el alcalde, el párroco, el consejo municipal y el defensor del pueblo, y por unanimidad acordaron enterrar vivo al perezoso, porque para el pueblo sería un desprestigio que alguien muriera de hambre. Cogieron cuatro tablas, armaron un cajón, metieron al moribundo, y salieron con él rumbo al cementerio.
Una señora preguntó: “¿Quién murió?”. “Nadie” –le respondieron; “¿y entonces a quien llevan ahí?”, insistió. “Al perezoso que lo vamos a enterrar vivo antes de que muera de hambre” –le explicaron. “No, no, no hagan eso –exclamó la señora–, yo con mucho gusto le regalo un bulto de panela”; otra señora regaló 10 gallinas; un señor, le dio una carga de arroz y un bulto de papa; un hacendado le donó 10 cantinas de leche, 5 arrobas de queso, una carga de plátanos y otra de yuca.
Todos los paisanos donaban y donaban comida en abundancia. Cuando iban llegando al cementerio desistieron del entierro porque el moribundo ya tenía comida suficiente como para muchos años. El perezoso sacó la cabeza del ataúd, y preguntó: “¿Y Quién va a cocinar todo eso?”. “Pues, usted” –le contestaron. Y el hombre exclamó: “Entonces… ¡que siga el entierro!”.
SI o NO: [Hay que pensarlo bien]
Después de una consulta al congreso, Argentina le envía el siguiente mensaje a la República Popular China: Comunicamos a Uds. Que les declaramos la guerra. Tenemos 85 tanques, 47 aviones funcionando, 4 Barcos de guerra y 5.221 soldados listos para atacar.
Los chinos les contestaron: Aceptamos la declaración de guerra, tenemos 580.000 tanques, 98.000 aviones, 9.900 Barcos con misiles, 90 portaviones y 525 millones de soldados listos para el combate. Los argentinos contestaron: ¡retiramos la declaratoria de guerra, porque no tenemos cómo alimentar tantos prisioneros!
Pues si…Pues no:
Pedro estaba esperando bus a la orilla de la carretera, desde las 4 de la mañana, pero nada que pasaba el bus. – Un camión se detiene y lo recoge. El conductor, un señor con cara de malgeniado, no respondió al saludo de Pedro, y durante el viaje no pronunciaba palabra. Pedro pensó: si le digo que soy hincha de Millos, qué tal que diga que es de Santafé y me haga bajar.
Y Si le digo que está haciendo frio, qué tal que diga que el siente calor y me haga bajar – Si le digo que me gusta la música ranchera, qué tal que diga que le gusta el vallenato y me haga bajar – Y así pasó un buen rato, hasta que Pedro no se pudo contener, y lo único que se le ocurrió fue decir: ¡PUES SI!, y el conductor le contestó:
¡Pues NO…y se baja!
SI, pero NO. [Misa con niños]
Un profesor le preguntó a un niño en la escuela: “Si tienes cinco dólares y le pides otros cinco dólares a tu papá, ¿cuantos dólares tienes en total?” - El niño respondió: "Pues cinco”- "El profesor movió la cabeza y le dijo: ¿Es que no sabes sumar?" - Y El niño le contesta: “más bien creo que usted no sabe cómo es mi papá”.
SI o NO
En un viaje hacia Madrid, a la hora de la cena, la azafata le preguntó a un pasajero: ¿desea cenar?
– El pasajero, a su vez, le pregunta: ¿Y cuáles son las opciones que tengo?
– Y la azafata le contesta: las opciones son: “Sí o No”
No basta soñar – [Trabajar, no para soñar, sino para lograrlo]
Un amigo le dice a otro: anoche soñé que iba a Europa… “Ah…Como mi padre”. ¿Cómo! - Tu padre ya fue a Europa? – ¡No, él también soñaba ir…!
¿Cuál felicidad?
Charlan dos amigos: ¿Qué es para ti la felicidad? – Comer. - Me refiero a algo más espiritual – ¡Comer con toda el alma!
Si y No
El doctor le entrega al paciente una receta para perder peso. El paciente la lee en voz alta: - 8 manzanas al día. - ¡Ah perfecto! Eso SI es fácil. ¿Pero tienen que ser verdes, rojas o amarillas? - No... Tienen que ser corriendo…
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
25° Domingo del Tiempo Ordinario, 24 Septiembre 2023, Ciclo A
La segunda Oportunidad [Oportunidades para trabajar por el Reino de Dios]
Había un hombre muy rico que poseía muchos bienes, una gran estancia, mucho ganado, varios empleados, y un único hijo, su heredero. Lo que más le gustaba al hijo era hacer fiestas, estar con sus amigos y ser adulado por ellos. Su padre siempre le advertía que sus amigos sólo estarían a su lado mientras él tuviese dinero o algo material que ofrecerles, pero que cuando no tuviera nada, lo abandonarían.
Un día, el anciano padre, ya avanzado en edad, dijo a sus empleados que le construyeran un pequeño establo. Dentro de él, el propio padre preparó una horca y, junto a ella, una placa donde estaba escrito: "Para que nunca desprecies las palabras de tu padre" - Mas tarde, llamó a su hijo, lo llevó al establo y le dijo: Hijo mío, yo ya estoy viejo y, cuando yo me vaya, tú te encargarás de todo lo que es mío... Y yo sé que vas a dejar la estancia en manos de los empleados y vas a gastar todo el dinero con tus amigos.
Venderás todos los bienes para sustentarte y, cuando no tengas nada, tus amigos se apartarán de ti. Sólo entonces te arrepentirás amargamente por no haberme escuchado. Fue por esto que construí esta horca. ¡Ella es para ti! Quiero que me prometas que, si sucede lo que yo te dije, te ahorcarás en ella. El joven se reía y pensó que era un absurdo, pero para no contradecir a su papá le prometió que así lo haría, pensando que eso jamás sucedería.
El tiempo pasó, el padre murió, y su hijo se encargó de todo, y así como su padre había previsto, el joven gastó todo, vendió los bienes, perdió sus amigos y hasta la propia dignidad. Desesperado y afligido, comenzó a reflexionar sobre su vida y vio que había sido un tonto. Se acordó de las palabras de su padre y comenzó lamentarse: ¡Padre mío... Si yo hubiera escuchado tus consejos... Pero ahora es demasiado tarde. Triste, el joven levantó la vista y vio el establo.
Con pasos lentos, se dirigió hasta allá y entrando, vio la horca y la placa llenas de polvo, y entonces pensó: “Yo nunca seguí las palabras de mi padre, no pude alegrarle cuando estaba vivo, pero al menos esta vez haré su voluntad. Voy a cumplir mi promesa. No me queda nada más”. Entonces, subió los escalones y se colocó la cuerda en el cuello, y pensó: ¡Si yo tuviese una nueva oportunidad! - Entonces, se tiró desde lo alto de los escalones y, por un instante, sintió que la cuerda apretaba su garganta... Era el fin.
Sin embargo, el madero de la horca era hueco y se quebró fácilmente, cayendo el joven al piso. Sobre él cayeron joyas, esmeraldas, perlas, rubíes, zafiros y muchos brillantes… La horca estaba llena de piedras preciosas. Entre lo que cayó encontró una nota que decía: “Esta es tu nueva oportunidad. ¡Te amo mucho! Con amor, tu anciano papá”
Saber trabajar en las cosas de Dios.
Juan trabaja hace cuatro años y es siempre dedicado y cumplidor. Cierto día buscó al Gerente para hacerle un reclamo: - "Señor, trabajo en la empresa con bastante esmero y estoy a gusto, pero siento que he sido relegado. ¡Mire, Fernando ingresó a un puesto igual al mío hace sólo 6 meses y ya está siendo promovido a Supervisor!" Mostrando preocupación, el gerente le dice. - "Mientras resolvemos esto, quisiera pedirte me ayudes a resolver un problema.
Quiero dar fruta al personal para la sobremesa del almuerzo de hoy. En la bodega de la esquina venden fruta. Por favor, averigua si tienen naranjas". Juan se esmeró en cumplir con el encargo y en 5 minutos estaba de vuelta. - Bueno Juan, ¿qué averiguaste? - Señor, si tienen naranjas para la venta. - ¿Y cuánto cuestan? - ¡Ah...! No pregunté. - Ok!, pero... ¿viste si tenían suficientes naranjas para todo el personal? - Tampoco pregunté señor - ¿Hay alguna fruta que pueda sustituir la naranja? - No sé señor, supongo que sí. Siéntate un momento. El Gerente mandó llamar a Fernando.
Cuando se presentó, le dio las mismas instrucciones que le dio a Juan y en 10 minutos estaba de vuelta. El Gerente pregunta: - ¿qué noticias me tienes? – Si tienen naranjas suficientes para todo el personal, y si prefiere también tienen papaya o melón. La docena está a $6.000, la papaya y el melón a $9.800. Me dicen que si las compra por cantidad, nos darán un descuento de 8%. He dejado separada la naranja. Pero si usted escoge otra fruta debo regresar para confirmar el pedido. – Muchas gracias Fernando, pero espera un momento. Se dirige a Juan, que aún seguía esperando estupefacto y le dice: – Juan, ¿qué me decías? - ¡Nada señor…con su permiso!
¿De buenas?
El obrero de una constructora vuelve a casa y le cuenta a su mujer que el andamio en el que trabajaba con otros tres obreros se ha venido abajo y a causa de la caída, los tres han muerto; que, gracias a Dios, sólo él se ha salvado. Y a causa del accidente, el empresario deberá desembolsar 50 millones de pesos para cada una de las familias de las víctimas. Ante tal noticia, su mujer le dijo: ¿Te das cuenta? - ¡Cuando hay algún dinero que ganar, tú siempre te quedas por fuera…!
No es cuestión de méritos:
Un sacerdote llegó al cielo y San Pedro lo coloca en un rincón y a un taxista lo coloca en la sección V.I.P. El sacerdote reclama: Perdón San Pedro, pero yo que prediqué toda la vida la palabra de Dios, ¿no cree usted que merezco un sitio mejor que el del taxista? Y San Pedro le dice: ¡es que cuando tú predicabas la gente dormía a pierna suelta, en cambio el taxista cuando conducía a toda velocidad, la gente no paraba de rezar!
100 dólares de más
Cuando Juan recibió su sueldo, en dinero efectivo, como siempre lo hacía el primer día de cada mes, contó cuidadosamente los billetes, uno a uno, agudizando sus ojos y untando el dedo con saliva para despegar los billetes. Se sorprendió al percatarse que le habían dado 100 dólares más de lo que correspondía. Miró al contador de reojo para asegurarse que no lo había notado, rápidamente firmó el recibo, se guardó el dinero dentro del bolsillo y salió del sitio con la mayor rapidez y discreción posibles, aguantándose, con esfuerzo, las ganas de saltar de la dicha. Todo quedó así.
El primer día del mes siguiente hizo la fila y extendió la mano para recibir el pago. La rutina se repitió y al contar los billetes, notó que faltaban 100 dólares. Alzó la cabeza y clavó su mirada y muy serio le dijo al cajero: - Señor, disculpe, faltan 100 dólares. El cajero respondió: - ¿Recuerda que el mes pasado le dimos 100 dólares de más y usted no dijo nada? – y Juan contestó: Sí, claro - ¡uno perdona un error, pero dos ya son demasiados!
¿Estoy o no estoy? [Ante el compromiso de ayudar, nos hacernos los locos] [Para niños]
Un loquito toca la puerta de una casa, entonces abre la puerta un segundo loquito y pregunta: ¿A quién buscas? El primero contesta: -Te busco a ti. El segundo loquito responde: -Déjame ver si estoy (se retira y cuando vuelve dice): Oye no estoy. El primero exclama: -Qué lástima porque yo venía a pagarte un dinero que te debía. El segundo loquito dice: -Permítame voy a ver si ya llegué (Se retira y luego al volver le dice): Oye amigo mío, ya llegué. Y el primer loquito exclama: -¡Lástima, porque yo ya me fui!
¿Y la gorra? [Dios nos da todo, no damos gracias, y le pedimos más]
En el mercado, en un puerto de Italia, una señora estaba de compras con su hijo menor, quien se distrajo, jugando con su gorra nueva, y no se percató que iba directo al agua. El hecho es que cayó y nadie se dio cuenta, solo un mendigo que estaba tirado en el piso y rápidamente sin pensarlo se lanzó a auxiliar al niño que se estaba ahogando.
La mamá con la confusión del momento se llevó al niño, sin darse cuenta quien lo había salvado. Al día siguiente regresó en busca del buen hombre y al encontrarlo le preguntó: ¿fue usted el que salvó a mi hijo cuando se estaba ahogando, y se lanzó tras él, arriesgando su propia vida? - Si señora… La señora toma un respiro de tranquilidad, y casi llorando pregunta: ¿Y la gorra?
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
24° Domingo del Tiempo Ordinario, 17 Septiembre 2023, Ciclo A
Matrimonio feliz. [Dios no tiene lista de nuestros pecados]
A una señora que celebraba sus bodas de oro de matrimonio le preguntaron sus hijos por el secreto de su largo y feliz matrimonio. La señora le contestó: el día de mí boda decidí hacer una lista de las 10 faltas de mi marido que pasaría por alto para salvar mi matrimonio. Preguntan sus hijos: ¿Y cuáles fueron esas 10 faltas de la lista? A decir verdad, nunca escribí la lista. Pero cada vez que mi marido hacía algo que me molestaba y que me sacaba de quicio le decía: “Tienes suerte, bandido, porque eso no está en mi lista”.
La herida y la cicatriz: [Dos buenas hermanas]
“Dos hermanas parecidas/ de diferente matiz/ la una se llama herida/ y la otra cicatriz. Las dos están en el alma/ las dos se llevan con dolor/ arde en la carne la herida/ en el recuerdo la cicatriz. Un Amigo las ha curado/ con tiempo y dedicación/ logró el perdón del corazón/ con la sangre de su costado/. Es Jesús quien ambas sana/ pues las padeció en sí/ Él puede limpiar la herida/ y borrar la amarga cicatriz”.
La porcelana o la gallina
Supongamos que rompemos una porcelana o una imagen y luego tratamos de pegarlas. Aunque las peguemos, debido a las fisuras, no quedarán igual. Si desplumamos una gallina y luego quisiéramos volver a colocarle las plumas, sería imposible. Así sucede en el ámbito del mal. Cuando desplumamos a alguien, es difícil volver a restablecer su imagen rota por nuestros rencores o venganzas. Sólo el perdón lo sanará todo.
El ideal: no tener enemigos
Un sacerdote predicaba sobre el perdón a los enemigos, y ya casi al final de la homilía dijo: “Los que estén dispuestos a perdonar a sus enemigos que levanten la mano”. Todos levantaron la mano, excepto una pequeña viejita.
-Señora Nelly… ¿No está usted dispuesta a perdonar a sus enemigos? -Yo no tengo enemigos, respondió dulcemente. – Señora Nelly, eso es muy raro, ¿cuántos años tiene usted? -99 años, respondió. Todos los fieles se levantaron y la aplaudieron. –El padre le pregunta: Señora Nelly: ¿Puede pasar al frente y decirnos cómo se llega a los 99 años sin tener enemigos? – La dulce señora Nelly pasó al frente, tomó el micrófono, se dirigió a los fieles y dijo: - ¡Es que…ya todos se murieron!
Los tres deseos: [Duros de corazón hasta la muerte]
Un hombre está haciendo un agujero en su jardín para plantar un árbol cuando desentierra una lámpara mágica. La frota y le aparece un genio que le dice: - Te voy a conceder tres deseos, pero a tu enemigo le daré el doble de lo que tú me pidas.
– Humm… mira, quiero ser millonario. Listo, pero tu enemigo ahora es billonario. Quiero ser guapo e inteligente. Listo, pero tu enemigo es el doble que tú. Bueno, mi último deseo…es que me des un sustico que me deje “medio muerto”
Buenas vecinas: [Para niños]
Estaban dos vecinas y una le dice a otra: – Ay vecina!...me da mucha pena que mi gallina haya destrozado su jardín – No se preocupe, dice la otra, porque mi perro acaba de comerse su gallina. – Menos mal, dice la primera vecina, porque mi carro acaba de matar a su perro.
Perdón y humildad van juntos
Es la historia de dos amigos argentinos que están disgustados hace mucho tiempo: Uno le dice a otro: “…Che…Ya no quiero estar más enojado con vos…. Pedime perdón…”
Histérica e histórica: [Dios no tiene memoria…tiene corazón]
Conversaban dos hombres, y un día, uno le confiesa al otro: cada vez que discuto con mi mujer se pone histérica. El otro le dice: eso no es nada, la mía se pone histórica. ¿Cómo así que histórica? Le pregunta. Pues porque me suelta la letanía de todos mis defectos, y errores que he cometido desde el primer día en que nos conocimos.
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
23° Domingo del Tiempo Ordinario, 10 Septiembre 2023, Ciclo A
Ama de casa ejemplar: [La corrección sabia enfoca lo positivo, y vigila las almas de los que amamos.]
Una señora tenía una empleada muy trabajadora, pero comprobó que cada vez que su empleada visitaba a la mamá, echaba de menos algo. La espió y encontró un canasto con azúcar, café, panela y otras cosas escondidas debajo de la cama, para llevárselo a la mamá. La señora no se sobresaltó ni reaccionó con violencia o insultos, sino que de manera cordial le dijo:
“Estoy segura que su mamá pasa necesidades y aquí lo tenemos todo. En este canasto hay azúcar, café, panela y otras cosas, déselas a su mamá y dígale que le envío mis mejores saludos”.
La empleada se puso colorada y tímidamente dio gracias. Y así, nunca más se perdió nada. La corrección surtió efecto y las dos convivieron en paz.
La sospecha: [Apariencias que engañan]
Un hombre perdió su hacha y sospechó del hijo de su vecino. Observó la manera de caminar del muchacho: Camina exactamente como un ladrón. Observó la expresión del joven, y dijo: como la de un ladrón. Observó también su forma de hablar: igual a la de un ladrón. En fin, todos sus gestos y acciones lo delataban como el ladrón. Pero más tarde encontró su hacha en un valle. Y después, cuando volvió a ver al hijo de su vecino, los gestos y las acciones del muchacho, ya no le parecían a los de un ladrón.
Consejo de S. Francisco [El ejemplo, la mejor corrección]
Un hombre le dijo a San Francisco de Asís: Hermano Francisco, la Biblia dice que debo amonestar a los pecadores, pero yo veo a gente pecando todo el tiempo y no quiero pasar todo el día amonestándolos. San Francisco le dijo, “En la corrección fraterna lo que tú debes hacer, no es amonestarlos, sino vivir de tal manera que tu vida amoneste al pecador, y que tu forma de actuar los llame a arrepentirse.”
La ventana: [Corregir mi error, para ver mejor.]
Una pareja de recién casados, se fue a vivir a un barrio muy tranquilo. En la primera mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer observó a través de la ventana que una vecina colgaba sábanas en el tendedero. ¡Que sábanas tan sucias cuelga la vecina en el tendedero - dijo la mujer - Quizá necesita un jabón nuevo o no sabe lavar...! ¡Ojalá yo pudiera enseñarle a lavar las sábanas! El marido miró y se quedó callado.
Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su discurso, mientras la vecina tendía su ropa al sol y al viento. Al mes, la mujer se sorprendió al ver a la vecina tendiendo las sábanas limpiecitas, y dijo al marido: ¡Mira, por fin esa señora aprendió a lavar su ropa! ¿Quién le enseñaría? - Y el marido le respondió: ¡No… es que hoy me levanté temprano y lavé los vidrios de nuestra ventana!
Fraterna sordera: [Si te escucha, ya lo has salvado, sino te escucha…insiste…]
Dos ancianos hablaban sobre el envejecimiento: - “Mira, la peor parte se la llevan nuestras mujeres. Ellas siempre tratan por cualquier medio de esconder sus achaques. ¡Ya es muy difícil corregirlas!”. Tienes toda la razón”. – “Te cuento que encontré un truco para hacerles ver su edad por medio de un jueguito. “Si tu mujer está empezando a quedarse sorda, colócate a 10 metros de ella y hazle una pregunta. Cuando veas que no te responde, acércate a 5 metros. Después a 2 metros y luego a 1 metro. Si no te escucha, ya no le quedará más remedio de aceptar que está sorda”.
El viejito ve que la idea es buena y cuando llega a casa se coloca a 10 metros de su señora y le pregunta en voz alta: - “Cariño ¿qué hay de cenar?”. No recibe respuesta. Entonces se acerca a 5 metros y le pregunta de nuevo: - “Cariño ¿qué hay de cenar?”. Tampoco hay respuesta; se acerca a 2 metros: - “Mi amor, que ¿Qué vamos a cenar?” No hay respuesta. Se acerca a 1 metro de ella - “Mi vida, que ¿Qué vamos a cenar?” Y la señora enfurecida se voltea y le responde: - “¡Viejo sordo, te he dicho 4 veces que pollo con papas fritas!
Corrección fraterna entre “damas sinceras”
Cuatro damas, amigas de toda la vida, se reúnen a tomar el té. Una tarde, una de ellas dice: - Chicas, hemos sido amigas desde siempre. ¿No les parece que es hora de conocernos a fondo? - La primera dice: Yo soy cleptómana. Pero no se preocupen que nunca les he robado nada a ustedes.
La segunda dama dice: - Yo les confieso que también tengo algo de eso, porque cuando mi esposo llega borracho todos los viernes, le saco el dinero de la billetera. - Pues miren, - dice la tercera – Yo les confieso que soy adicta a los juegos de azar y malgasto el sueldo de mi esposo. La cuarta dama, poniéndose de pie, dice: - ¡Ustedes disculpen, yo soy chismosa y con su permiso, que ahora mismo tengo que hacer unas llamaditas...!
Corrección fraterna: [Para Misa con niños]
Estaban dos niños jugando con sus trompos y uno le dice al otro: –Tíralo y que gire en la pita. – El otro le contesta: “Yo no sabo” – Y el primero le dice: No se dice, no sabo - Se dice “no sepo”. Casualmente pasaba por ahí una señora, que, oyendo la conversación, creyó oportuno corregir fraternalmente a los niños, y les dice: –No se dice “no sabo”, ni “no sepo”. - ¿Y entonces cómo se dice?, preguntaron los niños. – La señora respondió: “No sé”. –Entonces, los niños enfadados le dicen: Si no sabe, ¿para qué se mete?
Los achaques de a edad: [Si dos o tres se ponen de acuerdo...]
Tres hermanas de 96, 94 y 92 años de edad vivían en su casa. Una noche, la de 96 empieza a llenar la tina para darse un baño, pone un pie dentro de la tina, hace una pausa y grita a sus dos hermanas: – ¿Ustedes saben si yo me estaba entrando a bañar, o estaba saliendo de bañarme? - La hermana de 94 le responde: – No sé, déjame subo a ver…
Empieza a subir las escaleras, hace una pausa y grita a su otra hermana: “¿Oye… ¿Yo estaba subiendo las escaleras o las estaba bajando?” - La hermana menor, la de 92 años, estaba sentada en la cocina tomándose una taza de té, y escuchando lo que pasaba con sus hermanas mayores, mueve su cabeza y piensa: – Es el colmo - ¡Yo espero nunca ser así de olvidadiza como mis hermanas! - ¡Toco madera¡…Y tocó tres veces, bien duro, .sobre la mesa. Se pone de pie y les grita, como regañándolas…: “Ya subo a ayudarlas. Primero voy a ver quién toca la puerta”.
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
22° Domingo del Tiempo Ordinario, 3 Septiembre 2023, Ciclo A
Tomar la cruz: [Arriesgando la vida por los demás]
Un conductor se desplazaba por la carretera a alta velocidad, cuando de repente, justo después de una curva, aparece un hombre parado en medio de la vía haciendo señales con los brazos de una forma desesperada. El conductor, sorprendido y asustado, toca la bocina para ver si el individuo se aparta del camino, pero fue inútil. El hombre seguía haciendo señal de pare con sus brazos.
Está loco -dijo el conductor mientras pisaba el freno provocando un fuerte chirrido y dejando marcas negras en el pavimento, logrando detener el camión antes de arrollar a aquel hombre. Muy enojado, se baja del Camión y con una varilla en la mano, se dirige hacia el hombre y le dice: ¿Bruto, acaso no tienes ojos? ¿Es que quería que te arrollara? ¡Por poco me hace volcar! ¿Está loco? No señor, no estoy loco -le contestó el individuo-.
Lo que pasa es que el puente que está en la próxima curva acaba de desplomarse; y sabía que, si no hacía algo, en este momento usted ya estaría muerto. “Tuve que arriesgar mi vida para poder salvar la suya”
Sal y algodón [El peso de la cruz]
Un sabio llevaba una carga de sal al mercado. Como el río estaba crecido, su burro se mojó y la sal que llevaba en las alforjas se disolvió. Al alcanzar la otra orilla, el burro estaba contentísimo por ver aligerada su carga, y se puso a brincar por el prado. El sabio estaba muy enojado. En el siguiente mercado, el sabio llenó las alforjas con algodón. El burro, recordando lo que había sucedido el día anterior, se metió en la parte más profunda, pero casi se ahoga por el peso del algodón mojado. — Tranquilízate- le dijo el sabio —. Esto te enseña que no siempre que cruces el río vas a ganar tú.
La sal de la vida: [Para los que se quejan de su cruz]
Un anciano maestro, -cansado de escuchar las constantes quejas de su discípulo-, pensó que debía enseñarle algo que le hiciera recapacitar. Una mañana le pidió que le trajera sal y cuando regresó, el maestro le dio un vaso de agua y le dijo que le echara un poco de sal y luego se la tomara. —¿Cómo sabe el agua? —preguntó el sabio anciano. —Muy salada, —respondió el discípulo, poniendo cara de asco.
Aguantándose la risa, el maestro le indicó que volviera a echar la sal, pero no en un vaso, sino en el lago cercano a la aldea. Caminaron sin prisas hacia un hermoso lago a las afueras de la aldea y cuando el discípulo echó la sal en el lago, el anciano venerable le pidió que bebiera el agua del lago. —¿A qué te sabe ahora? —le preguntó. Y el alumno aprendiz le respondió: —Esta agua está fresquísima.
No sabe nada a sal, es una delicia para el paladar. Entonces el anciano maestro cogiéndole las manos, le dijo: —Mire hijo: El dolor de la vida sabe a pura sal. Siempre hay la misma cantidad, sin embargo, su sabor depende del recipiente que contiene ese dolor. Por eso, cuando te aflijan las adversidades, las cruces y los sufrimientos de la vida, agranda tu alma. ¡Deja de ser un vaso y conviértete en un lago!
Clavos García: [Oh cruz te adoramos, oh cruz, te bendecimos]
Un pastuso de apellido García, abre su negocio a dos pasos del Vaticano. Es muy piadoso y persistente en querer colocar siempre en la entrada del negocio un enorme crucifijo, con la figura de Jesús clavado en la cruz y un cartel luminoso que dice: "Clavos García. 2000 años de garantía". El escándalo es mayúsculo. Monseñor Fanfanni, editor de L´Observatore Romano, va y habla con el pastuso y amablemente le explica que en el Vaticano no se podía hacer publicidad con Jesús crucificado.
El pastuso, entonces, modifica su anuncio: reemplaza la figura de Cristo crucificado por otra. Esta vez, Jesús tiene solo una mano clavada y la otra suelta saludando al público, y debajo de la cruz hay un nuevo cartel luminoso que dice: "Adivinen en qué mano se usó un clavo García". El escándalo llega a oídos del Papa, quien, perturbado, va hasta el negocio del pastuso.
Y le dice: "Hijo mío, no puedes usar la figura de Nuestro Señor para tus anuncios... Por favor, ¡inventa otra cosa!". Siempre creativo y muy piadoso, -como todo pastuso-, coloca ahora una cruz vacía y debajo un nuevo letrero luminoso que decía: "Si los clavos fueran García, ¡Ni Cristo se escaparía!”
El niño desobediente y el poder de la cruz. [Para niños desobedientes]
Jaimito se sube a un árbol y la mamá le dice: -¡Jaimito, bájate de ahí! -Y Jaimito: - ¡No me bajo! – Viene el policía y le dice: -¡Jaimito, bájate de ahí! – Y Jaimito: -¡No me bajo! – Viene un bombero: - ¡Jaimito, bájate de ahí! – Y Jaimito: - ¡Que no me bajo! – Viene el sacerdote del pueblo, le hace la señal de la cruz y Jaimito se baja inmediatamente del árbol. La mamá le pregunta: - ¿Jaimito, por qué ahora si te bajaste? Y Jaimito le responde: Pues yo me bajé porque entendí que el padre me dijo: “O te bajas…o te corto el árbol…”
Con tal de aparentar [Ni Cruz, ni sacrificios]
El jovencito de 17 años le solicita a su padre: “Papi, por favor préstame el carro para salir un rato. “Quiero que mis amigos me vean manejando un automóvil de 200 millones de pesos”. El papá le responde: “Mejor te doy 5.000 pesos para el bus, y así tus amigos te podrán ver en un bus de 1.000 millones de pesos”.
Llevar la cruz con alegría y júbilo
Un Domingo, después de la Eucaristía, el esposo regresa a la casa, entra corriendo y se dirige a la esposa con una gran sonrisa; la abraza, se inclina, la levanta tiernamente en sus brazos y danza con ella, arrullándola en el aire alrededor de todos los muebles de la casa.
Y ella, totalmente emocionada y derretida, le pregunta al esposo – M’ijo: - ! Pero, ¿qué es lo que te dijo el sacerdote en el sermón? - ¿Acaso dijo que los esposos tenían que ser más cariñosos con sus esposas? – Noooooooo - contesta el esposo – lo que el padre dijo en el sermón, es que ¡teníamos que cargar nuestra cruz con alegría y júbilo!
Descargar Enseñanzas 27 Agosto 2023
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
21° Domingo del Tiempo Ordinario, 27 Agosto 2023, Ciclo A
Pregunta fundamental y definitiva
Cuatro amigos de la universidad se fueron a parrandear el fin de Semana antes de los exámenes finales. La pasaron felices. Pero después de tanto parrandear se durmieron todo el domingo y no regresaron a la universidad sino hasta el lunes por la mañana. En lugar de entrar al examen final, decidieron que al terminar el examen hablarían con el profesor y le explicarían la razón por la que no habían presentado el examen.
Le explicaron que se habían ido de pesca el fin de semana y que planeaban estar de regreso y estudiar, pero desafortunadamente, se les pinchó una llanta cuando regresaban. Que no tenían las herramientas y nadie les había querido ayudar. Como resultado, perdieron el examen final. El profesor lo pensó y acordó hacerles el examen al día siguiente. Los amigos estaban felices.
Estudiaron toda la noche y llegaron al día siguiente a hacer el examen. El profesor los puso en salones separados y les repartió a cada uno el examen. La primera pregunta valía 5 puntos y era muy fácil, sobre la historia del mercadeo. “Excelente!” pensó cada uno en su salón separado. “Esto va a estar muy fácil”. Cada uno terminó el problema y voltearon la página. En la segunda página estaba escrito: esta pregunta vale 95 puntos: ¿Qué llanta fue la que se les pinchó?”
¿Quién es Juan? [Quién dicen ustedes, que soy Yo? [Para niños]
Una niña que se la pasaba todo el día con su muñeca, y su padre le ordena que vaya por el pan. Cuando la niña compra el pan, sale un vago y le dice: ¿Conoces a Juan? Y la niña responde: ¿Cuál Juan? Y el vago dice: El que te robó el pan y se lo quitó.
Al otro día sucede lo mismo, y así toda una semana hasta que el papá de la niña le dice: Cuando veas al vago otra vez, antes que te pregunte si conoces a Juan, tú le vas a preguntar: ¿Conoces a Rebeca? – Y cuando te pregunte cual rebeca, tú le dices la que te pegó con la muñeca y le das un muñecazo. Y así fue, la niña fue compró el pan…Salió el vago y ella le dijo: Oye, ¿Conoces a rebeca? Y el vago se pone a repetir: Rebeca, Rebeca, Rebeca…Ah… La amiga de Juan. Y la niña responde: ¿Cuál Juan? ¡Pues el que te robó el pan!
Sucesor del presidente: [Pedro, sucesor de Jesús]
El empresario mando llamar a uno de sus empleados y le dijo: “Pedro después de un año de haber entrado a la compañía te quiero felicitar porque lo has hecho muy bien pues en un mes entraste como mensajero, al siguiente mes ascendiste como jefe de reparto, después de tres meses fuiste gerente regional y ahora a escaso el año te nombro director general para que ocupes mi lugar en la compañía, ¿tienes algo que decir Pedro?” - Y Pedro le respondió: “Si, gracias” - El gerente se puso histérico y le dice: ¡Cómo que gracias! - ¿es lo único que tienes que decir? – Y Pedro dijo: ¡Bueno! Está bien: !Gracias papá¡
La confesión [Desata en la tierra y desata en el cielo…]
Un sacerdote anciano había inventado una nueva forma de confesar a las esposas que habían sido infieles a sus maridos. Para evitar que se sintieran mal, debían decirle simplemente: “Padre me caí en la zanja”. De esa forma él se daba por enterado sin poner incómodas a las damas. Por supuesto que todo el pueblo estaba al tanto.
Un día en que el sacerdote se enfermó, el Señor Obispo envió un padre recién ordenado para la misa del domingo. Terminada la ceremonia va el padre joven y le pregunta al alcalde: -Oiga Sr. Alcalde, sería bueno que hiciera reparar la zanja en donde se caen tantas mujeres. El alcalde, que estaba al tanto de todo, soltó la carcajada y no paraba de reír. Entonces el padre le dice: -Sr. Alcalde, no se ría tanto, que su señora se cayó dos veces esta semana.
El confesor y el acróbata: [Desatar pecados no es fácil]
Un señor que trabajaba en un circo se fue a confesar. El padre le preguntó: ¿En qué trabajas? Y el señor le dijo: -Soy acróbata. El padre le dijo: -No sé qué es eso, ¿podrías hacer una demostración? El penitente hace unas maromas y unos saltos mortales…Unas señoras que estaban haciendo fila para confesarse, lo vieron y una le dice a la otra: -Ay m’hija, con estas penitencias que ponen ahora, debimos de haber traído pantalón.
La ventaja de llamarse Isabel. [Jesús, hijo de Dios vivo, el único nombre que salva]
Un ladrón estaba robando una casa cuando llegan los dueños y lo descubren. Él les dice: Como ya me vieron tendré que matarlos, pero antes díganme sus nombres: La mujer responde: - Yo me llamo Isabel. - Está bien, a ti no te voy a matar porque así se llama mi mamá…Y ¿tú? - le dice al hombre -: ¿Cómo te llamas? - El hombre, tembloroso, le responde: - ¡Yo me llamo Juan, pero mis amigos, cariñosamente, me dicen Isabel!
Descargar Enseñanzas 20 Agosto 2023
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe
20° Domingo del Tiempo Ordinario
Solemnidad de La Asunción Fiesta Patronal Diócesis de Zipaquirá, 20 Agosto 2023, Ciclo A
Cosas de mi Madre [Cuando quieras algo de Dios, habla antes con María]
Hay un hueco en el cielo, del que cuelga un gigantesco rosario hasta la tierra, por donde se están colando algunos que, según S. Pedro, no deberían entrar al cielo. San Pedro le dice al Señor Jesús que hay que cerrar ese hueco, porque se están colando muchos pecadores. Entonces Jesús, le dice: ¡Déjalo así, esas son cosas de mi mamá!
Enaltece a los humildes: [María, fue (a pie), corriendo a toda prisa]
Un estudiante árabe envía un e-mail a su padre: “Querido Papá, Londres es maravilloso, la gente es muy agradable y me encanta estar aquí, pero papá, me da pena y un poco de vergüenza llegar a clase con mi Ferrari 599 GTB en oro macizo, mientras mis profesores y mis compañeros estudiantes viajan en tren”. Tu hijo, Nasser.
Al día siguiente, el papá le envía un e-mail a su hijo, diciéndole: “Querido hijo: Acabo de ordenar una transferencia a tu cuenta por 1.000 millones de dólares. Por favor, deja de avergonzarnos a todos. Ve y cómprate también un tren. Con cariño, tu padre”.
Rogativa: [Y María se puso a servir. Ella intercede por sus hijos]
En un pueblo hacía tanto que no llovía, que los residentes deciden pedir ayuda al sacerdote: mire, padre, venimos a pedirle prestado a Cristo crucificado, para hacer una procesión en el campo, a ver si el Señor nos manda la lluvia y así salvar la cosecha. El sacerdote accede gustosamente y los campesinos hacen su procesión.
Al día, comienza un torrencial aguacero que dura un mes y acaba inundando toda la región. Los campesinos, ahora preocupados por las inundaciones, deciden pedirle nuevamente ayuda al sacerdote: Mire, padre, ahora venimos para que nos preste a la Virgencita. ¿Y para qué quieren ahora la imagen de la Virgen María? - ¡Pues queremos hacer una procesión con ella por el campo para que vea el desastre que hizo su Hijo!
Adiós mamá… [María quiere que seamos sus hijitos de verdad]
Un hombre joven estaba de compras en el supermercado, cuando notó que una viejecita lo siguió por todos lados. Si él se paraba, ella paraba, y se quedaba mirándolo. Al fin, camino a la casa, ella se atrevió a hablarle y le dijo: "Espero que no lo haya hecho sentirse incomodo; Es solo que usted se parece tanto a mi hijo que falleció recientemente.
El joven con un nudo en la garganta, replicó que tranquila, que no había problema. La viejita le dijo, le quiero pedir algo poco común. El joven le dijo: claro abuelita ¿en qué puedo ayudarla? La viejita le dijo: cuando me vaya del supermercado, quisiera que me dijera "Adiós mamá" esto me hará muy feliz!
El joven sabiendo que sería un gesto que llenaría el corazón y espíritu de la viejecita, accedió. ¡Entonces, mientras la viejita pasaba por la caja registradora se volteó y sonriendo, con la mano le dijo adiós HIJO! Él lleno de amor y ternura le respondió efusivamente “ADIOS MAMA”, contento y satisfecho porque seguramente había traído un poco de alegría a la viejecita. El joven continuó pagando sus compras. “Son $50.000 pesos, le dijo la cajera. “Porqué tanto si solo llevo 3 cositas! Y la cajera le dice: “Si, pero su MAMA dijo que usted pagaría lo de ella también”.
Mi suegra está en todo: [María, siempre discreta intercesora].
Una mujer va donde el sacerdote que la casó hace dos meses, y el sacerdote le pregunta: ¿cómo va su matrimonio? - ella dice: todo bien pero mi suegra esta en todo ¿cómo así que está en todo? si padre todo lo que hago: en fríjoles, en la sopa, en el pollo, en todo. No entiendo dice el padre. Mire, mi marido dice: el pollo le quedaba más rico a mamá, la sopa siempre te queda sin sal; a mama no y los fríjoles no te quedan como los hace mamá. Que me aconseja padre estoy desesperada. En todo está la mamá de mi esposo.
Mira por que no le haces una cena romántica ¿qué color le gusta a tu esposo?: el negro padre. Entonces ponte un vestido de ese color y preparas algo bien rico; apagas la luz y prendes velas y veras que ahí no estará presente la mama de tu esposo. Gracias padre, eso haré. Llegada la tarde hace la cena, se pone el vestido negro, baja los tacos de la luz y enciende las velas. Llega su esposo quien al ver que hay velas y su esposa esta de negro se angustia y pregunta: ¿qué le paso a mi mamá?
Enamorados de la mujer bella: La Madre de Dios [Trucos para una homilía]
Unos fieles le surgieron a su párroco ser más emotivo y dinámico en las homilías. Fue a donde su amigo, el padre Pedro, a que le ayudara. El padre Pedro le dijo: “Mira Felipe, trata de comenzar la homilía con alguna afirmación que llame la atención.” “Por ejemplo, diga: “Estoy enamorado de una mujer bella”. Luego espera un momento y dice: “Ella es…mi mamá.” En la próxima homilía, el padre Felipe, así comenzó: “Estoy enamorado de una mujer bella.
Toda la comunidad quedó tan asombrada y atenta, que el padre se puso nervioso, y no podía recordar lo que seguía. Volvió a decir “Estoy enamorado de una mujer bella…Ella es…Ella es…Ella es… (y como no se acordaba), dijo: “La mamá del Padre Pedro.” Este domingo deberíamos decir, “Estamos enamorados de la mujer más bella.” LA MADRE DE DIOS…
Saludo solemne [El de María a Isabel no fue un saludo improvisado…]
El anfitrión de una fiesta saluda solemnemente a Juan Rodríguez, un joven invitado que nunca había asistido a esas fiestas tan elegantes, diciéndole: “Mucho gusto, el mayor de los placeres; y el invitado, bastante nervioso y sin saber qué decir, solo le respondió: mucho gusto, el menor de los Rodríguez…”
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
19° Domingo del Tiempo Ordinario, 13 Agosto 2023, Ciclo A
Concentrarse para no hundirse: [Dejar que el Señor hable… No distraerse]
En un santuario, estaba un grupo de jóvenes, haciendo un rato de oración en silencio en la capilla del Santísimo, frente a un crucifijo de gran tamaño, con una expresión de serenidad y viveza, que parecía que le hablaba al que lo mirara. Mientras rezaban en silencio, se oía a lo lejos el ruido que producían unas señoras que visitaban el santuario, con el típico sonido que hacen los tacones.
Las señoras en tacones llegaron hasta la capilla del Santísimo, donde estaban los jóvenes en plena oración, quienes ya estaban incómodos por el taconeo de las señoras. Iban acercándose a la capilla del Santísimo, y mientras abrían la puerta, no paraban de cuchichear. Una de ellas, que parecía ser la guía del grupo de damas en tacones, refiriéndose al crucifijo, dijo en voz alta: –Miren, este es el Cristo que dicen que habla… Y en aquel momento, uno de los jóvenes que había oído lo del «Cristo que dicen que habla», replicó con gracia: – ¡Señora, él habla, pero si ustedes lo dejan!
La rana diferente: [Sin la mano del Señor, nos hundimos].
Cuatro ranas estaban sentadas en un tronco que flotaba en la orilla del río. Súbitamente, el tronco fue sorprendido por la corriente y se deslizó lentamente río abajo. Las ranas quedaron embelesadas pues nunca habían navegado. Entonces la primera rana dijo: éste es un tronco maravilloso. Se mueve cual si estuviera vivo. Jamás conocí un tronco así. La segunda rana dijo: no es así, este tronco es como todos los troncos y no se mueve.
Es el agua del río que se mueve porque va hacia el mar y lleva al tronco y a nosotras. La tercera rana dijo: no es el tronco, ni el río que se mueven. El movimiento está en nuestro pensamiento. Y así discutieron a ver quién tenía la razón, pero no llegaron a entenderse.
Entonces le pidieron la opinión a la cuarta rana que había estado en silencio. Ella dijo: Cada una tiene razón. El movimiento está en el tronco, en el agua y en el pensamiento. Las tres ranas quedaron muy enfadadas por no darle razón a ninguna de ellas, y entonces ocurrió algo extraño: las tres ranas se unieron y arrojaron al río a la cuarta rana.
Caminando sobre las aguas:
Tres servidores de Dios salen a pescar. Un sacerdote católico, un rabino y un pastor protestante. Estaban en el bote y el sacerdote se baja y empieza a caminar sobre el agua. Se miran los otros dos y el rabino decide seguirlo. Y camina sobre el agua también. El pastor, que quedaba solo, decide seguirlos, se baja del bote y se hunde en el agua. Se vuelve a subir al bote, todo mojado e intenta de nuevo. Se baja del bote y se vuelve a hundir en el agua. Entonces el sacerdote le dice al rabino: ¡Y si le decimos dónde están las piedras¡
Desahogándose:
Carlos encuentra a un hombre, que le gritaba a su esposa, la cual se estaba ahogando en el río al caerse de un puente alto: ¡Llora, Rosita, llora! Y Carlos le dijo: - Pero, Señor, ¿usted está loco? - ¿No se da cuenta que su esposa se está ahogando, y lo único que usted hace es gritarle, es: ¡Llora, Rosita, llora! – El hombre le contestó: - ¡Es que un amigo me dijo una vez que, llorando, uno se desahoga!
El pasajero: [Los discípulos creyeron ver un fantasma]
Un pasajero le toca el hombro al taxista para hacerle una pregunta. El taxista grita, pierde el control del carro, casi choca con un camión, se sube a la acera y se mete en un escaparate haciendo pedazos los vidrios. Por un momento no se oye nada en el taxi, hasta que el taxista dice: - ¡Mire amigo, jamás vuelva a hacer eso! ¡Casi me mata del susto! - El pasajero, impresionado le pide disculpas y le dice: - ¡No pensé que se fuera asustar tanto, por solo tocarle el hombro! El taxista le dice: -Lo que pasa es que es mi primer día de trabajo como taxista. Y el pasajero le pregunta, - ¿Y antes que hacía? - ¡durante 25 años fui chofer de carroza fúnebre!
Jesús y Tiger Woods
A fin de relajarse tras su ardua labor de predicar y hacer milagros, Jesús decide descansar un poco a orillas del mar de Galilea. Se puso a jugar golf con uno de los apóstoles. Llega el momento en que debe realizar un golpe complicado. Jesús lo hace mal y la pelota termina en el agua. Así que recurre a su truco habitual: camina sobre las aguas hasta donde está la pelota, se agacha y la recoge.
Cuando Jesús intenta repetir el golpe, el apóstol le dice que es muy difícil:
- Y le dice: Sólo alguien como Tiger Woods puede conseguirlo.
Jesús le contesta
- ¡Soy el hijo de Dios, y puedo hacer cualquier cosa que haga Tiger Woods!
y repite el golpe, pero la pelota, de nuevo acaba en el agua.
De manera que Jesús vuelve a caminar sobre el agua para recuperarla. En ese momento, pasa un grupo de turistas americanos, y uno de ellos, al observar lo que ocurre, se vuelve hacia el apóstol y le dice: - Dios mío, ¿quién es ese tipo? ¿Es que se cree Jesús o qué? - A lo que el apóstol le contesta: - ¡No, se cree Tiger Woods!
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,
18° Domingo del Tiempo Ordinario, La Transfiguración, 6 Agosto 2023, Ciclo A
“Ilumina, Señor, Tu Rostro Sobre Nosotros …”
Qué hermoso es estar aquí:
Vivir en Bogotá es muy estresante. Don José, un empresario próspero y con muchos clientes, se desahoga con uno de ellos, un hombre de familia tradicional que vive en una hacienda a las afueras de Bogotá. ¡Ala! Yo soy un hombre muy ocupado y estoy tan aburrido del ruido, los trancones y la inseguridad. Usted por lo menos los fines de semana se va su hacienda. Tanto se quejó que al hacendado le dio lástima y le dijo: ¿Quiere ir a mi hacienda en el campo? ¡Claro, yo no sé ni cómo es el campo! – El caso es que don José estaba listo ese fin de semana con maleta y todo. Llegó a la hacienda y extasiado, miraba todo.
Al día siguiente le llevaron café y le preguntaron qué tal noche había pasado. Pues verán: nada de ruido, yo vivo cerca de las estaciones de Transmilenio, y el ruido es terrible. Aquí es como si estuviera en otro planeta, todo silencio: “Qué hermoso es estar acá”. Desayunó y luego fue a dar una vuelta mirando las vacas, escuchando los pájaros, viendo las flores y el paisaje. Todo era maravillado. Pasó el sábado, el domingo y él no tenía ni asomo de irse.
Los anfitriones no le decían nada por pura cortesía, pero siguió lunes, martes y no decía nada. Llegado el viernes ya entraron a echarle indirectas, pero sin ofenderlo. El dueño de la hacienda le dijo: “hemos hablado con mi esposa y vemos que usted esta tan feliz aquí disfrutando, pero pensamos en su familia, sola allá en Bogotá echándolo de menos…”! – Don José comentó: Hay sí, es cierto. Estoy tan encantado que hasta me olvide del trabajo y de mi familia. Pero usted me dio una buena idea: “Los voy a llamar para que vengan”.
Fábula de las liebres [Animo, soy yo, no tengan miedo…]
Un día se reunieron las liebres y se lamentaban entre sí, de llevar una vida tan precaria y temerosa, porque experimentaban que eran víctimas de los hombres, de los perros, de las águilas, y de otros animales. Y se decían: ¡Más vale morir de una vez, que vivir con tanto miedo! Tomada esta decisión, se fueron todas, al mismo tiempo, hacia un estanque para morir en él, ahogadas.
Pero las ranas, que estaban sentadas al borde del estanque, en cuanto oyeron el ruido de la carrera de las liebres, saltaron asustadas al agua. Entonces, una de las liebres, la que parecía más inteligente que las demás, dijo: - ¡Alto compañeras! No hay que apurarse tanto, ¡pues ya ven que hay otros animales más miedosos que nosotras!
Cambio extremo: [La transfiguración ha de ser desde el interior]
Un día, a un joven de nombre Pablo, se le aparece una figura envuelta en una bata negra, a las puertas de su casa y le dice: ¡Soy la muerte, y mañana a la medianoche vendré por ti! Pablo, pensando que todo fue un mal sueño, prosigue con sus actividades cotidianas, pero al otro día como a las 10 de la mañana comienza a preocuparse.
Y después de pensarlo bien, dice: ¡Mejor, me disfrazaré, cambiaré de físico para despistarla y me iré lejos para que la muerte no me reconozca por mi cambio extremo! Se rapa la cabeza, se coloca aretes y piercing en nariz, labios y cejas, y tatuajes en brazos, pecho y cara.
Se coloca ropa de disc-Jockey, y se va para un bar. A las 12 de la noche, para su sorpresa, la muerte entra en el bar, pasa al lado de Pablo, pero no lo reconoce por su apariencia física. Pablo muy contento piensa: lo logré, lo logré. La muerte da vueltas por todos lados en busca de Pablo, quien en silencio se burlaba de ella. Entonces la muerte pide al cantinero: ¡Deme un tequila doble! Luego en voz alta dice: si en un minuto no veo a Pablo, me llevo a este calvo tatuado y con aretes.
¿Andar de incógnitos? [Lo oculto, sale a la luz…]
Unos sacerdotes famosos por su seriedad en cuestiones teológicas, deciden tomar unas vacaciones en Hawaii. Quieren pasar de incógnitos. Se visten de turistas con sus pantalones cortos, camisa de flores y sandalias. Se sientan a tomar el sol y pasa frente a ellos una rubia en traje de baño, y al pasar les dice: “buenos días padres”.
Ellos…mudos porque alguien los reconoció fueron y se compraron ropas mucho más atrevidas para parecer turistas menos conocidos. Se vistieron con pantalones de surf, playeras con estampados, lentes oscuros y zapatillas a lo Michael Jackson. Vuelven a tomar el sol y pasa la misma rubia y les dice: “buenos días padres”. Uno de los sacerdotes la llama y le pregunta: “señorita, de hecho, si somos sacerdotes y estamos muy orgullosos de serlo, pero díganos ¿Cómo lo ha descubierto si estamos de incognitos…?”… a lo que ella les contesta: - ¡A ver! - ¿No me reconocen? – Soy la hermana Mercedes, la del convento - ¡Y también ando de incógnita!
¿Infiltrarse? [Jesús se dejó ver en pleno resplandor]
Le pregunta un amigo a otro: ¿Qué tal? - ¿Cómo te va? – Uy, muy regular… Mi médico me dijo que tenía que infiltrarme…– Anda… ¿Y eso? – No sé, pero llevo dos semanas trabajando de incógnito en el hospital y me sigue doliendo la rodilla.
Más allá de la apariencia: [Para niños]
Había un loquito en un manicomio, que llevaba un ladrillo atado con una cuerda. Al llegar el médico psiquiatra encargado de su curación, le pregunta: ¿Qué?, ¿Dándole un paseo a tu perro? El Loquito le responde: Yo no tengo ningún perro; esto es un ladrillo atado a una cuerda, para jugar. El Psiquiatra, ante esta respuesta, decide darle el "alta médica al loquito", y lo deja salir del sanatorio. El loquito se puso muy contento, y en cuanto salió a la calle le dijo al ladrillo: "Vámonos Sultán", antes de que se dé cuenta que lo engañamos”.
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe,23 Julio 2023, Ciclo A
“Bien y Mal: la Eterna Lucha que Llevamos Dentro”
El maestro y el alumno: [Que no eche raíz ninguna forma de mal]
Al terminar la clase, un día de verano, mientras el maestro organizaba unos documentos sobre su escritorio, se le acercó uno de sus alumnos y en forma desafiante le dijo: - "Profesor, lo que más me alegra de haber terminado sus clases es que no tendré que escuchar más sus tonterías y podré descansar de verle esa cara aburrida"
El alumno estaba erguido, con semblante arrogante, en espera de que el maestro reaccionara ofendido y descontrolado. El profesor miró al alumno por un instante y en forma muy tranquila le preguntó: - "¿Cuando alguien te ofrece algo que no quieres, lo recibes?"- El alumno quedó desconcertado por la calidez de la sorpresiva pregunta. - "¡Por supuesto que no!", contestó de nuevo en tono despectivo el muchacho.
- "Bueno", prosiguió el profesor. "Cuando alguien intenta ofenderme o me dice algo desagradable, me está ofreciendo algo, en este caso una emoción de rabia y rencor, que puedo decidir no aceptar." - "No entiendo a qué se refiere", dijo el alumno confundido. - "Muy sencillo", replicó el profesor. "Tú me estás ofreciendo rabia y desprecio, y, si yo me siento ofendido o me pongo furioso, estaré aceptando tu regalo. Y yo, mi amigo, en verdad prefiero obsequiarme mi propia serenidad."
- "Muchacho", concluyó el profesor en tono gentil, "tu rabia pasará, pero no trates de dejarla conmigo, porque no me interesa. Yo no puedo controlar lo que tú llevas en tu corazón, pero de mí sí depende lo que yo cargo en el mío."
El Campesino y el Diablo... [Cómo ganarle a la cizaña] [De los hermanos Grimm]
Había una vez un muy afamado y astuto campesino, cuyos trucos eran muy comentados. El campesino estaba trabajando su terreno, y de regreso a su casa, ya tarde, se encontró con un pequeño diablillo negro sentado sobre unos carbones encendidos. –“¡De modo que estás sentado sobre un gran tesoro!”- dijo el campesino. –“Sí, es cierto”- contestó el Diablo. “Sobre un tesoro que contiene más oro y plata que lo que jamás verás en tu vida! - “ Pues entonces el tesoro me pertenece, porque está en mis tierras - dijo el campesinito.
–“Y seguirá siendo tuyo"- contestó el Diablo, si por dos años consecutivos me das la mitad de lo que el campo produce porque tengo un gran antojo de los productos de la tierra.” – El campesino puso las condiciones: -“Todo lo que se produzca sobre la tierra será tuyo, y todo lo que se produzca bajo la tierra, será mío."- El Diablo aceptó.
Cuando llegó el tiempo de la recolecta, el Diablo se presentó a tomar su parte de la producción, pero no encontró más que amarillentas y marchitas hojas, mientras que el campesino, guardaba las papas. –“Por esta vez has ganado”- dijo el Diablo, -“pero la próxima vez, lo que se produzca sobre la tierra será tuyo, y lo que se produzca bajo tierra, será mío.”
- El campesino estuvo de acuerdo. - Cuando llegó el tiempo de la cosecha, el Diablo no encontró sino rastrojos, porque el campesino astuto, esta vez sembró trigo. Y el diablo, furibundo y derrotado se lanzó por entre las rocas. Y el campesino dijo: “Así es como se derrota al Diablo”…Y se fue a su casa, llevándose el trigo y el tesoro.
Regalos de Dios
Alguien cuenta: Anoche tuve un sueño raro. En la plaza mayor de la ciudad habían abierto una nueva tienda, llamada: REGALOS DE DIOS. Un ángel atendía a los clientes. ¿Qué es lo que vendes, ángel del Señor? Le pregunté. Vendo todos los dones de Dios. ¿son muy caros? No, los dones de Dios son todos gratis. Miré las estanterías, estaban llenas de ánforas de amor, frascos de fe, cajas de salvación y muchas cosas más. Yo tenía gran necesidad de todos ellos.
Tomé valor y le dije al ángel: Dame, por favor, bastante amor de Dios, perdón de Dios, una bolsa de esperanza, un frasco de fe y una caja de salvación. Todo lo que había pedido me fue servido en una cajita diminuta. Sorprendido, le pregunté: ¿Está todo ahí? El ángel me explicó: Ahí está todo. Dios no da nunca frutos maduros. Él sólo da pequeñas semillas que cada cual tiene la obligación de cultivar. Dios de una parte, y nosotros el resto.
Niño responsable
Un párroco le preguntó a un niño: ¿Sabes quién te hizo? El niño pensó un momento y contestó: una parte de mí la hizo Dios. ¿Qué significa eso de “una parte”? preguntó el párroco. El niño respondió: Dios me hizo pequeñito y el resto crecí yo solito. El misterio de crecer es nuestra tarea: ¡No de un domingo sino de toda la vida!
El perrito y la pantera. [Astucia para derrotar el mal]
Un hombre se va de Safari y decide llevarse a su perro para que conozca África. Un día ya en la expedición, el perrito empieza a corretear detrás de las mariposas y cuando se da cuenta ya se encuentra muy lejos del grupo del Safari, así que empieza a vagar perdido por la selva y ve a lo lejos una pantera corriendo hacia él. - ¡Me metí en problemas! – piensa el perrito sin saber qué hacer. En eso ve unos huesos de un animal muerto y se pone a mordisquearlos.
En cuanto la pantera está a punto de atacarlo el perrito dice: - Ah ¡qué rica pantera me acabo de comer! – La pantera frena bruscamente y sale despavorida huyendo del perrito, y pensando: ¡Qué fiera de perro, por poco me come a mí también! Un mono que andaba trepando cerca y que habíha visto la escena, sale corriendo tras la pantera, la alcanza y le cuenta cómo la engañó el perro. Entonces la pantera enfurecida regresa corriendo.
El perrito ve a lo lejos que la pantera viene de nuevo y al ver al mono tras ella, sospecha que le ha contado toda la historia. - ¿Ahora qué voy a hacer?, pensó el perrito! – Y en lugar de salir huyendo se queda sentado dándoles la espalda, haciéndose el que no los ha visto; y cuanto la pantera está a punto de atacarlo de nuevo, el perrito dice en voz alta: - ¡Ese puñetero mono, hace media hora que lo mandé a que me trajera otra pantera y no aparece! – Y la pantera salió despavorida…
Y a la hora de la siega: ¿Quién será mejor? [Aprender de quien no se espera]
Un taxista pincha una rueda en frente a un manicomio. El taxista se dispone a cambiar la rueda, con tan mala suerte que no se da cuenta que las tuercas se le fueron por una alcantarilla. - Al darse cuenta no sabe qué hacer. Un loquito que estaba observando lo que le sucedía al taxista, entra en conversación con el taxista, y le pregunta: - Señor, ¿qué le paso? - Perdí las tuercas en la alcantarilla, y ahora no sé cómo colocar la llanta de repuesto - - Ah, ya entiendo.
Por qué no saca una tuerca de cada una de las 3 ruedas y se la pone a la de repuesto!.- Oiga, pues claro que si…Usted toda la razón. ¡Muchas Gracias! – Y ¿le puedo hacer una pregunta? – Si claro. – Y usted, siendo tan inteligente al darme semejante idea de las tuercas, ¿por qué está encerrado en el manicomio? – Bueno - ¡Es que yo estoy encerrado por loco, no por tonto!
Mientras dormían, entró el enemigo. [Resistidles firmes en la fe].
El médico le pregunta a su paciente: -¿Ha seguido mi consejo de dormir con la ventana abierta? -Sí doctor. -Entonces, ¿ha desaparecido por completo el asma? -No -dice el paciente-. Pero sí han desaparecido mis relojes, el televisor y el computador.
¿Rapidez o precisión?: [Los discípulos querían rapidez. El Señor pide paciencia].
En clase, la profesora, pregunta a Jaimito: A ver Jaimito, rápido, rápido: ¿Cuánto es dos por dos? – Jaimito responde: 5, profesora. La profesora regaña a Jaimito diciéndole que esa nos es la respuesta. – Entonces Jaimito le contesta: Profesora, usted me pidió rapidez, no precisión.
Pregunta para niños:
¿Qué están haciendo Frankenstein y Drácula en el campo?
–R/.- Sembrando el pánico y el terror…!
Descargar Enseñanzas 16 Julio 2023
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe, 16 Julio 2023, Ciclo A
“¿Qué Clase de Terreno es Nuestro Corazón?"
Competencia por crecer…
En un bosque todos los árboles competían por crecer y ser más altos que los demás, descuidando el echar raíces. Pero el laurel se dedicó a echar raíces para dar buenas hojas. Los demás se burlaban. Vino una tormenta y voltio a los más altos. Al laurel nada le pasó. Entonces todos comprendieron que lo que los mantiene firmes en los momentos difíciles, no son las apariencias o grandezas, sino lo que está oculto en las raíces, en el fondo del corazón, aunque no se vean.
La madre y la planta
Érase una madre que tenía tres hijos. Cuando se fueron a la universidad les regaló una planta a cada uno para que alegrara sus habitaciones. Al final del curso fue a ayudarles a recoger sus cosas. En la habitación del hijo mayor, la maceta estaba sin planta tirada en un rincón. ¿Qué le ha pasado a la planta?, le preguntó la madre. Me olvidé de sacarla de la caja y cuando lo hice ya estaba muerta.
Cuando fue a recoger al segundo hijo, la planta estaba en una estantería. Sólo había dos palitos secos clavados en la tierra. ¿Eso es todo lo que queda de la planta?, le preguntó la madre. Oh, no quería que la vieras. La planta estuvo muy hermosa hasta el día de acción de gracias. Después vinieron los trabajos, las fiestas y me olvidé de regarla.
Finalmente fue a ver a su tercer hijo. Y, oh sorpresa, la planta estaba verde y hermosa. Tú no mataste la planta, dijo la madre. Claro que no. La planta me recordaba tu amor y yo sabía que tú querías que la cuidara. La he regado todos los días como si te estuviera cuidando a ti.
La Palabra da fruto, si dejamos: [Ya es hora de cambiar].
Una señora llama por teléfono al sacerdote de la parroquia y le dice: mi esposo va a su iglesia los domingos a la Eucaristía de (10 – 12…); le gusta su misa y la pasa bien, pero no le sirve de nada; no quiere cambiar, es más duro que el asfalto.
La Paciencia del tamarindo
Después de 10 años de crecimiento, el árbol de tamarindo comenzará a dar frutos por primera vez, luego su cosecha se hará cada 2 años aproximadamente. Para dar fruto, se requiere la virtud de la paciencia.
Dato medicinal: baja el colesterol, da paciencia y mejora el genio, etc.
Le compro el burro: [Dar frutos del 30, 60 o 100 %]
Un joven de la ciudad fue al campo y le compró un burro a un campesino por 100 dólares. El anciano acordó entregarle el animal al día siguiente, pero cuando el joven fue a retirarlo, el campesino le dijo: -Lo siento, pero tengo malas noticias: el burro se murió. -Bueno, entonces, devuélvame mi dinero.
– El problema es que ya lo gasté.
-Bien, da igual, entrégueme el burro.
-Y ¿para qué? ¿Qué va a hacer con él?
- Lo voy a rifar.
- ¿Estás loco? ¿Cómo va a rifar un burro muerto?
- ¡Es que no voy a decir que está muerto! – al cabo de un mes se volvieron a encontrar el anciano y el joven comprador.
- ¿Qué pasó con el burro?
-Lo rifé.
Vendí 500 boletas a 2 dólares y gané 998 dólares.
- ¿Y nadie se quejó?
-Sólo el ganador, pero a él le devolví sus 2 dólares.
No apresurar el fruto de la semilla. [Se requiere esperar. Darle tiempo]
En una fiesta muy importante hubo amenaza de un atentado. Podría ser una bomba o haber envenenado la comida. Se hicieron las respectivas medidas de seguridad. Inspeccionaron el lugar y no encontraron ninguna bomba. Entonces para saber si era la comida que habrían envenenado, trajeron a un perrito y le dieron un poco de comida y esperaron dos horas. El perro no se murió, entonces todos comenzaron a disfrutar del buffet. Al rato, cuando ya todos habían comido hasta saciarse, entra Jaimito corriendo y, - casi llorando-, dice en voz alta: ¡Se murió el perro, se murió el perro! – Y todos desesperados, devolvieron la comida. Y un policía antiterrorista le dice al niño: ¿Cómo así que se murió el perro? Y el niño contesta: ¡Sí…lo atropelló un carro!
Las dos semillas: [El germen de la semilla es el sacrificio: morir para dar vida]
Dos semillas estaban juntas en tierra fértil. La primera semilla dijo: ¡Quiero crecer! he de impulsar mis raíces dentro de la tierra y expulsar mis brotes a través de la corteza de la tierra que está sobre mí. Y desplegar mis tiernos brotes como banderas que anuncian la llegada de la primavera. Sentir el calor del sol sobre mí y la bendición del rocío matinal sobre mis pétalos Y creció.
La segunda semilla dijo: Tengo miedo. Si impulso mis raíces en la tierra, no sé lo qué encontraré en la oscuridad. Si me abro paso por la corteza dura, puedo hacer daño a mis brotes. Y ¿si mis brotes se abren, y un caracol intenta comérselos? Y si abro mis capullos, un niño pequeño podría arrancarme de la tierra. No, será mejor que espere hasta que no haya peligro. Y esperó…y esperó… Y pasó una gallina y se la comió.
Lección: Si nos negamos a hacer crecer la Palabra de Dios y a dar frutos, podríamos ser devorados por el enemigo.
Paseo de piojos… [Para niños]
Papá piojo pasea por la cabeza de un calvito con su hijo piojito, y le dice: ¡cuando yo tenía tu edad, todo esto era un bosque hermoso!
No se cultivan higos de peras… [Para niños]
Un campesino le dice a su compadre: fíjese que mi sembrado es un poco raro. ¿Por qué compadre? Pregunta el otro. Verás, cuando siembro melones me salen sandías, cuando siembro papa, me salen rábanos y cuando siembro zanahorias… ¿que sale compadre? Pues unos conejos y se las comen.
Descargar Enseñanzas 9 Julio 2023
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe, 9 Julio 2023, Ciclo A
“Jesús, Manso y Humilde de Corazón, Haz Mi Corazón Semejante al Tuyo"
El sapo y el buey: El sabio y el sencillo, conoce sus límites
En un estanque vivía una colonia de ranas. Y el sapo más viejo se creía también el más grande y el más fuerte de toda la especie. Cada mañana se posaba a la orilla del estanque y comenzaba a hincharse para atraer la atención de sus vecinas y para presumir de su tamaño y su fuerza. Un buen día se acercó un buey a beber; y el sapo, viendo que éste era más grande que él, comenzó a inflarse, a inflarse, tratando de igualarse al buey…. Y se infló tanto que se reventó.
Moraleja: “Las ínfulas nos revientan, la sencillez nos eleva”
La obediencia del perro.
Un monje sabio tenía un perro y de vez en cuando, le probaba su obediencia. Colocaba un tentador trozo de carne en el piso y daba esta orden: “¡Noo!”. El perro no hallaba qué hacer: obedecer o desobedecer la orden de su amo. “El perro nunca miraba la carne. Parecía que pensaba que, si lo hacía, la tentación de desobedecer sería demasiado grande. Así que miraba fijamente a la cara del monje”. El monje, entonces, sacó esta bellísima enseñanza para todos: “Si quieres ser dócil, manso y humilde debes mirar siempre el rostro de tu Maestro”.
El que se enaltece será humillado…
Un joven abogado recién graduado rentó un local para establecer su primera oficina decorándola muy elegante. Sentado en su escritorio, y mientras admirada su oficina, un hombre tocó a la puerta. El joven abogado, lleno de cánones y leyes para deslumbrar, buscando impresionar a su primer cliente, hizo como que estaba muy ocupado. Entonces tomó el teléfono y en voz alta le dijo a su cliente, que siguiera y que lo esperara un momento por favor, que estaba muy ocupado.
Luego comenzó a simular que estaba haciendo tremendo negocio y en voz alta mencionaba negocios y compromisos con divisas gigantescas. Finalmente, y después de un buen rato, colgó el teléfono y le preguntó a su primer cliente: “¿en qué puedo ayudarlo? - El hombre le contesto: “¡Doctor… yo solo vengo a instalarle el teléfono!!!
La humildad es la mejor autoridad.
Un representante del gobierno como funcionario del ministerio de medio ambiente y recursos naturales, visita oficialmente una finca en las montañas y habla con su dueño, un campesino ya entrado en años y muy sabio. El funcionario le dice al dueño que desea inspeccionar sus recursos de agua. El anciano le dice: Sí, pero le pido que por favor no pase por el terreno cercado.
El representante, demostrando su autoridad, como digno miembro del gobierno, se tornó un tanto arrogante e insolente con el humilde y sencillo anciano, diciéndole: ¡Vea mi hermano! ¡Yo tengo la máxima autoridad del gobierno que orgullosamente represento, y este carnet, óigame bien, ¡este carnet, me califica para ir donde yo quiera, meterme en cualquier terreno o finca que yo quiera, con permiso o sin permiso del dueño, sea de quien sea! ¿Me ha entendido o es que no me he sabido explicar? - El anciano campesino simplemente encogió los hombros y siguió con sus quehaceres.
Pasado un rato, el campesino escucha unos gritos aterradores y logra ver al empleado del gobierno corriendo por su vida, seguido muy de cerca por un enorme toro bravo. El toro va ganándole terreno y el tipo, aterrado y exhausto pide ayuda a todo pulmón. El campesino de inmediato deja todo lo que estaba haciendo, corre hasta la cerca y le grita: ¡El carnet… muéstrele el carnet...!
La fábula del tonto y la moneda
Se cuenta que, en un pueblo, un grupo de personas se divertían con el bobito del pueblo, un hombre humilde que se la pasaba haciendo pequeños favores, a cambio de algunas moneditas. Diariamente, algunos hombres llamaban al bobito al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 centavos y otra de menor tamaño, pero de 1 peso.
Él siempre tomaba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risa para todos. Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente y humilde hombre, lo llamó aparte y le preguntó si no se daba cuenta que la moneda de mayor tamaño valía menos, y éste le respondió: – Lo sé señor, no soy tan tonto como me creen. Yo sé que vale la mitad, pero el día que escoja la que vale más, el jueguito se acaba y no voy a ganar más monedas. Moraleja: El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto, delante de un tonto que aparenta ser inteligente.
El clásico y nuestro Señor: [La alegría que sólo entienden los humildes y sencillos]
Rigurosas investigaciones lograron concluir que solamente una vez, nuestro Señor Jesucristo se hizo presente en cuerpo y alma en, nada menos que en un clásico de futbol argentino River Boca, en la cancha de Boca en la famosa Bombonera. A los 10 minutos del primer tiempo, el equipo visitante, el River, marcó su primer gol, y los hinchas de River en la tribuna sur, saltaban realmente absortos de emoción, pero nunca con tanta alegría y felicidad como la de nuestro Señor Jesucristo.
Solamente 10 minutos después vino el empate de los locales, y nuestro Señor, vestido común y corriente, y sin la camiseta de ninguno de los dos equipos saltaba y se abrazaba con todos los hinchas del Boca. Resultado: lo sacaron del estadio por indeciso con la policía; lo golpearon y casi lo matan.
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe, 2 Julio 2023, Ciclo A
“Adoremos a Dios, el Único AMOR de los Amores”
Pagado con un vaso de leche: “Quien dé de beber un vaso de agua…”
Un joven que pagaba sus estudios trabajando de vendedor ambulante, sentía hambre, pero no tenía dinero para almorzar. Decidió vencer la vergüenza que le daba mendigar y pedir algo de comer en la próxima puerta que tocara. No obstante, perdió sus nervios cuando una hermosa joven le abrió la puerta. En lugar de pedirle comida pidió solo un vaso de agua. Ella, sin embargo, se apiadó de él y le trajo un vaso de leche. Él se lo tomó tímidamente y preguntó, “¿Cuánto le debo?”. – “No me debes nada,” respondió ella. “Mi madre nos enseñó a no aceptar pago, por hacer un favor.” “Entonces le agradezco de corazón.”, respondió el joven.
Aquel joven llamado Howard Kelly, se fue de aquella casa, no solo sintiéndose fortalecido en su cuerpo sino también en su fe en Dios y en la humanidad, pues antes había pensado en rendirse y renunciar. Muchos años más tarde aquella joven, ya mayor, enfermó gravemente. Los doctores locales estaban muy preocupados. Finalmente la enviaron al hospital de una gran ciudad donde practicaba un famoso especialista en aquella enfermedad. Cuando el médico se dio cuenta del nombre de su nueva paciente y del pueblo de donde venía, inmediatamente se levantó y fue a verla.
La reconoció inmediatamente. Volvió a su oficina resuelto a hacer todo lo posible para salvar su vida. La lucha fue larga pero la señora se salvó. Por su parte la señora andaba muy preocupada sabiendo que el precio de su estancia en el hospital sería astronómico. Sin que ella supiese, el doctor envió órdenes que le pasaran a él la cuenta final. Después de examinarla escribió un mensaje al pie de la cuenta antes de que fuese enviada a la señora. Ella abrió aquella cuenta con gran temor, pensando que pasaría el resto de sus días pagándola. Finalmente la miró, y cuál fue su asombro cuando leyó al pie de la enorme cifra: “Totalmente pagado, con un vaso de leche”. Firmado: Dr. Howard Kelly.
Le pedí a Dios y me escuchó [Contra los que quieren tener la vida cómoda]
Pedí fuerza y Dios me dio dificultades para hacerme fuerte. Pedí sabiduría y Dios me dio problemas para resolver. Pedí prosperidad y Dios me dio cerebro y músculos para trabajar. Pedí valor y Dios me dio obstáculos para superar. Pedí amor y Dios me dio personas con problemas a las cuales ayudar. Pedí favores y Dios me dio oportunidades. Yo no recibí nada de lo que pedí. Pero he recibido todo lo que necesitaba. ¡Le pedí a Dios que me diera todo en la vida… y me dio la vida para tenerlo todo!
Moraleja: “Moneda que está en la mano, quizá se debe guardar, la monedita del alma se pierde si no se da”.
La tarjeta: [¿Será Dios, nuestro único y verdadero amor?]
Se acerca un joven al mostrador de una tienda y le dice al vendedor: – ¿Tienes tarjetas que digan “para mi único y verdadero amor”? – Sí, señor, si tengo – Y el joven le responde: “deme ocho, por favor”.
Defender nuestra fe
En un partido de fútbol americano en Texas, hay dos monjitas, y se sientan silenciosamente, justo detrás de un par de hinchas que resultan ser un par de bandidos. Al ver que las monjas se han sentado detrás de ellos, uno le dice al otro en voz alta:
¿Sabes?... ¡lo que más me gusta de Dallas, es que en toda la ciudad no hay más que diez católicos! – Y el otro bandido le contesta: - ¡Pues, a mí me gusta Houston mucho más, porque allí tan sólo hay dos católicos! – Entonces, una de las dos monjitas se inclina hacia adelante, y colocándole una mano en el hombro a cada uno de los bandidos, les dice: - ¡Me alegro por ustedes, hermanos, porque el infierno les va a encantar, pues allí no hay ningún católico!
Anillo de compromiso: [Lo único en lo que le ganamos a Dios es en tacañería]
Después de algún tiempo de noviazgo, le dice la novia al novio: ¿Sabes? Ya no me caso contigo porque eres un tacaño, toma, te devuelvo el anillo de compromiso… Y el novio, mirándola con mucha tristeza, le dice: ¿Y la cajita?
Voces que impiden amar. [Amar a Dios sin reservas y por encima de todo]
Jaimito le manda una nota a la novia diciéndole: -Amor, quisiera decirte cuánto te amo y te extraño, pero hay una voz que me lo impide... - La novia, a los pocos días le contesta diciéndole: - ¡Hay mi cielo, dime cuál es esa voz, y yo haré lo que pueda para ayudarte...! Entonces Jaimito le contesta: La voz me dice: - ¡Usted no tiene saldo disponible, por favor recargue su cuenta e intente nuevamente!
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe, 25 Junio 2023, Ciclo A
El niño y el Avión. [Seguros y confiados en las manos de Dios]
Cuentan que una señora abordó un avión para viajar a Nueva York. Un niño entró buscando su asiento y se sentó justo al lado de ella. El niño era muy educado. Y pasó el tiempo coloreando en su libro de pintar. No presentaba rasgos de ansiedad ni nerviosismo al despegar el avión. El vuelo no fue muy bueno.
Hubo tormenta, mucha turbulencia, y una sacudida fuerte. Todos estaban muy nerviosos, pero el niño mantuvo su calma y serenidad en todo momento. ¿Cómo lo hacía?, ¿Porque su calma? Hasta que la mujer, echa un manojo de nervios, le preguntó: – Niño: ¿no tienes miedo? – No señora”, contestó el niño, y mirando su libro de pintar le dice: - “Mi papá es el piloto”.
¡Muerto de la pena! [Ante Dios, no podemos escondernos]
Pachito va pasando frente a una funeraria y vio que venía el doctor Pardito a quien él le debía mucha plata, razón por la cual siempre que lo veía, se le escondía a como diera lugar. Entonces, aceleró el paso, entró en la funeraria y se escondió en un ataúd de exhibición, cerrando la tapa del ataúd para que no lo encontrara el Dr. Pardito. Pero el doctor ya lo había visto, justo cuando se estaba escondiendo en el ataúd. Levanta la tapa del ataúd y le preguntó a Pachito: ¿Ala, yo te estaba buscando! ¿Qué haces en el ataúd? – A lo que Pachito respondió: ¡Aquí, muerto de la pena contigo, caray!
Deudor: [Nada hay oculto que no llegue a saberse…]
Se encuentran dos amigos y uno le dice al otro: -¿Qué te pasa, que estás muy abatido?
Y el otro le responde: - Es que llevo mucho tiempo sin trabajo y debo como 50.000 euros, y cada vez que me ven mis acreedores me atosigan para cobrarme. - ¿Sabes? - le comenta el amigo- Déjate la barba y así no te reconocerán. A lo que responde el endeudado hombre:
- No puedo... ¡con barba debo 100.000 Euros!
Los dos naranjos: [No tengáis miedo…!]
Dentro de un cementerio antiguo, al borde de la pared crecieron dos naranjos. El sacristán que ayudaba al párroco tenía un amigo borracho que lo invitó a su casa, cerca al cementerio. Se pusieron a tomar todo el día y les cogió la noche, justo hablando de espantos y de todo lo que causaba miedo.
El sacristán afanado, porque tenía que tocar las campanas, regresó con su amigo. Al pasar por el cementerio vieron unas luces dentro. Trataban de mirar, pero la grieta era pequeña, no veían nada, pero sí escuchaban hablar a dos que decían: “Una para usted y otra para mí…una para usted y otra para mí”.
El sacristán le dijo al compadre: para mí que Dios y el diablo se están repartiendo las almas. Si, debe ser eso, dijo el amigo lleno de miedo. El miedo llegó al máximo cuando una de las voces dijo: afuera hay dos: una para usted y otra para mí…y al instante los dos borrachos salieron cual rayo veloz hasta llegar a la iglesia, y allí cayeron privados del susto. El párroco y algunos feligreses para comprobar lo ocurrido, con sorpresa pudieron ver al día siguiente, que, efectivamente, les faltaban dos frutas a los naranjos.
El miedo es general.
En el fragor de la batalla, el comandante grita a sus soldados: -¡Adelante! ¿Quién manda aquí… ¿El miedo…o YO? – Y un soldado, que ya no podía más, le contesto: -¡El miedo mi comandante! - ¿Cómo que el miedo? – Claro…Porque usted será muy comandante, ¡pero aquí el miedo es GENERAL!
El miedo
El último apunte que contó en su vida don Pedro Muñoz Seca, literato y humorista, fue, que cuando lo llevaban a fusilar, hacia el año 1.930, durante la guerra civil española, les dijo a sus verdugos: “me lo podéis quitar todo, pero hay una cosa que nunca me podréis quitar”. Y al preguntarle qué era eso que no le podían quitar, contestó: “el miedo que tengo”.
¿Te doy miedo? [Para misa con niños]
En vacaciones, un grupo de niños entró a una casa de espantos. La más pequeña del grupo se quedó rezagada. - En eso se le aparece un vampiro y la niña se queda petrificada de miedo. El vampiro le pregunta: ¿Te doy miedo? A lo que ella responde: - No gracias señor vampiro, ¡ya tengo mucho!
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe, 18 Junio 2023, Ciclo A
Puccini [Y sus discípulos]
Puccini es uno de los más grandes compositores de Opera (La Boheme, Madame Butterfly), estando enfermo de cáncer, decidió dedicar sus últimos años a escribir su última Ópera: Turandot. Sus amigos y alumnos le decían: Estás enfermo, tómalo suave y cuídate. Él les decía, voy a trabajar todo lo que pueda hasta completar mi obra maestra, y si no la termino a ustedes les dejo el encargo de completarla.
Puccini murió sin completar su obra. Sus alumnos tenían dos opciones: a) llorar la muerte de su maestro y olvidar su obra y b) o terminar la obra del maestro. Los alumnos optaron por ponerse a trabajar y completar la obra de su maestro. Y en 1926 bajo la dirección de Toscanini se estrenó la Ópera.
Cuando llegó al final de lo que había escrito Puccini, la orquesta dejó de tocar y el director dijo: “Aquí termina la obra del maestro”. Y sus ojos se llenaron de lágrimas. Luego levantó la cabeza, sonrió y dijo: “Y aquí comienza el trabajo de sus discípulos”. Nota: Jesús predicó la ópera del amor de Dios. A sus discípulos y nosotros tenemos la tarea de continuar su anuncio.
Novios:
Un joven se levantó a las cuatro de la mañana para contemplar la salida del sol con su novia, pero ésta lo rechazó. El sol salió, pero estos jóvenes no se entendieron. El sol sale todos los días, aunque no nos levantemos a ver la maravilla de ver nacer el día.
Carta de un padre a sus hijos [Día del Padre]
Mientras vivan en esta casa obedecerán las reglas. Cuando tengan su casa obedecerán sus propias reglas. Aquí no gobierna la democracia, no hice campaña electoral para ser su padre: ustedes no votaron por mí. Somos padre e hijos por la gracia de Dios, y yo acepto respetuosamente el privilegio y la responsabilidad.
Al aceptarla adquiero la obligación de desempeñar el papel de padre, lo mejor posible. No soy su compinche, nuestras edades son muy diferentes. Podemos compartir muchas cosas pero no somos compañeros, pero si amigos. Soy su padre, y eso es cien veces más que un amigo.
También soy su amigo, pero estamos en niveles completamente distintos. En esta casa harán lo que yo diga y no deben cuestionarme porque todo lo que yo ordene estará motivado por el amor. Les será difícil comprenderlo hasta que tengan sus hijos; mientras tanto confíen en mí. Atte: Su Padre.
Papás: ¿Tenerlo todo, los hace felices? [Los padres, son todo para sus hijos]
La maestra enseñaba a los alumnos, la diferencia entre tenerlo todo y no tenerlo todo. Entonces pregunta: De ustedes, ¿quién de sus papás lo tiene todo?: María se levanta y dice, – Mi papá lo tiene todo: tiene casa inteligente, camioneta Mercedes Benz 4x4 último modelo, finca en Peña Lisa con piscina y pista de hielo. – Está bien, dice la maestra, pero, ¿tu papá tiene un barco? María dice, – No, no tiene barco.
Le dice la maestra, ¿ves que no lo tiene todo? – Josesito se levanta y dice, – Pero mi Papá sí lo tiene todo: además de casa inteligente, finca con piscina y pista de hielo, carro último modelo, tiene un barco amarrado en la costa. - ¿Y tu papá tiene avión privado? ¡No, no tiene avión – Entonces no lo tiene todo!
Jaimito se levanta y dice: – Mi papá, desde el sábado pasado, sí que lo tiene todo. – ¿Estás seguro Jaimito?
Sí profesora - El sábado mi hermana trajo a casa a su novio: un muchacho raro con cabello largo, brazos y cuello tatuados, aretes, piercings en labios, en las cejas, en la nariz y en el ombligo; jeans rotos y sucios, gorra de hip-hop, camiseta negra de Yei Valvin con un letrero que decía: “Este es el negocio, socio”- Y cuando mi papá lo vio, se cogió la cabeza a dos manos y exclamó: ¡Dios mío, esto era lo único que me faltaba!
Papá sabio
Un padre de familia, preocupado por el consumismo y por la falta de afecto y amor de los hijos hacia los padres, reúne a sus hijos y les dice: “El mejor regalo en el día de la madre es un beso, mucho cariño y un abrazo dado con amor a la mamá”. Basta de consumismos ya. No les den gusto a las tiendas y comerciales que te hacen creer que mientras más caro sea el regalo, más amas a tu madre. ¡Esa barbaridad déjenla para el día del padre!
Papá orgulloso: [Misa con niños]
Un niño le pregunta a su papá. Papá: ¿Qué se siente tener un hijo tan guapo e inteligente? – Y el papá le responde: No sé, hijo, pregúntale a tu abuelo.
Papás, orgullosas de sus hijos:
En el día del padre, tres papás, orgullosos de sus hijos dialogan: Uy, tienen que ver a mi hijo. Ya es sacerdote y todos lo respetan. Tanto así que, si va por la calle, la gente le dice: “Bendición, padre, bendición”. Eso no es nada, dice el segundo papá: Mi hijo ya es obispo y todas las personas lo saludan diciéndole: “Su eminencia, pase usted… Su Eminencia, qué grato verlo…” – Ja… como que entonces mi hijo lleva las de ganar, dice el tercer papá. Mi hijo es tan, pero tan gordo, que cuando la gente lo ve pasar por la calle, se dan la bendición y dicen: “Dios mío…”
Ayudarle a Dios, porque los obreros son pocos: [Ayudemos, y Dios nos ayudará]
En un examen final para maestría, el profesor, que era muy creyente, dijo a sus alumnos: el examen final será en parejas: “Entre Dios y ustedes. Si son ateos…lo hacen solos”.
Descargar Enseñanzas 11 Junio 2023
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe, Solemnidad del Corpus Christi, 11 Junio 2023, Ciclo A
Alimento de eternidad.
Un hombre escribió una carta al director del periódico de su localidad, y comentaba el poco sentido que había tenido para él acudir a la iglesia cada domingo. “He ido durante treinta años -escribía-, y desde entonces he escuchado algo así como 3.000 homilías. Pero no puedo recordar una sola de ellas. Pienso entonces que he gastado mi tiempo, y los sacerdotes el suyo, dando sermones de balde." A raíz de aquella carta comenzó una pequeña polémica en las cartas al director de aquel periódico.
Continuó durante semanas, hasta que alguien escribió unas breves líneas que sorprendentemente, zanjaron todas las controversias. "Llevo casado 30 años. Desde entonces he tomado aproximadamente 32.000 comidas y cenas. Pero no puedo recordar el menú entero de ninguno de esos días. Sin embargo, no por eso debe deducirse que haya sido en balde. Me alimentaron y me dieron fuerza para vivir, y si no hubiera tomado aquellas comidas, habría muerto."
Pan compartido… [Dios extendido]:
Era un día lluvioso y gris. Allí estaba frente a mí, una niña apenas cubierta con un vestidito todo roto. Eran más agujeros que tela. Sus cabellitos mojados, tiritando de frío, sola y hambrienta. Y contemplando esa escena le reclamé a Dios. "¿Cómo es posible Señor, que habiendo tanta gente que vive en la opulencia, permitas que esta niña sufra hambre y frío? ¿Cómo es posible que te quedes ahí tan tranquilo, ante tanta injusticia, sin hacer nada? ¿Acaso no eres todopoderoso?" Luego de un silencio que me pareció interminable, sentí la voz de Dios que me contestaba: "¡Claro que he hecho algo! ¡Te hice a ti!"
Moraleja: La clave de la verdadera felicidad es la “comodidad”: es decir: COMO DÍ…DAD.
Diferencia entre el cielo y el infierno. [Jesús se dio en eterna comida para alimentar a los demás…]
Una leyenda China dice que la diferencia entre el cielo y el infierno es muy pequeña. “El maestro quiso que su discípulo lo experimentara por su cuenta. Para ello, lo llevó al infierno primero. Y se encontró en una sala. Al centro, una mesa llena de arroz. Y en torno los condenados, cada uno con una cuchara muy larga en la mano. Tan larga que, cuando quería meter el arroz en su boca hambrienta les era imposible. Allí estaba el arroz. Y todos se morían de hambre. Lo pasó luego a otra sala, la del cielo.
La escena era la misma, entonces el alumno preguntó: ¿Y dónde está la diferencia si el panorama es el mismo? ¿Tú crees que es el mismo? ¿No te das cuenta que aquí comen todos y ninguno pasa hambre? La gran diferencia está en que el infierno cada uno piensa en su propia hambre, mientras que aquí cada uno piensa en el hambre del otro. En el cielo, nadie come de su propia cuchara, sino de la cuchara del otro. En el infierno, por el egoísmo, ni come ni da de comer. En el cielo, es la felicidad del que se olvida de su propia hambre para que coman los demás.
La eucaristía y el sacrificio redentor. [el poder de la obediencia]
En una de las visitas del Papa Inocencio IV, al convento de las clarisas, dándose las doce del día, Santa Clara invita a comer al Santo Padre, pero el Papa ya tenía otro compromiso. Entonces Santa Clara le pide que por favor bendiga los panes para que queden de recuerdo de la visita del Santo padre, pero el Papa respondió: – ¡Quiero que seas tú la que bendigas estos panes! - Santa Clara le dice que sería como un irrespeto muy grande de su parte hacer eso delante del Vicario de Cristo. El Papa, entonces, le ordena bajo el voto de obediencia que haga la señal de la Cruz, bendiciendo los panes. Ella bendijo los panes haciéndole la señal de la Cruz y al instante quedó la Cruz grabada sobre todos los panes.
Albino:
Cierto día, un niño que se llamaba Albino, estaba jugando en la calle, y llegó la hora de almorzar. Su mamá abrió el balcón y le dijo: - ¡Albinoo!, venga que el almuerzo está listo. – Albino respondió: Yo no voy, no tengo hambre. – Mire, si no viene, llamo a tu papá, ¿Oyó? – Que yo no voy.
En esto que sale el papá y le grita: - ¡Albinoo!, Venga ahora mismo a almorzar, o te doy una paliza. - Que no quiero ir, que no y que no, respondió Albino. - ¡Mira que, si no viene, llamo al abuelo! Seguidamente el abuelo salió con una escopeta en la mano: - Albino, ven ahora mismo a almorzar. - "¡Que no voy, respondió Albino!" - Pues ahora verás: El abuelo dispara dos tiros al aire: PAN, PAN…Y al PAN PAN…ALBINO VINO.
El plato más grande. [En la Eucaristía, a todos se nos da por igual…]
En una familia numerosa y de pocos recursos, conformada por los padres y 6 hijos, el menor de ellos siempre, se quejaba porque según él, a sus hermanos les daban más comida en plato que a él. La verdad es que la mama a todos les servía por igual. Un día el papá de los niños llamó a su esposa y le dijo: Como estamos en la copa América, el patrón nos invita a ver un partido y a comer.
La señora vio la ocasión perfecta para dar a su hijo, la porción del papá. En eso, el niño llamó a la mamá y le dijo que llegaría tarde porque tenía que hacer una tarea en grupo… que por favor le guardara la comida. La señora le guardó en el horno el plato con la doble porción y al llegar el niño y ver el plato, lo único que atinó a decir fue: Jaaa…si este es mi plato, ¡cómo sería el de mis hermanos…!
Panadero pobre…
Un padre de familia muy rico, con muchos autos: Mercedes, BMW, Toyota, Cadillac, entre otros, muy preocupado porque no podía salir a ninguna parte con su familia por la inseguridad de las carreteras, decide comprar un Renault 4 para los fines de semana: - ¡En este carro - le dice a su familia-, no vamos a despertar sospechas! ¡Si nos secuestran, decimos que yo soy panadero, y que vivimos de una panadería de barrio, ok? - Se van a dar la vuelta a Cuernavaca y efectivamente los secuestran y los interrogan por separado.
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Lecciones de Vida para Crecer en la Fe, Solemnidad de La Santísima Trinidad, 4 Junio 2023, Ciclo A
Dios es como el azúcar: [Dios da todo el sabor]
La Profesora pregunta: ¿Cómo sabemos que Dios existe? Cada uno fue dando su propia respuesta. Pero la profesora, queriendo ayudarles, seguía insistiendo: y ¿cómo saber que Dios existe si ninguno lo hemos visto? Todos se quedaron callados. Para los niños es evidente que lo que no se ve o se toca no existe.
Hasta que un pequeño levantó la mano y tímidamente respondió: Señorita. Dios es como el azúcar. Mi mamá me dijo que Dios es como el azúcar en mi leche que ella prepara todas las mañanas: que yo no veo el azúcar que está dentro de la taza en la leche, pero sí ella la saca, queda sin sabor. Pregunta: ¿Qué le dijo el café al azúcar? – Sin ti, mi vida sería muy amarga… Y nosotros sin Dios… muy amargados…
El pez anaranjado: [Para misa con niños]
Un niño sale entusiasmado de la piscina: -Mami, mami, en el fondo de la piscina hay un pez anaranjado en forma de triángulo. La mamá se sumerge en la piscina a mirar y sale sonriendo: Cariño, no he visto nada. -Mami, le dice el niño, es que para verlo hay que cerrar los ojos...
El mar en un pozo:
Hablando de la Santísima Trinidad San Agustín explica: “Como cuando un niño abre un pequeño pozo en la arena junto al mar y comienza a pasar con su manito el agua del inmenso mar al pequeño pozo, así es el misterio de la Trinidad: es imposible abarcarlo. No obstante, aunque es inmenso y sublime, de alguna manera cabe en nuestro corazón, si lo pasamos con amor. Mientras haya algo de agua en el pozo, de alguna manera tienes el mar. Trata de tener a Dios en tu corazón, pero no olvides que nunca podrás abarcar todo su misterio.
Cuestión: La Trinidad es un misterio que supera nuestro intelecto. Intentar abarcarlo, sería como un pobre miope que trata de divisar las costas de África desde Brasil.
Regalos: [Aprender a amar el Misterio divino]
El hijo de Pilar y Daniel fue bautizado. Luego de enseñarle todo lo sagrado referente al bautismo, le dieron estos regalos: Un caracol: —Para que aprendas a amar el agua. Una jaula, que tenía un pájaro preso y lo soltaron…Para que aprendas a amar la libertad. Le dieron una flor…Para que aprendas a amar la tierra. Y por último, le dieron una botella cerrada con la advertencia: No la abras, nunca, “para que aprendas a amar el misterio”.
Imágenes pedagógicas: [Tres personas distintas y un solo Dios verdadero].
Tres pliegues en una sola tela, pero no hay más que una tela./ Tres falanges en un dedo, pero no hay más que un dedo./ Tres hojas en un trébol, pero no hay más que un trébol./ Tres flores en un solo tallo: forman el Buganville o trinitario./ Cáscara- clara- yema: forman un sólo huevo./ Escarcha, nieve, hielo…, los tres son agua/////- Papá-mamá-hijos: los tres, son una sola familia. / Rayos- calor –luz: constituyen el mismo Sol./ Fuente- rio- riachuelos: una sola agua./ Compositor- intérprete- director: una sola obra musical./
Monjitas voladoras: [Ir siempre con Dios]
Dos monjitas van en una moto pasando la curva de la muerte. Un policía ve cómo han pasado sin que se hayan estrellado pues iban como a mil por hora. Las detiene y les dice: ¿cómo es que no se han estrellado con esa velocidad? Y ellas responden: es que vamos con Dios…Y el policía les dice: multa por ir tres en la moto.
El párroco y el chofer [Misterio escondido y revelado…No improvisado]
A un párroco, al que invitaban a predicar a muchas iglesias, y al que siempre le conducía el carro el mismo feligrés, durante un viaje, el chofer le dijo: “Mire padre, yo le he oído decir tantas veces el mismo sermón sobre la Santísima Trinidad, que me lo sé de memoria. Le apuesto lo que quiera que yo podría decirlo tan bien como usted”. El párroco le dijo: “listo, te voy a dar una oportunidad”. Antes de llegar a la iglesia intercambiaron ropa; el chofer se vistió de sacerdote y el sacerdote de chofer.
Ya en la iglesia el chofer, vestido de sacerdote, dio la charla y lo hizo muy bien. Luego le hicieron una pregunta sobre el misterio de la Santísima Trinidad, a la que no sabía qué responder. Como era rápido de reflejos dijo: “la respuesta es muy sencilla y para demostrarle lo fácil que es, le voy a decir a mi chofer que la responda”.
Dios es AMOR…[…El amor es la clave].
Después de una larga enfermedad, una mujer muere y llega a las puertas del cielo. Mientras espera por San Pedro, ella ve a través de las rejas a sus padres, amigos y todos los que habían partido antes que ella, sentados y disfrutando un suculento banquete. Cuando San Pedro llega, ella le comenta: ¡Qué lugar tan lindo! ¿Cómo hago para entrar? – San Pedro le dijo: Yo voy a decirte una palabra. Si la deletreas correctamente la primera vez, entras; si te equivocas, vas directo al infierno. Ok, ¿cuál es la palabra? “AMOR”.
Ella la deletreó correctamente y pasó al cielo. Un par de años después, San Pedro le pidió que vigilase los portones por ese día. Para su sorpresa, aparece el que fue su marido. - Hola, ¡qué sorpresa! - dice ella - ¿Cómo estás? - Ah....Pues he estado muy bien desde que falleciste. Me casé con aquella bella enfermera que te cuidó, gané la lotería y me hice millonario. Entonces vendí la casa donde vivíamos y compré una mansión en el barrio alto que siempre te gustó. Viajé con mi nueva esposa por Europa, Asia y Oceanía.
Estábamos de vacaciones en los Alpes. Justamente cuando decidí esquiar, me caí; el esquí me cayó en la cabeza y aquí estoy. ¿Cómo hago para entrar querida? – Yo te una palabra. Si la deletreas correctamente la primera vez, sin equivocarte, puedes entrar, si no, vas directo al infierno, para siempre, dijo ella. OK, - Claro. ¿Y cuál es la palabra? parangaricutirimícuaro…
Dios está en todas partes: [Para misa con niños]
La profesora pregunta a Juanito: ¿Dónde está Dios?, él responde: en el cielo. Muy bien Juanito. Ahora tú Jaimito, ¿dónde está Dios?: Jaimito responde: en nuestro interior. Muy bien Jaimito. Ahora tú Carlitos, ¿dónde está Dios? Carlitos responde: en mi baño, profesora. ¿En el baño? - ¿Cómo así? - Es que todos los días mi mamá se coloca frente a mi baño y dice: ¡Dios mío¡, ¡Señor, llevas 4 horas en el baño y no sales?...
Descargar Enseñanzas 28 Mayo 2023
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe, Solemnidad de Pentecostés, 28 Mayo 2023, Ciclo A
Llenar de agua un colador [Habitar en las fuentes del Espíritu]
Cierta vez, una mujer visitó a un maestro y le preguntó: ¿Cómo llenar su alma de espiritualidad? El maestro le dio un colador y una taza, y fueron juntos a una playa cercana. Se pararon sobre una pequeña roca.
El maestro le dijo: Muéstrame ¿Cómo llenarías el colador con agua? Ella se inclinó y comenzó a llenarlo con la taza, pero el agua siempre se salía - ¿Cómo se hace? – preguntó. – El maestro tomó el colador y lo arrojó al agua. El colador flotó un instante y después se hundió. –Ahora está lleno de agua y así permanecerá-le dijo -. “Ese es el modo de llenar un colador con agua. Solo llenarás tu corazón con el Espíritu, arrojándose en la inmensidad de su divino amor”.
La piedra seca: [Sin el Espíritu, estaremos engarrotados por dentro]
Estaba un sabio a la orilla de un gran río, sacó del agua una piedra hermosa, dura, redonda y la rompió. Su interior estaba completamente seco. Esta piedra llevaba años dentro del agua, pero el agua no penetró en ella. Y dijo el sabio: Lo mismo ocurre con nosotros. ¡Decimos estar inmersos en el Espíritu, pero quizá por dentro estamos secos y duros como una pierda!
El carro varado: [Sin el Espíritu, nos quedamos estancados]
Imaginemos un carro varado: dentro está el conductor y detrás una o dos personas empujando el vehículo, intentando darle la velocidad necesaria para arrancar. Se detienen, se secan el sudor vuelven a empujar...
Y de repente, un ruido, el motor se pone en marcha, el carro avanza y los que empujaban respiran tranquilos.
Lección: Necesitamos el poder de lo alto que nos ponga en marcha. El secreto para experimentar Pentecostés se llama oración. ¡Es ahí donde se prende la «chispa» que nos enciende el alma!
Los guantes: [El Espíritu Santo, el DON más valioso de Dios en nosotros]
A un hombre le regalaron un par de guantes de piel forrados. Como vivía en clima caliente no los usaba. Los guardó en una gaveta y pronto se olvidó de ellos. Tiempo después le llamaron para que trabajara en una ciudad de clima frío y entonces se acordó de los guantes. Al fin les encontraría uso.
Cuando metió la mano en uno de los guantes, sintió que algo impedía que el dedo pulgar se acomodara en su lugar. Para su gran sorpresa, lo que impedía era un billete de diez dólares enrollado. Revisó los otros dedos del guante y descubrió que en cada uno de ellos había un billete de diez dólares. Los billetes habían estado allí todo el tiempo, pero él no se había dado cuenta.
La superiora del Espíritu Santo:
Cierto día el papa, San Juan XXIII visitó un hospital a cargo de religiosas, denominado “Archi hospital del Espíritu Santo”. Al llegar, la superiora, toda nerviosa y muy emocionada, besó atropelladamente su anillo doblando la rodilla y sólo acertó a presentarse con estas palabras: -Santidad, Yo soy la superiora del Espíritu Santo. Con una sonrisa ante tan original presentación y para apaciguarle los nervios, le respondió afectuosamente: - Hermanita: ¡Qué suerte tiene usted de ser la superiora del Espíritu Santo! Yo sólo pude llegar a ser el Papa.
Hermanos en el Espíritu:
Había dos hermanos de una iglesia. Uno de ellos trabajaba en una carnicería. Llegó otro hermano a la carnicería y le dijo al que atendía: “Hermano, ¿me fía dos kilos de carne?” Este le contestó, “No puedo.” El otro le dijo: “Pero somos hermanos”- El carnicero le contestó, “Somos hermanos en el Espíritu, pero no en la carne.”
El empujoncito: [Con la fuerza del Espíritu Santo, somos capaces de todo]
Un millonario hace una fiesta en su mansión, y en un momento para la música y mirando hacia la piscina donde criaba cocodrilos australianos, dice: Quien logre cruzarla y salir vivo al otro lado, ganará todos mis autos... ¿Alguien se atreve? Espantados, los invitados permanecen en silencio y el millonario insiste: El que se lance a la piscina, logre cruzarla y salir vivo al otro lado, ganará todos mis autos y mis aviones... ¿Alguien se atreve? El silencio impera y una vez más, ofrece: El que se lance a la piscina, logre cruzarla y salir vivo al otro lado, ganará todos mis autos, mis aviones y mis mansiones.
En este momento, alguien salta a la piscina. La escena es impresionante. Una lucha intensa, el hombre se defiende como puede, agarra la boca de los cocodrilos con pies y manos, tuerce la cola de los reptiles... ¡DIOS MÍO...! Mucha violencia y emoción. Después de algunos minutos de terror y pánico, sale el valiente hombre, lleno de arañazos, hematomas y casi muerto.
El millonario lo felicita y le pregunta: ¿Dónde quiere que le entregue los autos, los aviones y las mansiones? Gracias, pero no quiero sus autos, sus aviones ni sus mansiones. Impresionado, el millonario pregunta: Pero, ¿qué quiere entonces? Y el hombre le respondió: yo solo quiero saber quién fue el que me empujo.
Moraleja: ¡Para llegar a nuestra meta que es Dios, necesitamos el empujoncito de su Espíritu Santo!
Gato bilingüe: [Hablemos el lenguaje del Espíritu] [Misa con niños]
Un gato maullaba y ningún ratón se dejaba atrapar. Entonces el gato cambió de táctica y empezó a ladrar y los ratones iban saliendo de sus escondites. El gato atrapó a un ratoncito y éste le dijo: - ¡Eres un tramposo! Si eres un gato, ¿por qué ladras como un perrito? El gato, muy serio, le respondió: - Mijo, es que hoy en día el que no sepa dos idiomas, ¡se muere de hambre!
Descargar Enseñanzas 21 Mayo 2023
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe, 7° Domingo Pascua, 21 Mayo 2023, Ciclo A
“La Ascensión del Señor”
“Misión cumplida, a continuar”
Jesús llegó a los cielos, y el Padre celestial y los ángeles celebraron una fiesta para darle la bienvenida. Había globos, pancartas, confetis, música y un gran cartel que decía: “Bienvenido a casa, Misión cumplida”.
Uno de los ángeles le hizo una entrevista para el periódico, “Celestial journal”, sobre su obra redentora de la humanidad: -Y ahora que tú, Señor Jesús, has dejado la tierra, ¿quién va a continuar tu tarea? – Once hombres que me aman, contestó Jesús. - ¿Y si fracasan? ¿No tienes un plan B? -No. No hay plan B. ¡Porque Yo estaré con ellos hasta el fin de los tiempos!
Vaya, Usted con Dios: [Para misa con niños]
Al terminar una reunión en la parroquia, la gente le dijo al sacerdote: “Padre ¡vaya usted con Dios!”. El padre les respondió: “¡Mejor, yo diría: “queden ustedes con Dios!”. Y una niña le preguntó a su mamá: “mamá; Dios, ¿se va o se queda?”. Ella le respondió: Se va porque confía en nosotros, pero se queda porque nos deja su bendición en nuestro corazón…Así como cuando yo me voy de viaje y te doy mi bendición, te llevo en mi corazón y así seguimos estando juntas.
Peregrinos que vamos hacia el cielo…[Que el mundo no nos cambie el rumbo]
Cuentan que Chesterton que era muy despistado. En una ocasión, viajando en el tren, el revisor le pidió el billete. El empezó a buscarlo por todos los bolsillos y no lo encontraba. Se iba poniendo cada vez más nervioso. Entonces el revisor le dijo: “Tranquilo, no se inquiete, no le haré pagar otro billete”. “No es pagar lo que me inquieta- repuso Chesterton- lo que me preocupa es que he olvidado a donde voy”.
El Avión: [El Señor, de cerca se ve mejor… Y estará con nosotros]
Cuentan que una vez un niño le preguntó a su padre, de qué tamaño es Dios. Entonces al mirar al cielo, su padre vio un avión y le preguntó a su hijo de qué tamaño él lo veía. El niño le contestó: -Muy pequeño, apenas lo alcanzo a ver. Entonces el papá lo llevó al aeropuerto y al estar cerca de un avión le preguntó: -Y ahora de qué tamaño ves el avión? Y el niño, asombrado, le respondió: -Papá, es enorme. El papá entonces le dijo: – Del mismo modo es Dios para ti. Su tamaño va a depender de lo lejos o cerca que estés de él. Cuanto más cerca estés de Dios…Más cerca estará de ti, y será más grande en tu vida”
Antes de irse al cielo: [Sabio y religioso consejo]
Una madre superiora irlandesa de 98 años, estaba en su lecho de muerte. Las monjitas la rodeaban intentando hacerle cómodo su ascenso al cielo. Trataron de darle leche calientica pero no la quiso. Una monjita se llevó a la cocina el vaso de leche, recordó que tenía una botella de buen cognac que les habían regalado en navidad y le puso dos buenos tragos a la leche.
Volvió a donde la superiora y le acercó el vaso a la boca. La superiora bebió un sorbito, luego otro y otro hasta que se tomó hasta la última gota. Las monjitas le dijeron: “Madre, danos una última palabra de sabiduría antes de morir; danos tu mejor consejo”. Y sin fuerzas, medio se incorporó y les dijo: ¡Por favor no vendan esa vaca!!!
La tienda y el cementerio: [Desde la tierra, ganarse el cielo, allá estaremos mejor.]
En un pueblo, dos tipos no se podían ver. Uno administraba una tienda llamada: “la última lágrima”, y el otro, justo enfrente de la tienda, administraba el cementerio en cuya entrada decía: “Aquí terminan las vanidades del mundo”. El administrador de la tienda, para ofender al del cementerio, colocó en la puerta de su tienda un letrero grande que decía: “Aquí se pasa mejor que enfrente” Y el administrador del cementerio para desquitarse y darle una lección, colocó en la puerta del cementerio otro letrero más grande que decía: ¡Y, aquí están los que se la pasaban enfrente!
Correo equivocado: [Preparar nuestra Ascensión, pero ligeros de equipaje]
Un matrimonio decide ir a pasar vacaciones en una playa del Caribe, en el mismo hotel donde pasaron la luna de miel 20 años atrás, pero debido a problemas de trabajo, la mujer no puede viajar con su marido, quedando en que llegaría unos días después.
Cuando el hombre llegó y se alojó en el hotel, vio con asombro que en la habitación había una computadora con conexión a Internet. Entonces decidió enviar un email a su mujer, pero, se equivocó en una letra y sin darse cuenta lo envió a otra dirección.
El email lo recibe por error una viuda que acababa de llegar del funeral de su marido, y que al leer su correo electrónico se desmayó instantáneamente. El hijo de la viuda al entrar en la habitación, encontró a su madre en el suelo sin conocimiento, a los pies de la computadora, en cuya pantalla se podía leer: “Querida esposa: He llegado bien.
Probablemente te sorprenda recibir noticias mías por esta vía, pero ahora tienen computadora y puedes enviar mensajes a tus seres queridos. Acabo de llegar y he comprobado que todo está preparado para cuando llegues este próximo viernes. Tengo muchas ganas de verte y espero que tu viaje sea tan tranquilo como ha sido el mío”. P.D. ¡No traigas equipaje, ven ligera de ropa, que aquí hace un calor infernal!
Despedida solemne. [Antes de subir al cielo]
Ella, ya en las últimas y como queriendo despedirse, le dice a su anciano esposo: viejito, ¿te acuerdas cuando me rompí la pierna?... tú estabas a mi lado. ¿Te acuerdas cuando me robaron mi carro?... también estabas a mi lado. ¿Te acuerdas cuando se inundó la casa? …tú estabas a mi lado… Amor…tú me traes mala suerte…!
Descargar Enseñanzas 14 Mayo 2023
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe, 6° Domingo Pascua, 14 Mayo 2023, Ciclo A
“No Los Dejaré Solos”
Jesús en mi corazón:
“Mañana en la mañana abriré tu corazón”, le dijo el cirujano a un niño-. Y el niño interrumpió: ¿Y encontrará allí a Jesús? El cirujano se quedó mirándolo y continuó: Cortaré una pared de tu corazón para ver el daño completo. Pero cuando abra mi corazón, ¿encontrará a Jesús ahí? Volvió a preguntar el niño. El cirujano miró a los padres del niño, que estaban sentados. Cuando observe el daño que hay allí, tendremos una idea del paso a seguir. Y ¿encontrará a Jesús en mi corazón?, Mi papá siempre me dice que Jesús vive en mi corazón.
El cirujano pensó que era suficiente y le explicó: Te diré qué encontraré en tu corazón: Encontraré músculos dañados, baja respuesta de glóbulos rojos y debilidad en las paredes y vasos. Una vez que te haya abierto y visto tu corazón, me daré cuenta si te podemos ayudar o no. Pero, ¿encontrará a Jesús ahí también? Es su hogar, él vive allí, siempre está conmigo. El cirujano no toleró más los insistentes comentarios y se fue.
En seguida se sentó en su oficina y procedió a grabar sus estudios previos a la cirugía: Aorta dañada, vena pulmonar deteriorada, degeneración muscular cardiaca masiva. Sin posibilidades de trasplante, difícilmente curable. Terapia: analgésicos y reposo absoluto. Pronóstico: tomó una pausa y en tono triste dijo: muerte dentro del primer año. Entonces detuvo la grabadora.
Suspiró y preguntó en voz alta: ¿Por qué? - ¿Por qué le hiciste esto a este niño? Tú lo pusiste aquí, tú lo pusiste en este dolor y lo has sentenciado a una muerte temprana. ¿Por qué? De pronto, en su interior, escuchó la voz de Dios diciéndole: El niño, mi oveja ya no pertenecerá a tu rebaño porque él es parte del mío y conmigo estará toda la eternidad. Aquí en el cielo, en mi rebaño sagrado, ya no tendrá ningún dolor.
Sus padres un día se unirán con él, conocerán juntos la paz y la armonía; en mi reino y mi rebaño sagrado continuará creciendo. El cirujano comenzó a llorar, pero sintió aún más enojo. No entendía las razones. Y replicó: Tú creaste a este muchacho y también su corazón, ¿para qué? ¿Para que muera dentro de unos meses? – El Señor le respondió: Porque es tiempo que regrese a su rebaño. Su tarea en la tierra ya la cumplió.
Hace unos años envié a una oveja mía con dones de doctor para que ayudara a sus hermanos, pero con tanta ciencia se olvidó de su creador. Así que envié a mi otra oveja, el niño enfermo, no para perderlo sino para que regresara a mi aquella oveja perdida hace tanto tiempo. El cirujano lloró y lloró sin consuelo. Días después, luego de practicar la cirugía, el doctor se sentó a un lado de la cama del niño, mientras que sus padres lo hicieron frente al médico. El niño despertó y murmurando rápidamente preguntó: - ¿Abrió mi corazón? – Sí, -dijo el cirujano- Que encontró -preguntó el niño- ¡Tenías razón, encontré allí a Jesús…!
Carta a la mujer amada: [Falsas promesas…]
Palabras del novio a su amada: “Por ti soy capaz de ir al espacio y traerte una estrella, soy capaz de cruzar nadando el océano y llenarte de perlas. Soy capaz de llegar a la cima de la montaña más alta y gritar que te amo. Soy capaz de enfrentarme a las fieras del campo si tú estuvieras en peligro; en fin, yo haría por ti, cualquier cosa, por imposible que parezca, para que sepas cuánto te amo. Atentamente: tu amado. P.D. ¡Iré a visitarte el jueves, si no llueve!
Amor a la fuerza no es amor
Una muchachita de apenas doce años admitió calmadamente a sus papás que un niño de su clase la había besado. – ¿Cómo sucedió eso? Preguntó, muy enojada y asombrada su mamá. –Y la pequeña señorita confesó: ‘No fue fácil… - pero tres niñas me ayudaron a agarrarlo”.
Madre, sólo hay una: [Por el día de la madre]
La maestra les manda de tarea a todos los niños que escriban una poesía que termine con la frase: “Madre solo hay una”. Al día siguiente: - A ver Pedrito, ¿qué escribiste? Con la mano hacia el cielo dice: “Yo le escribo al ser más adorado, porque me cuida cuando estoy resfriado, y si debo decir cosa alguna, la digo con entusiasmo: “Madre solo hay una”. – Bien Pedrito!… A ver tú Carlitos. Con la mano en el pecho dice: “Con sincero sentimiento, me siento muy halagado, porque tú, madre, tú me has alimentado. Tú eres mi sol, tu eres mi luna, por eso te digo: “Madre solo hay una”. – Muy Bien! – Ahora tú, Jaimito.
Con la mano detrás de la cabeza dice: Madre, ayer, cansada y con sed te vi llegar del trabajo, y aun así, me arropaste entre tus brazos; llamaste luego a papá y me pediste un encargo: hijo de mi corazón, tráeme las dos cervezas que metí al congelador, y al abrir la puerta yo, le contesté con amargura: de las dos que me pediste… “! Madre…sólo hay una ¡”.
Intuición de madre: [Día de la madre]
Carlos vivía en un apartamento con Cristina. Ante los ojos de la familia de Carlos, Cristina sólo compartía el apartamento con Carlos. Nadie podía comprobar otra cosa. Carlos invitó a su madre a cenar una noche en su apartamento de soltero. Durante la cena la madre pudo reparar en lo hermosa que era Cristina, la compañera de apartamento de su hijo. Ella sospechaba que su hijo tenía algo con ella.
En el transcurso de la velada, mientras veía el modo en que los dos se miraban, se preguntó si estarían juntos. Leyendo Carlos el pensamiento de su madre le dijo: "Mamá sé lo que estás pensando, pero te aseguro que Cristina y yo solo somos compañeros de apartamento". Aproximadamente una semana después, Cristina le comentó a Carlos que desde el día que su mamá fue a cenar venía echando de menos el cucharón grande de plata para servir la sopa.
Quedaron en que Juan le escribiría una carta. "Querida mamá: no estoy diciendo que cogieras el cucharón de plata de servir la sopa, pero tampoco estoy diciendo que no lo cogieras. El hecho es que ha desaparecido desde el día en que viniste a cenar a casa".
Unos días más tarde Juan recibió carta de su madre que decía: - 'Querido hijo: No estoy diciéndote que te acuestas con Cristina, o no; pero el hecho es que, si Cristina se acostara en su propia cama, ya habría encontrado el cucharón de plata que yo puse bajo sus sábanas. Con todo cariño, tu mamá'.
Regalo para una mamá ingeniosa [En el día de la madre]
En el día de la madre, la mamá llama a su hijo para invitarlo a almorzar: - Bueno Jaime, cuando llegues al nuevo edificio donde vivo, toca el timbre del intercomunicador con el codo derecho; abre con el pie, sostén la puerta con la pierna izquierda y entra al pasillo.
Al fondo están los ascensores, ahí puedes presionar el botón con el codo derecho; y al llegar al apartamento, timbre con la nariz. – Está bien, mamá – contesta Jaime – pero, mamá: ¿Por qué tengo que hacer tantas piruetas? .– Pues, mijito, ¡No pensarás a venir el día de la madre con las manos vacías!
Descargar Enseñanzas 7 Mayo 2023
Lecciones de Vida para Crecer en la Fe, 5° Domingo Pascua, 7 Mayo 2023, Ciclo A
“Camino, Verdad y Vida”
El Sabio y el durazno: [A Jesús, se le conoce, pero si se le saborea desde el corazón]
El Maestro sabio contaba siempre una parábola al finalizar cada clase, pero los alumnos no siempre la entendían. - Maestro – le preguntó uno de ellos una tarde. ¡Tú nos cuentas parábolas, pero no nos explicas su significado! - Pido perdón por eso. – Se disculpó el sabio – Permíteme que en señal de reparación te invite un rico durazno. Gracias maestro - respondió halagado el discípulo. - Quisiera, para agasajarte, pelarte tu durazno yo mismo.
¿Me permites? Sí. Muchas gracias – dijo el discípulo. ¿Te gustaría que, ya que tengo en mi mano un cuchillo, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo?... Me encantaría, pero no quisiera abusar de su hospitalidad, maestro. – No es un abuso si yo te lo ofrezco, solo deseo complacerte. -Permíteme que te lo mastique antes de dártelo. -No maestro. ¡No me gustaría que hicieras eso! Se quejó, sorprendido el discípulo. El maestro hizo una pausa y dijo: ¡Si yo les explicara el sentido de cada cuento… sería como darles a comer una fruta ya masticada!!
En el cielo cabemos todos: [Nada de privilegios ni egoísmos]
Murió un hombre y San Pedro le enseñó las distintas estancias del cielo. - ¿Qué hay en esa estancia? Preguntó el hombre señalando un grupo muy serio y solemne que cantaba el más puro y sublime canto gregoriano. – “Esa es la estancia de la Iglesia Católica”. - ¿Y los de esa habitación? Preguntó señalando un grupo de bailarines medio desnudos que meneaban sus caderas y daban grandes gritos, mientras rezan y alaban a Dios. – “Ese es un grupo de Bali”, le dijo San Pedro, un grupo muy vivo y bullanguero. - ¿Y los de ese gran salón? -Ese grupo de personas rapadas que meditan al son de un gong son un grupo zen. - San Pedro, antes de continuar la gira, le dijo: Cuando pasemos delante de esa sala, por favor, no haga ni el más mínimo ruido. - ¿Por qué?
Le preguntó el hombre. – “En esa sala hay un grupo de cristianos fundamentalistas y creen que ellos son los únicos habitantes del cielo y se molestarían si descubrieran que hay más grupos. Como dice el refrán japonés, “los caminos a la cima son muchos y diferentes, pero desde la cima todos ven la misma luna” – “Jesús es Camino, Verdad y Vida para todos, porque quiere que todos nos salvemos”.
Direcciones: [En el camino de la vida hay que mirar en cinco direcciones].
1.- Atrás: para saber de dónde vienes.
2.- Al frente: para ver a dónde vas.
3.- A los lados: para saber quién te acompaña en los momentos difíciles.
4.- Abajo: para que no pisotees a nadie.
5.- Arriba: para recordarte que Dios te ve, te llama y te cuida.
Hace tanto tiempo que somos cristianos [¡Y no lo conocemos!]
Cierta vez, nuestro Señor Jesucristo se puso a hacer reemplazos como médico en la seguridad social. Un inválido entra a la consulta pidiendo ayuda. - ¿Qué le ocurre? – Que no puedo caminar. –Y nuestro Señor, vestido de médico, le dice: “Levántese y ande”. - ¡Que no puedo! – dijo el enfermo. -He dicho que se levante y ande!!YA!! repitió Jesús vestido de médico – El hombre se levanta y se va andando muy enfadado de la consulta.
Al salir, otros pacientes le preguntan: - ¿Qué tal? ¿Cómo es el nuevo médico? – Igual que todos, ni me miró…
Camino al cielo
El nuevo párroco le pregunta a un niño, dónde quedaba el correo del pueblo. El niño le da la dirección y el sacerdote muy agradecido, le dice que vaya el domingo a la iglesia. En la misa, el niño se sienta y escucha atentamente al sacerdote. Al comenzar la misa el sacerdote dice: “hoy les enseñaré a todos, el camino para ir al cielo”. Y en eso el niño, le comenta en voz baja a la mamá: - ¡Este padre, no sabe dónde queda el correo, y nos quiere enseñar el camino al cielo!
Dijo el Señor: “Yo soy el Camino…” – [No sé qué camino coger]
Desde Irlanda le escribe un muchacho a su papá: - Estoy hecho un lío, no sé qué camino coger, no aprendo nada de inglés y estoy olvidando el español. ¿Qué camino cojo? – Le contesta el papá: - Vuelva inmediatamente antes que te quedes mudo.
En contravía del Señor, y tan tranquilos. [ Señor, tú ere el camino]
Mientras volvía del trabajo en el auto, un hombre recibió una llamada de su mujer. “¡Felipe!”, gritó aterrada, “¡por favor ten mucho cuidado! Acabo de escuchar que hay un loco manejando en contravía por tu ruta”. Respondió el hombre: “No lo vas a creer cielo”, “¡No es un solo auto, son cientos!”.
Descargar Enseñanzas 30 Abril 2023
La oveja en el tribunal: [Reconozcamos la voz de Dios. Otras quieren engañarnos]
Cuentan que un humilde pastor fue arrestado por haberse robado una oveja. Él afirmaba que era inocente, que la oveja era suya y que hacía días se le había extraviado y la estaba buscando. Cuando el caso fue llevado ante el juez, éste perplejo, no sabía cómo resolverlo. Finalmente decidió que trajeran la oveja a la sala y mandó al acusador que saliera de la sala y desde la puerta llamara a su oveja.
La llamaba insistentemente, pero la oveja no respondió a su voz, sólo levantaba la cabeza asustada. El juez, luego mandó salir al acusado, para que desde la puerta llamara a la oveja. Cuando éste comenzó a llamarla, la oveja saltó y corrió hacia la puerta donde estaba su verdadero dueño. Estaba claro que la oveja conocía la voz de su amo. El juez declaró el caso cerrado.
Pastor presumido:
Un pastor encuentra 5 huevos en una caja de zapatos con $10,000 dólares. Pide explicación a su esposa y ella le dice: Es que me propuse colocar un huevo por cada mal sermón que dieras y un dólar por cada buen sermón.
Entonces, el pastor, con cierto aire de altivez piensa que los billetes eran por todos los buenos sermones, y para reafirmar su sentimiento de vanidad y presunción, le pregunta: …y ¿qué me dices de los billetes? – Ella le responde: cada vez que yo juntaba una docena de huevos, los vendía y guardaba el dinero.
Salmo 22: El Buen Pastor
Cuenta una historia que, en una sala, un reconocido lector deleitaba a los demás recitando trozos de libros famosos. Un sacerdote estaba allí y en un momento de descanso le pidió que recitara el salmo del Buen Pastor. El declamador le respondió: Claro que puedo y lo voy a declamar, pero como condición, después lo recitará también usted. El sacerdote, extrañado por la propuesta, aceptó.
La declamación del artista fue preciosa y entusiasta. Una lluvia de aplausos cerró su presentación. Luego fue el turno del sacerdote. Declamó el mismo salmo 23, de memoria. Al terminar, no hubo aplausos, sólo un silencio muy grande, un silencio espiritual. A algunos se le aguaron los ojos.
Pasados unos instantes el declamador se levantó y dijo: “Ustedes acaban de presenciar algo maravilloso. Hubo una gran diferencia: “Yo declamé extraordinariamente el salmo sobre el pastor porque sé utilizar muy bien las palabras y las formas de declamación, por eso arranqué aplausos; pero sólo el sacerdote supo transmitir la esencia del salmo, porque su alma conoce al Pastor, y por eso no nos arrancó aplausos, sino lágrimas.”.
Sacerdote evangelizador [No faltan los peligros y enemigos en la evangelización]
Cierto día un sacerdote salió a evangelizar a tierras lejanas. De regreso a la parroquia, cansado y con mucha hambre, vio una cabaña donde había muchas manzanas en el jardín; él las miró y dijo: ¡Qué delicia! - Y acercándose, tomó una manzana.
Estaba a punto de comérsela, cuando se acordó que había que darle gracias a Dios por el alimento. Entonces, oró diciendo: “El Señor es mi Pastor, nada me faltará…El dueño de la casa salió con una escopeta en la mano y apuntándole le dijo: “Y en verdes pastos te hará descansar” sino suelta esa manzana.
Llamar a la puerta:
Eran las 3.30 de la mañana, y en medio de un terrible aguacero un borrachito gritaba: -Alguien que me empuje. Una señora escucha y despierta al marido: - Amor, ve y ayuda a ese pobre señor que se le debió quedar atascado el carro y está pidiendo auxilio. El marido, bastante enojado, abre la puerta de la casa, sale en pleno aguacero - que no se veía nada- y grita: - Señor, ¿Dónde está para empujarlo? - Y el borrachito contesta: ¡Acá en el columpio!
Escuchar la voz del Buen Pastor: [Mis ovejas ¿escuchan mi voz?] [Para niños]
Iba un tenedor por la calle y, de pronto, vio una hermosa cuchara hermosa que caminaba toda garbosa. El tenedor, emocionado, le gritó: ¡Ey…Cuchara…Ey Cuchara…Cuchara! – Y como la cuchara siguió su camino, el tenedor se quedó extrañado, y dijo… ¡Ve, ¡qué raro, parece que NO ES-CUCHARA…!
El lorito predicador: [Predicar exige valentía, porque el lobo anda suelto…]
Un lorito fue entrenado para dar un sermón en una iglesia, y le tocó en el día del buen pastor. Ya en el púlpito se asustó al ver tanta gente, y muy nervioso movía la cabeza de un lado para otro. El entrenador del lorito, al ver que no arrancaba se acercó y en tono fuerte le dijo: “O hablas o te quito las plumas y te hecho al corral de las gallinas”. El lorito, - temblando- comenzó a hablar diciendo: “Hermanos, oremos porque el enemigo anda suelto”.
Descargar Enseñanzas 23 Abril 2023
Luciano Pavarotti. [Y no lo reconoció…]
Cuentan que, en un vuelo trasatlántico, un venerable sacerdote anciano, que regresaba de una peregrinación a tierra santa, entabló conversación con su vecino de asiento. La charla estuvo muy animada y duró gran parte del viaje. Cuando el viajero desconocido supo que el sacerdote era el párroco de una conocida parroquia en la ciudad donde él iba a estar unos días de trabajo, le ofreció ir el domingo a cantar en la misa mayor.
El sacerdote se excusó diciéndole que tenía un coro muy bien organizado y que no veía conveniente desplazarlo de sus funciones precisamente en la eucaristía más concurrida de toda la semana. Agradeció la gentileza del viajero, pero rechazó la oferta. Al llegar al aeropuerto de su ciudad, después de haber hecho el proceso de migración y de haber recogido las maletas, el sacerdote salió del aeropuerto y vio a su vecino de asiento respondiendo a una multitud de periodistas con cámaras de televisión y toda clase de micrófonos.
Intrigado por la curiosidad sobre la identidad de su compañero de vuelo, le preguntó a un transeúnte, que si por casualidad sabía quién era ese señor que estaban entrevistando; “– Claro que sé quién es. Se trata de “Luciano Pavarotti”, el famoso tenor que viene a la ciudad a ofrecer un concierto.
Parece que no está: [Reconocerlo en la Eucaristía]
En un colegio estaban preparando las primeras comuniones. Había un niño que sufría un pequeño retraso mental, y aunque él y su familia estaban empeñados para que hiciera su primera comunión, el capellán del colegio no estaba tan seguro que el niño estuviese bien preparado. Para cerciorarse lo llevó a la capilla, sacó un crucifijo y le preguntó al niño. “Él, ¿quién es?”. “Jesús”, contestó el niño.
El padre señaló el sagrario y volvió a preguntar. “Y entonces, el que está ahí, ¿Quién es?”. “También Jesús”, contestó el niño sin dudar. “¿Jesús, ahí y aquí? Explícame cómo puede ser que Jesús este a la vez aquí y ahí”. “Es muy fácil- explicó el niño-: Aquí (en el crucifijo), parece que está, pero en realidad no está. Ahí [en el sagrario], parece que no está, pero sí que esta”. Al niño le hicieron su primera comunión ese año a todo dar.
Lo más importante de la Misa.
Un catequista preguntó un día a un grupo de jóvenes que se preparaban para la confirmación: ¿cuál es la parte más importante de la misa? Uno contestó: la parte más importante es cuando el sacerdote dice: “Podéis ir en paz”. El catequista, pensando que lo estaban tomando del pelo, le preguntó: ¿por qué dices eso?
Y el joven, que era muy comprometido le respondió: como la misa sirve para alimentarnos con la palabra, el cuerpo del Señor, la Eucaristía no termina aquí en la Iglesia, cuando salimos, es cuando empezamos a vivirla. Salimos a la calle para hacer y decir lo que hicieron los discípulos de Emaús. “Hemos reconocido al Señor al partir el pan y está vivo y vive para siempre y con nosotros”.
¡Con Jesús, no hay nada que temer!
Se encontraron dos amigas que vivían al otro lado del cementerio. Empezaron a hablar y se les hizo de noche. Para llegar a sus casas tenían que atravesar el cementerio y, como eran muy miedosas, esperaron a que alguien fuera por el mismo camino para pedirle que las acompañara. Entonces vieron a un señor y le dieron: perdone señor, ¿podríamos ir con usted hasta el otro lado del cementerio? Es tarde y nos da mucho miedo.
El hombre, amablemente les respondió. ¡No faltaría más, claro que si! Cuando llevaban medio camino, como nadie decía nada, una de las chicas le comentó: ¿A usted no le da miedo pasar de noche por el cementerio? Y el señor le respondió: ¡Bueno, en realidad ya no, pero cuando estaba vivo, si! … Y salieron despavoridas.
Y no se reconocían:
Un bobito iba por la calle y se encontró un espejito de cartera, lo levantó, se miró y dijo: pues ... ¡Yo a este tipo lo conozco! Y guardó el espejito en el bolsillo del pantalón. De regreso a su casa, volvió a mirarse en el espejito y repitió: ¡Pero de dónde conozco a este tipo! Al entrar a su casa, guardó el espejito otra vez en el bolsillo del pantalón. Se sentó a la mesa del comedor.
Mientras Josefa, su hermosa esposa, que también era bobita, le servía la comida, y el bobito volvió a mirarse en el espejito, y dijo: ¡estoy seguro que yo a este tipo lo conozco … creo que es el que se corta el pelo en frente mío! Curiosa, Josefa le pregunta: Oye, José: ¿Qué tienes en la mano? Nada importante, m’ija, y guardó nuevamente el espejito en el bolsillo del pantalón. Terminada la cena, el bobito se fue a dormir, dejando el pantalón sobre la silla. Josefa se quedó intrigada, y una vez dormido José, ella se acercó a la silla y sacó el espejito del bolsillo, se miró en el espejo y dijo: ¡Lo sabía! ¡La foto de una mujer…!
Es ÉL mismo, pero no el mismo
Un hombre decide disfrazarse de pobre y pedir limosna. Un día estaba sentado, y justo pasa su novia, lo ve y le dice: – Mi amor, ¿eres tú? Y él le dice: – Señorita, creo que usted se equivocó. Yo no soy. Ella dice: – Iré a la casa de mi novio y comprobaré si es verdad. Él se apresura, se va corriendo a su casa y se quita el disfraz. Cuando su novia llega le dice: – ¿Sabes una cosa? Vi un hombre, tan, pero tan parecido a ti pidiendo limosna. Y él le contesta: – Mi amor ya te dije que no era yo.
El Pastor y el Padre [Jesús envía a sus discípulos a evangelizar]
Un pastor evangélico se reunía en el camino, todos los días con un sacerdote para ir a evangelizar a un pueblo, cada uno iba sobre un burro. En el trayecto los dos se hacían bromas permanentes, tratando de incomodar el uno al otro por su religión. Un día el Padre llego a pie, y el Pastor, con burla, le preguntó: "y su burro Padre", el Padre contesta: "se murió mijo", entonces aprovechando la ocasión, el Pastor le dice: "¿Y no le va a hacer el novenario?". -Y el Padre le dice: "No mijo, fíjate que era Evangélico".
Descargar Enseñanzas 9 Abril 2023
Domingo de Resurrección, 9 de Abril de 2023
Los huevos de pascua:
Un niño que nació con problemas físicos estaba en clase. La maestra dice a todos los niños, se aproxima la pascua, lleven a su casa un huevo plástico y tráiganlo lleno de algo que represente la vida. Al día siguiente cada niño presentó el contenido del huevo. Uno lo trajo con una flor; otro traía una mariposa; otro lo trajo lleno de agua y así todos. La maestra pasó por alto al niño enfermo; y este le dijo: maestra y a mí no me va a preguntar. La maestra le dijo a ver que traes en el huevo. El niño dijo: está vacío. Pero yo dije que trajeran algo dentro, replicó la profesora.
Todos los demás niños se reían. Entonces miró a todos y dijo: “si, está vacío como la tumba de Jesús”: la maestra no sabía que decir y después de un rato le preguntó: ¿y sabes por qué está vacía la tumba de Jesús? El niño respondió: a Jesús lo mataron y lo pusieron dentro, entonces Papito Dios lo llevó al cielo. El premio fue para ese huevo vacío. Al poco tiempo el niño enfermo murió. Cuando la maestra fue a dar el pésame encontró a un lado del féretro los 19 huevos de sus compañeros de clase completamente vacíos. “El niño también había resucitado”
La vendedora de flores:
La vendedora de flores sonreía, su rostro arrugado resplandecía de gozo. Por impulso tomé una de sus flores. ¡Se ve muy bien esta mañana, le dije! Claro, exclamó, sobran los motivos. Aquella mujer, vestía tan pobremente y se veía tan frágil que su actitud me intrigó. Sobrelleva sus problemas admirablemente, la elogié. Ella me explicó, entonces: cuando crucificaron a Cristo el viernes Santo, fue el día más triste de la historia.
Y tres días después, él resucitó. Por eso he aprendido a esperar tres días siempre que algo me aflige. Las cosas siempre se arreglan de una u otra manera en ese tiempo. Seguía sonriendo al despedirse de mí; sus palabras me vienen a la mente cada vez que estoy en dificultades: “Hay que esperar tres días”.
Ya no está aquí…Ha resucitado.
Mamá, ¿Por qué vas siempre al cementerio? - preguntó una niña-. Para visitar a la abuelita y llevarle flores, mi cielo -explicó cariñosamente la madre-. ¿Abuelita está en el cementerio? -siguió preguntando la pequeña-. Sí, mi hijita -respondió tristemente la mamá-. ¿Y por qué no te la traes a casa entonces? -dijo la niña-. Bueno, porque está muerta y enterrada -dijo la madre-. iAh! ¡Cómo me engañaste! -respondió la chiquilla-. ¿Por qué te engañé? -preguntó la madre-. Porque cuando la abuelita se fue, me dijiste que estaba con Dios en el cielo -contestó la niña-.
Bueno, en el cielo está la abuelita viva y en el cementerio está la abuelita muerta -intentó explicar un tanto acorralada la madre-. ¡Era una abuelita y ahora son dos abuelitas! -pensó extrañada la niña-. Las personas grandes no son claras. -Y siguió pidiendo explicaciones-. Y tú, ¿a quién quieres más, mamá? ¿A la abuelita muerta del cementerio o a la abuelita viva del cielo? -Pero la mamá ya no sabía qué decir-. Y terminó diciendo: -Mejor, después hablamos, mi amor...
Los dos naranjos: […No tengamos miedo, Cristo ha vencido la muerte]
Dentro de un cementerio antigu9o, al borde de la pared crecieron dos naranjos. El sacristán que ayudaba al párroco tenía un amigo borracho que lo invitó a su casa, cerca al cementerio. Era el mes de noviembre, mes de las almas. Se pusieron a tomar todo el día; se les hizo tarde. El sacristán afanado porque tenía que tocar las campanas, regresó con su amigo. Al pasar por el cementerio vieron unas luces dentro. Trataba de mirar, pero la grieta era pequeña, no veían nada, pero sí escuchaban hablar a dos que decían: Una para usted y otra para mí…una para usted y otra para mí.
El sacristán le dijo: para mí que Dios y el diablo se están repartiendo las almas, recuerde que es el mes de las ánimas. Si, debe ser eso, dijo el amigo lleno de miedo. El miedo llegó al máximo cuando una de las voces dijo: afuera has dos: una para usted y otra para mí…y al instante los dos borrachos emprendieron carrera hasta llegar a la iglesia y allí cayeron privados del susto. El párroco y algunos feligreses para comprobar lo ocurrido y con sorpresa pudieron ver que a los naranjos les faltaba los frutos.
Dos loquitos: [Ha resucitado…no está aquí]
Un loco toca a la puerta de una casa; entonces abre la puerta un segundo loco y pregunta: ¿A quién busca? - El primero contesta: Te busco a ti. El segundo responde: déjame ver si estoy [se retira y cuando vuelve, dice]: Oye, no estoy. El primero exclama: Qué lástima porque venía a pagarte un dinero que te debía. El segundo dice: permítame voy a ver si ya vine [se retira y al volver le dice]: Oye amigo, ya vine. El primero exclama: ¡Lástima porque ya me fui!!!
El lorito de la vecina: [Porqué lloráis…ha resucitado]
Cierta vez, un señor que llega borracho a su casa a las 4 de la mañana, y como no tenía llave se dirigió al patio de su casa, de repente ve que el perro de su casa tiene un lorito muerto en la boca, y el tipo dice: ¡Dios mío!, si es el lorito de la señora del lado. Al señor le dio pena y puso al lorito en la jaula de la vecina y se acuesta a dormir.
Al otro día se despierta y ve que su esposa está llorando y le pregunta: ¿Amor, por qué estas llorando? Y le dice su esposa: Es que se murió la vecina del lado. Y dice el esposo: Cómo va a ser, si ayer la vi bien y en perfectas condiciones. Y le dice la esposa: Es que le dio un infarto esta mañana. Porque ayer había enterrado al lorito que se le murió y se le apareció en la jaula esta mañana.
Chofer de carroza fúnebre
Un pasajero le toca el hombro al taxista para hacerle una pregunta. El taxista grita, pierde el control del carro; casi choca con un camión, se sube a la acera y se mete en un escaparate haciendo pedazos los vidrios. Por un momento no se oye nada en el taxi, hasta que el taxista dice: -¡Mire amigo, jamás vuelva a hacer eso! ¡Casi me mata del susto! - El pasajero, impresionado le pide disculpas y le dice: -No pensé que se fuera asustar tanto, solo por tocarle el hombro. El taxista le dice: -Lo que pasa es que es mi primer día de trabajo como taxista. - ¿Ah…Y antes que hacía? - ¡Durante 25 años, fui chofer de carroza fúnebre!
4° Domingo Cuaresma, 19 Marzo 2023, Ciclo A
La mirada de Dios… […Y la nuestra, ¡acomodando a Dios…!]
Dos judíos de dos pueblos cercanos se ponen a discutir sobre cuál de sus rabinos respectivos tiene relaciones más estrechas con Dios y, por lo tanto, es más capaz de hacer milagros. “Por supuesto que es el nuestro”, dice el primero. “El pasado sábado nuestro rabí se encaminó hacia la sinagoga, pero de repente se puso a llover a cántaros.
No es que nuestro rabí no tuviera paraguas, pero como en sábado no se puede hacer nada, ¿Cómo lo iba a abrir? Miró hacia el cielo, Jehová lo entendió enseguida y se hizo el milagro: por un lado, lluvia, por el otro, lluvia, y en el medio, ¡un pasillo seco hasta el propio templo! - ¿Qué me dices de esto?”. “Pues escucha lo que te voy a contar: El Sábado pasado, nuestro rabí regresaba a casa después de rezar.
En el camino se encontró un billete de cien dólares. ¿Cómo recogerlo, si es un pecado tocar dinero en sábado? – Entonces, miró al cielo, Jehová se dio cuenta y se hizo el milagro: por un lado, sábado, por otro lado, sábado, y en el medio, no me lo vas a creer, ¡era jueves!”.
Puntos de vista. [¡Ayudando a que otros puedan ver …!]
Cierta vez, había un ciego sentado en la calle, con una gorra a sus pies y un cartel con un letrero escrito con tiza blanca, que decía: “Por favor, ayúdeme, soy ciego”. Un publicista muy creativo que pasaba frente a él se detuvo y observó unas pocas monedas en la gorra. Sin pedirle permiso tomó el cartel, le dio vuelta, tomó una tiza y escribió otro anuncio, y volvió a colocar el cartel a los pies del ciego y se fue.
Por la tarde el publicista creativo volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna. Su gorra estaba llena de billetes y monedas. El ciego reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él el que escribió en su cartel y ¿qué había escrito? – El publicista le contestó: “lo mismo que estaba escrito, pero con otras palabras”. Sonrió y siguió su camino. El ciego nunca lo supo, pero en su nuevo cartel decía: “Hoy es primavera y no puedo verla”
Fábula: “La cueva y el sol” [Con Cristo, no hay tinieblas, todo es luz]
La cueva oyó un día una voz que le decía: “Sal a la luz. Ven y contempla el brillo del sol.”. La cueva respondió: “No sé lo que dices, yo soy todo oscuridad”. Después de muchas invitaciones, la cueva se aventuró, salió y se sorprendió al ver tanta luz por todas partes. La cueva miró al sol y le dijo: “Ven conmigo y contempla mi oscuridad”. El sol aceptó y entró a la cueva. Y el sol le dijo, enséñame tu oscuridad…pero ya no había oscuridad, porque todo era luz.!!!
No basta ver para creer [Hay que creer para saber ver]
Un filósofo, dándoselas de ateo, quiso demostrar a unos niños de primaria que Dios no existía. Hoy vamos a aprender que Dios no existe…Entonces se dirige a uno de los niños y le dice: Tito: ¿Ves el árbol allá afuera?... Sí Señor. ¿Ves la hierba?... Sí señor. Vaya afuera, mire hacia arriba y dime si ves el cielo…Si Señor, vi el cielo, respondió Tito. ¿Y Viste a Dios? - No señor - Ese es exactamente mi punto: podemos ver todo lo que existe, pero no vemos lo que no existe, y a Dios no lo vemos porque él no existe. - Es sólo un cuento y un mito.
En ese momento, María, una compañerita de Tito, pidió al filósofo si podía hacerle una última pregunta a Tito. Algo sorprendido el filósofo ateo, accedió. María le preguntó a Tito: ¿Ves el cerebro del filósofo? – Tito respondió: No – Entonces María le dijo a Tito: ¡Según nos ha enseñado hoy, nuestro querido filósofo no tiene cerebro!
Hacerse el ciego… y el sordomudo.
Un ciego pedía limosna en una esquina. Pasa un turista y al querer colocarle la moneda en el jarro de metal, la moneda pega con el borde y cae. El ciego se agacha y la introduce en el jarro. El turista lo mira y le dice: ¡Usted es un estafador! ¡No es ciego, y anda engañando a la gente, ¡sinvergüenza! – El ciego responde: “Cálmese señor, sucede que el cieguito está enfermo y yo lo estoy reemplazando”. “Ah, ¿y usted a qué se dedica?”, pr–gunta el turista.
”Yo soy el sordomudo de la otra esquina”.
¿De quién es el problema? […Por haber nacido ciego…] [Para misa con niños]
La profesora de matemáticas, enfadada, dice a sus alumnos: - Para mañana, quiero resueltos todos los problemas de fracciones, decimales y reglas de tres. ¿Entendido? Y una niña, en voz bajita dice: - ¡Ay…Pobre mi papá!
Dos cieguitos [Para niños]
Estaban dos cieguitos en el desierto con un sofoco y un calor impresionante, y uno le dice al otro: – Ojalá llo-viera - Y el otro le responde: – Ojalá yo también…!
Atracador ciego: [Para niños]
Ayer agarraron a un ciego en un asalto, pero lo soltaron…porque ¡NO TENÍA NADA QUE VER!
Dios y las manzanas. [Dios te está viendo… Misa con niños]
Encima de la mesa de un comedor infantil, una monjita había dejado una bandeja grande, con manzanas rojas y jugosas. Al lado de la fuente puso la siguiente nota. “Toma solamente una. Recuerda que Dios está mirando”. En el otro extremo de la mesa, había otra fuente llena de galletas de chocolate recién sacadas del horno, y al lado de la fuente, había un papelito escrito por un niño pequeño que en letra cursiva decía: “Toma todas las galleticas que quieras. Dios está mirando las manzanas”.